La Princesa derriba banderas – Capítulo 112: El orgullo del futuro jefe (1)

Traducido por Ichigo

Editado por Sakuya


El lugar se estableció bastante rápido a pesar del número de aldeanos presentes. Sin embargo, no se podía decir lo mismo de la ola de expectativas, ya que todos esperaban ansiosamente la respuesta de Marie en silencio.

Por mucho que mi padre, el patriarca del clan, nos haya conducido hasta este punto, eso no hace nada más creíble. El clan no estaba hecho de tontos. Tal vez esta gente había empezado a aferrarse a la esperanza; la esperanza de que una diosa cambiaría su destino de destrucción y resolvería todos sus problemas por ellos.

Delante de mí había numerosos adultos, adultos mirando a una niña pequeña. La escena que se desarrollaba era espeluznante, por decir lo menos.

Marie se estaba poniendo a cargo de todas nuestras cargas, incluso cuando no tenía ninguna obligación de hacerlo. Pero no tenía derecho a enfadarme por esto. Después de todo, el que le rogó que fuera nuestra maestra y la guió a este pueblo de montaña, no era otro que yo. Yo era el responsable de todo.

Dicho esto, luché fuertemente contra el impulso de correr a su lado. Realmente quería ayudarla desde el fondo de mi corazón.

—Lord Wolf.

—¿Qué pasa, Lily…?

Respondí con calma a Lily que estaba a mi lado.

Antes de darme cuenta, mis puños sangraban por donde mis uñas se habían clavado en las palmas. Me volví en silencio hacia ella, pero no me miraba. En su lugar, su mirada se fijó en Marie.

—Al principio la odié.

—Es así…

—Sí. Era linda y hermosa, tanto que imaginé que debía vivir en un mundo diferente al mío. Probablemente consiguió todo lo que siempre quiso sin tener que trabajar o sufrir por ello… o eso creía.

No es mentira que Marie representará la belleza que las chicas del pueblo imaginaban que era la Diosa. Nadie querría fantasear con cosas sucias, después de todo. Pero Marie no era una gema en un cofre del tesoro, ni una delicada mariposa en una delicada flor en un invernadero tapiado.

—A pesar de nuestros esfuerzos por distanciarnos de ella, Lady Marie aún se ofreció a ayudarnos. Trabajamos juntas. Cultivamos juntas. Vivíamos juntas. A ella no le importaba el hecho de que su pelo estuviera lleno de barro, o si sus manos estaban sucias. Simplemente se reía como si no fuera nada.

Era raro que Lily dejará que sus emociones se manifestaran. Su boca temblaba.

—Supongo que sería maravilloso que se convierta en nuestra Señora. Estoy segura de que no solo nos protegerá a nosotros, sino también a nuestro orgullo… pero si eso significa que tiene que sufrir como ahora, entonces no me gustaría eso.

—Lily…

—Estábamos tan cerca de ella y ninguno de nosotros se dio cuenta de que siempre estaba a punto de llorar. A pesar de que… A pesar de que fuimos nosotros los que la acorralamos en un rincón en primer lugar…

Lily parecía que estaba a punto de llorar.

Seguí su mirada hasta donde estaba Marie. Marie tenía una complexión horrible y parecía que podría caerse en cualquier momento.

¡Ya basta! ¡Por favor, ya basta! ¡Ya no tienes que cargar con nuestro futuro!

O eso era lo que estaba a punto de gritar cuando su expresión cambió de repente. Sólo Lily y yo, que estábamos mirando desde lejos, lo hemos notado.

—Lo que estoy a punto de contarte es una historia importante. Pero antes de eso, me gustaría que vieras algo primero.

Al decir esto, Marie extendió sus puños hacia adelante con un pequeño objeto en cada mano. Cuando abrió las manos lentamente, se reveló una pequeña piedra en cada palma, una en rojo y la otra en azul. Ambas piedras brillaban como joyas.

Anoche, Marie las había llamado “piedras mágicas”. 

Estas llamadas “piedras mágicas” son piedras raras y valiosas que permiten al usuario hacer magia de un solo uso. Pero la desventaja era que sólo podían ser manejadas por un mago. En ese sentido, sin embargo, parecía que las piedras mágicas especiales de Marie también podrían ser usadas por la gente común. No obstante, estas no son más que falsificaciones. Comparadas con las piedras mágicas reales, no producen calor ni magia. Sólo hacen bonitos espectáculos de luz, lo siento si no les encuentras un uso, es lo que la gente que se las dio dijo, aparentemente.

Marie había planeado usar esas piedras para hacer el papel de la Diosa, pero ¿estaría bien mostrárselas a la gente?

