¡No quiero ser Princesa! – Extra 5: Su secreto (4)

Traducido por Lucy

Editado por Nemoné


—Err, veamos, lo siguiente es…

—Todavía hay cosas que comprar…

Como resultado del trabajo desesperado de todos desde entonces, logramos reabrir la tienda con seguridad después de un mes.

Mi corazón latía con velocidad preocupado por la aparición del arroz con curry, pero en contra de mis expectativas, los clientes no se negaron ni se opusieron, el comienzo parecía prometedor. Tal vez sea gracias al anuncio que decía “Receta original”. Hablando de recetas originales, es un término general para la comida que nadie ha comido todavía. Como nadie los ha visto todavía, las apariencias extrañas están más o menos disculpadas. Se entiende que no se pueden evaluar sin comer primero.

El precio que se mantenía bajo como para que se pueda comer para el almuerzo fue bien recibido por los clientes, era tan popular que había cola día tras día. Además, el pan de curry que se vendía para llevar también era popular, mucha gente lo compraba en lugar de almuerzos en caja, también puse el grito en el cielo por eso. El relleno del pan de curry son ingredientes de curry reutilizados. Parecía que tenían buena acogida, ya que se fríen en aceite. Los rumores se propagaban de boca en boca en un abrir y cerrar de ojos, y el número de clientes no hacía más que aumentar. Los cinco novatos de Thomas y Lars trabajaban a diario de forma frenética en la tienda.

Ahora que el arroz con curry tiene una buena acogida, he decidido ampliar el menú. En primer lugar, voy a preparar chuletas con curry. Hoy he ido a comprarlo.

—Quiero un poco más… ¿puedo?

Me dirigí a Will a mi lado.

Al final, acabé contándole a Will todo sobre el proyecto actual. Ayer por la tarde, mientras charlaba con él que visitaba nuestra mansión, en un descuido se me escapó. Desde el principio, no tenía secretos para Will. Lo mismo ocurre con no querer ser la princesa heredera, he consultado varios asuntos con él. Debido a que estamos familiarizados con temas así, lo derramé de manera inadvertida. Después, continué contando todo. Terminé respondiendo lo que me pidió, además cuando le dije que iría de compras al día siguiente sola, frunció el ceño y decidió acompañarme.

—Estás… en peligro sola… Mañana estaré fuera de servicio, así que te acompañaré en lugar de una guardia.

Diciendo eso, no pude negarme, así que acepté llevar a Will conmigo para cargar el equipaje. Usar al joven Comandante de la División de Magos del castillo como portador de equipaje… Recibiría una reprimenda así se lo expusiera, pero como la persona misma dice que está de acuerdo con ello, da igual.

Cuando pregunté si podíamos pasar por otra tienda, aunque de mala gana, Will asintió.

—No es que importe… Pero qué harías si yo no estuviera allí.

—No, claro que lo llevaría yo.. Je, je, je, gracias por salvarme.

Con las manos juntas ofrecí mi agradecimiento a Will que tenía las manos llenas de equipaje. La verdad, no hubiera podido traer eso sola. Me salva haber venido con una persona que conoce mis circunstancias.

—Will… Por favor, no se lo digas a nuestros padres.

—Lo entiendo…

No tengo ni idea de lo que diría si se expusiera. Cuando le pregunté para asegurarme, Will asintió a pesar de su ceño fruncido. Dejé de caminar.

—Ah, la última tienda está ahí. Quiero comprar más especias. ¿Está bien?

—Estaré esperando aquí…Puedes irte.

—Sí, gracias. Vuelvo enseguida.

Le pedí a Will que esperara con el equipaje, y luego me apresuré a ir a la tienda de especias.

♦ ♦ ♦

Con el sonido de un timbre, Lidi entró. Según Lidi, era una tienda especializada en especias. Entró en la pequeña tienda de madera independiente sin dudarlo. Se notaba que no era su primera vez sólo con la mirada.

Cuando la puerta se cerró y su figura desapareció por completo, dejé el equipaje en un banco cercano. Después de confirmar que no había gente alrededor, hablé.

—Salga… ¿Pretendes esconderte para siempre?

Con estas palabras como señal, aparecieron diez hombres. Me di cuenta de que habían estado siguiendo a Lidi desde que entró en la ciudad. Estaba seguro de que esperaban hacer una emboscada para cuando entrara en un lugar impopular, pero Lidi solo hacía compras en lugares llamativos de la ciudad. Gracias a eso no fue atacada hasta ahora, pero esta era la periferia de la ciudad. No quiero que Lidi se sienta asustada. No tengo intención de que se dé cuenta. Así que para solucionarlo antes de eso, he provocado a los hombres. Para que no se den cuenta, desplegué una fórmula detrás de mí.

—Diez hombres contra una sola mujer, eh. Son una desgracia para los hombres.

—Cállate. Nos lo pidió cierta persona. Para traer a la señorita que entró en la tienda con nosotros.

Enfadarse así, qué poca cosa. ¿Qué pretende una “cierta persona” enviando a un grupo tan variopinto?

—Por desgracia, conmigo aquí es imposible. Díselo a tu jefe.

—Qué puede hacer un hombre de mala muerte como usted. Se nos dijo que trajéramos de manera cortés a Missy, no se nos indicó qué hiciéramos con sus acompañantes. ¿Debo hacer que le duela un poco?

Los hombres se burlaron de mí. Reaccioné con un respingo ante la palabra cutre.

Era cierto que, a diferencia de Glenn o Su Alteza, no he entrenado mucho mi cuerpo. En caso de necesitar algo, puedo usar artes mágicas como el fortalecimiento del cuerpo. Mirando a los hombres musculosos que tenía delante, no podía evitar que me llamen despreciable. Pero, no me acuerdo de dejar que la gente me desprecie cuando no entienden la verdadera fuerza de sus oponentes.

—A juzgar por las apariencias de dejar que la gente me desprecie cuando no entienden la verdadera fuerza de sus oponentes.

—A juzgar por la apariencias, eres un noble joven maestro. Lo siento, es mejor aprender a veces que el mundo no es tan dulce… ¡Hazlo!

—Son ustedes los ignorantes…

Suspiré una vez ante los hombres que se abalanzaron sobre mí. Noble joven maestro. Hacía mucho que no me llamaban así. Era cierto, hoy estaba fuera de servicio. No llevaba la túnica del Comandante de la División de Magos, pero aun así, ¿acaso estos hombres no conocían la cara de la División de Magos de su propio país? Si no lo hacen, son demasiado ignorantes.

Chasqueé los dedos. La formación mágica redonda que desarrollé detrás de mí apareció. La formación mágica que brillaba con un color púrpura azulado ya estaba lista para ser invocada. Al ver la formación mágica aparecer detrás de mí, los hombres se detuvieron por un momento.

—Qué… ¿artes mágicas?

Ignoré por completo su voz. Intentaron poner sus manos sobre Lidi. Cualquiera que sea su razón, no iba a tener en cuenta las circunstancias atenuantes.

—Es una molestia, pero es para Lidi. Ahora mismo lo termino.

No quería ver su cara de ansiedad. Por eso, haré lo que sea, eliminaré cualquier obstáculo. Una vez más chasqueé los dedos. La formación mágica brilló con debilidad y de ella se convocaron decenas de cuerdas de agua. Se enrollaron alrededor de los hombres y ataron a las diez personas en un abrir y cerrar de ojos.

—Todo ladrido y nada de mordida…

No hubo resistencia. Eran hombres contratados para secuestrarla, pero su habilidad era demasiado pobre. Pero, tales hombres serían suficientes para secuestrar a una sola joven noble que viaja de incógnito.

—¡¡Mierda!! ¡Suéltalo!

Irritado por un hombre que gritaba en voz alta, apreté un poco más la cuerda de agua. El hombre que gritaba gimió de repente y se desmayó. Al ver eso, los hombres a su alrededor se hundieron en silencio. Supongo que pensaban que no eran rivales para alguien que puede hacer que uno de ellos pierda el conocimiento por la fuerza. Mirando a los hombres que por fin se callaron, llamé a otras presencias que sentí del pueblo.

—Date prisa y llévatelos.. El resto es su trabajo, ¿no?

En respuesta a mis palabras, aparecieron tres hombres. Uno de ellos me habló con amabilidad.

—Nos disculpamos por las molestias, señor William.

Su fuerza estaba en una liga diferente a la de los hombres atados. Eran de la agencia de inteligencia de la casa ducal de Vivoir. Reconocí la cara del hombre que me habló. Le lancé mi duda.

—¿Está el Primer Ministro al tanto del asunto actual?

—Por supuesto que el maestro y lord Alexei están al tanto. Se lamentaron de que la señorita hubiera empezado algo de nuevo. Sin embargo, por ahora solo nos dieron instrucciones de vigilar la situación. Parece que apoyan en secreto la idea de milady de difundir la nueva receta original en la ciudad.

—Como se esperaba…

Dejo escapar un suspiro. Lidi parecía creer que podía mantener el secreto, pero era imposible que sea así. Era correcto pensar que el Primer Ministro estaba al tanto. De hecho, cuando salimos hoy de la mansión, esos tres ya nos estaban siguiendo.

—¿Son los guardias de Lidi?

—Sí. Como habíamos obtenido información de antemano de que podría ser un objetivo, esta vez somos tres, pero siempre he sido yo el encargado de vigilar a milady.

Con razón sentí que conocía su rostro. Mientras estaba convencido, intercambié información.

—Después de todo, es el barón Wire el que apunta a Lidi.

—Exacto. La tienda que casi había aplastado, por alguna razón, volvió a abrirse trayendo una receta original. Viendo la actividad allí día tras día, parece haber decidido moverse.

—Y este es el primer grupo, eh. Aunque estaban más que mal preparados.

—Es cierto. Sin embargo, parece que el barón Wire aún no ha identificado a la señorita. Ella sólo aparece en nuestra cocina, parece que no espera de ninguna manera que la única hija de la casa ducal visite un restaurante de la ciudad.

—Usted… tiene razón.

¿Quién podría imaginar tal posibilidad? Es de sentido común criar a una hija de la nobleza como una princesa dentro de una mansión. Nadie pensaría que la hija de la preeminente casa ducal, que debería ser el principal ejemplo de ello, llevaría una receta original al restaurante de la ciudad y se dedicaría a dirigir el restaurante. Incluso si confirmaran su rostro, asumirán que estaban equivocados de alguna manera.

—El motivo de este intento de secuestro parece ser que pensó que secuestrar a milady sería la forma más fácil de obtener información sobre la receta original.

—Una vez más demuestra que no tiene ojo para discernir…

Más bien ella sería la última en hablar. Sobre todo, ella es la desarrolladora de la receta original.

Gracias al asunto del daifuku sus habilidades culinarias son bien conocidas por mí, pero no pensé que tuviera otro as bajo la manga. La verdad, hace poco oí rumores sobre un restaurante de la ciudad que estaba elaborando una receta original, pero quién iba a pensar que era ella. Los rumores de una nueva receta original se extendieron por todas partes, deseando comer “curry” barato, la ciudad era ahora bulliciosa. Así que la instigadora fue ella. Cuando me enteré ayer, se me cayó la mandíbula de sorpresa. Lo ha vuelto a hacer, pensé.

—Por el momento nos llevaremos a estos tipos en custodia. Creo que ya es hora de que la señorita regrese. Los guardias estaremos ocupados, así que, ¿podemos confiar a milady a lord William?

—Sí, tomaré la responsabilidad de escoltarla a la mansión.

—Puedo ser relevado si es lord William. Por favor, hazlo.

Los tres inclinaron la cabeza, y rápido arrastraron a los hombres. Al verlos partir, me senté en el banco, cuando repentinamente se abrió la puerta de la tienda y salió Lidi. Cuando se dio cuenta de mi presencia, trotó hasta donde estaba.

—¡Will! ¡Te he hecho esperar!

—No… Me gustaría que tardaras un poco más…

—¿Qué? ¿Te has cansado de ir de compras con una mujer? Siento haberte hecho acompañarme. Eso es todo por hoy, así que apresurémonos a ir a casa…

Compró lo que quería. Al ver la sonrisa de Lidi, negué con la cabeza. Los ruidosos guardias también se fueron. Era una rara oportunidad. Debería poder invitarla a tomar el té ahora…

—Lidi… Umm… Verás…

Ten el valor de invitarla. He comprobado una pastelería popular entre las mujeres con mucha antelación. Seguro que Lidi estará encantada. Tragué saliva y me decidí a hablar. Pero, las palabras de invitación fueron bloqueadas por la propia Lidi. Comprobó su reloj y alzó la voz.

—Ah, cielos, mira la hora. Si no me doy prisa en llegar a casa, papá volverá. Ha dicho que hoy llegará temprano, ¡tengo que volver antes! ¡Will, date prisa!

—No… ah, sí.

Colgué la cabeza cabizbaja. No, ¡el Primer Ministro está al tanto! Pensé en decirlo, pero no quiero dañar su espíritu diciéndoselo a ella, que cree que lo mantiene con habilidad en secreto. Intenté hablar un par de veces, pero al final desistí y decidí volver. Hoy tampoco pude invitarla. El día que pueda decirle mis sentimientos está lejos…


Lucy
Creo que este capítulo me hizo sentir menos lástima por la situación de Will, pienso que él podría haber seguido adelante más rápido una vez que confesara sus sentimientos y Lidi le hubiera dado su respuesta, pero al haberlo dejado tanto tiempo en el aire, ella nunca lo consideró como una opción porque no sabía que él era una xd

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