Traducido por Herijo
Editado por Dea
Los brotes de bambú que todos habían recolectado fueron llevados a la cocina donde se les limpió la parte dura. Esta incrementaba con el tiempo, por lo que era necesario hacer esto mientras aún se encontraban frescos.
Mientras tanto, el té fue servido a todas las personas cansadas que participaron en la excavación de brotes de bambú.
Bueno, cabe mencionar que solo unos pocos lo tomaron en serio. Los demás fueron como espectadores.
Mientras los veía desde un lado, empecé a pelar los brotes con rapidez.
Existía un platillo que solo podías comer mientras aún estuvieran frescos. Por lo que busqué los más jóvenes y tiernos para ese propósito.
En mi vida pasada, lo comí solo una vez, pero pensé que sería bueno hacerlo de nuevo.
Corté las raíces y lavé brevemente los brotes pelados. Luego, los corté en rebanadas delgadas y las puse en un plato. Seguí leyendo “Dejaré de ser la subordinada de una villana – Capítulo 41”