Sirvienta a Madre – Capítulo 1: La [Sirvienta Real] es enviada a la casa del Mago (4)


—Ya veo. Jill ¿Sabes por qué te trajeron aquí?

Cuando pregunté, Jill asintió una vez más su cabeza. Después de eso, le dió un vistazo de Leonard-sama y se encogió.

Realmente, parece que él, incluso había omitido darle una explicación y solo la lanzó ahí. Mi desagradable presentimiento había dado exactamente en el blanco. Seriamente…

—Leonard-sama, le daré un sermón después de esto.

Cuando mire por encima de mi hombro a Leonard-sama mientras proclamaba aquello, sus hombros se sacudieron por la sorpresa.

—…Mm

El parecía un poco arrepentido, sin embargo tenía que regañarlo concienzudamente.

…Después de considerar todas las cosas,  realmente ¿estaba bien para una simple sirvienta decidirse a hablarle así a su empleador?

—Primero que todo, vamos a llevar a esta niña fuera del sótano. No hay necesidad de permanecer aquí…Jill ¿estás hambrienta?

Jill respondió a mi pregunta con una pequeña inclinación. Al mismo tiempo, un fuerte gruñido retumbó. Aquella pequeña figura sostenía su estómago, con una cara que se tornó de un brillante rojo, la hizo parecer adorable. Quiero darle a esta niña un montón de cosas deliciosas para comer.

—Cuando salgamos de aquí, conseguiremos algo de comida. Leonard-sama ¿hay algún ingrediente en la cocina?]

—Algo…también hay frutas y verduras en el sembradío.

—Frutas… ¿Tenemos manzanas?

—Si ¿Quiere algunas?

—Si.

Primero le serviría a la niña algunas manzanas y vería cómo van las cosas. Si le daba de comer todo aquello, cuando su estómago se encuentra vacío, podría causarle una sobrecarga y sufrimiento.  

Y así, dejando la mazmorra, hicimos nuestro camino a la cocina.

Entrando a la cocina, me encontraba revisando los condimentos, cuando Leonard-sama levantó su voz.

—Iré a recoger las manzanas.

—Por favor, hazlo.

Sinceramente, deseaba ir y cortarlas yo misma pero no conocía el área. Además, estaba mejor permaneciendo al lado de Jill ahora mismo.

Después de ver a Leonard-sama salir, herví el agua en la caldera cuando *tug*, sentí que mi ropa estaba siendo tirada. Al ver hacia abajo, noté a Jill mirándome con ansiedad en sus ojos.

— ¿Qué está mal?

— ¿No tiene miedo?

Me pregunto ¿qué querrá decir con tener miedo? Termine mirándola sin comprender. Jill observó alrededor de manera inquieta, chequeando el entorno antes de continuar con sus palabras en un susurro.  

—Mi poder. Y a ese hombre.

Las manos le temblaban en su agarre a mi ropa. Se sentía perdida,  eso entendí. Poniendo el té de hojas en el cuenco, mientras vertía el agua caliente en él, sonreí alegremente.

—No se mucho sobre tu poder. Yo solo sé que eres una niña que tiene una abundante cantidad de mana.

— ¿En serio?

—Si, además, Leonard-sama tampoco da miedo. Para él es difícil el expresarse a sí mismo, así que es duro entender que es lo que él desea decir a otros, pero es bastante tierno.  

— ¿Tierno?

—Después de todo, él justo ahora estaba deseoso de cortar manzanas para ti.

Cuando dije eso, Jill abrió sus grandes ojos.

Después, Jill hizo su siguiente pregunta, acerca del porqué había sido amarrada y recluida en el sótano.

—Es verdad. No serás capaz de entenderlo si no escuchas esto directamente de Leonard-sama.

Vertí el té de hierbas dentro de una taza, le puse azúcar y se lo entregue a Jill. Cuando dije aquello tuve cuidado porque el té estaba caliente, ellas comenzaron a soplar en sus te para enfriarlo.

Como miraba a Jill quien tomaba su té cuidadosamente. Abrí mi boca lentamente.

—Hay solo una cosa que te diré, Leonard-sama no te odia, Jill.

—… ¿Cómo?

—Después de todo, me dijo que deseaba que me convirtiera en tu madre.

Los grandes ojos de Jill se abrieron e intentó decir algo más o menos al mismo tiempo en que Leonard-sama regresaba.

—Bienvenido de regreso, Leonard-sama.

—…Mm

Cuando lo llamé, Leonard-sama me miró con un poco de sorpresa e inmediatamente después, nos ofreció las manzanas.

—Muchas gracias. Hice algo de té ¿le gustaría beber un poco?

—Mm

Leonard-sama asintió, así que serví una taza de té y se la entregué. Después de eso, rebane las manzanas.

