Kang Seoyoung, tenía diecisiete años cuando me dio a luz y ahora tenía veintiséis. Al ver su belleza ¿quién diría que la dama dio a luz? Pero en este mundo, las mujeres dejaban de considerarse atractivas después de los veinticinco años, pero eso no aplicaba para mi madre. Una mujer que no era joven, era abandonada en el cubo de basura, como un cachorro en la calle.
Ella dio a luz a gemelos: un niño y una niña. Todo el mundo la bendijo. Dar a luz a una hija no era una bendición, pero si a un hijo. Ella había hecho un gran trabajo. Seguí leyendo “Dicen que nací hija de un rey – Capítulo 05: El problema de ser revelado (2)”