El poste de luz – Capítulo único

Traducido por Shaey

Editado por Yonile

Corregido por Sharon


Terminaron. Siguieron caminos separados como él quería sin decirle la razón. Impulsada por el dolor, ella le devolvió el collar que él le dio en la noche de su graduación, pensando que le ayudaría a seguir adelante.

Pasaron dos meses, pero aún así Jane no pudo superarlo. Ella solo quería saber la razón de Tom para irse. Pero desde ese día, lo único que había sabido de él era que estaba feliz con otra chica. La había conocido antes, se llamaba Karen. Incluso tuvieron una larga plática y llegaron a conocerse lo suficiente para ver que la otra persona era… adorable.

Era el final de la tarde. El cielo estaba oscuro y las nubes pesadas se estaban espesando. Jane iba de camino al supermercado. Al pasar por una librería, vio a alguien que le llamó la atención, quien le era familiar. Karen. Notó un fuerte escote alrededor del cuello de la mujer. De repente, se sintió vulnerable por el frío de la noche y se quedó allí congelada, viéndola. Una lágrima cayó por su rostro.

El escalofrío empeoró el dolor en su pecho. Todavía no podía creer las cosas que Tom le hizo. A pesar de todos los momentos que compartieron juntos, aún no podía creer que todo fuera una tontería de un solo momento.

¿Acaso no había sentido un poco de amor por mí en absoluto? Si me amara, no le daría el collar a nadie más que a mí. Debería haberlo guardado y atesorado. 

Lloró más al pensarlo.

Jane corrió tan rápido como pudo. Ya estaba oscuro y los truenos comenzaron a sonar. Corrió por la calle desierta hacia el arroyo, sin importarle el ensordecedor murmullo de la noche. Cerca de un poste de luz, se topó con una persona, alguien con el olor de un hombre al que conocía muy bien. No, no. Empezó a huir de nuevo sin mirar, pero antes de que pudiera dar su segundo paso, él la sostuvo.

—Detente.

—¿Qué? —Ella lo miró y era realmente él—. ¿Qué quieres ahora?

Tom no respondió. No pudo. Se quedaron en silencio.

Jane se quedó allí llorando, esperando la respuesta de Tom.

 —¿Qué, Tom? ¡Dilo! —le espetó al encontrar su voz.

—Yo… —tartamudeó. Tenía miedo. Miedo de lastimar  y ser lastimado de nuevo.

—Bueno. —Apartó sus brazos de los suyos y continuó—: Si no puedes decirlo, si no quieres decir nada, adiós.

Siempre había sido así. Jane preguntando y suplicando, y Tom diciendo frases monosilábicas.

Esta será la última vez que te preguntaré. Y te dejaré con tus razones. Para siempre, se prometió a sí misma.

Jane se dio la vuelta y comenzó a dar un paso para alejarse. Lejos de este hombre que se fue sin un epílogo considerable.

Pero Tom la atrajo hacia él y la abrazó tan fuerte como pudo. Ella quería detener sus lágrimas, pero cada vez que lo intentaba, se ponía peor. Quería dejarlo ir, pero se sentía tan débil estando en sus brazos que le daban seguridad.

—Esto es lo que he querido durante tanto tiempo, Jane. No puedo evitar pensar en ti —le susurró casi al oído.

Jane se quedó sin palabras. Apenas podía creer lo que él decía. Sin poderlos evitar, lloró con más fuerza.

—Pensé que era lo mejor. Pero no se ha sentido así. Fue el peor sentimiento, y aún se pone peor, Jane.

—Si eso es cierto, ¿entonces por qué te fuiste sin siquiera decirme por qué? ¡Incluso le diste el collar a ella!

 —Jane, yo… Ella… —intentó Tom, aflojando su agarre.

—¿Por qué, Tom?

—Tú ya sabes la razón y es por mis padres. Yo…

Ella lo empujó.

—¡Lo sé, pero no es suficiente! —le gritó con toda su ira, amor y odio, todo al mismo tiempo.

—Yo… te amo, Jane. Le di el collar porque no quiero olvidarte. A veces, desearía que ella fueras tú.

¿En serio, Tom? ¿Por qué no puedes demostrarlo? ¿Por qué no lo haces?

Quería gritarle más, pero estaba abrumada por la debilidad y la tristeza.

—Si realmente me amaras —se secó las lágrimas y volvió a llorar, más fuerte—, deberías haber luchado por ello. Debiste hacerlo porque yo lo había hecho, pero tú me abandonaste. Yo también te amo, Tom, pero tú…

Deberías haberlo sabido muy bien, quiso decirle, pero él la interrumpió al sujetarla de la cintura y presionar sus labios contra los suyos.

Ella se sorprendió y se enfadó en un momento, pero al final cerró los ojos y apoyó sus manos en su amplio pecho por el afecto que le tenía. Un sentimiento que ella no puede negar, a nadie, ni a sí misma, su amor por este hombre.

El nublado cielo nocturno fue testigo. Entonces empezó a llover, lo que acentuó la tranquilidad del lugar y a los dos amantes en su noche llena de esperanzas y llena de cambios que impedían que la verdadera felicidad les alcance; una noche que parecía ser el único momento que quedaba para mostrar sus corazones y enmendar la vida donde realmente se pertenecen. Para ellos, era difícil concebir que su amor no pudiera durar toda la vida… Que su amor solo pudiera llegar hasta aquí, junto al poste de luz.


Shaey
Me quedé indignada con este one-shot :v Tan corto para dejarme inquina ⁀⊙﹏☉⁀

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