No quiero ser amada – Capítulo 226: La partida

Traducido por Maru

Editado por Sharon


Rihannan endureció los pensamientos en su mente. Apenas detuvo las lágrimas que se formaban en el rincón más alejado de sus ojos. Odiaba a Igor, más que nunca en el pasado. Al menos el hombre que conocía entonces nunca la había manipulado.

Al día siguiente, antes de partir hacia el palacio de temporada, Rihannan recogió el correo que no había tocado en un tiempo. Era un objeto llamativo, su caja hecha de crisoprasa cortada. La capa exterior estaba adornada con baños de oro y patrones intrincados grabados en ella. Recordar que estaba encerrada en los fríos terrenos de la prisión por los correos contenidos dentro del buzón que sabía que existían hizo que su visión se oscureciera por un momento. No estaba segura de lo que pasó en ese entonces.

Igor respondería a las preguntas persistentes en su mente si ella le preguntara, pero esta era una posibilidad. Podría mentir. Era inútil preguntarle qué pasó. Solo terminaría martillando otro clavo en su corazón herido.

Entonces se dio cuenta de la razón por la que estaba tratando persistentemente de mantener a Igor a distancia. Era una especie de autodefensa que estaba haciendo para no ser lastimada más. Al final, la única razón fue que no quería escuchar la verdad de que él la había echado de su propia boca.

Con el sonido de un chasquido satisfactorio, la tapa se abrió. Dentro del buzón había cartas que la propia Rihannan había leído y guardado dentro. Por lo que recordaba de su pasado, Rihannan se aseguró de que todos los correos fueran catalogados y atendidos adecuadamente. Cualquier correspondencia que fuera de alguien de quien no estaba completamente segura, ni siquiera los abriría y los quemaría regularmente en una pila.

Mientras estaba organizando las cartas que recibió de la reina madre, su mirada se volvió hacia la pila de papel junto al buzón, que eran todos los correos que no estaban organizados correctamente y que se estaban acumulando. Rihannan le dijo a la señora Cessley que no se molestara en revisarlos y organizarlos, por lo que se habían acumulado tan alto sin ningún orden. Rihannan sintió de primera mano la cantidad de trabajo con el que la señora Cessley tenía que lidiar con regularidad.

—Mi reina, ¿está completa su preparación? ¿Empezamos a partir ahora?

—Sí.

La señora Cessley entró en la habitación y Rihannan se levantó de su asiento. Le puso un abrigo de piel sobre su cuerpo, y luego se inclinó para abotonarlo.

—Dado que la primera parte del embarazo ha pasado, no debe preocuparse, pero si comienza a sentirse incómoda de alguna manera, informe a los asistentes de inmediato.

—Entiendo.

—Y dado que la Villa Real es mucho más fría que aquí, debe tener mucho cuidado con su temperatura. Tiene que asegurarse siempre que sus manos y pies estén calientes y… Ah, realmente debería seguirla hasta allí…

Al ver a la señora Cessley todavía agonizaba sobre si debía acompañarla, Rihannan soltó una carcajada.

—Dijiste que podrías ser disparada por la flecha de la reina madre si llegabas allí. No puedo soportar perderte así, así que no te preocupes, iré allí sola. Más que nada… —Rihannan señaló el montón de cartas con una expresión un poco avergonzada—. Mientras estoy en la Villa Real, ¿podrías encargarte de organizar las cartas que llegaron de nuevo? Tal como pensaba, es demasiado para mí hacerlo yo misma.

La señora Cessley soltó una carcajada.

—Sí, mi reina. Por supuesto que lo haré.

Igor rápidamente coincidió con el horario y envió un carruaje junto con guardias. Cuando Rihannan se subió al carruaje, este arrancó de inmediato. Sentada sola dentro, abrió un poco la cortina cuando estaba a punto de pasar por el palacio principal. Junto con los edificios del castillo elegantemente diseñados y rodeados de hermosos paisajes, el punto al que se dirigió la mirada fue la ventana ubicada en el punto más alto del palacio.

Recordó hace mucho tiempo el momento en que dejó este palacio en el pasado. En ese entonces, estaba eufórica por algo que le dijo Igor antes de irse, al punto en que sintió que toda la felicidad del mundo estaba en sus brazos.

—Lo visitaré con regularidad. Puede que no sea a diario, pero… En realidad, si el tiempo lo permite, lo haré todos los días.

Y cuando Igor la abrazó, sintió como si todas las heridas y el dolor que se habían acumulado en su corazón se desvanecieran. Ella creía que los tres podían ir más allá del doloroso pasado y seguir adelante para ser felices. Al final, se dio cuenta que todo era una mentira…

Rihannan cerró la cortina con un largo suspiro. Apoyó la cabeza en la pared del interior del carruaje y cerró los ojos. Deseó con todo su corazón que todo terminara y poder dejar este lugar de una vez por todas.

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