El último jefe, la bruja – Capítulo 27

Traducido por Ichigo

Editado por Sakuya


Will y yo fuimos invitados a la mansión Aspinel. Parecía que querían hablar sobre el asunto de la confirmación del nuevo tipo de fiebre de Mana. 

Sanigue tenía una expresión inusualmente sombría.

—Según la información del territorio de Malaria, la nueva Fiebre de Mana es difícil de tratar con la medicina tradicional y hay grandes diferencias en los síntomas entre los pacientes. Algunas personas sienten un dolor agonizante en todo el cuerpo y ni siquiera pueden dormir. Una semana después de la aparición de los síntomas, es el punto decisivo para saber si el infectado vivirá o no. 

La fiebre del maná es una enfermedad que altera el flujo interno de los poderes mágicos. Normalmente, te sentirías perezoso como si te resfriaras y durmieras, pero el nuevo tipo parece estar acompañado de dolor. No me gustaría contagiarme.

—De todos modos, hay muchos puntos extraños. También me preocupa que la tasa de infección sea completamente diferente dependiendo de la zona. 

Me mostraron la distribución de la infección en un mapa y, definitivamente, tenía una extraña forma de propagarse. Por ejemplo, no había infectados en los pueblos densamente poblados a lo largo del camino, mientras que en las grandes ciudades, los pacientes se concentraban en el Norte y el Este. Además, en una aldea, el 90% de la población se derrumbó debido a la enfermedad, pero en la otra aldea, sólo se confirmó en tres casas. 

—¿No se debe esto a la abundancia de medicinas y médicos?

—No, las condiciones en esas aldeas eran casi las mismas. Sin mencionar que un día la infección se detuvo repentinamente y todos los pacientes comenzaron a recuperarse. Los médicos y hechiceros están investigando la causa, pero todavía no saben la razón. 

—Eso es ciertamente curioso…  

También he leído muchos libros de medicina de este continente, pero no he encontrado ningún caso de epidemia que se haya detenido de un momento a otro. Más que una enfermedad, esto es más como una…

—Dicho esto, hermano, ¿por qué me llamaste aquí y me contaste esa historia, mientras yo estaba ocupada con la elaboración de medidas para contrarrestar la epidemia?

Puedo más o menos adivinarlo. 

Habiendo notado que ya me había dado cuenta, mi hermano sonrió levemente. 

—Sonia, quiero que te dirijas a Banheid… el pueblo donde la enfermedad ha sido confirmada y que prestes una mano en su tratamiento.  

—¿Qué…?

Will dejó salir una voz estúpida. Sacudió rápidamente su cabeza en respuesta a mi mirada y la de mi hermano. 

Mi hermano no parecía ofenderse por el hecho de que había sido interrumpido en medio de la conversación, y simplemente suspiró con ligereza.

—Soy consciente de que cuando las brujas o las personas con “Núcleo” contraen la fiebre del maná, sus síntomas se vuelven más severos. Entiendo que esta es una petición irrazonable y no quiero poner a mi linda Sonia en peligro tampoco, pero es más sabio consultar a las brujas cuando se trata de un fenómeno relacionado con los poderes mágicos. Estoy usando a Sonia como mi carta de triunfo, exactamente porque confío en ella.

Puedo decir con honestidad que mi hermano es arrogante y un estafador. Estoy sin palabras. 

Aunque, así es precisamente cómo deberían ser los hombres que están por encima de los demás. Sería increíble que perdiera la oportunidad de cortar las cartas solo por amor. 

—Incluso ahora, la gente está sufriendo. No estaré satisfecho a menos que haga todo lo que esté en mi mano para salvar a tanta gente como pueda… No quiero repetir el error de hace cinco años. 

Es cierto. Yo me siento de la misma manera, hermano. 

—Me parece bien ir. Me preocuparé si se extiende a Cucurouge también. Tengo que preparar rápidamente una nueva medicina. 

—Sabía que dirías eso. Aunque, si juzgas que no está en tus manos, puedes retirarte.

—Sí, no puedo hacer algo imposible, aunque me lo pidas. Pero, está bien, ¿verdad? Dependiendo de la situación podría necesitar que sus ciudadanos participen en un estudio clínico de la nueva medicina. La medicina de las brujas es poderosa, pero también tiene fuertes efectos secundarios. 

Aunque tengo conocimientos médicos, no soy uno. Que una chica de solo dieciséis años sea enviada bajo el nombre del señor feudal podría ser un problema si algo sucediera. 

—No será un problema mientras puedas obtener el consentimiento de los propios pacientes moribundos, o de sus familiares al menos. Tienes una semana. Te dejaré la última palabra sobre cómo proceder en el lugar y asumiré toda la responsabilidad del resultado. 

