Era una canción muy intensa, una conversación tardía. Para Ou Zi Nan, el amor de su padre fue como una montaña que lo oprimía e inmovilizaba. Temía decepcionarlo, por lo que se llevó al límite, pero su timidez lo puso en un aprieto del que nunca pudo salir. Era imposible que una persona que tocaba dieciocho instrumentos no tuviese talento musical.
No fue hasta que su padre falleció que la bruma que lo había cegado por fin se disipó, encendiendo en él un coraje sin precedentes. Así fue como vertió en la canción todo el amor que había sofocado, las emociones que había reprimido y su dolorosa impotencia. Todas las contradicciones, luchas, anhelos y reticencias de Ou Zi Nan fueron liberadas con el canto de Zhou Yun Sheng. Seguí leyendo “Pronto, utiliza el rostro del demonio – Arco 6 – Capítulo 6”