Conquistador del infierno – Capítulo único

Traducido por Shiro

Editado por Hime


1.

Entrégame tu cuerpo, entrégame tu cuerpo… —murmuró, con ansiedad y disuasión.

¡Vete! ¡Este es mi cuerpo! ¡Nunca te lo entregaré! —La joven voz se escuchaba temerosa, pero se negaba a rendirse.

—Soy Azkar, el rey de la destrucción. Solía ser el maestro de este continente. ¡Te daré fortaleza y poder!

—Vamos, ¡no intentes engañarme, demonio! No se puede creer en las palabras del demonio, ¡esto es algo que incluso los niños saben!

Corell despertó de un sueño profundo y se encontró acostado sobre una plataforma de piedra. Las rocas circundantes eran grotescas y fantasmagóricas. El magma del color del fuego fluía con lentitud. El suelo rojo oscuro parecía haber sido rajado, mostrando profundas cicatrices. Los caminos que podían verse eran difíciles de encontrar, como si fuesen a desaparecer en cualquier momento. Parecía una escena del infierno.

—¡Oh! ¡Despertó!

—Es tan guapo. ¿Puedo darle un mordisco?

Los demonios y súcubos lo rodearon y miraron con avaricia y deseo, cosa que hizo que la piel se le erizara.

—¿Dónde rayos estoy? ¿Qué está pasando? —Corell se sentó sobre la plataforma de piedra y miró a su alrededor en pánico.

—Mi pequeño príncipe, este es nuestro hogar. En el futuro, también será el tuyo. —Una súcubo se le acercó, mostrándole seductoramente su maravillosa postura.

—¿El infierno? ¿Es este de verdad el infierno? —Corell cubrió su rostro, incrédulo.

Los súcubos y los demonios no eran criaturas de su mundo. Solo había un lugar al que estos seres pudieran llamar hogar: Diyu, el infierno; el dominio de todos los demonios.

—¿Por qué estoy aquí? ¿Quién es el demonio dentro de mi cuerpo? ¿Qué está pasando? —Corell trató de calmarse y descubrir lo que estaba ocurriendo.

—Dentro de ti reside Azkar, el rey de la destrucción, quien una vez fue el gobernante de este continente. Era tan poderoso que todos le temían, tanto ángeles como demonios —Meiji abrió su mano, parecía asustada—. Por lo que fue asesinado por una alianza de ángeles y demonios. Es increíble que los ángeles y los demonios hayan podido unirse para esa tarea, pero mientras exista un interés en común, todo es posible. Desafortunadamente, aunque murió, no lo hizo del todo. Su alma sobrevivió. Nadie puede destruirlo, solo sellarlo.

—Entonces fui escogido como sacrificio para sellar qué… ¡¿al rey de la destrucción?! —Corel estaba estupefacto.

—Sí, mi pequeño y hermoso príncipe, no todos poseen tal habilidad. Eres el único que puede resistir al rey de la destrucción —Levantando el mentón de Corell, la súcubo pestañeó con gentileza—. Mientras estés aquí y puedas suprimirlo en tu cuerpo, el rey de la destrucción formará siempre parte del pasado.

—¡¿Qué tiene eso que ver conmigo?! ¡¿Por qué debería ser la víctima?! ¡Me regreso! No pienso quedarme en el infierno. ¡Regresaré al mundo! —Corell golpeó la mano del demonio, se levantó y frotó su corazón, el cual seguía latiendo bajo su coraza rojo oscuro—. Díganme, ¿cómo puedo regresar?

—Si quieres regresar tienes que atravesar todo el Diyu. Obviamente, habrá muchos demonios que querrán detenerte. Para lograr esto, sugiero que conformes primero un fuerte ejército —La voz de Azkar reverberó en la cabeza de Corell, contestando su pregunta—. Libérame, aliméntame, me necesitarás…

—¡Cállate! Conformaré un ejército a medida que avance por el Diyu, porque pienso que no tengo otra opción, ¡pero más te vale quedarte donde te corresponde! —interrumpió Corell a Azkar y sostuvo su espada, la cual ardía en el infierno.

—Este súcubo y demonio te seguirán, mi pequeño príncipe. ¡Pienso que será un viaje interesante! —Haciéndole un saludo, la sucubo y el demonio se sonrieron el uno al otro.

Como resultado, Corell estableció su propio ejército, y liderando a un grupo de demonios, se embarcó en un viaje a través del Diyu.

2.

Las criaturas del infierno se escapaban de la comprensión humana, pero Corell había aprendido acerca de ellas gradualmente. Era más desafiante explicarles la destrucción generada por la violencia que persuadir a un árbol para que no le creciera la corteza durante el invierno.

