El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 240: Batalla (2)

Traducido por Shisai

Editado por Meli


Al caer la noche, los enemigos dejaron de luchar y regresaron a su propio campamento.

—¡Sir Dida, es hora de cenar!

Después de escuchar los informes del líder del equipo y ordenar que todos descansaran, fui hacia el mapa sobre la mesa para planificar nuestra estrategia. Reflexioné sobre esto y aquello, escribiendo y dibujando en el mapa, jugando con las piezas de ajedrez y considerando el escenario de la batalla.

—Sir Dida, dejaré aquí su comida. Coma mientras esté caliente.

—Mientras esté caliente, eh… Como si hubiera una diferencia en los alimentos de emergencia cuando están calientes o fríos… —Levanté la vista y observé el tazón humeante.

Pensé que habría comida enlatada y pan duro para todos. Lady Iris diseñó esto para garantizar el almacenamiento de alimentos. Debido a que nos ahorró tiempo y esfuerzo, los habíamos comido durante días seguidos.

—¿Quién hizo esto? Es bastante sabroso.

—Las voluntarias.

—De verdad… ¿Con qué cocinaron? ¿Les hemos devuelto el dinero?

—Dijeron que no querían nada, ya que no quedaba espacio de almacenamiento. Creen que lady Iris haría algo con la situación actual. Mientras ella esté allí, no pasarán hambre. De todos modos, querían que comiéramos bien para tener suficiente energía para derrotar a los invasores y todo eso.

—Supongo que tienen razón. —Comencé a comer. —Ah… qué calor. Si hubiera algo de alcohol aquí, sería perfecto.

—No nos desafíes así —El miembro del equipo que había traído la comida se rió.

—Tendré que preguntarle a Lady Iris, eh…

—Um, Sir Dida, eso es un poco…

Mis divagaciones lo dejaron con una expresión incómoda. No pude evitar reírme a carcajadas.

—Es una broma. Pero en serio, necesitamos refuerzos ahora.

—Solo con nosotros, ¿cuántos días más podemos aguantar?

—Quién sabe. Solo podemos hacer nuestro mejor esfuerzo.

Parecía que estaba dejando atrás mis responsabilidades.

—Nuestros enemigos parecen bastante felices. Ojalá cometan algunos errores por descuido.

Pero no tenía intención de rendirme. Mi comportamiento alegre fue solo un intento de evitar expresar mi verdadera ira.

—¿Cómo sabes que están felices?

—Estamos a leguas detrás de ellos en términos de potencia bruta. Podrían haber cargado y atacado todos a la vez en lugar de pasar así.

—Eso es porque hiciste un buen uso de los pequeños caminos y carreteras.

—No seas estúpido, incluso de esa manera hay muy pocos de ellos. Ahora mismo nos tratan como una distracción. Además, necesitan conservar sus tropas para la capital.

Se están burlando de nosotros ¿Cómo podríamos romper sus filas y derrotarlos, para que tengan miedo de pisar nuestro suelo otra vez?, pensé con rabia.

Pero una diferencia de poder no era algo fácil de  compensar.

—Hablando de eso, Sir Dida, lo que pediste a los voluntarios que hicieran está terminado.

—¿Oh, enserio? —Di un último bocado, salí corriendo.

Una barricada de madera y varias rocas grandes atadas con cuerdas fueron lo que apareció en mi vista.

— ¡Oh! Ustedes lograron hacerlo en tan poco tiempo. ¡Muchas gracias!

—No se preocupe, siempre que sea útil —dijeron con orgullo.

—Oye. ¿Es este el mejor curso de acción para ustedes? No puedo prometer su seguridad. Haremos todo lo posible para proteger esta ciudad, pero no sabemos qué sucederá. Es posible que se lastimen con las flechas perdidas o los enemigos que intentan atacar furtivamente desde algún lugar.

—Incluso si eso sucede, esta es nuestra ciudad —expresaron con el pecho inflado. —Este es nuestro orgullo, nuestro núcleo. Debido a que lady Iris se convirtió en nuestra líder, este lugar se ha convertido en un lugar cómodo para vivir. Nunca soñaríamos con irnos.

—Sabemos que cuando todo salió mal con la familia Boltique, lady Iris vino aquí para resolver el problema. Ella nos ama mucho y también te envió a ayudarnos. Si huyéramos en un momento como este, no nos quedaría ningún orgullo.

