El Conde y el hada – Volumen 5 – Capítulo 6: El laberinto del Goblin

Traducido por Den

Editado por Nemoné


—Oye, papá.

Un joven de cabello ondulado negro apareció inesperadamente en el laboratorio de la universidad donde el profesor Carlton pasaba la noche preparando los borradores para su seminario[1].

El joven entró en la habitación a través de la ventana y se sentó encima de su escritorio y Carlton supo que este hada con un gran ego y una figura alta era un conocido hada de Lydia, pero este hada nunca había hablado con Carlton, por lo que se sorprendió un poco.

Además, de repente llamó a Carlton “Pops”. Lo primero que pensó Carlton fue: No soy tu padre. Porque tuvo la vaga sensación de que este era el hada que estaba intentando tomar a Lydia como su novia.

— ¿Dónde está Lydia, Pops?

Carlton se acomodó sus anteojos y recogió sus documentos dispersos.

—Es medianoche. Es la hora del día en que debería estar durmiendo en casa.

—No está ahí. ¿Por dónde está vagando?

—Si es la joven dama, entonces está con el conde.

Hubo otra voz desde una dirección diferente. Carlton observó cómo el joven caminaba hacia los armarios y vio cómo el cristal de turmalina que estaba dentro se balanceaba de forma extraña.

— ¿Tú qué haces aquí?

El joven arrancó algo con los dedos y el cristal de turmalina también comenzó a flotar en el aire.

—El padre de la joven dama definitivamente tiene magníficas piedras. Este es un lugar que relaja a las hadas como yo de la mina de hierro.

Carlton supuso que había un hada invisible con solo escuchar su voz mientras apoyaba la mejilla en su palma.

— ¿Crees que son buenas piedras?

— ¿Por qué no lo serían? Mire este granito de finos detalles.

—Así es. Parece que tú y yo compartimos el mismo interés. Los estudiantes en estos días están tan dedicados a clasificar las cosas que parecen no tener admiración hacia la belleza de la piedra.

—Oh, cielos, eso no servirá para nada. Una piedra es, en otras palabras, una parte del misterio de la tierra. Las piedras preciosas no son lo único maravilloso en esta tierra.

Carlton asintió.

—A quién le importa eso. Lo que es más importante, dijiste que Lydia está con él conde, ¿dónde?

El joven sacudió violentamente al hada que todavía sostenía colgando en sus dedos.

—Oh, por favor, no, para, están en un lugar llamado harén.

 — ¿Un h-harén?

Carlton finalmente se dio cuenta de que era un asunto de emergencia y rápidamente se puso de pie.

— ¿Qué quieres decir con eso exactamente? —preguntó al hada.

—El conde había preparado una habitación maravillosa para la joven dama. Si ambos pasan un poco de tiempo a solas juntos, puedo garantizar que su amor se profundizará.

—Espera un segundo, ¿el conde preparó una habitación para poder pasar tiempo a solas con Lydia?

Y además, ya era medianoche. No estar en casa a esta hora de la noche y estar con el conde era algo imperdonable en primer lugar.

—Ahora que lo pienso, finalmente entiendo lo que es un harén. Es un lugar donde un hombre encierra a su mujer. Por eso nadie más puede arrebatársela.

—Oh, es así. Entonces, mientras la joven dama esté allí, eso significa que no hay nadie que pueda separarlos. Bien, de hecho es bueno.

— ¿Oye, dónde está ese harén?

—Está en una tienda llamada Palacio de Madam Eve. Uhh, la dirección es…

— ¡Date prisa y guíame hasta allí!

El joven creó un remolino que dispersó todos los papeles de la habitación y desapareció. Parecía que la pequeña hada también había desaparecido.

Carlton se quedó quieto y completamente estupefacto.

Después de un rato, salió corriendo al pasillo y corrió hacia la habitación en la que estaba su aprendiz y donde se almacenaban todos los trabajos y archivos de referencia y de material informativo.

— ¿Langley, dónde está un lugar llamado Palacio de Madam Eve?

—Profesor, si hay algo que le gustaría buscar, por favor enumérelos en prioridad. Todavía no he completado la lista de hoy.

—Este es uno de máxima prioridad.

Langley finalmente levantó la cabeza.

—Palacio de Madam Eve, ¿verdad?

—Uh, parece ser un tipo de lugar de un harén, pero ¿un harén no es como un serrallo[2] de un país polígamo? He oído que en un país polígamo, tan pronto como los reyes o los señores feudales encuentran a una joven que les llamara la atención, las capturarían y las llevarían a sus harén para convertirlas en sus esposas. Oh, eso. La verdad del edificio donde la clase alta visita y disfruta con frecuencia como un palacio harén está envuelto en misterio.

