—Niña, ¿Tienes hambre? ¿No tienes hambre?
No he comido nada en todo el día.
Muy pocas personas en la calle se interesan por una niña que vende flores y viste un atuendo gastado. Seguí leyendo “¡Cuidado con esos hermanos! – Capítulo 8: Una casa en silencio”
Gracias al ligero cambio de opinión de Maryjun, Violette se sintió un poco menos pesimista. Aunque la forma de pensar de su media hermana no había cambiado del todo, había aceptado que debían mantener las apariencias. Eso era lo más importante.
Sin embargo, esto no sería suficiente para cambiar la vida de Violette. Ella seguiría siendo excluida del círculo familiar, arrastrada y tirada a su antojo. Se planteó endurecer su corazón y abandonar la idea de acercarse a Maryjun. Seguí leyendo “¡Juro que no volveré a acosarte! – Capítulo 48: Antes del punto de inflexión”