El Perseguido – Capítulo 24: Fuera toda la noche

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya

Corregido por Shiro


Chi Yan no tenía idea de lo que salió mal. Se quedó mirando la misma emisión del Canal Central uno durante tres horas enteras mientras se atormentaba pensando.

—Ah Yan, ¿desde cuándo te gusta la estación central? Sin mencionar, ¿el canal 1?—le preguntó Ye Ying Zhi estupefacto.

La voz helada sobresaltó a Chi Yan. Apagó la televisión por reflejo y lo miró con los ojos muy abiertos como un conejo asustado.

—Ya que está apagado, se mantendrá apagado. Ya deberíamos dormir —dijo mientras tomaba el control remoto que tenía Chi Yan.

Como era de esperar, él no tuvo el coraje de sugerir algo como “dormiré en el sofá esta noche”. Como de costumbre, fue hacia la cama, se desvistió, se tapó con las sábanas y se acomodó para dormir. Se las arregló para alejar con valentía a cierta persona que quería abrazarlo.

—Ying Zhi, todavía estoy cansado de ayer. Quiero descansar hoy —dijo tímidamente, aferrando las mantas con fuerza.

Ahora mismo, Chi Yan temía realmente no poder seguir actuando. Pronto se derrumbaría completamente, y huiría… Entonces Ye Ying Zhi se daría cuenta de todo y lo capturaría de nuevo.

Chi Yan no tenía idea de lo que sucedería entonces. Y como no lo sabía, sólo podía especular en secreto por sí mismo. Ahora estaba aún más aterrorizado.

Primero, actúa como de costumbre. Al menos de esa manera, estarás seguro.

Ye Ying Zhi lo enrolló en el edredón y lo hizo una bola. Infelizmente puyando la barriga de Chi Yan a través de la colcha.

—Estuvimos de acuerdo en cobrar mi pago esta noche. Se ha incumplido de nuevo.

O eso dijo, pero siguió tirando de la esquina de la colcha. Apagó las luces y presionó a Chi Yan. No se rindió y lo abrazó con fuerza. De vez en cuando, le besaba la sien y los lóbulos de las orejas. No se detuvo por mucho tiempo.

Él cerró los ojos en silencio, dejando que Ye Ying Zhi hiciera lo que quisiera. Todavía podía escuchar las risas y sus jadeos mientras lo besaba burlonamente.

¿Cuál fantasma cobrador de deudas familiares las recolecta de esta forma?, pensó, frunciendo el ceño. Sin embargo, en realidad se sintió aliviado.

Si esto no fuera toda una mentira, Ye Ying Zhi realmente sería un amante de primera clase difícil de conseguir, uno en un millón. Pero Chi Yan supo desde la infancia que no podía creer ni una sola palabra que saliera de la boca de un fantasma. Solo te asustarán, te amenazarán, te seducirán, te engañarán y, al final, te arrastrarán al infierno.

Una luna redonda era visible a través de los espacios de la cortina. Chi Yan arregló las sábanas y cerró los ojos.

Qué siniestra luz de luna.

Al día siguiente, se despertó muy temprano. En silencio se levantó de la cama para vestirse.

—¿Hm? ¿Vas a trabajar horas extras? —le preguntó Ye Ying Zhi mientras se sentaba.

—Sí —Dio una vaga respuesta—. El problema de ayer aún no se ha resuelto.

—A-Yan, tráeme algo de ropa —dijo inclinándose.

Él asintió y abrió el armario a su izquierda. Recordó que toda la ropa del interior pertenecía a Ye Ying Zhi. Incluso le había ayudado a cambiar antes.

Chi Yan se sorprendió en el momento en que abrió el armario, el estante superior estaba lleno de sus sábanas, y el fondo estaba salpicado de basura junto con algunas de sus ropas viejas. ¿Dónde estaban las ropas de Ye Ying Zhi?

De repente se dio cuenta de algo. La ropa del tercer maestro Ye deben ser todas ofrendas de papel. En circunstancias normales, ¿cómo podría una persona viva como él ver ofrendas de sacrificio?

Chi Yan se congeló al comprenderlo. No se atrevió a mirar al hombre detrás de él.

Sintió que Ye Ying Zhi se acercaba lentamente, con una mano le rodeó la cintura y con la otra le acarició el pecho, antes de apoyarla en su hombro, hasta que estuvieron firmemente unidos.