—Lo conocías.

—Es el edificio lascivo en Charing Cross, ¿no? Pero, no parecía que ninguna prostituta de clase alta entrara o saliera de allí, y aún así el lugar ordena vestidos y accesorios para mujeres y todo tipo de cosas que una mujer necesitaría. Escuché que podría haber una princesa de algún lugar o una mujer que está encerrada allí por una razón específica. Entonces, los clientes del Palacio de Madam Eve se consideran como sultanes y tienen a su segunda o tercera esposa en su propio harén privado escondido de la sociedad. Aunque es sólo un rumor.

Carlton se alejó del escritorio tambaleándose.

— ¿Sucede algo con ese lugar?

—No, nada…

¿Lydia está en ese lugar reuniéndose en secreto con el conde? ¿Un lugar donde las mujeres son encerradas en secreto?

Aunque pensó que era imposible, Carlton no confiaba demasiado en que el conde fuera un ser humano normal y decente.

Sin embargo, para Lydia, él era una persona importante que necesitaba sus habilidades como Doctora de Hadas, y, para empezar, Carlton también sabía muy bien que porque ese joven no era el conde, necesitaba aún más la ayuda de Lydia.

Carlton también sentía que la razón por la que su hija todavía estaba a su lado y vivía en el Mundo Humano era gracias al trabajo de ese conde.

Pero aún así, si tenía la intención de tratar a su hija como su amante, entonces era una historia diferente. Si la sociedad descubriera que estaban jugando con ella y se dañaba su reputación como una mujer que se podía casar, no podía imaginar cuánto sufriría Lydia.

La familia Carlton no era de la clase alta, pero en su ciudad natal eran una familia con un linaje muy conocido desde los viejos tiempos y en la actualidad no tienen la necesidad de menospreciarse contra los nobles. No tenía planes de permanecer en silencio después de que el futuro de su hija fuera arruinado.

Pero, se preguntaba cómo se sentiría Lydia al respecto. Cuando comenzó a pensar en eso, su mente de repente dibujó una nube brumosa sobre su ira hacia el conde.

Puede que haya criado a Lydia con demasiada libertad, pero en el fondo, era una chica amable y de buen corazón. Puede parecer poco convencional en comparación con la tendencia femenina actual de que la mujer ideal es sumisa e ingenua. Pero, incluso su madre era el mismo tipo de mujer. Y por eso, él sabía que incluso cuando alcanzara la edad para casarse, todos los jóvenes se mantendrían alejados de ella. Pero la opinión de Carlton era que ella no tenía que socializar con un hombre que no entendiera ni apreciara su valor.

Por otro lado, si ella se enamorara verdaderamente, entonces pensó que no acudiría a nadie por ayuda o consejo y que se encargaría de las cosas por su cuenta.

En otras palabras, el punto por el cual Carlton estaba preocupado era el caso en que Lydia siguiera adelante y se convirtiera en la amante del conde.

Cuando comenzó a recordar ciertas cosas, había expresado signos de disgusto por los rumores entre Lydia y el conde y había decidido que desaprobaba que amara a alguien o se casara. Por supuesto, eso se debió a sus sentimientos egoístas de soledad como padre, pero si ella pensó que él lo desaprobaría, eso podría haber hecho que no pudiera salir de esa situación.

Sin embargo, eso pensó Carlton y sacudió violentamente la cabeza hacia los lados. Lydia aún era una menor de edad. Aún tenía muchas partes infantiles, e incluso si era capaz de cuidar de ella misma, no tenía experiencia dentro de la sociedad humana y para ese conde mujeriego, ella era un blanco fácil de engañar.

Sin importar cuáles fueran los sentimientos de Lydia, ese conde no podría no ser el típico hombre, pero que no es estúpido. Debería saber que esa clase de acto no se descartaría como un capricho pasajero.

No importaba cómo lo pensara, no era un asunto simple para dejarlo pasar.

Cuando tomó esa decisión, Carlton regresó a su laboratorio, se puso el abrigo y salió corriendo por la puerta.

Den
Edgar tiene un gran trabajo por delante si quiere ganarse la aprobación del padre de Lydia. Porque por ahora le va a ser difícil con la tan mala imagen que tiene de él

♦ ♦ ♦

Pesadilla está agitada.

Lydia estaba descansando mientras estaba divagando en un sueño, y sin saberlo, la atrapó la Pesadilla.

Era una pesadilla donde no podía escapar del laberinto creado por los Goblin. Lydia vagó sin rumbo por los agujeros y túneles oscuros. Cuando sintió una presencia, justo detrás estaba Ulysses. Presionó un cuchillo contra su garganta y le ordenó que entregara el diamante negro.

No puedes tener el diamante, dijo Edgar, de la nada, que estaba cerca de ellos.

Entonces estás bien con que muera esta chica. 

En ese momento, Lydia sintió que su cuerpo fue cortado y su mente estaba mareada.

Pensó que fue asesinada, pero como solo estaba sucediendo en un sueño, a pesar de que estaba muerta, su mente seguía pensando.

『Lo siento, Lydia』

¿Qué se supone que significa eso? ¿Solo vas a decir perdón y sacrificarme?

Pero, Lydia se había estado preocupando diariamente de que pudiera suceder ese tipo de cosas.

Lo más importante para Edgar era su venganza contra Príncipe, y si era por el bien de vengar a sus amigos que fueron asesinados, entonces seguramente abandonaría a Lydia.

Si me quedo a su lado, esto estaba destinado a pasar… 

Dice que siente algo por mí y quiere que me case con él, pero es todo una mentira. 

Lydia susurró “ayúdame” y luego sintió el brillo del anillo de piedra lunar luchar contra el poder de la Pesadilla.

El paisaje volvió a cambiar. Edgar estaba frente a Ulysses y estaba a punto de tomar una decisión diferente. Dijo:

—No quiero el diamante, sino salvar a Lydia.

Ulysses contestó:

—Entonces, a cambio tendrás que morir.

Como le ordenaron, Edgar se apuntó con la pistola a la cabeza.

『Lo siento, Lydia』

No…

¿Guardián de la piedra lunar, no ibas a espantar a la Pesadilla? 

¿Es sólo una pesadilla? 

No quiero esto. 

『Si no quieres nada de esto, entonces debes alejarte de él』

—Lydia.

Sí, puede que tengas razón. 

No había ninguna razón para que Lydia estuviera al lado de Edgar.

Fue de alguna manera involucrada en esta situación y se convirtió en su prometida, pero no era como si lo odiara, quería ayudarlo, pero había un límite para estar a su lado solo por sentimientos de simpatía.

Periódicamente la alejaría ya que sabía que ella no podía estar de acuerdo con todo lo que estaba haciendo. Y sin embargo, Edgar le dijo que estaba bien si ella lo regañaba por su sentido de la justicia por cosas que ella no podía estar de acuerdo. Necesitaba ese sentido, por eso quería que estuviera a su lado.

Pero eso era imposible. Si se quedaba al lado de Edgar sin entenderlo por completo, eso solo aumentaría su desconfianza hacia él. Al final, ella se convertiría en su víctima. O, podría acabar destruyéndose a él mismo.

Si esa pesadilla se iba a hacer realidad, sería mejor que se separaran.

— ¿Lydia, te duele?

Lydia sintió la mano de alguien tocar su mejilla y abrió los ojos. Pudo sentir que finalmente había escapado de esa pesadilla, pero al principio no se dio cuenta de que Edgar estaba justo frente a ella.

Por eso extendió su mano inconscientemente. Envolvió sus brazos alrededor de él para asegurarse de su presencia.

—Está bien. Sólo estabas soñando —respondió.

Cuando sintió sus dedos envolverse en su cabello, comenzó a calmarse.

Y se dio cuenta de lo que estaba haciendo.

—L-Lo siento… Me estaba sintiendo un poco mareada.

Trató de alejarse de él, pero su cuerpo no respondió como quería.

—Puedes estar un poco mareada por un poco más de tiempo —ofreció.

Necesito alejarme de él. 

Recordó las palabras que escuchó en su sueño.

Lydia no quería convertirse en una víctima de Edgar y no quería convertirlo en una víctima. Pero, por alguna razón, hubo un momento en que sintió que no quería apartarse de su lado.

—Oye, no toques a Lydia.

Deberían haber sido solo ellos dos, pero se escuchó otra voz. Cuando se giraron, vieron a un caballo negro saltar del espejo cerca de ellos.

— ¿K-Kelpie…?

—Este lugar definitivamente es horrible; está lleno de los agujeros de los Goblin. De todas formas, Lydia, saldremos de aquí de inmediato.

Kelpie se transformó de inmediato en su forma humana, empujó a Edgar y tiró del brazo de Lydia.

—E-Espera un segundo. Si vamos a salir, entonces Edgar…

—No puede venir. Sólo puedo llevar a una persona, y si te separo del conde, entonces él dijo que no le pondría un dedo encima al Doctor de Hadas. Así que solo te llevo a ti.

— ¿Él? ¿Te refieres a Ulysses?

