No quiero ser amada
Rihannan Alessin, una reina pudriéndose en prisión, desesperada y sin esperanza, bebió veneno y murió. Pero… la deidad le dio una segunda oportunidad en la vida. Entonces, esta vez ella viviría de manera diferente.
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Rihannan Alessin, una reina pudriéndose en prisión, desesperada y sin esperanza, bebió veneno y murió. Pero… la deidad le dio una segunda oportunidad en la vida. Entonces, esta vez ella viviría de manera diferente.
Una historia de dos hombres, que no están al tanto de sus sentimientos recíprocos de amor, tratando de seducirse mientras uno pretende ser inocente y el otro honesto.
El primer candidato intentó casarse conmigo para obtener estatus social, el siguiente estaba interesado en personas del mismo género y el último intentó matarme. Eso significa que ninguno era mi persona predestinada.
Rachel fue recriminada por pecados que no recordaba haber cometido y encarcelada. Disfrutando de su tiempo libre y acosando al príncipe molesto, ¡Rachel disfrutará de su relajada vida en prisión al máximo!
Reencarné en una mujer egoísta, temperamental e histérica. La relación con mi marido es totalmente fría. Soy una existencia rechazada por todos. Sin embargo, mi hijo es muy lindo.
Soy el Rey Demonio… o lo era, en mi vida anterior. Ahora soy una aristócrata. Mi prometido ha sido indiferente conmigo últimamente. Cuando pensaba en la razón, recuperé fragmentos de mi vida anterior y la anterior a esa.
En medio de un gran baile, mi prometido canceló el compromiso. La razón fue… Traté de impedirlo, pero no lo logré.
Una dama desafortunada y un obstinado general.
La hija del Duque, Francesca di Rosenthal, recuperó los recuerdos de su vida anterior. Reencarnó en el personaje de la villana y rival de la heroína de un Juego Otome.
La Princesa Matilda está comprometida con el Emperador Leandroth, pero no logra entender las verdaderas intenciones del hombre que la eligió a ella, que tenía la costumbre de inclinar la cabeza, como su esposa.
Cuando se dio cuenta, la estudiante universitaria Mari había caído en el campo de batalla y una gran multitud de caballeros vestidos con armadura occidental la estaban llamando “Su Majestad”.
Ah, ¿de nuevo? Incluso en mi última vida mi novio se enamoró de mi hermana menor…
Soy unas de esas protagonistas de esas historias cliché, pero… ¡No quiero ser parte de algo problemático!
Deseando disfrutar de una vida campestre, sin querer cautivó a sus hermanos. Por eso dicen que del odio al amor hay sólo un paso.
Los engranajes del destino se han roto y los únicos que me extendieron su mano, fueron los demonios.