¡¡Gotas~!! La historia de la Princesa de la Fragancia~ – Acto 3: Segundo hermano mayor, el monólogo de Isma

Traducido por Ichigo

Editado por Dimah


Desde que nací y durante mucho tiempo, fui el hijo más joven, pero hace ocho años nació mi hermana menor, Cordelia; convirtiéndome en un hermano mayor. Tenía doce años en ese entonces y, para ser honesto, sentí compasión por ella.

Nunca imaginé que mi hermana pudiera ser concebida, ya que la relación de mis padres es muy tensa, pero fácilmente pude entender la razón detrás de ello.

La niña se convertiría en la compañera del príncipe, quien nació medio año antes.

Si el niño hubiera nacido varón, sería amigo del príncipe, pero si era niña, existía la posibilidad de convertirse en reina. Pensé que no había otras razones para que naciera. Aunque sólo tenía doce años en ese momento, fui lo suficientemente intuitivo para entenderlo.

Simpaticé con mi hermana, quien fue concebida con dicho propósito, y pensé que sería mejor si hubiera nacido varón. De ser así, podría decidir su propio futuro, pero su destino ya estaba decidido desde que nació siendo mujer.

—Enfócate en ser la reina en el futuro. No existe otra opción para ti.

Asumo que fue criada escuchando solo esas palabras. Me dio lástima cuando pensé lo que pasaría si las cosas no resultaban de esa manera. Bueno, por el tiempo en el que meditaba sobre eso, tenía severos sentimientos de inferioridad, me pregunto si mis circunstancias particulares eran más afortunadas que las de Cordelia. Eso tampoco fue nada más que una nimiedad[1].

Yo era el segundo hijo, pero mi hermano mayor, cortado con el mismo patrón que mi padre, fue claramente tratado de manera diferente.

A simple vista, y aunque recibimos la misma educación, instintivamente me di cuenta de que yo era solo un “repuesto”. Nunca se esperó que alcanzara resultados por encima de  cierto nivel, y aunque ocasionalmente lo hice bien, nunca fui elogiado. Empero, las pocas veces que fui felicitado, también sería comparado con mi hermano: —Pero no parece que puedas vencer a tu hermano mayor. o, alternativamente, me compararían con mi padre: —Elvis fue incluso más asombroso cuando era más joven.

Me han llamado prodigio, pero siempre seguido por esas mismas palabras. Por lo tanto, no lo soy después de todo. Los sentimientos que surgían cuando pensaba en ello eran un poco deprimentes, hubo momentos en los que resentí a mi hermano. Cuando era más joven, me entusiasmaba la idea de sobrepasarlo algún día. Bueno, pero eso fue sólo en mi adolescencia. Poco a poco me puse celoso de él, posteriormente actué de forma estúpida y finalmente me rendí. Ahora, ya he aceptado e interiorizado el “como se esperaba del hermano mayor”.

Cuando nació Cordelia, quien heredó fuertemente la sangre de la Casa Pameradia, por un lado, sentí pena por ella; y por otro, me alegré de que naciera como mi hermana.

De haber nacido varón, mi complejo de inferioridad se habría solidificado definitivamente y mis sentimientos se exaltarían, De verme atrapado entre hermanos mayores y menores, probablemente no hubiera sido capaz de soportarlo. Me encontraba muy impaciente, y podría haberme convertido en un hermano atroz.

Bueno, ya basta de hablar de mí.

Mi padre, casi desde el momento en el que Cordelia nació, contrató a un tutor para educarla como futura consorte de la familia real. Así, mi hermana recibió educación como dama antes de que pudiera hablar. ¿Padre, no te precipitas demasiado?

Debido a estas circunstancias, tenía más restricciones que yo; estaban quizás al mismo nivel que las del hermano mayor. Era lo único que conocía, Por lo que no sentí que yo hubiera sufrido mayores restricciones. Mi hermana aprendió rápido; las criadas y el tutor siempre hablaban maravillas, como si fuera a abrumar[2] a todo en el mundo.

Cuando vi eso, honestamente pensé que no podía ser bueno.

Podía entender que alguien elogiara a un niño por ser guapo o inteligente, pero no deberían enaltecerlo más de lo necesario ya que el niño podría malcriarse, ¿sabes? Cordelia también parecía algo engreída cuando la alababan, así que me preocupaba que creciera pensando que podía hacer siempre su voluntad sin importarle nada.

Sin embargo, mis padres, la ignoraron y la dejaron en paz, así que nadie la aconsejó. No importaba lo que le pasara en el futuro, mis padres tendrían la culpa. Me pregunté si estaría bien que, con su comportamiento, ella aspirara al asiento de la reina, pero eso no me molestaba mientras me mantuviera alejado. Pensé que estaría bien siempre y cuando no avivara la llama.

Cuando me alisté en la guardia imperial y después de dos años de entrenamiento y un año de servicio en el norte, regresé a casa, nunca imaginé que mi padre se enamoraría de Cordelia.

Padre parecía intentar ocultar este hecho, desafortunadamente, Cordelia lo estropeó todo. Sin ánimo de ofenderla, papá probablemente no diría esto porque la favorecía al 100%, así que quiero decirlo en su nombre.

Cordelia, nuestro padre no es el tipo de persona que compra regalos para sus hijos. Así que no le agradezcas con una sonrisa delante de mí. Padre respondió con un brusco “Sí”. ¿Sabes? nunca he recibido algo ni remotamente parecido de él, No, no es que quiera algo así ahora.

Entendí que algo había sucedido, así que inmediatamente le pregunté al mayordomo al respecto. Parecía que el principio de todo esto fue que, poco tiempo después de que salí de casa, ella había hecho un comentario muy bonito a papá.

Estaba preocupado.

¿No será un pequeño diablo en el futuro?

Si lo hiciera conscientemente, en definitiva lo sería, pero si actuara sin intención, eso significa que tiene una disposición malvada. Me cuestionaba si realmente era una niña.

A pesar de mis preocupaciones, el mayordomo me habló de Cordelia.

—Está llena de curiosidad. Le gustan mucho los libros y a menudo se limita a permanecer en la biblioteca.

También me dijo que el tutor se ponía nervioso porque le hacía preguntas que no eran de su competencia.

Por cierto, el tutor actual era diferente del que tenía antes. El anterior no pudo responder sus preguntas y brindarle el conocimiento que ella buscaba.

Cordelia, a quien no había visto en mucho tiempo, adquirió los modales de una joven. Aunque su forma infantil de hablar seguía ahí, fue criada como una niña inteligente que hablaba casi tan elocuentemente como yo. Un invitado había dicho:

—Su hija se parece mucho a usted, Earl.

Pero, ¿eso significa que se parecía a su padre? Era siniestro.

Probablemente no había muchos niños que se unieran a las conversaciones sobre el sistema fiscal. ¿Mi hermano mayor actuó así cuando era más joven? Al menos, fue diferente.

En cualquier caso, ya no era una joven normal.

Luego creció, siguió siendo inteligente, y antes de que me diera cuenta, había cumplido ocho años.

Sin embargo, y pese a su inteligencia, seguía siendo una niña.

A Cordelia le gustaba leer libros y también, si se le permitía, observaba las plantas del jardín, su apariencia mientras lo hacía era bastante impresionante.

Apreciaba las mariposas con asombro, o antes de arrancar los pétalos de las flores, miraba inquieta a su alrededor para asegurarse de que no había nadie. Mostraba un comportamiento que no era apropiado para su edad.

Nuestro jardín era suficientemente grande para que no se aburriera. Cuando la observé desde el segundo piso, sentí como si estuviera mirando a un pequeño animal.

Además, siempre que decidía dar un paseo, me miraba con envidia, aunque intentaba no demostrarlo. Así que no pude evitar preguntarle: —¿Quieres venir tú también?—; pero me arrepentí en cuanto lo dije. No era algo que Cordelia pudiera decidir por sí misma. Así se lo hubiera pedido de antemano, no había manera de que padre le diera permiso. Reflexioné sobre hacer una pregunta que no podía ser respondida; pero nunca pensé que realmente me llevaría a Cordelia conmigo.

Además, padre me envió una carta diciendo, en pocas palabras, —Si algo le pasa a Cordelia, recuerda que no te saldrás con la tuya— y había un tono subyacente que decía; si tuviera tiempo, me gustaría llevarla yo mismo.