Edgar se puso de pie con una mirada como si todo esto fuera molesto, pero no intentó detener a Kelpie que estaba levantando a Lydia para llevársela.

— ¿Cómo sabría su nombre? Es quien controla a los Goblin. Fue quien me robó el diamante blanco.

—Detente, Kelpie, ¡bájame!

—No seas estúpida.

— ¡Edgar, di algo!

—Oye, conde, te daré una advertencia por tu bien. Ese tal Ulysses dijo que iba a matarte, después saltó al agujero del Goblin. Deberías tener cuidado para no toparte con él.

Kelpie arrojó de forma arrogante a Lydia sobre su hombro y se dirigió hacia el espejo.

Sin dar a Edgar tiempo para detenerlos, su alrededor se volvió completamente negro.

O, ¿quizás no tenía ninguna intención de detenerme? 

¿Pensó que sólo iba a estar en medio cuando me he resfriado y me estoy tambaleando? 

Kelpie siguió galopando en la oscuridad.

Lydia sintió el viento que soplaba y se dio cuenta que estaba montada en su espalda en su forma de caballo y se aferró a su cuello. Sintió el suave cabello de su crin rozar sus mejillas.

Llevaba puesto el abrigo de Edgar y todavía usaba el diamante negro.

Estaba en el territorio cercano al Mundo Humano y el otro mundo. Kelpie siguió galopando a través del laberinto de los Goblin.

Siguiendo el plan de Ulysses, rodeada de Goblins, Lydia pensó que no había otro lugar más seguro que estar a lomos de Kelpie, pero luego cambió de opinión al pensar que quizás Edgar había llegado a esa idea también.

Si Ulysses dijo que no lastimaría al Doctor de Hadas una vez que se alejara del lado de Edgar, entonces eso quiere decir que estaba siendo cauteloso con la magia de Kelpie y estaba manteniendo la distancia.

Ya que sabía que un caballo acuático es un hada peligrosa, no iba a ponerle las manos encima tan fácilmente. Y el diamante negro en el colgante que Lydia llevaba también estaría protegido.

Entonces, ¿eso quiere decir que Edgar realmente quería proteger al diamante negro? 

O, ¿podría ser que sus palabras de ayer sobre cómo yo era más importante que el diamante eran realmente lo que quería decir? 

Si el beso que le dio en contra de su voluntad era en realidad una mentira, entonces esto era demasiado triste.

Esto es injusto, Edgar. 

¿Me necesitas o no? 

No sé la respuesta. Pero, no puedo separarme de él ahora. 

Lydia pensó eso firmemente.

En medio de la oscuridad, había una luz que brillaba tenuemente de la piedra lunar.

El anillo de Gwendolyn irradiaba luz.

『Eres la nueva guardiana hada del nuevo conde, ¿verdad? 』Preguntó.

No. No me voy a casar con Edgar. 

Pero, soy su Doctora de Hadas. Si ni siquiera necesita eso, entonces necesito que me lo diga o no sabría qué hacer. 

Lydia soltó su mano de Kelpie.

— ¿Oye, Lydia? —gritó Kelpie.

Su cuerpo cayó.

En el profundo charco de oscuridad, siguió cayendo de un lado a otro, mientras era protegida por la débil luz de la piedra lunar.

♦ ♦ ♦

Edgar, que ahora estaba solo, caminó hacia el agujero en la pared supuestamente hecho por los Goblin.

No tenía sentido quedarse en el mismo lugar. Cogió una vela en una mano y decidió entrar en el agujero.

Se imaginó que sería estrecho, pero había suficiente espacio para que pudiera estar de pie y caminara con facilidad. Parecía que se adaptaba a la altura de quien estaba dentro.

Descubrió que el pasadizo de la cueva, cuyas paredes estaban rodeadas de rocas, se extendían hacia la distancia. Y cuando se giró, no había ninguna señal del agujero en la habitación del Palacio de Madam Eve que debería haber estado detrás de él. Sólo una pared rocosa bloqueaba la vista de Edgar.

Ya veo. Estaba convencido de que una vez que alguien deja el anterior lugar, no podrían regresar a ese sitio. Lo que significa que no tenía más remedio que seguir adelante.

Edgar se volvió hacia el oscuro pasillo y siguió caminando.

No importa cuánto tiempo pasara, el camino seguía siendo un solo camino. En un momento, hizo una marca con un cuchillo en la pared a su derecha. Después de seguir adelante, la marca apareció en la pared de su izquierda.

— ¿Este es el lugar de la banda de Moebius? [3]

Tal vez fue un error dejar ir a Lydia, pensó, pero no había nada que pudiera hacer para cambiar eso ahora.

Justo cuando estaba pensando en lo que debería hacer a continuación, pudo ver acercarse una luz parpadeante.

Alguien está ahí. ¿Es Ulysses? 

— ¡Lord Edgar!

Ante la voz familiar, Edgar se relajó.

—Raven, estabas bien.

Raven se acercó corriendo y luego se arrodilló frente a Edgar.

—Lo lamento muchísimo. Porque me alejé de su lado indebidamente no pude regresar.

—Ahh, es cierto, fue muy problemático sin ti.

— ¿Pasó algo?

Raven preguntó rápidamente con una expresión seria en su mirada y movió su mirada para examinar si Edgar estaba herido en alguna parte.

—Bueno, estaba solo con Lydia. Además, está usando una prenda muy fina y estaba débil por la fiebre así que pasé por un momento terrible tratando de contenerme.

—Uh-huh…

—Pero, debo decir que las mujeres que tienen fiebre son tres veces más seductoras de lo habitual. Sus mejillas estaban sonrojadas, y me miraba con unos ojos húmedos, solo podía pensar que me estaba invitando. Afortunadamente, recordé cómo me arañó ayer, así que pude contenerme.

Edgar se agachó para mirar a los ojos de Raven, que parecía estar confundido incluso cuando su rostro estaba trabado en un estado inexpresivo.

— ¿Lo viste?

— ¿Y se refiere a…?

—El ombligo de Lydia.

—…

Al ver que Raven evitaba el contacto visual, debe haberlo visto muy bien.

—Olvídalo.

Incluso si sonrió levemente, se aseguró de que hubiera un fuerte énfasis en el significado de su orden.

—Sí.

Raven inclinó la cabeza.

— ¡Oh, en serio! ¡Y yo que me preguntaba de qué estaban hablando tan seriamente!

Detrás de Raven, había un gato con una corbata y estaba de pie sobre sus dos patas traseras.

— ¿Por qué? Esto es serio. Nico, si fue Raven, entonces bueno, lo perdonaría. Pero si fuera otro hombre, entonces tendría que sacarle los ojos.

—Más importante aún, ¿dónde está Lydia? —preguntó el hada felino.

—Kelpie la sacó de aquí. Parece que Ulysses también está en el laberinto. Y parece que los Goblin fueron tras el marqués Barkston, y esa es la razón por la que Ulysses está haciendo que los Goblin usen el Palacio de Madam Eve y lo conviertan en un laberinto para poder capturarlo. Aunque todavía puede que no sepa que también hemos entrado.

—Si se trata del marqués, lo acorralé en una habitación llena de retratos y lo até, pero parece que la habitación también se ha vuelto una parte de este laberinto. Una vez que salí, no pude volver a entrar—explicó Raven.

Y así Nico encontró a Raven que deambulaba dentro del laberinto y lo guiaba por los pasadizos.

Edgar no sabía por qué Nico estaba aquí, pero parecía que como era un hada, podría averiguar qué camino tomar.

—Entonces, Nico, ¿en qué dirección está la salida?

—Parece que no hay ninguna salida en particular. Y no tengo la fuerza de un animal como Kelpie para abrir un agujero.

—Parece que nuestra única opción es encontrarnos con Ulysses.

Cuando dijo eso, Edgar se puso de pie.

—Parece que el diamante blanco ha caído en manos de Ulysses. Y si es así, entonces debemos pensar qué hacer a partir de ahora. Por el momento, quiero hablar con el marqués…

— ¿Va a utilizarlo, mi lord?

—Bueno, veamos… ¿Raven confiarás en mí sin importar lo que suceda?

El joven lo miró con curiosidad, pero no dudó en responder “sí”.

—Apresurémonos hasta el marqués. Nico nos guiarás, ¿verdad?

—Gahh, pero no quiero estar cerca de ese Ulysses. Existe la posibilidad de que vaya a donde está el marqués, ¿verdad?

—Pero, ni siquiera tú podrías salir de aquí a menos que Ulysses abra una salida, ¿verdad?

Nico colocó las manos en sus caderas y entrecerró los ojos con descontento, pero se dio la vuelta para mirar en la otra dirección y comenzó a trotar mientras meneaba la cola.

♦ ♦ ♦

El lugar donde Lydia cayó fue donde los Goblin se reunieron en un círculo mientras estaban en medio de una festividad.

La pequeña y sucia habitación no parecía ser parte del Palacio de Madam Eve. Lo que significa que los Goblin podrían haber cavado un túnel que conectaba con algún otro reino.

Miró a su alrededor para ver a uno de ellos recogiendo una botella de alcohol que era tan grande y alta como su altura y se la bebió como si fuera una fuente, pero luego comenzaron rápidamente a hacer un alboroto que sonaba como una rana. Estaban completamente borrachos y sólo sintieron a Lydia, que se había estrellado contra ellos, cuando se levantó silenciosamente y estaba tratando de esconderse de forma cuidadosa.

Observó cómo todos se calmaban y volvían sus rostros deformados uno por uno en dirección a Lydia.

『¿Quién eres?』

『¿Cómo entraste aquí?』

—Soy… Soy una Doctora de Hadas. Escuchen todos, es mejor que no se acerquen a mí.

Porque su atuendo era diferente a su ropa habitual, no tenía su reserva escondida de espinos que tenía el poder de alejar a las hadas.

Pero aún así, las hadas malvadas y pequeñas deben haberse sorprendido cuando dijo que era una Doctora de Hadas porque se alejaron rápidamente.

『Es la joya negra.』

Pero uno de ellos susurró algo inesperado.

Lydia se dio cuenta de a qué se refería y movió su mano para esconder el colgante.

『¿No es la que el maestro estaba buscando?』

『Es verdad.』

『Oye, entonces, ¿qué deberíamos hacer?』

Lydia se acercó a la sombra de la chimenea para esconder su cuerpo y rápidamente tomó el colgante y lo escondió en uno de los bolsillos del abrigo que llevaba puesto.

Pero, incluso si lo escondía, no podía engañarlos. ¿Cómo podría burlar a los Goblin?

—Por favor, ayúdame…

Justo en ese momento, escuchó la débil voz de alguien pidiendo ayuda desde un rincón de la habitación.

Dirigió su mirada hacia esa dirección y se esforzó por ver qué había en ese oscuro rincón, y vio que había un chico pequeño rodeado de Goblins y encogido de miedo.

Era tan delgado y puro hueso, pero estaba familiarizada con esa cara blanca como la tiza. Era ese niño mal hablado que conoció en la biblioteca de la mansión del conde. La miró con ojos suplicantes e intentó salir del lugar en el que se encontraba, pero la fuerza de su cuerpo desapareció repentinamente y su cuerpo se desplomó en el suelo.

Lydia hizo a un lado a los Goblin y corrió hacia él.

— ¿Oye, tú, uhhh, Jimmy? Levántate.

Recordó que Edgar dijo algo sobre un chico que fue capturado por Ulysses. Lydia decidió que debía salvarlo e intentó llevarlo en sus brazos, pero de repente los Goblin entraron en pánico.

『Oye, detente.』

『No puedes hacer lo que te dé la gana.』

— ¡¿Ay, qué estás haciendo?!

Uno de ellos golpeó a Lydia en la pierna con una pala pequeña.

—Esa joya… —murmuró el chico—. Estas criaturas dijeron que era un rehén así que podían intercambiarme por el diamante —explicó.

『Así es.』

『El maestro lo dijo.』

『Si nos entregas esa joya, te daremos al chico.』

Oh, no, ¿qué debería hacer? Pensó Lydia.

Solo lo estaba tomando prestado de Edgar. No podía entregárselo al enemigo sin consultarlo.

Pero quería ayudar a Jimmy.

Oh, ya sé… 

A Lydia se le ocurrió una buena idea y se levantó para poder mirar a los Goblin que la rodeaban.

—Entonces me lo darán si les doy esto.

Abrió la palma de su mano y les mostró la piedra negra y brillante.

Esa es, dijeron a la vez.

—Entonces, es un intercambio.

Se aseguró de que todos asintieran, y Lydia arrojó la piedra en una dirección.

Todos los Goblin entraron en pánico y corrieron hacia él.

En ese momento, Lydia tiró del chico.

—Ahora, de prisa. Tenemos que correr, ahora.

De alguna manera logró estabilizarlo, tiró de su mano y corrió hacia la puerta. No parecía haber ningún ruido de los Goblin persiguiéndolos, pero Lydia quería alejarse lo más rápido posible.

—El diamante… Estás loca por entregar el diamante cuando pertenece al conde.

Jimmy cojeaba detrás de ella mientras le gritaba enfadado.

Y tú fuiste quien dijo que eras un rehén por el diamante. Lydia estaba sorprendida de cómo todavía mantenía la postura de burlarse de ella.

—Eso fue un trozo de carbón. Los Goblin no se darán cuenta por un rato.

— ¿Carbón…?

Cerca de la zona donde estaba acostado Jimmy, había un cubo lleno de carbón. Lydia había escondido un trozo de carbón que era del mismo tamaño que el diamante en la palma de su mano y eso fue lo que usó con los Goblin.

Aceptaron intercambiar a Jimmy por lo que Lydia les había mostrado.

—Los engañaste.

—Los engañé… Fue para salvarte.

En cuestión de tiempo, entraron en un pasadizo levemente iluminado.

Había edificios a su alrededor a ambos lados. Era un camino que atravesaba una zona pobre de la ciudad, con viejos y temblorosos ladrillos, cristales rotos y ventanas con persianas rotas y marcos de ventanas alineados de manera desigual en las paredes de los edificios.

Pero este lugar también fue atrapado en los túneles de los Goblin, por lo que era como si no hubieran logrado escapar del laberinto.

Lydia comenzó a perderse y cuando dejó de correr, Jimmy apartó su mano de la de ella, que lo guiaba.

— ¿Dónde está el conde…? Debería haber venido a rescatarme.

—Sí, está aquí. Todos nos separamos para buscarte.

Pero solo miró a Lydia sospechosamente.

— ¿Robaste el diamante negro del conde?

— ¿Huh? ¿Qué estás diciendo?

De repente sostuvo algo que señalaba con su puño cerrado y vio que había un trozo de cristal con un borde afilado y peligroso.

—Tú te ganaste el favor del conde y se lo robaste, ¿no es así?

— ¿D-De qué estás hablando?

—Desde el principio sospeché que pudieras ser una espía. Sólo eres como el que puede ver hadas. Como ese hombre que me atrapó y me encerró.

—Espera un momento, Ulysses y yo no tenemos…

—Entrega el verdadero diamante. Es inútil fingir salvarme e intentar aprovecharte de mí.

—Te equivocas. Créeme. Yo…

—Finges ser una humana, pero realmente eres un hada, ¿verdad? Trabajas para él, ¿no es así?

—Estás equi-…

— ¡No puedes engañarme!

Con el cristal en su mano, saltó hacia ella. Lydia no sabía lo que debería hacer.

En ese momento, el movimiento de Jimmy se detuvo repentinamente.

Ermine agarró el brazo del niño y lo alejó de Lydia.

—Detente. Realmente es una aliada de Lord Edgar.

Jimmy se dio cuenta de Ermine y, sorprendido, no opuso resistencia. Sin embargo, aún no podía permitirse confiar en Lydia tan fácilmente.

—Estás mintiendo, ¡estás siendo engañada por ella!

Sacudió la cabeza en confusión y de repente salió corriendo en otra dirección.

Ermine trató de seguirlo, pero una vez desapareció de su vista en una esquina del túnel, dejó de seguirlo y regresó por donde vino.

Debe haber decidido que si iba tras Jimmy, entonces se separaría de Lydia.

— ¿Señorita Carlton, está bien?

—Sí. Pero, Ermine, ¿cómo entraste a este lugar?

—No estoy muy segura. Entré en un edificio en el que Jimmy estaba encerrado, pero luego el espacio a mi alrededor de repente cambió y se distorsionó, por así decirlo, y parecía que las calles y los edificios se habían deformado en este territorio.

—Eso debe ser porque los Goblin cavaron estos túneles. El lugar donde estabas debe haber sido arrastrado al laberinto. Creo que Edgar y Raven también están aquí en alguna parte, al igual que el marqués Barkston y Ulysses.

Ermine asintió solemnemente.

—Varios de los miembros de la Luna Escarlata también estaban buscando a Jimmy, así que apostaría a que también fueron arrastrados hasta aquí y se perdieron.

—Ese chico, espero que pueda encontrarse con ellos.

—Por el momento, pongámonos en marcha. Estoy segura de que Lord Edgar la estará necesitando.

No puedo apostar por eso. 

Con Jimmy siendo tan insolente con ella, había perdido toda su confianza. Al preguntarse si sus ojos verde dorado y el hecho de que pudiera ver hadas daban una impresión realmente espeluznante.

No, no, lo más importante es que estoy aquí porque soy una Doctora de Hadas. 

Lydia se dijo eso a sí misma en su cabeza y siguió avanzando por el túnel con Ermine.

Mientras caminaban, las decoraciones de su ropa comenzaron a tintinear y eso la molestó. Se preguntó en qué estaba pensando Ermine cuando vio a Lydia usando la ropa que llevaba la muñeca.

Me pregunto si piensa que vine a investigar si Edgar tuvo una aventura. 

Además estoy usando su abrigo. 

—Uh, Ermine, sobre la ropa que llevo puesta, no es como si estuviera usando esto porque lo deseara.

—Sí, puedo imaginar que hubo algún tipo de problema. Pero, tuvo suerte de que Lord Edgar pudiera prestarle su abrigo.

— ¿Eh? ¿Por qué?

—Dado que sería una buena oportunidad, él pensaría que también podría disfrutar de la vista.

Lydia se dio cuenta de que Ermine en realidad era el tipo de persona que no tenía ningún problema para decir cosas tan vergonzosas.

— ¿Eso no quiere decir que no fue una vista tan agradable…?

—No debe de haber tenido la confianza para acabar con ello con solo ver.

Oh, Dios. 

Lydia pensó que necesitaba cambiar de tema.

Mientras seguían mirando a través de los complicados pasajes del túnel, había muchos de ellos que eran callejones sin salida.

—Sabes, siento que el laberinto de los Goblin está comenzando a hacerse más pequeño.

—Si eso es cierto, me pregunto qué significa eso.

—Parece que están intentando reunir a todos cerca del centro.

Si todos lo que han entrado a este laberinto se reunían en el centro, se preguntaba qué estaba planeando Ulysses hacer con ellos.

Mientras Lydia estaba pensando, de repente se abrió un agujero debajo de sus pies.

Ermine se dio cuenta inmediatamente y agarró la mano de Lydia, pero el suelo bajo sus pies también cedió, y ambas cayeron.

La distancia que cayeron fue corta. Realmente no fue un impacto tan fuerte como lo sería normalmente en la realidad, ya que ambas pudieron extender sus manos para aterrizar suavemente en el suelo, pero cuando Lydia intentó ponerse de pie, sintió la fría y afilada punta de una hoja contra su mejilla y se congeló.

—Bienvenidas, señoritas.

Un joven con un cabello rubio pálido y una sonrisa en su rostro apareció ante ella.

— ¡Ulysses…!

Ermine intentó ponerse en posición para atacar, pero Ulysses rodeó a Lydia con su brazo y la acercó a él, haciendo que Ermine se detuviera.

—No te muevas. No quieres que la mujer del conde se convierta en un cadáver, ¿verdad? Ohh, o, ¿es así? ¿Serías más feliz si estuviera muerta?

Una multitud de Goblins apareció y los rodeó. Todos gritaban mientras pateaban y pisoteaban el pie de Lydia.

Le gritaban furiosos porque el diamante que les dio era falso.

Sin embargo, por suerte para ella, parecía que Ulysses aún no sabía que Lydia tenía el verdadero diamante negro.

—Si quieres un rehén, entonces tómame. Suéltala —imploró Ermine.

—No intentes hablar como si fueras una santa. No me importaría matarla, sabes. Si mato a esta chica y afirmas que trataste de salvarla, pero fue imposible y dices que lo lamentas, estoy seguro que el conde te perdonaría.

—Tonterías —replicó con calma Ermine, y eso hizo que el sonriente Ulysses hiciera un gesto de desaprobación con su lengua.

—Ya veo. No importa cuántas de sus amantes mueran, seguiría siendo imposible que él le pusiera un dedo encima a la antigua mujer de Príncipe.

Incluso si se burlaba de ella de esa forma, la expresión en su rostro no cambiaba.

Lydia había oído que ellos eran esclavos. Sin embargo, al ver cómo Ermine cargaba con otra clase diferente de dolor a la de Edgar y Raven, la hacía sentir dolor y asfixia.

—Andando. Quieres ver al conde, ¿verdad? Doctora de Hadas, si caminas por aquí con el abrigo de ese hombre, entonces supongo que también ha entrado en este laberinto, ¿no? Te llevaré con él.

Ulysses le ordenó a Ermine mientras todavía tenía el cuchillo en su mano apuntando hacia Lydia.

Ermine miró preocupada a Lydia, aparentemente sin saber qué hacer. Si seguía la orden de Ulysses, debe estar preocupada de si Lydia podría pasar por esa experiencia aterradora.

—Ermine estoy bien.

Lydia no podía seguir dependiendo de Ermine. Sabía muy bien que Ulysses podría estar aquí.

Lydia no podía entender su dolor, pero no era como si se hubiera quedado aquí con la intención de convertirse en una carga para ellos.

Después de que Lydia estuviera de acuerdo con un firme tono, Ermine asintió y comenzó a caminar en la dirección que señalaba Ulysses.


Notas:

[1] Un seminario es, en las universidades, un curso práctico de investigación.

[2] Un serrallo es, entre los musulmanes, conjunto de todas las mujeres que viven bajo la dependencia de un jefe de familia. Es sinónimo de harén.

[3] La banda de Moebius es una superficie con una sola cara y un solo borde. Tiene la propiedad matemática de ser un objeto no orientable. También es una superficie reglada. Fue descubierta de forma independiente por los matemáticos alemanes August Ferdinand Möbius y Johann Benedict Listing en 1858.

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