¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 111: Ella y la discusión secreta

Traducido por Lucy

Editado por Ayanami


La tarde siguiente reconocí a Freed como mi amado (provisional).

Con su permiso me dirigí hacia la cocina. Aunque me prometieron que me permitirían ir, pensé que tardaría un poco. Me sorprendió recibir el permiso tan rápido.

—Cumpliré mi promesa.

Me impresionó la rapidez de los arreglos de Freed después de decir eso. Siento que he vislumbrado por qué se le llama el excelente Príncipe Heredero. Con exactitud y como él había dicho que puedo actuar con libertad, recibí el permiso para pasear por el Palacio Real sola. Tal parece que puede venir en mi ayuda de inmediato aquí dentro. Cuando traté de preguntar por el jardín debido al asunto de ayer, me dijeron con amargura que, como era de esperar, debía contenerme por un tiempo. Por supuesto, como el ambiente era muy sombrío, asentí con obediencia. Tuvimos dicho intercambio, y ahora estaba caminando por los pasillos, pero de seguro no era solo mi ego el sentir que los guardias me observaban de cerca. Glenn también dijo que revisaría la seguridad, de seguro entre ellos soy una persona que requiere una atención especial… Sí, sé que recojo lo que he sembrado. Finjamos que no me doy cuenta.

Por cierto, he hablado con Caín antes de salir de la habitación. Ayer estaba apurado, así que no tuvimos tiempo de hablar bien. Recordé la conversación de hace un tiempo mientras ambos relatábamos nuestra situación, e intercambiamos miradas con rostros que, de forma inconsciente, decían que la situación era terrible.

En general, parece que Caín recibió una invitación para convertirse en el subordinado del Rey de Sahaja por parte de unos compañeros asesinos (aunque parece que no eran compañeros). Aunque todavía tengo varias preguntas como cuándo se hizo el contacto, realmente confío en él, así que no estoy preocupada. Me habla cuando cree que es el momento, como ahora. Eso está bien, incluso si me llama su maestra se siente como si fuéramos amigos cercanos. Por eso no pienso atar por completo a Caín.

Parece que mi existencia quedó al descubierto, ya que él dijo eso con una cara de rechazo, le informé lo sucedido con el Príncipe Maximilian preguntando si estaba bien, a lo que puso una cara bastante complicada.

—Caín, eres popular.

Mientras pretendía silbar, mi cabeza recibió un golpe… Ouch.

—No estoy nada contento. Princesa, tú también. Mira, después de todo has llamado la atención del príncipe heredero de Sahaja.

—¿Qué es eso de “después de todo”? En primer lugar, ¡eso fue un hecho de fuerza mayor!

—¡A mí me pasó lo mismo!

Intercambiando miradas, suspiramos.

—Vamos a parar, no estamos llegando a ninguna parte.

—Así es…

Esta pelea no tiene sentido.

—¿Y…? ¿Estás seguro… ya que estás siendo invitado?

Como pregunté durante un respiro, él hizo un gesto con la mano para que no me preocupara.

—No te preocupes. Lo arreglaré por mi cuenta. Me quieren porque soy del clan Hiyuma. Ya he hecho un contrato con la princesa, y no me iré de su lado.

Me pareció escuchar “matar” cuando dijo arreglar, pero lo ignoré de forma deliberada. Debe haber varias formas de hacer las cosas entre los compañeros asesinos. No puedo negarlo de manera irreflexiva sin conocerlos bien, será demasiado tarde para arrepentirse una vez que Caín caiga en un aprieto. En momentos como este es mejor creer en su competencia y no entrometerse. Aun así, se lo recordé por si acaso.

—Estoy preocupada, así que no hagas nada descabellado.

—Lo sé. Pondré en práctica mis habilidades para llegar al fondo del asunto. No dejaré que la Princesa sea molestada.

Fruncí el ceño ante esas palabras… Es diferente.

—Puedes causarme todos los problemas que quieras. Compartimos la responsabilidad, ¿verdad? No quería decir eso, te digo que tengas cuidado con las heridas y demás.

—Ah… aah.

Pensando que era lindo el como Caín murmuró eso, en una voz desconcertada, alcancé a acariciar su cabello… pero, él lo evitó.

—Qué malo. ¿Por qué lo evitaste?

—¡Claro que lo evité! Mejor dicho, ¡no me acaricie! Aunque tenga este aspecto, ¡tengo dieciséis años!

—Lo sé. Pero Caín es lindo.

—Solo el esposo de la princesa sería feliz si le dijeran eso.

—¿Por qué, por qué sacas el tema de Freed?

Mientras me sentía estremecida a pesar mío, Caín se reía con los hombros temblando, pero después de un momento puso una cara seria.

—Princesa.

—¿Nn?

Ante su voz volví a mi. Mientras miraba a Caín preguntándome qué sucedía, él hizo una profunda reverencia. Me quedé perpleja, sin entender el significado de su acción.

—Es culpa mía. Mientras estaba fuera, casi la llevan a Sahaja. Fue mi error el apartarme de su lado.

Respondí con seriedad a sus palabras.

—Levanta la cara… No es culpa de Caín. Fue mi culpa por ir al jardín a mi antojo después de saber que no estarías allí de antemano. Al menos debería haber tenido un guardia. No lo hiciste a propósito, la culpa es mía.

—Aun así. Sabiendo que la princesa es esta clase de maestra, te dejé sola.

—No, por eso yo… ¡¿Eh?!

Cuando levanté las cejas ante esas imperdonables palabras, Caín respondió con seriedad.

—La princesa es demasiado alborotadora, ¿verdad? De verdad no hay tiempo para el aburrimiento.

—¡¿Qué?! ¿Quién es…? No digas cosas parecidas a mi hermano mayor. De todos modos, dejemos de hablar de quién tiene la culpa. En una pelea, ambas partes tienen la culpa. Los dos nos equivocamos. ¿De acuerdo?

—Eres generosa…, princesa. Entiendo… Tenga cuidado la próxima vez.

—Tampoco lo haré dos veces. Oye, Caín… ¿Puedo hablar con otros de ti, como Freed?

—¿Eh?

Considerando la serie de intercambios con el Príncipe Heredero Maximilian, es razonable pensar que mi contrato con Caín ha sido expuesto. Es decir, es bastante seguro pensar que el Rey de Sahaja, que lo quiere, también lo sabe. Considerando que él ya fue contactado de forma directa para buscarlo, me pregunté si está bien seguir guardando silencio frente a Freed. Al escuchar lo que dije, él hizo una mueca de poco entusiasmo.

—¿Caín?

—Lo siento…, princesa. ¿Podrías esperar un poco más?

—¿Eh?

Sin esperar en absoluto esa respuesta, se me escapó una palabra de sorpresa. Ante mi respuesta, él bajó los ojos en señal de disculpa.

—Umm…, mira. De hecho, fue el Rey de Sahaja quien destruyó a mi clan. Por esa razón, me desagrada la realeza y la gente de alto estatus… Siendo honesto, no puedo confiar en ellos.

—Caín…

Abrí los ojos de par en par ante lo que me dijo. Es cierto que he escuchado que su clan fue destruido, pero, como era natural, no sabía que el Rey de Sahaja fue quien lo hizo. Caín continuó hablando.

—Por supuesto, la princesa es diferente. Estoy agradecido con usted que es mi benefactora. Además, sé que su marido es un buen tipo. Pero, no se trata de la lógica. No importa que, lo miro de forma objetiva. Entiendo que usted será bienvenida como realeza pronto. Pero, ese Príncipe Heredero es como un símbolo de la realeza. No creo que me guste conocer y hablar de forma directa con los parientes de la princesa, así que siendo honesto también me gustaría permanecer desconocido.

Mientras él volvía a bajar la mirada disculpándose, negué con la cabeza. Cuando le pregunté si no odiaba a la gente de alto estatus antes, no lo negó. Ahora que lo pensaba, pareció encantado cuando decidí que no le diría nada a mi padre. Pero, de ninguna manera pensé que su odio fuera tan profundo. Aun así, puede ser natural debido a que su clan fuera destruido por un rey.

—Por eso, espera un poco más. Sé que las cosas no pueden seguir así considerando el estatus de la Princesa. Por eso, hasta que me convenzan, hasta que pueda confiar en ellos, solo quiero un poco más de tiempo.

—Sí…, lo entiendo.

Al decirme todo esto no pude insistir. Caín estaba tratando de comprometerse a su manera. Entonces, yo también debería mostrar la misma actitud.

—Si Caín puede ser convencido, está bien. ¡Pero he obtenido un secreto importante! Si algo así sucede, como es de esperar no podré ocultarlo, ¿de acuerdo?

—Por supuesto que lo sé. Además, no poseo tales secretos. Ahora no pertenezco a un gremio, así que no tengo una fuente de información.

Ladeé la cabeza ante sus palabras.

—¿No? ¿Qué hay del tema de la nueva consorte del príncipe heredero Maximilian?

—Esa es información que había adquirido antes de venir aquí. Más bien, princesa, eres demasiado descuidada.

—Estoy de verdad avergonzada…

Me miró un poco. Con respecto a este asunto, no tengo ninguna réplica.

—Creo que el punto de la princesa es correcto…, así que me esforzaré por convencerme rápido. Por favor, perdóneme.

—Sí. Umm, Caín. Incluso suponiendo que se lo dijera a mi padre y a Freed, no permitiré en absoluto que te utilicen.

Sé que no harían algo así, pero estoy segura de que no es tan fácil que Caín se lo crea. Por eso, pensando en que tengo que darle una garantía al menos, le apelo con los puños cerrados, a lo que su expresión se afloja de repente.

—La princesa no tiene que preocuparse de eso. Además, el clan Hiyuma solo sirve a su amo. A menos que usted me lo diga, no aceptaré órdenes de nadie más.

—Oh…

—Por eso, si lo que estamos haciendo ahora no tuviera forma de conversación sino de orden, no tendría más remedio que asentir, ¿de acuerdo? Si me lo pidiera de forma expresa…

—No, al fin y al cabo es diferente, ¿no?

Sacudí la cabeza para negar las palabras de Caín. Si fuera en absoluto necesario en este momento, podría haberse tomado esa medida. Pero no era el caso. Por ahora, el príncipe heredero Maximilian se fue y yo me quedé en el Palacio Real. En este momento los ojos de Freed son prudentes, debería poder permitirme esperar un poco. Sea como sea, entiendo que no tengo mucho tiempo para tomármelo con calma. Siento mucho no haberle dicho nada. Pero, aun así, quiero esperar. Aunque entiendo que es un juicio equivocado como futura princesa heredera. Por mucho que me acusen de ser una tonta, no puedo hacer nada que desprecie la voluntad de Caín. Porque así es como soy, de verdad no se puede evitar.

—No quiero hacer que Caín haga lo que yo le diga en contra de su voluntad. Nos une una relación de amo-sirviente, pero al mismo tiempo te considero un amigo. Es natural que confirme tu voluntad.

Me pregunto si solo yo pienso eso. Cuando fijé mis ojos en él preguntándome cómo pensaba, él se rascó la cabeza mientras miraba al cielo. Tengo la sensación de que sus orejas se enrojecieron un poco.

—Cielos, la princesa está muy mal… Lo sé. También me resolveré lo antes posible. Si te interrogan antes, puedes hablar en ese momento… ¿Está bien?

—Sí.

Cuando asentí, Caín puso una expresión de asombro. Me pareció oírle murmurar “cabeza hueca natural”, pero tal vez escuché mal.

—De verdad, el esposo de la princesa lo tiene difícil. Siento que ya podría confiar en ese Príncipe Heredero.

—¿Qué significa eso?

—Nada. Entonces, iré a ver a la abuela para pedirle una cosita. Te quedarás en el Palacio Real por un tiempo, ¿no? ¿Todo está bien después de lo de ayer?

—Sí. Freed está aquí.

Recordando que me ayudaron ayer, de forma involuntaria me puse tímida. Al ver esta situación, Caín se encogió de hombros con buen ánimo.

—Ah sí, más o menos entiendo la situación. Parece que soy innecesario. Entonces, creo que no sucederá nada, pero si pasa algo llámame. Vendré lo más rápido posible.

—Nn, entendido.

Cuando acepté con ligereza, Caín desapareció de repente como siempre.

Una respuesta en “¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 111: Ella y la discusión secreta”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido