Dejaré de ser la subordinada de una villana – Capítulo 27

Traducido por Herijo

Editado por Michi

Corregido por Sharon


—Con esto, me gustaría iniciar la primera mesa redonda de Signora. Lo primero en la agenda es buscar estrategias para mejorar las ventas del masajeador de bambú. Me gustaría oír la opinión de todos. Quien quiera comenzar, por favor levante la mano —dije, y dirigí una mirada seria a todos los que se encontraban en la sala.

—Yo, señorita.

—Adelante, Sisie.

—Bueno… la verdad es que no entiendo el uso del masajeador de bambú

—Yo tampoco

—Ni yo.

Después de su observación, George, Ed y el resto del equipo asintieron en aprobación.

—¿No puedes entenderlo, incluso después de leer las instrucciones?

El masajeador de bambú llevaba un manual de uso en el paquete. Como solo era necesario pararse sobre él, no veo cual era la parte complicada.

—Siendo exacta, más que no saber como usarlo, no entiendo qué ocurre cuando lo uso.

¡¿Cómo es eso posible?!

Me encontraba realmente sorprendida ante esta declaración.

A pesar de que los japoneses tenemos el concepto de los puntos de presión y el uso del aceite y la acupuntura, eso no existía en este mundo. De verdad no lo pensé.

—Ya veo. George, ¿podrías quitarte los zapatos?

—¡¿Eh?!

—Calcetines incluidos.

—¡¿Qué?!

George se volvió penoso mientras retorcía su pie descalzo.

—Ahora, George, ¿podrías apoyar tu pie sobre el masajeador de bambú usando todo tu peso?

Con timidez, puso su pie encima del masajeador de bambú, aplicando presión

Todo el mundo observaba con atención

—Ahora, repite ese paso muchas veces, como si estuviera marchando encima del masajeador.

—Esto es…

—¿Qué le parece? —preguntó Sisie con una mirada expectante.

—¡Se siente increíble! Es una sensación misteriosa, como si las plantas del pie se estiraran.

Todo el mundo dirigió su mirada a George.

♦ ♦ ♦

—¡Es bueno para la salud!

—¡Qué bien se siente!

—Aah…

Los clientes y transeúntes se detenían a observar el espectáculo que se mostraba a través del aparador de Signora.

Las mujeres mayores, como si vieran algo entretenido, y las jóvenes con sus caras teñidas de rojo.

Eventualmente, una se armó de valor para preguntar de qué se trataba.

—Es un método para el cuidado de la salud proveniente de una región muy lejana. Se llama masajeador de bambú. Existe un punto en las plantas del pie que se conecta con el resto del cuerpo, y el masajeador sirve para estimular este punto.

—Por las reacciones puedo suponer que se siente bien ¿verdad? —preguntó la señorita mientras tragaba saliva.

—¿Por qué no le preguntamos a alguien que ya lo haya usado cómo se siente? George, ¿puedes venir?

—¡Es lo mejor del mundo! —respondió él con una hermosa sonrisa. Estaba un poco sudoroso debido al uso prolongado del masajeador.

Digno de un chico guapo. La sonrisa parece brillar.

—¡Lo compraré!

—¡Yo igual!

—¡Yo primero!

Y así empezó la competencia para ser la primera en comprar el masajeador de bambú.

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