Traducido por Ichigo
Editado por Dimah
Mi cabeza se siente pesada; me duele. No entiendo por qué.
El mundo es de color blanco puro.
¿Qué estoy mirando?
Me siento mal; las náuseas son terribles.
Cordelia sintió como si el espacio a su alrededor se distorsionara y cerró lentamente los ojos.
La sensación que se cernía sobre ella no desaparecía, aunque los cerrara.
Fue a principios del invierno cuando apareció una epidemia en el mundo.
En un instante, sin excepción, se extendió en el Reino de Crista, llamado “el Reino de la Fertilidad”
Mucha gente, en los años venideros, se referiría a este período como el “Invierno Oscuro”.
Las personas se derrumbaron y sufrieron y, en un mundo cubierto de oscuridad, en una casa noble del Reino de Crista, los síntomas de la enfermedad también se manifestaron en Cordelia, la hija más joven de la Casa Pameradia.
La conmoción se asentó en la noble casa.
—No podemos permitirnos perder a la hija que criamos con cuidado para ser nuestra futura reina —dijeron.
No era como si no existiera un tratamiento para la epidemia, pero no importaba lo incontable de su riqueza; Cordelia no se recuperó pese a los médicos recomendados, los conocimientos y la medicina de vanguardia que tenían.
—No sólo está afectada por la epidemia; puede que haya alguna otra enfermedad que esté complicando esto —murmuró preocupado el doctor.
Para Cordelia, quien mostró poca reacción frente a las enfermeras a su lado y cuando las personas a su alrededor pensaban que “podría ser demasiado tarde”; cambios repentinos empezaron a ocurrir dentro de su cuerpo.
La epidemia había desaparecido de su organismo. Sin embargo, con síntomas similares y a la vez diferentes… algo, que nadie podía adivinar y, mucho menos un médico, estaba sucediendo en su interior.
Una misteriosa visión apareció dentro de ella, quien ahora estaba libre de la epidemia.
Lo primero que vio fue a una chica.
Su cabello era rubio platinado y sus pupilas rojas con el iris rosa; la firma del poder mágico de la Casa Pameradia. Tenía un aura encantadora que hacía que la gente la mirara dos veces.
Pero la impresión de esa figura cambió repentinamente.
Los ojos de la chica estaban helados y palabras desdeñosas salían de su boca.
—Conoce tu lugar.
Esa apariencia; esa voz.
Cordelia se dio cuenta.
Ella es Cordelia y es mi yo del futuro.
Sabía de ella cuando estaba en Japón.
Era la rival de la protagonista en un juego Otome de simulación de citas.
En el instante en el que comprendió eso, cosas que nunca había visto antes fluyeron en su mente… Sin embargo, gran parte del paisaje le era familiar.
Montañas de edificios, la estación, la escuela, los coches.
El cerebro de Cordelia gritaba por tanta información, pero incluso dentro de su aturdida conciencia, entendía firmemente su posición.
Renací como una villana extremadamente horrible, una chica noble.
Eso fue lo último que supo antes de que un remolino de información se la tragara de nuevo.
Me gusta este inició, ya que normalmente no muestran esta etapa de recuperación de recuerdos tan detallada