Para ellos, Corell tenía una única idea: mantenerlos alejados de él, mientras más lejos, ¡mejor!

Eran los espías, acechadores, y diplomáticos más perfectos. Parecían tentar a sus oponentes a que los besaran y tuvieran con ellos el sexo más intenso y salvaje.

A Corell, en cambio, parecía no haber nada que lo tentara ya que se la llevaba bien con ellos.

El perro del infierno de dos cabezas y el fénix eran cazadores y guardianes peligrosos. Si sus oponentes los provocaban, ellos los atacarían con ferocidad. Sus sentidos del olfato y oído, sensibles en demasía, resultarían insoportables para cualquier atacante.

Solo que Corell no entendía por qué era el primer objetivo en ser atacado por sus oponentes.

¡¿No es demasiado irónico?!

También había demonios reproductores, los cuales eran famosos por absorber la magia de sus oponentes y por reproducirse con rapidez. El cuerpo hinchado del árbol, junto con sus tentáculos con dientes y garras, hizo que Corell sintiera repugnancia e intolerancia. Asimismo, había demonios golpeadores y castigadores, los cuales usaban sus huesos como armas e incluso arrancaban partes de su propio cuerpo para pelear. Estos hacían a Corell sentir el dolor de la automutilación cada vez que los veía dar pelea. Los demonios feroces y violentos se abalanzaban a la batalla contra el enemigo, convirtiéndose en máquinas picadoras de carne. Corell no soportaba ver sangre y trozos de pulpa volando por todas partes. En cuanto a los demonios y señores abismales más poderosos y peligrosos, Corell parecía todavía ser bastante consciente de sí mismo.

Por supuesto, lo que le resultaba más insoportable era Azkar, el rey de la destrucción en el interior de su cuerpo.

—Siente el poder de la destrucción. Lo necesitarás. Te puede traer gran poder y gloria…

—Oh, vamos, ya he tenido suficientes dolores de cabeza…

¡Libérame! ¡Apóyate en mí! ¡Soy la persona más importante en tu vida!

—¡¿Ah?! ¿Mi qué? Dame un respiro…

—Tú y yo ahora compartimos el mismo destino. Quizás pronto te conviertas en el rey del Diyu, ¡al igual que yo! Pero aún eres muy débil, ¡muy débil!

—Por favor, Az, cállate. ¡Necesito prestar atención para no perderme en este lugar!

—Frágil humano, ¡eres tan frágil! ¡Es una blasfemia que me hayan sellado en un cuerpo tan frágil!

—Lo siento mucho. Siendo ese el caso, por favor, ¡no siempre clames la auto-profanación!

3.

Aunque Corell quería regresar a casa, los señores de los demonios en el infierno seguían siendo sumamente cautelosos para con él debido a Azkar, ese maldito y molesto rey de la destrucción que se encontraba en su cuerpo, por supuesto. Este tipo no solo le había traído un sinfín de problemas, además de eso lo despreciaba y se burlaba de él constantemente. Corell finalmente comprendió por qué este bastardo estaba siendo castigado… el por qué había sido condenado al ostracismo para luego ser asesinado por los ángeles y los demonios.

De haber estado Corell en su lugar, no sabía cuántas veces habría querido estrangularlo.

No llevaba la cuenta de cuántos territorios habían atravesado, o cuántos señores de los demonios había derrotado. Corell se sintió extraviado. Aunque su deseo de regresar a casa lo seguía manteniendo en pie, descubrió que, de manera inconsciente, se había ido pareciendo cada vez más a un demonio después de caminar sobre innumerables cuerpos de estos con el ejército que lideraba y con el que había barrido todo el Diyu.

—Aunque no te hayas dado cuenta, tu destino ha quedado ya entrelazado con el de ese endemoniado Azkar, el rey de la destrucción, por lo que seguirás sus pasos. —Esto fue lo que le dijo el primer señor demonio al que Corell derrotó. En ese momento, había resoplado ante sus palabras, mientras que Azkar había reído con locura.

Ahora, se había convertido en el único señor demonio del infierno, y Corell, quien había hecho que todos los otros demonios le temieran o se rindieran, se paró en la cima más alta del averno y extendió la mano hacia la Espada de Urgas, el símbolo del gobernante del tártaros. El antiguo dueño de la Espada de Argus era Azkar, e incluso en ese momento, seguía siendo respetado como el Señor.

—¡No puede hacer eso, señor Corell! —El rostro de Meiji estaba deformado por el miedo y el dolor—. ¡Solo el verdadero dueño de la espada puede usarla!