Corte un pequeño trozo y lo probé. Estaba un poco agrio. Afortunadamente, en la cocina había miel y aderezos.

Bien, vamos a hacer honeyed apples*. Si hacia eso, estaría bien incluso si las manzanas estaban un poco agrias.

—Espera un poco ¿de acuerdo?

Ahora que he decido sobre eso ¿debería hacerlas crujientes? Incluso si decía eso, solo era miel derramada sobre pequeñas rodajas de manzanas, eso se podía hacer en un abrir y cerrar de ojos.

—Aquí, Jill ¿Qué tal si pruebas esto? Tomará algo de tiempo antes de que pueda cocinar una comida apropiada, mientras tanto te hare un tentempié.

Cuando presenté las honeyed apples, las había colocado en un plato, explicando de qué se trataba, Jill comparo mis manos y cara varias veces antes de hincar el diente con una cuchara.

— ¿Así que? ¿Es esto comestible?

—Es dulce~… Está delicioso

Ha~ Me sentí aliviada al ver la animada expresión que Jill hizo. Si le gusta esto, parece que estará bien alimentarlos normalmente con ello.   

— ¿Le gustaría un poco también, Leonard-sama? Aunque es dulce.

—Mm

Una vez que escucho mi pregunta, él asintió bastante entusiasmado. Tan pronto como lo preparé y lo entregue, lo comió sin vacilación. Por otra parte, el parecía un poco feliz ¿Será que a él le gusten las cosas dulces?

Mientras ambos estaban comiendo las manzanas, inspeccione rápidamente la cocina. Aunque había té y condimentos. No vi ningún ingrediente principal.

—Hmm, hay más de lo que esperaba… ¿usted también cocina, Leonard-sama?

Sorprendentemente había un stock de vegetales. Leonard-sama asintió a mi pregunta.

—A veces lo hago.

—Ya veo. Entonces ¿hay algo que usted no pueda comer?

—Ninguna, Estoy bien.

En ese caso, Tendré que salir y comprar algo de pan, huevos y carne.

Supongo que Leonard-sama está frecuentemente fuera de la casa. Había carne ahumada y encurtida, pero él no había comprado ningún artículo perecible.

Ah ¿pero qué voy a hacer? Jill aún está débil y yo no puedo llevarla junto conmigo a hacer las compras. Aun así, enviar a Leonard-sama a hacerlo podría ser…también estaba preocupada acerca de dejarlos a los dos solos por ellos mismos, y así pese a que he ponderado sobre ello, Leonard-sama observo a mi rostro desconcertado.

— ¿Mm?

—Ah, no, estaba pensado en cómo hacer las compras. Alejarse del lado de Jill podría…no…bueno…pero por otro lado, no puedo llevarla.

—… En ese caso.

Leonard-sama lentamente estiro su mano en el aire. A continuación, un remolino de luz emergió.

— ¿Me llamaste, maestro?

En el centro de la luz, un pequeño gato blanco apareció ágilmente.

Eso no fue particularmente sorprendente, pero no era solo yo, incluso Jill quien estaba mordiendo una de las manzanas se quedó mirando con ojos muy abiertos.

—Jill, ven aquí.

Cuando extendí ambas manos y la llame, Jill dudo un poco antes de aferrarse a mí.

¿Estaba asustada? Se aferraba fuertemente a mí mientras estaba al borde de las lágrimas. Sin embargo, había colocado apropiadamente el plato en la mesa, por lo que le había aconsejado.

—… ¿Qué está mal?

Leonard-sama estaba confundido por el estado de Jill.

—Se debe haber asustado cuando el gato apareció repentinamente en el aire. Yo también estaba sorprendida por ello.

— ¿Es eso así?

—Generalmente, Eso asusta.

—…Lo siento

¡Oh, que honesto! Jill noto cuan abatido estaba Leonard-sama con su hombros caídos y se puso nerviosa.

— ¿Ves? Leonard-sama no había tenido ninguna mala intención.

—… ¿incluso en las cosas que él hizo previamente?

—Uh huh. Estoy segura de que tiene una buena explicación para eso, pero no parece que haya tratado de dañarte. Nosotras le preguntaremos a Leonard-sama por una explicación sobre eso más tarde ¿ok? Tienes el derecho a saber.

—Sí, yo quiero saber.

Acaricie la cabeza de Jill mientras asentía. Como pensaba, esta niña era increíblemente fuerte.

No sería extraño incluso si hubiera llorado ya, me pregunte ¿porque era capaz de mantener la calma?

No puedo evitar sentir lástima por ese inusual silencio. O era así como se sentían todos los niños que podían usar magia.

Desde debajo de mis brazos, Jill se inclinaba hacia adelante, mirando al gato.

—Gato~

—Oh, es correcto. Leonard-sama ¿Qué en la tierra es este gato blanco?

—Mm. Sid

♥ ❤ ♥

               

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