No quiero ser amada – Capítulo 241: Dime la verdad

Traducido por Maru

Editado por Sharon

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—¡Igor!

La voz que pensó que era la de su madre empezó a sonar con más claridad. Acostumbrándose un poco más a la luz, comenzó a ver las cosas a su alrededor. Vio el techo familiar. También vio a su madre llorando de felicidad, así como al médico alegre.

—Igor, ¿estás volviendo a tus sentidos? ¿Reconoces quién soy? —gritó alegre.

—Madre…

Escuchar sus palabras que sonaban como el crujido de una vieja manivela llenó su rostro de alegría.

—No creo que tenga ningún problema en la cabeza. ¡Míralo mejor si eso es lo que piensas! —le espetó de inmediato al doctor.

El médico movió el párpado y miró alrededor de todo su cuerpo mientras hacía varias preguntas. Igor se aseguró de responder correctamente a todas con calma a pesar de que su cabeza daba vueltas.

Al final, el médico dio un cierto informe final.

—Reina madre, no hay necesidad de preocuparse. ¡Parece que su majestad no tiene un problema serio!

La mujer casi gritó de alivio.

—Ahh, gracias a Dios. ¡Gracias a Dios!

Fue en este punto que finalmente sintió que su mareo disminuía poco a poco. Igor pronto se dio cuenta de la verdad de que lo que era más importante para él no estaba en la habitación.

—¿Qué hay de mi esposa?

Los dos que estaban felices hasta este punto de inmediato cerraron la boca cerrada con fuerza. Empezó a recordar lo que había sucedido justo antes de desmayarse. Después de recordar el momento en que se había caído por las escaleras junto con su esposa, Igor se apresuró a levantar su cuerpo.

—¡Igor! Tienes que seguir acostado. No deberías moverte como…

Apartó con dureza las manos de su madre que intentaban hacer que se recostara de nuevo. Después de sentarse erguido en la cama con la espalda apoyada en la pared, Igor se dio cuenta de que tenía la cabeza envuelta con vendas. No solo eso, sino que varios lugares de su cuerpo también estaban envueltos en vendajes.

—Afortunadamente no tiene ningún hueso roto, pero la herida en su cabeza era demasiado profunda. Pensamos que no volvería a despertar.

—Te pregunté dónde está Rihannan. No, ¿está bien? ¿Quizás resultó herida más gravemente que yo …?

Igor pensó que estaba presente porque tenía heridas graves. Al verlos a todos evitando darle una respuesta, imaginó la peor situación posible. ¿Quizás murió de su caída por las escaleras…?

—Madre, lo hizo… Rihannan…

En ese momento, se escuchó un fuerte estruendo y se abrió la puerta. También se escucharon voces apresuradas.

—¡Hazte a un lado! ¡Si me bloqueas, os cortaré a todos!

El hombre que causó una conmoción cuando entró por la puerta era Basil. Estaba amenazando a los guardias que le impedían avanzar mientras blandían sus espadas. Igor se dio cuenta de que esta situación era muy extraña. Basil era prácticamente su familia. El gran chambelán Basil debería haber estado con él en el momento en que se despertó, no deberían bloquearle así la entrada.

—Basil, ¿qué es todo esto…?

—¡Igor! —Basil se echó a llorar al verlo. Arrojando su espada al suelo, inmediatamente fue a su lado—. Así que estás realmente despierto. La reina en realidad…

—¡Basil! —La dueña de esa voz era la reina madre. Le estaba gritando a Basil con ira en su rostro—. ¿Qué estás tratando de informarle a la persona que acababa de recuperar los sentidos? ¡No digas cosas tan inútiles y sal de aquí inmediatamente!

—¡Su reina majestad! No puede hacer esto. ¡Debo decirle a su majestad toda la verdad de inmediato!

—¿Te atreves a ir en contra de mi orden? He sido demasiado indulgente contigo todo este tiempo y ahora me estás respondiendo. ¡Llévatelo de inmediato!

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