—Quiero regresar a casa —Corell giró su cabeza y miró a Meiji, su color había cambiado del azul al rojo oscuro, y era quien lo había seguido por más tiempo. Se encontraba algo aturdido—. Solo con esta espada puedo abrirme paso para salir del infierno.

—¡Sí! ¡Sí! ¡Úsala! —La voz de Azkar rebosaba de alegría y tentación—. La usé para abrirme paso y pasar con ella un rato agradable con los ángeles.

—¡No! ¡Señor Corell! Incluso si puede guiarle, la Espada de Argus puede ser usada solo por quien ha reconocido como maestro, y al único maestro que la espada ha reconocido es a Azkar, el rey de la destrucción! ¡Haciendo eso solo conseguirá revivirlo! ¡Devorará su alma y se apoderará de su cuerpo! —La expresión de Meiji estaba llena de desesperación, pero su triste voz no pudo alcanzar a Corell.

Agarrando la Espada de Argus, la sacó y alzó en lo alto. Entonces, la caliente llama mágica de pronto cubrió todo su cuerpo. En dicha flama, Corell finalmente vio la figura de Azkar, el rey de la destrucción.

El demonio, quien solo lo había acompañado en sonido durante mucho tiempo, abrió sus alas negras de murciélago, cubriendo el cielo sobre Corell.

—¡Azkar, rey de la destrucción! —Meiji ocultó su rostro y gritó.

Corell miró a Azkar y se preguntó:

—¿Es esta una ilusión de tu alma o eres de carne y hueso?

—¡Ja, ja, ja! —Rio Azkar, satisfecho—. Por supuesto que es un cuerpo verdadero, ¡he resucitado! ¡Ahora haré que el mundo experimente la belleza de la destrucción!

—Oh, mierda. Es mucho peor de lo que esperaba —murmuró Corell, quien claramente había pensado que solo pelearía con Azkar por la posesión de su cuerpo. Batalla que con suerte ganaría y luego iría a casa, pero ahora los planes eran un caos.

—¿Qué diablos está pasando?

—No puedes creer en las palabras de un demonio. Esto es algo que incluso los niños saben —Azkar abrió su boca—. Pero finalmente me creíste, y lideraste un ejército de demonios para conquistar el Diyu y así conseguir la Espada de Argus. ¡Con la Espada de Argus puedo cambiar la forma de mi cuerpo!

—Oh, vale —Corell se encogió de hombros—. Ahora que ya tienes tu cuerpo, no tienes que luchar conmigo para apoderarte de mi frágil cuerpo humano, ¿cierto? En aras del tiempo que viajamos juntos y ya que no tenemos conflicto de intereses, deberías seguir siendo el rey de la destrucción y dejarme regresar a casa.

—¡Eso no está bien! Como dije, tu cuerpo me pertenece, ¡solo a mí! —Azkar río, extendió sus alas y voló hacia abajo. Corell, estupefacto, levantó la Espada de Argus en su mano para bloquearlo, pero descubrió que no podía lastimar un solo cabello de Azkar.

La figura humana fue devorada con rapidez por el demonio.

4.

—¡Az, déjame ir, he tenido suficiente! —Corell estaba en los brazos de Azkar, apoyado en su pecho y furioso.

—¡El cuerpo humano es tan frágil que no me satisface en absoluto! —Parecía descontento.

—¡Si no estás satisfecho, hay grupos enteros de demonios como Meiji dispuestos a atenderte! —Corell arrugó la frente.

—¿Por qué a los humanos siempre les gusta seducirse unos a otros de diversas formas? ¿Cuántas veces quieres que te diga que solo quiero sentirme satisfecho contigo? —Azkar frunció el ceño.

Corell negó con la cabeza, incrédulo.

—Me gustaría saber cuán narcisista…

—Bueno, bueno, sé que los seres humanos siempre son duales —interrumpió Azkar, poniéndole fin a la disputa número ciento uno—. Si puedes satisfacerme, te llevaré a casa.

—¡Oh, Dios mío, qué propuesta tan misericordiosa! Aunque, a Dios gracias, ¡preferiría ir al infierno de nuevo!

Shiro
Fin~ ^^o Este es el primero de varios One-shots que les traeré en conjunto con Hime. Espero los disfruten~ ( ˘ ³˘)♥

Hime
Este es uno de varios One-Shot yaoi que haremos junto a Shiro <3 No se ustedes, pero yo quedé con ganas de una secuela <3

Una respuesta en “Conquistador del infierno – Capítulo único”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido