Viviré con humildad y confianza – Capítulo 82

Traducido por Shaey

Editado por Sakuya


Hmm hmm hmmmm~

La forma como tejo mis muñecas ha mejorado mucho. ¡He estado usando las cosas caras, así que siempre se siente bien al tocarlas! Creo que me divertiré mucho frotando mis mejillas contra ella cuando termine.

También he estado tejiendo en casa. Después de la cena suelo holgazanear en el salón y trabajar en ello. Me pregunto si estará listo pronto.

Estoy feliz de que al sumergirme en esto haya reducido mis descansos para comer. ¿Por qué los humanos siempre van a buscar comida cuando están aburridos…?

De todos modos, tal vez vuelva a la costura de agujas cuando esto esté hecho. Creo que intentaré hacer un gato esta vez.

Hmm hmm hmm~

♦ ♦ ♦

Como de costumbre, hoy me dirigí al Club de Artesanía con mi muñeca de lana.

—Parece que está progresando bastante bien, Reika-sama. Debería hacerse pronto.

—Sí, se ve bastante lindo. Me gusta cómo has hecho la barriga.

—Gracias. He estado tejiendo en casa también.

Fui particularmente cuidadosa en cuanto a cómo introduje un color diferente para las costuras. La curvatura del vientre se hizo con mucho, mucho cuidado también.

—Estaba pensando en usar fieltro de aguja para crear un gato después de que esto esté completo. Si no me equivoco, hay algunos miembros de este club que también practican el fieltrado con agujas, ¿correcto?

—Sí, eso es.

Me transporté en el Grupo de Sensación.

Me sonrieron. Sí, realmente creo que nos estamos llevando bien.

Así que presidente del Club, por favor déjeme entrar al club ya. Sé que tienes la la hoja de registro en una carpeta transparente en esa mochila de ahí, ¿sí?

No creas que puedes deshacerte de mí después de que esta muñeca de lana esté terminada.

♦ ♦ ♦

Un día, mientras me estaba dirigiendo al Club de Artesanía, cuando pasé junto a Enjou en el pasillo me dijo:

—Kisshouin-san, Katsuragi te ha estado llamando la Mujer Violenta. ¿Tienes alguna idea de lo que quiere decir?

Así que le respondí:

—No muy débil. No tengo la menor idea de lo que quiere decir.

Me sonrió y dijo:

—Por supuesto. Eres muy agraciada después de todo.

Así que le devolví la sonrisa y le respondí:

—Por supuesto. —Antes de ir a la sala del club.

Ese pequeño soplón. Trae la vergüenza a todo el sexo masculino…

Está decidido. Mi próximo proyecto de fieltro de aguja será un cerebro de pájaro.

♦ ♦ ♦

Finalmente, mi muñeca estaba completa. La llevé conmigo al salón donde mis padres y mi hermano se relajaban con un poco de té.

— ¿Oh? Reika. ¿Está tu muñeca terminada?

—Sí, lo es.

—Has estado tejiendo bastante, ¿verdad? ¿Hiciste una muñeca?

¡Tadah!

Revelé mi muñeca a la familia. Era un pequeño mapache con gafas.

—Este eres tú, padre.

—Eh.

Se lo entregué.

—Hice el animal que creo que te conviene más, papá. Lo hice sólo para ti. ¿Lo aceptarás?

— ¿Para mí?

Sosteniéndolo en sus manos, lo miró fijamente.

Cuando Wakaba-chan entró por primera vez en Zui’ran me sorprendió tanto que pude haber dudado repetidamente y vocalmente de mi padre. Se deprimió completamente y mi hermano me regañó. Estoy reflexionando.

Todo el mundo lo sabe, incluida yo misma, pero soy una especie de chica testaruda. Aun así, mi padre siempre me ha malcriado desde que era pequeña. Es por eso que me gusta mi padre también. Además, ver a un hombre de su edad tan triste me hizo sentir bastante culpable.

Es por eso que hice esto como una disculpa.

Sé que la gente odia que le tejan cosas a mano porque es demasiado intenso, pero somos padre e hija así que está totalmente bien, ¿verdad?

—Incluso añadí gafas, ¿vez? ¿No crees que se parece a ti, padre?

Me senté a su lado.

—Sí, está bien hecho. Gracias, Reika. Estoy muy feliz. Pero me ves como un mapache, eh. ¿Es porque piensas que soy astuto como un viejo mapache…?

—No, el mapache tiene una barriga como tú. Pero, hmm, un viejo mapache. Supongo que también te queda bien.

—…Ya veo.

Mi padre hizo una expresión un tanto difícil mientras seguía mirando la muñeca.

—Era la primera vez que tejía, así que las costuras están un poco desgastadas, pero apenas puedes verlo si evitas mirar de cerca, ¿verdad? Esta es mi primera muñeca de punto completa.

— ¡Ooh! Así que la primera va para mí.

Mi padre miró a mi hermano con suficiencia.

Padre, realmente pareces un mapache malvado cuando haces eso, ya sabes.

—Bien por ti, querido —añadió mi madre.

—Sip, sip. Pero, Reika, ¿realmente crees que mi barriga es tan grande? —preguntó mientras se frotaba la barriga.

—Sí, lo es. El sobrepeso es malo para la salud, así que creo que deberías hacer una dieta.

—…Supongo.

—Sé una manera de deshacerse de una barriga obstinada; el hula hooping. Te prestaré el mío, papá.

— ¿Tienes algo así?

— ¿Está en ello otra vez…?

Eh, hermano, ¿acabas de decir algo?

—Hagamos hula hoop juntos. Después de todo, espero que mi querido padre se mantenga sano para siempre.

— ¡Ohh! ¡Así que es así!

En el momento en que escuchó “amado”, su estado de ánimo se disparó a través del techo.

¿Papá va a estar bien? Estoy preocupada de que un día sea estafado. No deberías confiar en todo lo que la gente dice.

Con la muñeca en la mano, mi padre se dirigió a mi habitación.

—Es un poco embarazoso entrar en la habitación de mi hija —dijo, extrañamente feliz.

Oh, Dios. ¿Podría ser que no fuera un fraude lo que lo metiera en problemas, sino un acoso sexual?

—Ahora bien, papá, ¡pon tu espalda en ello y trabaja tu estómago!

— ¡Está bien!

Mi padre comenzó vigorosamente el hula hooping.

— ¡GYAH!

— ¿Papá?

Mi padre fue admitido en el hospital por dolores de espalda.

Mi madre se enojó increíblemente conmigo.

En la habitación del hospital, yo sólo dije —Lo siento. Debí haber sabido que no debía empujar a los ancianos.

Mi hermano dijo: — “Está en una edad delicada, así que elige mejor tus palabras” y se enfadó conmigo también.

Estoy reflexionando…

♦ ♦ ♦

De todas formas, después de que mi padre dejara el hospital, mi muñeca hecha a mano encontró un lugar en el estudio.

Escuché que a veces mi padre la acariciaba felizmente.

Como le gustaba tanto, decidí ser un poco descarada y darle un bastón para la espalda cuando mi hermano gritó, — ¡No bromees! y se enfadó conmigo una vez más.

Por supuesto que sí. Me estoy burlando de él porque lo amo.

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