—Mientras ella nos guíe, la seguiremos y creeremos en ella. Eso es lo que todos pensamos. Entonces, ¿qué hacemos ahora, rodear este lugar? 

Sonreí ante sus palabras. 

En el pasado, antes de que ella me ayudara, vivía aquí, y ahora años después, cuando se convirtió en líder, las calles y las leyes de esta ciudad se habían transformado. Pero no fue solo eso, la forma de cómo pensaba la gente también había cambiado.

—Es eso así. Pero la señorita no es líder oficial. Ella es solo una sustituta en este momento.

—Eh… vamos, ¿de verdad?

—¿Eso significa que ella se va a ir?

El malestar y la infelicidad de todos salió a la luz.

La forma en que hablaron me hizo reír desde el fondo de mi corazón porque lady Iris era amada aquí.

—Bueno, ¿puedo pedirles otro favor? Estos escudos altos van al frente de la línea y las rocas van para cada equipo.

—¿Qué pasa con la cuerda? —preguntó uno de los voluntarios.

—Las cuerdas y las piedras van juntas. Las lanzamos a los enemigos.

—Woah…

—Se los dejo a ustedes entonces.

—Claro.

—Ah, bien. ¿Alguien aquí vive cerca de aquí o conoce esta zona?

—No vivo allí, pero estoy mucho en esa zona.

—En ese caso, tengo un favor que pedir.

Susurré mi petición al oído de la persona.

—Um, bueno, creo que puedo hacer eso… —Sonreí ante su mirada de confusión.

—Gracias. Aunque puede haber algunos daños, le pediré a la señorita que se ocupe de los gastos de reparación.

Después de mirar hacia afuera por un tiempo, volví a lo que había estado haciendo.

—¿Cómo vamos a luchar? —preguntó el tipo que me había traído comida.

—Vamos a recuperar lo que nos quitaron. De una manera llamativa.

Los miembros del equipo retrocedieron cuando vieron mi rostro sonriente.

¿Les estoy robando su determinación con mis expresiones…?

Estaban llenos de preguntas, pero me alejé antes de que pudieran hacer nada.

El segundo día, llamé a todos los líderes de equipo antes de que saliera el sol.

—Ya hemos preparado todos los escudos de madera hechos por los voluntarios.

—Oh, oh… pero ¿para qué sirven los escudos de madera?

Sus rostros parecían decir que los escudos de madera serían cortados por espadas.

—Solo los dejamos allí. Primero que nada, no dejes que el enemigo se acerque.

—¿No dejar que se acerquen?

—Sí. Pongan un gran equipo esperando arriba en estas dos casas para que disparen flechas a través de las ventanas. —Señalé los edificios de tres pisos que tenía algunas ventanas que daban al puerto.

—Ah, ya veo…

—No somos caballeros, así que cualquier orgullo que tengan por enfrentar a los enemigos con honor puede irse al infierno. Todo lo que necesitamos es proteger las cosas que nos importan. ¿No es ese el caso?

Nadie contestó, noté que había determinación en sus ojos.

—Esta es una táctica que he diseñado para ese propósito. Antes de que lleguen los refuerzos, traten de no enfrentarse a los enemigos cara a cara. Solo nos estamos enfocando en reducir su potencia de fuego.

—Entendido.

Al igual que ayer, cuando salió el sol, los enemigos comenzaron a moverse en varios equipos en un intento de invadir las calles.

Los miembros de nuestro equipo escondidos en los edificios de arriba les dispararon e incontables flechas llovieron, atacándolos de manera indiscriminada.

—¡Flechas! ¿Dónde está el enemigo?

— ¡A-allá!

—¡Encima! ¡Usen sus escudos! 

El segundo equipo usó los artilugios para lanzar piedras y envió a innumerables soldados volando. Al mismo tiempo, el grupo de tierra levantó sus propios escudos de madera y también lanzó flechas al cielo.

La lluvia multidireccional de flechas y piedras envió al enemigo al caos.

—Está bien, así es como lo seguiremos haciendo. Pero nadie va al frente real.

—Entendido.

Después de recibir los informes de cada equipo, pensé en sus situaciones por separado y les di las órdenes necesarias.

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