La consorte favorita del príncipe demonio – Capítulo 128.1: La lucha del dragón y el fénix (3)

Traducido por Selena

Editado por Meli


Murong Qi Qi suspiró y caminó hacia las hermanas. Sujetó la mano de Su Mei con la mano izquierda y con la derecha la de Su Yue.

—¡Ustedes dos tontas! Con mi habilidad ¿cómo no voy a poder cuidar de mí misma? Los hombres y las mujeres deben casarse una vez que han alcanzado la mayoría de edad. ¡¿Qué voy a hacer si pierden toda su vida por quedarse a mi lado?! ¡Ustedes son mis hermanas mayores! ¡Si no son felices, entonces yo tampoco lo seré! —Las miró son seriedad—. Así que, si están interesadas en alguien, deben dejarse llevar y amar con valentía. Si pierden su destino, entonces se arrepentirán toda su vida. No quiero verlas sentadas lamentando el pasado cuando sean viejas… Seguí leyendo “La consorte favorita del príncipe demonio – Capítulo 128.1: La lucha del dragón y el fénix (3)”

Reina Villana – Capítulo 55: Discutir es divertido

Traducido por Dimah

Editado por Ayanami


De hecho, han pasado varios días desde que se dio cuenta de que el hombre que tenía delante y el protagonista masculino que ella escribió tenían algunas diferencias en la personalidad, pero recién ahora lo ve como una persona completamente opuesta.

Ella era la creadora de este mundo. Esta es su historia, y por mucho que le gustaría pensar que las personas en la historia, especialmente el rey, no serían capaces de hacer cosas para las que ella nunca les había dado la capacidad de hacer, sigue sorprendiéndose a cada paso. Seguí leyendo “Reina Villana – Capítulo 55: Discutir es divertido”

La Princesa derriba banderas – Capítulo 146: Monólogo de un espía (3)

Traducido por Ichigo

Editado por Ayanami


El país que ese hombre describió como “hermoso” era ciertamente magnífico y próspero.

Incluso las ciudades remotas y alejadas de la capital real se mantenían limpias y vibrantes. Por supuesto, siempre había una brecha entre los ricos y los pobres, pero en general, los plebeyos seguían siendo razonablemente ricos. Al menos, mucho mejor que los esqueletos vivientes de Skeltz. Ni una sola vez vi a nadie hambriento, moribundo o tirado en medio del camino.

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