Mi hermano repitió una vez más que creía en mí. 

—Independientemente de nuestra relación, esto sigue siendo un negocio. Te pagaré con generosidad, ¿qué tal esta cantidad?

Además de ofrecerme una suma que me permitiría disfrutar durante medio año, parece que también comprará la receta de la nueva medicina por una gran cantidad de dinero. El hermano es tan magnánimo. Sin embargo, sacudí mi cabeza.

—Le proporcionaré la receta sin costo alguno. Añadir interés es problemático, así que no lo necesito. Pero, veamos… Perdí mi oportunidad de comprar una entrada para la actuación de este año de la Tropa de Oro Kirin. ¿Podrás conseguirlas, hermano? Dos. 

Es un boleto para una popular obra de teatro de una compañía viajera. Si quisieras comprarlo ahora, sólo podrías hacerlo a los minoristas ilegales. Para usar la terminología de mi vida pasada, supongo que estarían cerca de “revendedores”. Deberían desaparecer. 

—¿Quién te crees que soy? Preparé asientos VIP para ti. 

—Gracias, hermano. 

El trato fue un éxito. 

Ahora que se ha decidido, no hay tiempo para sentarse con las manos cruzadas. Debemos prepararnos para el final del día y dirigirnos a Banheid mañana. 

Will parecía no estar convencido de camino a casa. ¿Quizás piensa que la filantropía no me conviene? Aunque tendría razón. 

—¿Está bien? Eso… es una especie de fiebre de maná, ¿verdad? Sería peligroso si te infectaras. 

—Oh Dios, Will, ¿estás preocupado por mí?

Él murmuró: “¿No es obvio?” en voz baja y se dio la vuelta. Me pregunto si está enfadado o sólo avergonzado. 

—Hay riesgo de infección aunque me recluya en Cucurouge, sería mejor tomar medidas a tiempo. Además, la recompensa también es tentadora. 

Pensar que tal oportunidad se me presentaría en el momento en que hablara de ganar dinero. Esto se siente de alguna manera, artificial… pero, si es así, no sería divertido quedarse atrás. No es que vaya a perder nada haciendo que mi hermano me deba algo de todas formas. 

—Puedes mantener el fuerte, Will. Tienes casi tantos poderes mágicos como las brujas. Te espera un gran sufrimiento si te infectas. 

—No puedo hacer eso. ¿Dónde puedes encontrar un sirviente que se quede en casa mientras su amo se dirige al peligro? Además, cuantas más manos de ayuda tengas, mejor, ¿verdad?

—¿Es así? No me culpes si algo te sucede. 

Will asintió profundamente, dando a entender que entendía. 

Estoy dudando si llevarlo conmigo, pero separarme de él también me hace sentir ansiosa. Supongo que sería mejor tenerlo cerca, donde pueda verlo. Sin mencionar que probablemente había asuntos que requerirían el toque de un hombre, o quizás debería decir, que me gustaba su leal línea de perro. 

Después de permitirle que me acompañara, Will preguntó con indecisión. 

—No estoy seguro de si debo preguntar esto o no, pero, ¿le pasó algo a Lord Sanigue hace cinco años?

Es algo que se puede descubrir fácilmente con un poco de investigación, así que decidí decírselo. 

—Mi hermano perdió a su prometida durante una epidemia hace cinco años. Por cierto, era la hermana mayor de Judia. 

Puede que la nostalgia afecte a mi memoria, pero recuerdo que la mujer llamada Juna era una persona muy hermosa, tranquila y amable, muy querida por la gente. Muchos lamentaron su muerte. El día de su funeral fue la primera y la última vez que vi a mi hermano llorar.

No había hablado mucho con ella, pero su muerte también fue un considerable shock para mí. Fue porque hubo un momento en el que me llamó, acababa de empezar mi entrenamiento de reina en la familia Aspien, estaba llena de ansiedad, y ella me animó.

—Parece que no era una enfermedad incurable. Pero el tratamiento en la etapa inicial se retrasó. Juna también subestimó el progreso de su enfermedad, así que nadie notó nada hasta que fue demasiado tarde. 

En ese momento, me sorprendió lo estúpida que había sido esa persona. 

Al menos trata de cuidarte apropiadamente. ¿Cuánto efecto tuvo la muerte de Juna en su entorno? Tanto mi hermano como Judia estaban muy dolidos porque no se dieron cuenta de nada y siguieron culpándose.

También me afectó mucho su muerte. 

Empecé a entender los sentimientos de aquellos que buscaban la Gema Rosa o los Siete Tabúes Mayores.

No era para sacar su propia codicia. Si podían salvar a seres queridos haciendo un gran sacrificio…

Mi hermano no dijo nada, pero si la gente estaba determinada, probablemente también la buscaría. Mientras pensaba en ello, me asusté. 

—Qué tragedia… ¿así que Lord Sanigue se casó con la hermana menor de su difunta prometida?

Era un matrimonio político para empezar, así que, para mantener una relación entre dos familias, Judia fue elegida como nueva pareja.

Judia parecía tener sentimientos muy complicados al respecto, pero decidió aceptar el compromiso para apoyar a mi hermano, con el cual siempre mantuvo un amor no correspondido. 

Tengo que reducir las bajas de la actual fiebre de mana, aunque solo sea por la tranquilidad de mi hermano y su familia.

Después de regresar a Cucurouge, el día entero pasó volando en un abrir y cerrar de ojos mientras preparábamos los ingredientes para la medicina, las herramientas y también nos arreglábamos para el viaje. Ordené a Will que se adelantara y descansara y dejé la casa sola.

Mi destino era la casa del árbol de mi abuela. 

Ella tenía grandes gafas, y se encontraba leyendo un libro. Me saludó con calma, como si hubiera anticipado mi visita. 

—Se ha decidido que iré a Banheid, donde la fiebre de maná se ha extendido. Probablemente volveré en un mes como máximo, así que mientras tanto, te dejaré las cosas a ti. Si algo sucede, avísame enviando un búho negro. 

—Sí, entendido. 

El prefacio estaba terminado. He decidido tocar el tema principal. No es algo que debería preguntar antes de un gran trabajo, pero podría estar tan preocupada que no lograría concentrarme. 

—Dime, abuela. Antes dijiste que el que yo trajera a Will conmigo era una curiosa coincidencia, ¿verdad? ¿Qué quisiste decir con eso? ¿Era mi padre… Eran Ambert y Cross Obsidia…?

La abuela cerró los ojos y dejó de moverse. Me preocupé un poco y la llamé. 

—Es una historia de hace casi 30 años. Hubo un tiempo en que visité a la Bruja Negra Slayzia. Los dos estaban ahí. Parecía ser que Slayzia tenía preferencia por los esclavos guapos. 

»La bruja negra Slayzia era aterradora, aunque grande, dejó incontables leyendas en el continente mientras iba de un lugar a otro. Parece que vivió durante 100 años y creó una era. Si no recuerdo mal, era la maestra de la bruja verde Jebera. 

»Slayzia, Jebera y Alonia. Parece que Ambert se movió entre 3 generaciones de maestros y estudiantes de brujería. 

Me estoy cansando de esto. Pensar que hay cosas que todavía no sabía. 

—No hay relación de sangre entre Ambert y Cross Obsidia, ¿verdad?

—Sí, parecían llevarse bien como hermanos, pero era sólo una parte de los niños que fueron secuestrados de varias regiones. O tal vez, creados. 

—¿Creados?

—He oído que Slayzia en sus últimos años estaba investigando los homúnculos. Aunque no he oído hablar de su éxito, puede que a esos dos les hiciera algo. Su encantadora aura era exactamente la misma. 

Inconsciente me froté los brazos. Se me puso la piel de gallina. Es una historia terrible en más de una manera. Will o yo, o quizás ambos podríamos haber heredado la sangre del homúnculo. 

Si es así, el hecho de que Cross dirigiera las tropas de caza de brujas podría ser su venganza por su infancia. 

—Varios meses después de mi visita, Slayzia llegó al final de su vida y murió. En el momento del funeral, ya no se les veía por ninguna parte.

Después de eso, Cross se convirtió en caballero y sirvió a la familia real de Mistria, mientras que Ambert cayó en la prostitución y se puso del lado de las brujas. 

Me pregunto si los dos se enfrentaron como adultos durante la redada de hace veinte años. ¿Qué pensó mi padre cuando Cross murió miserablemente?

—Cuando se construyó Cucurouge, me sorprendió mucho que Alonia trajera a Ambert. Le pregunté sobre lo que había pasado, pero ese hombre esquivó todas mis preguntas y ocultó la verdad.

No culparé a la abuela por no haberme dicho antes algo tan importante. Las brujas valoran sus secretos. No responden a algo que no les han preguntado.

Fui descuidada. 

¿Quién podría haber imaginado que habría una conexión entre nuestros padres? Los lazos que nos unen a Will y a mí se están enredando demasiado. 

—Cross, Ambert, Jebera y Alonia están todos muertos. No queda nadie que pueda decir la verdad. 

Todo está envuelto en la oscuridad. La abuela bajó los ojos y no dijo nada más.

2 respuestas a “El último jefe, la bruja – Capítulo 27”

  1. Omg, me emociona mucho el misterio……
    Jajajajaja morí de risa cuando lo comparó con perro…..
    Me ha encantado;)
    Gracias por todo ♡
    Excelente trabajo;)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido