Felicidades Emperatriz – Capítulo 4: La ira entra en erupción


Chu Yun se inclinó para recoger el pastel Osmanthus desde el suelo arenoso. Pero delante había un caballo rojo cereza quien acababa de romper sus riendas y dirigirse violentamente hacia Chu Yun…

—¡CHU YUN!—Jiao Yue gritó y al mismo tiempo sintió que alguien pasó a su lado a una velocidad increíble. Lo siguiente que vio fue la sangre, sangre saliendo del caballo. La sangre teñía el cabello negro de la persona. El caballo con su garganta rebanada, se balanceo un poco antes de caer hacia abajo, la sangre salía en exceso, formando un charco de sangre en el suelo.

Los espectadores se quedaron en silencio, los  ojos estaban pegados en la cuchilla empuñada por una figura femenina empapada de sangre.

—¿Qué… Qué ha pasado? — El dueño de la tienda se quedó mirando sus manos, ahora vacías. El cuchillo que utilizaba para cortar el pastel Osmanthus faltaba.

—Joven…. Joven Ama … —Chu Yun quedó sin habla, mientras miraba la espalda de Hua Jin Lan.

—Hua Jin respondió, sin siquiera mirar atrás—¿no deberías recoger ahora tus pasteles?

—Ah … … .oh. Sí — Chu Yun le quitó el polvo rápidamente al pastel de Osmanthus y lo envolvió en papel.

—Ese caballo …. pertenece a la princesa—murmuraba la multitud.

—Esa es una especie rara, que sólo se puede encontrar en la región al oeste.

—¡Esa persona lo mató!

—¡La princesa nunca la perdonará!

—Señorita….—el dueño de la tienda añadió cautelosamente–Sería mejor que corriera, si es capturada, su castigo será probablemente la pena de muerte.

— Joven Ama … – Tanto Jiao Yue y Chu Yun temblaban de miedo.

¿Intercambiar una vida humana por un caballo? ¡Absurdo!

—¿Esa mujer está loca?

—¡La princesa está aquí!

La multitud se abrió paso, permitiendo a una mujer vestida de rojo, con un látigo de caballos pasar. Miró el cadáver y luego a Hua Jin, su cara enrojeció lentamente, alimentada por la furia.

—Tal descaro, ¿¡¡Cómo se atreve a asesinar al caballo favorito de la princesa!!? —Un niño corrió a regañar Jin Lan.

Hua Jin quedo mirando a la princesa y poco a poco movió el cuchillo con sangre hacia sus propios labios *Lick*

—De hecho, era un buen caballo, sin embargo, era rebelde y salvaje, Si usted era incapaz de domarlo. ¡Esta mejor muerto!

Pelo negro encima de los hombros, ojos fríos como el hielo y el cuerpo empapado de sangre, era como si el dios de la muerte hubiera venido del infierno. Incluso Yu Ru se quedó sin habla, incapaz de replicar a Hua Jin.

—Cuarta hermana, ¿por qué te detienes? Un hombre con el pelo trenzado apareció con ropas blancas entre la multitud. En la cintura colgaban dos colgantes de jade. Tenía un aura llena de gracia, podría decirse que es la descripción exacta de un hombre perfecto.

—Pero segundo hermano …. —Yu Ru corrió hacia el hombre, el segundo príncipe Chun Yu Zhuang y señaló Jin Lan—¡Esa persona mató a mi Hong Yi!

—¿Hm?—En realidad, Yu Zhuang ya había visto todo lo que había sucedido, desde una casa de té cerca. Sin embargo, lo que alcanzó su punto máximo interés, era la misteriosa mujer, Hua Jin Lan. Mientras la miraba, lo único que podía sentir de ella era el flujo constante de intención asesina. Lo que hacía que el ambiente fuera muy tenso.

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