Joven esposa del Capitán (de 62 años) – Capítulo 5: Compromiso unilateral


Desde que me enamoré de Wilhelm-sama, empecé a leer historias de amor con frecuencia.

Había varias historias, y cada una terminaba con un final feliz, así que cuando las leí también me entusiasmé. Especialmente cuando pensaba en las acciones de la protagonista principal, abrazando suavemente o besando tiernamente, y cuando pensaba en hacerle esas cosas a Wilhelm-sama, me daba vueltas en la cama sola.

Padre a menudo se burlaba “leyendo historias de amor, Carol es muy precoz”. Y luego yo hinchaba mis mejillas.

Ya tengo 9 años. Soy una dama espléndida.

Sin embargo, hubo una insatisfacción que tuve con las historias de amor. En cualquiera de ellas, las protagonistas principales siempre estarían casadas con un joven y delgado príncipe. No importa cómo busqué, no había historias de estar casada con un marido que era 46 años más viejo. Cuando le pregunté en la biblioteca donde se alquilan los libros, dijeron que no había tal historia…

Si era posible yo quería leer tal historia y aplicarla a mis circunstancias, o era lo que estaba pensando, pero qué pena.

El amor se cumpliría sin falta.

Sin dejar de creerlo, era indudablemente una locura.

♦ ♦ ♦

Entonces un día.

Una discusión que altero mi mundo llego.

Fui al Palacio Real con mi padre.

Sólo mi padre me llevo, y no tenía ni idea de qué tipo de discusión podría ser. Pero todo lo que me dijeron, fue que era una discusión importante.

Entonces, en lo más profundo de la habitación, en un cuarto pequeño similar a la habitación del trono, lo que primero apareció fue una mujer.

—Duque Ambrosio. Bienvenido.

—Respondiendo a su invitación, he venido.

Había visto a esta mujer en las fiestas a las que asistí. Ella era la Reina de este país.

Siempre juvenil, pensé que era una hermosa persona.

Detrás de ella, quien estaba separado de sus deberes habituales como un caballero imperial, era Wilhelm-sama, que tenía una cara viril hoy también. Probablemente la razón por la que estaba aquí, era porque estaba sirviendo como escolta de la Reina.

Yo quería saludarlo, pero era impropio tomar acciones arbitrarias delante de la Reina.

De alguna manera capaz de suprimir mi urgencia, envié mi mirada detrás de la Reina.

Allí, había un muchacho joven sentado en una silla.

—Preséntate, Carol.

Se podría decir, “uwa, que forma tan auto-importante”, fue mi primera impresión del chico. Con una cara que parecía que iba a chasquear la lengua en cualquier momento, miró hacia mí con el ceño fruncido. En general, él era un chico bonito, pero mi verdadera opinión era que realmente no quería ser amiga de él.

Él no estaba tan lejos de mi edad, pero pensé que era más crío.

—Me alegro de conocerte, soy Carol Ambrosio.

Sin embargo, como mi padre me dijo que lo saludara, levanté ligeramente los bordes de mi falda y me presenté.

Hacia mi introducción, el chico volvió su rostro con una hmph.

¿Hice algo mal?

—… Madre

El muchacho dijo mientras miraba descontento hacia mí. Sólo por eso, conocí la verdadera identidad de este chico.

Incluso si soy hija de un noble,  como era de esperar, he oído hablar de Su Alteza, el único hijo del Rey. Su nombre era Reyford. Todavía no lo conocía, pero nunca pensé que lo encontraría en un lugar como éste.

Pero, ¿por qué llevaba ese rostro tan amargo que parecía que iba a hacer chasquear su lengua en cualquier momento?

—… Reyford el Fureakisuta.

—Es un placer conocerlo, Su Alteza.

—… Hmph.

Pobre de mí.

¿Hice algo para que me odiara?

No tengo ningún recuerdo de hacerlo, pero probablemente no tendría tratos con Su Alteza después de esto, así que probablemente estaría bien.

Allí, con un *pon*, el Padre apretó su mano sobre mi hombro.

—Sé feliz, Carol.

—¿Sí?

—Tú y Su Alteza Reyford estarán comprometidos. La relación entre la Casa Ducal de Ambrosio y la Familia Real será más fuerte que nunca a partir de ahora.

¿Eh?

A las palabras inesperadas de padre, perdí las palabras en las que estaba pensando.

¿Yo era su prometida?

—Tal como he oído, es una excelente dama. Gilliam, Wilhelm.

—Es un honor recibir sus elogios. A pesar de que es de esta edad, es bastante precoz, y cada vez que lee sus historias de amor tiene sus mejillas teñidas de rojo.

—Puedo garantizar la virtud de la capacidad de Lady Carol. Aunque todavía es joven, entiende suficiente de etiqueta. Está calificada para ser la prometida de Su Alteza.

—Como era de esperar, las niñas crecen rápido. Hablando de Reyford, aunque tiene la misma edad que Carol, todavía es tan infantil que es preocupante.

—Jajaja, los chicos son así. Incluso mi hijo, todos son traviesos y problemáticos. A pesar de que tendrá que encargarse de la Casa de Ambrosio en el futuro.

—No, tener hijos es algo maravilloso. Para un solo hombre como yo, esa conversación es envidiosa.

—¿No es porque rechazaste todas tus propuestas, Wilhelm?. A pesar de que Su Majestad y yo siempre te decimos que te apures y te cases.

Mientras estaba muda, padre, la Reina, e incluso mi querido Wilhelm-sama estaban discutiendo con un considerable entusiasmo.

A quien amaba mucho, no era otro que Wilhelm-sama. De ninguna manera tengo afecto hacia Su Alteza.

Además, desde el principio tomó un comportamiento como si me odiara.

¿Por qué tenía que comprometerme con Su Alteza?

Y justo delante de los ojos de Wilhelm-sama.

—Mira, Reyford. En el futuro, Carol se convertirá en tu esposa.

—… Madre, yo…

—Contigo casado con Carol-chan, el país se fortalecerá aún más. Como el próximo Rey, entiendes tu responsabilidad, ¿no?

—… Si

Aunque estaba claramente descontento, Su Alteza asintió.

El compromiso entre la Familia Real y la Casa Ducal… Para mí, desde la contraparte de la Casa Ducal, rechazarlo sería descortés.

Sin embargo, aunque estaba insatisfecha, Su Alteza parece dar su consentimiento.

Su Alteza – El Príncipe.

En las historias de amor, donde muchas mujeres habían estado vinculadas al matrimonio, él era un compañero ideal.

Desde que era capaz de comprometerme con tal  socio, se supone que debo considerarme una persona afortunada y no tener otra opción que estar encantada.

—Carol.

—Sí.

—Como la futura Reina, debes apoyar a Su Alteza Reyford. Al igual que al reino, el cual se convertirá en una roca firme. Dejando la ceremonia de compromiso oficial para una fecha posterior, por lo menos hoy ofrecerán sus saludos formales.

—… Si

No importaba cuánto tratara de escapar de la realidad, la realidad me acorralaba implacablemente.

Lo entendí. También me resigné a ello.

Desde el principio, era algo que estaba preparado.

Yo era la noble hija de la Casa Ducal de Ambrosio, Carol Ambrosio. Hacia el matrimonio, no había manera de que tuviera la libertad de elegir.

Por mucho que amara a Wilhelm-sama, comprendí que no había manera de que este amor pudiera cumplirse.

Pero aun así…

—Su Alteza Reyford

Wilhelm-sama.

—Soy una persona incompetente, pero estoy a su cuidado.

Si es posible, mientras este delante de ti a quien amo.

Así, mientras me convertía en la pertenencia de otra persona, No quería que vieras esto.

Yo, Carol Ambrosio, de 9 años.

Aprendí que en este mundo Dios no existía.

2 respuestas a “Joven esposa del Capitán (de 62 años) – Capítulo 5: Compromiso unilateral”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido