Traducido por Kiara
Editado por Ayanami
Un tal Ying dijo una vez que ¿criar a un niño era una cuestión de disciplina? Si no puedes cuidar a un adoslecente, ¿no me digas que podrás con un bebé?
Con toda honestidad, Ouyang Shuai era un niño sensato y lindo, me gustaba bastante. En comparación con esos niños que no lo eran y les gustaba ser falsos, me gustaba más su franqueza. Al menos fue franco frente a mí, especialmente sobre su adoración por Han Lei. Seguí leyendo “La vida después del matrimonio – Capítulo 24: Usando una máscara”