Uno a uno, fue dejando besos ligeros en la nuca de Chi Yan. Como un amante coqueteando íntimamente; como una bestia burlándose de su presa.

—Cariño, te enteraste anteayer, ¿verdad? —dijo Ye Ying Zhi con una sonrisa.

En ese momento, Chi Yan no podía respirar.

El espejo del vestidor en el armario reflejaba claramente sus posturas y él pudo ver claramente su cuerpo rígido y su cara pálida.

Se quedó helado por un segundo, y de repente pensó en los dos talismanes salva vidas que Tang Guangyuan le dio ayer. Rápidamente los sacó de su bolsillo y los lanzó hacia Ye Ying Zhi como si su vida dependiera de ello. Alejándolo, aprovechó la oportunidad para liberarse de su abrazo.

Salió corriendo de la habitación en pánico, sus manos temblaron antes de finalmente abrir la puerta. Cuando estaba a punto de correr a través de ella, pensó en la botella de porcelana sobre su pecho. Se la quitó resueltamente y la arrojó dentro del departamento antes de bajar las escaleras como si fuera perseguido por un demonio.

♦ ♦ ♦

Ye Ying Zhi se quitó casualmente el talismán que Chi Yan presionó sobre su cuerpo. Su expresión era tan vacía como el agua mientras caminaba hacia la sala de estar solo para ver la puerta de entrada abierta.

—¿Cuándo adquirió este tipo de mal hábito? —murmuró.

Luego de atrancarla, para evitar que entraran los ladrones, notó la pequeña botella de porcelana en el suelo.

Ésta era muy resistente, posiblemente debido a su energía. Estaba completamente ilesa, incluso después de haber sido tirada.

Se agachó inexpresivamente y la sostuvo en su mano. Quedaba una leve temperatura en ella, aún contenía un rastro del calor de esa persona.

♦ ♦ ♦

Todavía después de salir corriendo por la puerta, Chi Yan ni siquiera se atrevió a conducir. Estaba abrumado por el pánico y el miedo. Incluso sin toparse con cosas sobrenaturales, estaba demasiado inestable mentalmente y podría tener un accidente automovilístico. Corrió directamente a la calle por donde muchas personas pasaban a menudo antes de soltar un suspiro de alivio.

Ye Ying Zhi, se dio cuenta… Se enteró ese día…

De repente sintió que él daba mucho más miedo que todos los fantasmas que había encontrado en el pasado. Era diferente de los entes que aparecían a su alrededor, llenos de malicia y agravios, tratando de asesinarlo para convertirlo en un sustituto. Esto es porque todavía conserva sus rasgos humanos. Sabiduría, astucia y calma, incluso como humano, fue sobresaliente.

El lugar donde vive Chi Yan se consideraba un distrito comercial central, donde el transporte público es muy conveniente. Recordó que hay dos autobuses que pueden ir directamente a la casa de Tang Guangyuan. Sintió su bolsillo, agradecido de que todavía tenía el cambio de los comestibles de ayer. Había suficiente para tomar el autobús. Para ser domingo, ese vehículo no podía considerarse lleno, pero afortunadamente todavía tenía mucha gente, llenándolo de vitalidad humana.

La Sra. Gui de ayer todavía estaba de vacaciones. Sólo Tang Guangyuan estaba en la villa. Abrió la puerta y lo dejó entrar. Basándose en su apariencia y expresión, pudo adivinar la situación y dijo:

—¿Sin éxito? ¿Sigue ahí?

Chi Yan asintió gravemente.

♦ ♦ ♦

A pesar de que lo esperaba después de verlo de ese modo, la cara de Tang Guangyuan palideció tras la confirmación. A diferencia de Chi Yan, que solo podía dejar volar su imaginación, el sacerdote sabía que solo podía haber una razón por la cual el Talismán que reprime el mal no funcionara: el oponente era mucho más fuerte.

Se dio cuenta de que la pequeña botella de porcelana ya no estaba en el pecho de Chi Yan. Agitó la mano, guiándolo por las escaleras y señaló un dormitorio.

—Este asunto aún necesita ser discutido. Primero descansa. Si hay algo que necesites, haré que la Sra. Gui lo traiga mañana.

Chi Yan entendió por las palabras del Maestro Tang que el asunto no podía resolverse por los momento, por lo que debería quedarse ahí por ahora. Por supuesto, no se atrevía a volver a casa, y vivir en otro lugar no sería tan seguro como estar cerca de un experto. Se dio cuenta de que ni siquiera se lavó la cara antes de salir corriendo y se sintió un poco avergonzado mientras le daba las gracias continuamente.

En estos días, mantenerse vivo resultaba ser un desafío, por lo que decidió tomarse su licencia anual mañana y esperar hasta que todo esté resuelto antes de volver al trabajo.

♦ ♦ ♦

Chi Yan salió corriendo sin traer nada y solo le quedó pedir prestados los artículos de aseo para lavarse. Después, fue a la sala de estudio del Maestro Tang para contarle todos los detalles sobre Ye Ying Zhi, antes y después de la muerte. Pero todavía estaba demasiado avergonzado para hablar de su relación íntima y privada, por lo que solo explicó vagamente que estaba atrapado en una ilusión cuando éste se disfrazó de amigo y vino a vivir con él, y que su relación era muy estrecha.

Tang Guangyuan expresó su comprensión de la situación y dijo que necesitaba tres días de preparación. Iría a resolver el asunto con él en tres días.

Chi Yan solo pudo suprimir las preocupaciones en su corazón y permanecer ahí por ahora.

La primera noche, se movió y dio vueltas en la cama, sintió que no había logrado dormir nada. Se preocupó toda la noche, temiendo que Ye Ying Zhi apareciera de repente. No sabía si el Sr. Tang hizo una formación o algo así, pero no pasó nada al final.

El lunes por la mañana, la Sra. Gui vino para hacer el servicio de limpieza y preparó el desayuno. Se fue solo después de que terminó de preparar la cena y de limpiar. El Maestro Tang solo se presentaba en la mesa del comedor para las tres comidas: desayuno, almuerzo y cena. Fuera de esos tiempos, se encerraba en su estudio.

Después de experimentar una noche tranquila, Chi Yan ya no estaba tan preocupado y asustado cuando anocheció. Observó tranquilamente las noticias en Internet en la habitación de invitados, en la computadora de escritorio de ahí. No trajo su teléfono cuando se fue, incluso cuando pidió permiso para faltar al trabajo, había pedido prestado el teléfono de la villa.

En ese momento, de repente escuchó un sonido extremadamente fuerte, como si un objeto pesado cayera al suelo, venía de la dirección del estudio de Tang Guangyuan. En este momento solo estaban los dos en la villa.

Tenía un presentimiento en su corazón. Mientras corría hacia el estudio del Maestro Tang, se consoló. Él era bastante mayor, así que no era muy ágil. Tal vez sólo accidentalmente golpeó algo.

La sala del estudio no estaba cerrada. Chi Yan giró el picaporte y abrió la puerta de madera marrón. La escena ante él detuvo su movimiento. No se atrevió a dar un paso más mientras sus pupilas se dilataban.

Solo pudo ver que la cara de Tang Guangyuan estaba completamente roja, con los ojos desorbitados, parecía como si estuviera siendo estrangulado por una cuerda invisible. Su mano rascó en vano su cuello, era inútil. La silla de madera maciza en la que solía sentarse estaba patas arriba. Lo más probable es que el sonido anterior fuera de aquéllo cayendo al suelo.

Chi Yan sintió que fue empujado hacia adelante por una mano invisible. La puerta de madera marrón se cerró silenciosamente detrás de él.

Sintió una brisa fría a su lado, como si alguien estuviera de pie junto a él.

—¿Por qué no viniste a casa? Te esperé toda la noche… —dijo una voz profunda y poderosa junto a su oído.

Shisai
QAQ Abrazos gratis, ¿alguien quiere uno?

3 respuestas a “El Perseguido – Capítulo 24: Fuera toda la noche”

  1. Shisai te acepto cualquier cantidad de abrazos quedes. QwQ esta sitaución de que te encierre algo no humao ya la he vividos varias veces y no bonita. Siempre me da panico y miedo cada vez que la vivo.

    Chi tu puedes lograr salur de esto QwQ solo necesitas creerlo.

  2. Shisai yo quiero ese abrazo. Chi Yan enteindo como te sientes. Ese miedo y pánico ya lo he experimentado cuando algo no humano te toma de presa QwQ es bien jodido salir de esas situaciones pero es posible.(Yo siempre fui de presa pero no he estado en una relación amorosa) Espero que no mate al anciano.

    QwQ necesito mas abrazos.

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