No quiero ser amada – Capítulo 189: Amarga realidad

Traducido por Maru

Editado por Sharon

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Igor suspiró.

—Vigila a ese sirviente. Si le entrega información confidencial al conde Clovis, asegura esa evidencia de inmediato. Si le empujo montones de pruebas de que me ha estado vigilando de cerca estos últimos años y lo amenazo un poco… —dijo con una sonrisa amarga—, entonces probablemente estará dispuesto a renunciar a todos los derechos de sucesión. Estoy seguro de que el conde Clovis también conoce el pasado de esa mujer. Utiliza su testimonio como razón para arrestar a su amante de inmediato.

—¡Sí, su Majestad! ¡Cumpliré diligentemente la tarea que me encomendó de inmediato!

Cuando Basil salió de la habitación con un espíritu de lucha ardiendo intensamente dentro de él, Igor abrió los labios.

—Basil, ¿recuerdas lo que debes hacer si alguna vez me pasa algo?

El rostro de Basil se puso tenso de inmediato. Poco después del matrimonio de Igor, le dijo algo a su sirviente, quien debido a la presión dominante, no tuvo más remedio que hacer prometer en contra de su voluntad.

—¿Por qué dice eso de nuevo? Es joven y saludable. ¿Por qué le pasaría algo? —murmuró Basil, evitando la mirada de Igor.

—Prométeme que llevarás a cabo lo que te dije en el pasado, Basil.

Él se comprometió de nuevo con una expresión que parecía estar tragando una medicina amarga.

—Ah… sí, sí por supuesto. Lo haré. Está bien, entonces… me iré.

Basil salió inmediatamente de la habitación.

Igor no se movió durante un rato. Finalmente, se levantó de su silla y se dirigió hacia la puerta del lado opuesto. Al abrir la puerta, apareció un espacio oscuro y vacío que lo saludó desde dentro.

Miró dentro y bajó la mirada.

El pasado… su pasado… qué complicado lío.

Quería ir tras ella, preguntarle si se sentía mal, si tenía algo para comer, pero en este momento no tenía la cara para verla.

Se sentía avergonzado.

Estaba agradecido de que Basil arriesgara su vida para evitar que se fuera… posiblemente para siempre.

Pronto se dio cuenta de la amarga realidad que estaba ocurriendo. La ilusión fabricada que construyó con mentiras se estaba desmoronando. Su relación ahora no era mejor que su pasado.

En esos seis años, apenas pudo evitar escabullirse hasta Crichton y traerla de regreso a casa. Pero no lo hizo. Su apariencia solo la conmocionaría… sorprendida de ver el rostro de su asesino.

En su vida pasada, hubo un tiempo en el que pensó que todos los problemas podrían resolverse si ella le daba un hijo. Aunque su madre lo usó como un peón, como una herramienta, pensó que todo cambiaría cuando Rihannan diera a luz. Pensó que su madre se daría cuenta rápidamente de que necesitaba cambiar para ese niño.

Por eso se esforzó tanto, pero cada vez que la sostenía en sus brazos, Rihannan siempre se había obligado a soportar todo.

Cuando dormían juntos, ella siempre miraba hacia el otro lado, sus dos manos sostenían la manta con fuerza pensando que todos sus problemas desaparecerían si aguantaba… solo un poco más…

Pero no fue mejor. Siempre estaba enfadado cada vez que la abrazaba. La expresión de su rostro debió haberla asustado.

Al principio, ella fingió que estaba bien, que todo estaba bien, pero cada vez que él extendía la mano para calmar su ansiedad, ella siempre retrocedía ante su toque para protegerse.

Solo había una emoción que podía leer de ella: el deseo de que terminara su trabajo lo más rápido posible y se fuera.

Le rompió el corazón. No quería sentir ese dolor cada vez que sostenía a su esposa en sus brazos.

Al final, los pasos que llegaban al Palacio de la Reina eran cada vez menos. Si bien se supo públicamente que Igor no se había acostado con Rihannan, la Reina Madre y la nobleza hablaron de inmediato sobre producir un heredero, lo que hizo que se sintiera presionado.

Solo… ¿dónde salió todo mal…?

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