Da miedo, es realmente aterrador.

Papá estaba ocupado porque, al ser tan talentoso, le llegaba un flujo constante de trabajo. No era mi culpa en absoluto.

Cuando padre era más joven, se lesionó el brazo derecho protegiendo a su majestad, el rey; antes de casarse. En ese momento, renunció como caballero y se convirtió en un funcionario civil; aún ahora, mantiene un nivel que es difícil de alcanzar para la gente común. Sus habilidades están en el punto en el que probablemente sería imposible para los caballeros, incluso arañar a mi padre aún cuando este utilizara su mano izquierda. —Padre, usted es diestro, ¿sabe? Es increíble, ¿no?— Su fuerza es asombrosa. Además, solo sus artes marciales tenían una desventaja, su magia no había disminuido en absoluto. Era tan fuerte que incluso yo, a quien la gente llamaba hombre prometedor, solo tenía un 30% de posibilidades de ganar contra él. Pero creo que mi entorno era extravagante ya que podía ejercitarme con esa clase de padre. Sin embargo, necesitaba mucho valor para pedirle que entrenara conmigo.

Bueno, no quería que padre se enterara que yo pensaba así, o me golpearía más. Era muy serio. No obstante, quería ver los días dorados de mi padre.

Y sí, al recibir una carta de un papá tan temible, me fui a casa sin tener muchas esperanzas de que Cordelia cambiara de opinión.

Sin embargo, volví a resbalar allí.

De haber usado un poco mi cerebro, debí saber que mamá no se había reunido con Cordelia.

A diferencia de Cordelia, yo me he encontrado con mi madre. Cuando me vio, me dijo: —Estoy encantada porque no te pareces a esa persona. Mamá se reunió con mi hermana, quien también se parecía a ella, y conmigo, pero no se veía con mi hermano quien se parecía a papá.

No pensé… madre odia a padre. Parecía algo obsesionada con él. Por lo tanto, por su gran parecido, se mantuvo alejada de mi hermano, probablemente porque lo asociaba con él. Así que se podía decir lo mismo de Cordelia. También era muy probable que, a diferencia de mi hermano, mi madre no pudiera soportarla por el hecho de que mi padre la adoraba. Si madre quería atención de él, entonces podía acercarse ella misma. Me pregunto ¿cuáles son sus intenciones? Bueno, ella obligó al abuelo a decretar el matrimonio, y el hecho de que padre aceptara, aunque no le interesara el romance, era problemático. Me cuestiono ¿qué estarán pensando ambos? 

Al saber esto, debí intuir que mamá no quería ver a Cordelia, pero no pude pensar ya que ella se veía tan linda tratando de acercarse a mí de puntillas. También podía imaginar a mamá actuando así con ella, ya que papá le había abierto su corazón.

Rápidamente me eché un farol[3] y me fui, pensé en lo que haría si ella decía que quería encontrarse con mamá. Por supuesto, puedo hacer que se vean, pero la respuesta de mamá, en ese momento, sería aterradora.

Si era posible, no quería que Cordelia saliera herida. Así que tuve que conseguir que no se interesara en que yo tuviera contacto con ella.

Eso fue lo que pensé, pero cuando me encontré con mi hermana la mañana siguiente, no hizo ninguna mención sobre el asunto.

Las únicas cosas que dijo fueron: —Estoy deseando que llegue el viaje y, —Quiero ir al bosque a recoger plantas, así que me gustaría pedirle al carruaje familiar que nos siga—; parecía fingir que la conversación de ayer sobre mamá, no había tenido lugar. Me convenía mucho, pero por otro lado, me hacía sentir incómodo.

Ya que Cordelia podía hablar de economía, no hay forma de que se olvidara de la conversación que tuvimos en una sola noche, ¿verdad? Su memoria no es mala. Estaba bien si no le importaba, pero al contrario, sentí que la había preocupado.

¿Qué estás haciendo, provocando que un niño se preocupe?

Pero bueno, me favorecía y llamé a mi hermana para que nos fuéramos.

Cordelia estaba muy emocionada de ver a mi caballo favorito, con su laurel oscuro, su nariz blanca y sus calcetines.

—Es hermoso, parece inteligente —dijo.

Es realmente “hermoso”, pero mi caballo favorito no parecía inteligente, era inteligente. Por supuesto, no lo dije en voz alta.

Se sorprendió de la altura del caballo, pero fue muy valiente y no manifestó temor alguno; se veía bastante impresionada. Me pareció ventajoso e intenté aumentar la velocidad del caballo hasta cierto punto. Me encantaba la sensación del viento en mi piel, así que quería que Cordelia lo experimentara también, si no estaba asustada. A mi caballo favorito le encantaba galopar así.

Parecía sorprendida al principio, pero enseguida empezó a disfrutarlo. Me alegro.

Además, el sentido del equilibrio de esta niña era bueno. No se interpuso en mi camino cuando la subí al caballo. Probablemente nunca sostendría una, pero pensé que actuaría igual si le daba una espada.

El bosque al que Cordelia dijo que quería ir era una montaña inclinada, relativamente cerca de la capital real y los monstruos raramente aparecían allí.

Le quité la silla y la brida a mi caballo favorito, y le palmeé suavemente el lomo; luego se fue a jugar. A mi querido caballo, que volvía con un solo silbido, le gustaba mucho jugar. Normalmente me agradaba observarlo, pero hoy soy el acompañante de Cordelia. No podía dejarla sola y mirarla también era divertido, así que no me importaba. Además, me convertiría en un hermano poco fiable si no escuchara la primera petición de mi hermana.

Cordelia cogió unas hierbas, inhaló su olor, inclinó la cabeza confundida y luego intentó, sin descanso, activar alguna magia que había memorizado. La persona en cuestión no parecía darse cuenta de esto, pero se notaba más despreocupada ya que no había nadie de la casa excepto yo. Aparentaba estar divirtiéndose mucho.

Así que le pregunté juguetonamente:

—¿Encontraste algo bueno?

—Hay lavanda floreciendo aquí, por allí hay menta; son más lustrosas que las que se entregan en la casa. Definitivamente son más vibrantes por las mañanas, ¿no? —me informó felizmente Cordelia—. Esto es toronjil. (Melissa officinalis). Si lo pisas… ¡Mira, hermano! ¡El olor se mueve por ahí!

Si ella estaba tan feliz por eso, entonces valió la pena traerla aquí.

—En la madrugada, el poder mágico almacenado en las plantas está en su apogeo. En cualquier caso, usted es muy conocedora de las plantas, ¿no es así? ¿Quiere ser una erudita?

A Cordelia se le abrieron los ojos de asombro ante esa pregunta.

—¿Una erudita? Son increíbles; los eruditos son los que son inteligentes.

Sí, Cordelia. Eres lo suficientemente inteligente.

Lo pensé, pero no me atreví a decirlo en voz alta. Si sólo estaba avergonzada, entonces podría haber sido capaz de decir más, pero estaba agitando las manos como si fuera algo absurdo, así que sería grosero de mi parte decir algo más que eso. Además, mi hermana se veía muy linda cuando estaba en pánico. Bueno, normalmente era guapa de todas formas.

Entonces, mientras yo seguía mirándola, se alejó y me dijo el nombre de una nueva hierba.

—¡Hermano, es increíble! ¡Hay salvia aquí!

Inicialmente, la magia de la Casa Pameradia era compatible con las flores, así que no es sorprendente que se interesara por las plantas.

Sin embargo, eso era para flores llamativas. Por ejemplo, todavía era normal si estaba interesada en la Casa Blanca, o en flores como las orquídeas; pero estaba interesada en meras hierbas, lo cual es un poco extraño.

La cautivaban las plantas que parecían hierba, como la menta y la palma de limón. Si eran plantas venenosas, entonces podía entender por qué estaba interesada en ellas, pero no podía entender por qué la atraían estos tipos de hierba. Fingí saber lo que era, pero fue la primera vez que oía hablar sobre el bálsamo de limón.

Por cierto, yo estaba muy bien informado sobre las plantas venenosas. Aunque no podía compararme con mi padre y mi hermano mayor, también podía usar la magia de manipulación de la Casa Pameradia. Mi especialidad, y en la que mejor utilizaba mi magia, era la destilación de venenos. Refinar malas hierbas sin problemas para convertirlas en poderosas medicinas era posible. No pretendía explotar mi poder, pero era esencial saber cómo desintoxicar venenos similares.

Era un hecho que no podíamos decir nada de esta magia a personas ajenas a la familia; no, no significaba que el patriarca dijera la verdad a un miembro de la familia sólo porque lo hubieran notado. Tampoco, nunca, me lo mencionó verbalmente. Uno normalmente se daría cuenta de esto si usara la magia con frecuencia, pero parecía que Cordelia no se había dado cuenta todavía.

No obstante, tenía el deseo de enseñarle a Cordelia, quien sabía tanto sobre plantas, el lado de hermano mayor, y también quería mostrarle mi experiencia. No es que sólo supiera de plantas venenosas, conocía este bosque mucho mejor que ella.

—Ven, Cordelia. Te mostraré una flor rara en esta montaña.

—¿En serio?

—Sí.

Ella se acercó a mí y yo la levanté. Me alejé un poco de nuestro lugar para ir a un manantial. El agua brillaba bajo los rayos del sol, y mi caballo favorito también vino a jugar.

Y luego, alrededor del manantial estaba…

—¡¿Caléndulas?! Hermano, son caléndulas, ¡¿no es así?!

Sí, Cordelia estaba muy emocionada por la caléndula floreciente que rodea el manantial.

La caléndula que se llamaba “Flor del Sol” en este reino, sólo florecía durante ciertas estaciones, momento en el que era traída a la ciudad, pero florecía todo el año en esta montaña. Probablemente estaba relacionada con las olas mágicas, por lo que es posible que floreciera todo el año si la Casa Pameradia trataba de cultivarla.

Más importante aún, me desanimé un poco cuando le mostré este tesoro escondido, y ella adivinó tan rápidamente.

—¡Hermano, es increíble!

Ella dijo, pero si era posible, quería enseñarle el nombre de esta flor.

Bueno, si estaba contenta con ello, entonces no había nada mejor.

—¡Hermano, eres increíble! ¡Eres como un doctor[4]!

Para empezar, era imposible ofenderse porque sabía el nombre, cuando decía algo así. No fui bendecido con la oportunidad de decirle el nombre de la flor, pero mi dignidad como hermano mayor parece estar intacta, lo que significó que el resultado estaba bien.

Pero, Cordelia, ¿Por qué intentas apilar una cantidad tan grande de hierbas en nuestro carruaje familiar que acaba de llegar? Incluso has puesto la tierra y las raíces de alrededor.

—Aún no es suficiente, así que probablemente les pediré que hagan muchos viajes de ida y vuelta aquí —dijo ella.

¿Qué diablos estás planeando hacer?

La magia de esta montaña haría crecer inmediatamente la caléndula aunque sacara lo suficiente para llenar el carruaje varias veces. En cualquier caso, es solo maleza. Tienen mucha fuerza de voluntad. Por lo tanto, no creo que sea un problema en la montaña, pero considero que no florecerá por sí sola, si la llevaba a la capital real, donde no hay mucha magia.

Pero cuando traté de preguntarle, ella dijo, —¿Es esa manzanilla?— Había encontrado una nueva hierba y estaba caminando hacia ella, así que no tuve la oportunidad de preguntarle.

Pero bueno, estuvo bien. Probablemente haría algo interesante, y la hierba no se veía peligrosa. Los niños tienen una imaginación activa, así que ella podría llegar a algo.

Además:

—Definitivamente le daré a mi hermano algo como agradecimiento por el día de hoy, ¡así que por favor espéralo!

Exclamó algo tan lindo. Sonreí y asentí mientras le daba palmaditas en la cabeza, porque no podía pensar en una respuesta adulta.


[1] Nimiedad: cosa inmaterial que tiene poca o ninguna importancia.

[2] Abrumar: agobiar o atosigar con cargas físicas o morales que resultan penosas o difíciles de soportar.

[3] Echarse un farol: significa que alguien miente o exagera, haciendo creer algo sin fundamento, con el fin de jactarse, deslumbrar o engañar.

[4] Ella habla de que él es un experto, como alguien con un doctorado.

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