El emperador y la mujer caballero – Capítulo 267

Traducido por Maru

Editado por Freyna


Lucius I se frotó la cara, dándose cuenta de por qué se sentía tan cansado. Hizo todo lo posible por recordar, pero no pudo recordar nada. Aunque, una cosa era segura.

Me acosté con ella.

Quería morir en ese momento. Lucius I amaba a Pollyanna. Él había estado enamorado de ella durante los últimos años, ¿y esto es lo que termina haciendo? Se acostó con ella en una lúgubre posada… Esta era su primera vez, y no fue nada romántico… y lo peor de todo, ni siquiera podía recordarlo.

¿Como paso? ¿Lo hizo bien? ¿Lo disfrutó? ¿Pudo satisfacerla? Todas estas cosas importantes … El emperador no podía recordar nada de eso.

Y lo que más le preocupaba era…

¿La forcé… la forcé…?

Lo último que recordaba era que intentaba consolar a Pollyanna, que lloraba. Estaba seguro de que en ese momento ella estaba más borracha que él. ¿Se acostó con una mujer inconsciente? Si estaba demasiado borracha, era muy posible que Pollyanna no hubiera podido defenderse. O tal vez ella se durmió y él… Lucius I se estremeció de disgusto.

Soy el peor.

Acostarse con una dama que estaba demasiado borracha para saber algo mejor… Esto no era aceptable. Incluso si no dormía con la inconsciente o dormida Pollyanna, Lucius I todavía se sentía horrible. Acostarse con la mujer que amaba antes de confesarle sus sentimientos… ¡Era lo peor! ¡Merecía morir!

La verdad era que se lo confesaba una y otra vez, pero claramente, el emperador no recordaba esto. Lucius I quería morir.

—Sir Pol… ¿Yo…?

El emperador no pudo terminar su pregunta, pero no importó. Pollyanna se arrodilló y bajó la cara hasta que tocó con fuerza el suelo.

Era lo suficientemente fuerte como para que la gente del primer piso se preguntara qué estaba pasando arriba. Pollyanna suplicó:

—¡Alteza! ¡Debe matarme! ¡Yo… yo…!

—¿Tú…?

—¡Creo que te violé porque estaba demasiada borracha!

—¿Eh?

Lucius I no pudo ocultar su sorpresa y confusión ante la confesión de Pollyanna. En situaciones como esta, ¿no era natural que todos pensaran que fue el hombre quien se aprovechó de la mujer?

Por supuesto, las mujeres también tenían necesidades sexuales. Por supuesto, era posible que una mujer se aprovechara de un borracho. Pero normalmente… Era el hombre el que se consideraba culpable, no la mujer. Sin embargo, Lucius I no cuestionó la explicación de Pollyanna ya que no recordaba lo que sucedió anoche. Si Pollyanna lo recordaba… Entonces debió tener razón.

—Pol… yo… no puedo recordar mucho de anoche por toda la bebida… ¿Recuerdas lo que pasó?

—Yo tampoco lo recuerdo, alteza. Nada en absoluto.

Pollyanna respondió rápidamente. Su tono era un poco defensivo cuando la recordaba manoseando al emperador y envolviendo sus piernas alrededor de su cuerpo desnudo…

Tocarlo era una cosa, pero tener sus piernas alrededor de él así… Pollyanna puso su mejor cara en blanco. Nunca pudo decirle lo que recordaba, así que Pollyanna decidió fingir ignorancia.

El emperador preguntó:

—Si tampoco recuerdas, ¿por qué pensarías…?

—¡Estoy segura de eso! ¡Me aproveché de usted!

No creo que debas estar orgulloso de eso…

Lucius I todavía se sentía conmocionado. No sabía qué decirle. Mientras tanto, Pollyanna estaba segura de lo ocurrido anoche. Su lógica provenía de muchos hechos diferentes.

En primer lugar, Pollyanna recordaba muy bien lo que le dijo Lucius I la primera vez que se conocieron. Ese día helado de invierno, le dijo:

—Nunca me acostaría con una mujer fea como tú. Prefiero llevar a una prostituta sucia a mi cama.

Pollyanna nunca ha olvidado sus palabras. ¡Ni una sola vez! Ella lo recordaba claramente porque fue un día tan impactante ese día. Su belleza y sus crueles palabras… Fue un día extremadamente memorable.

En segundo lugar, Pollyanna estaba segura de que Lucius I no la veía como mujer. Había habido muchas ocasiones en las que se emborracharon y se quedaron dormidos en la misma cama. Sin embargo, nunca antes había sucedido algo como esto. Era obvio que solo la veía como su caballero y nada más. La única vez que él se acostaría voluntariamente con ella sería si todas las demás mujeres del reino murieran y ella fuera la única oportunidad de repoblar el mundo.

Entonces, el hecho de que sucediera algo así… Solo podría haber una explicación. Solo un culpable… Tenía que ser uno de los dos en la habitación, y tenía que ser ella. Ayer, el emperador estaba perfectamente bien. Pollyanna era la emocionalmente frágil. Además de esto, podía recordarse a sí misma tocándolo…

Su rostro se puso rígido. Pollyanna decidió dejar de intentar recordar más de anoche. No importa lo mucho que pensara, solo había una explicación.

Se aprovechó del emperador anoche. Su rostro se enrojeció de vergüenza y culpa. Estaba tan deshidratada que no le brotaban lágrimas de los ojos, pero definitivamente estaba llorando por dentro. Tenía los ojos muy rojos.

Ayer tuvo que ser el peor día de su vida. Su emperador presenció cómo fue engañada por un buscador de oro y anoche, terminó violándolo. Esto tenía que ser una pesadilla… ¿Cómo pudo pasar esto? Todo lo que quería hacer era mostrarle solo el mejor lado de ella, pero al final, terminó haciendo lo peor que podía hacerle.

Pollyanna quería morir.

Las dos personas en la habitación se sentían suicidas. Lucius I decidió que no podía dejar que Pollyanna creyera que ella fue la que se aprovechó de él.

—Pol, habría sido yo quien se aprovechó de ti, no al revés. ¡Tenía que ser yo!

—¡No, su alteza! ¡Fui yo!

—¡Pero sir Pol! ¡Eres mujer y yo soy hombre!

—¡Una mujer también puede aprovecharse de un hombre, alteza! ¡Es muy posible!

—Sí, por supuesto… Sí, sé que es posible, pero…

Lucius I no podía estar demasiado en desacuerdo con ella. Temía que, si lo hacía, Pollyanna se ofrecería a mostrar cómo se podía hacer. Pollyanna siguió insistiendo en que era ella y volvió a rogar:

—¡Alteza! ¡Merezco la muerte!

—No, no, Pol… Levántate… No importa lo mucho que piense en esto, creo que te equivocaste. Fui yo quien se aprovechó de ti, no yo. Tenía que ser yo. Te conozco muy bien y sé que no eres ese tipo de persona. Simplemente lo sé.

Lucius I amaba a Pollyanna. Pollyanna también lo amaba, pero no como hombre. Ella lo amaba como un caballero amaría a su emperador. Por eso el emperador estaba seguro de que fue él quien se aprovechó de ella.

Por supuesto, ambos estaban equivocados. Lo que pasó anoche fue completamente consensuado. El hombre y la mujer se emborracharon y se pusieron cachondos, y terminaron durmiendo entre ellos. El problema era… Ninguno de los dos podía recordar lo que pasó.

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