—Esas son unas bonitas piedras, muchacha. ¿Qué son?

Marie sonrió a la pregunta del hombre. Luego golpeó firmemente las dos piedras juntas, creando un fuerte estallido. Las piedras, que parecían duras a primera vista, se rompieron fácilmente en cientos de pequeños trozos.

Los fragmentos de piedra deformaron el aire a su alrededor antes de encenderse y quemarse en la nada. Las llamas dispersas que quedaban de los fragmentos, flotaban en el aire como bolas de fuego. Finalmente, se fusionaron y formaron un loto rojo gigante que envolvió a Marie.

—¡¡Eek-!!

A pesar de saber lo que pasaría, la escena me dejó sin aliento. No se podía decir lo mismo de los aldeanos presentes que habían gritado de pánico.

Sin embargo, las llamas que rodeaban a Marie se congelaron al instante y se transformaron en carámbanos gigantes con un crepitar aterrador.

Marie pronto se cubrió de pies a cabeza con hielo. La figura encajonada en el hielo en forma de llama era tan serena y hermosa que incluso yo pensaba que se veía divina.

Pero la ilusión solo duró un parpadeo y se rompió en poco tiempo.

Con un último estruendo, el hielo se rompió en pequeños fragmentos. Cuando la luz del sol de la mañana se reflejó en los pedazos rotos que adornaban a Marie, se parecía aún más a la Diosa de las historias.

Se desarrolló una escena onírica.

Todo el mundo estaba aturdido por el espectáculo que acababan de presenciar.

Preguntas tontas como “¿Cómo hizo eso?” o “¿Cuál es el significado detrás de esto?” rápidamente se escaparon de sus mentes. Los humanos no buscan saber la razón por la que las gemas son hermosas. Cuando se enfrentan a algo de verdadera belleza, no se requieren palabras para justificar su existencia.

—En mi ciudad natal, este fenómeno se llama “magia”.

Nuestras mentes nebulosas se volvieron a la realidad cuando las palabras de Marie cortaron el silencio.

Algunas personas aguantaban la respiración ante sus palabras, y otras me miraban a mí.

—Yo misma no puedo usar la magia, lo cual es una lástima, pero la magia real puede ser usada por alguien que se especializa en ella, los llamados “magos”. Los tipos de magia que pueden ser manejados varían de persona a persona; hay quienes pueden controlar el fuego, y hay otros que pueden crear hielo. También están los que nacen con el atributo de la Tierra. Pueden ayudar a las plantas a crecer más rápido y a cerrar las heridas del cuerpo.

Muchos no pudieron seguir la explicación de Marie.

Lo mismo sucedía conmigo. Su discurso era completamente diferente de lo que habíamos planeado antes. ¿No ibas a hacer el papel de la Diosa? ¿Y por qué? ¿Por qué revelar a la gente la magia que hay detrás?

Al principio estaba desconcertado, pero después de escuchar más y más, lentamente entendí.

—Pueden ayudar a las plantas a crecer más rápido y cerrar las heridas del cuerpo —había dicho Marie.

Otros también comenzaron a entender, poco a poco. Al menos parecía que había unos pocos que le creían.

—Uno de mis amigos tiene el poder de curar heridas y lesiones… como tu diosa.

La Diosa es la misma que nosotros: una “persona”.

Marie no lo dijo explícitamente, pero el significado de sus palabras era tan claro como el día. El impacto que los aldeanos recibieron fue inconmensurable.

Cuando estaba observando de cerca al mago que curó las heridas del caballero del barco, no podía ver a la Diosa en él. Es obvio por qué no pude hacerlo. No hay nadie que crea que los hombres y los dioses son lo mismo. Los dioses son dioses precisamente porque no podemos esperar tocarlos.

Y, sin embargo, estábamos tan orgullosos de llevar el linaje de los dioses. No estábamos atados por una estúpida ley que nos impedía casarnos con gente de fuera, pero habíamos elegido no hacerlo, incluso al borde de la destrucción. Estoy seguro de que en algún lugar del camino, estábamos tan borrachos de ser los “elegidos” que nos cegamos por nuestras propias fantasías.

—Actualmente, los únicos magos vivos están en el Reino de Nebel, pero hace cientos de años, estaban por todo el mundo. Estoy segura de que la diosa del Clan Kua era alguien con una fuerte afinidad por la tierra. Pero, el número de magos ha disminuido gradualmente año tras año. Tal vez es también la razón por la que su clan ha perdido su capacidad de usar la magia.

—¡Deja de decir tonterías!

Un grito interrumpió la explicación de Marie. Era de un hombre de más de sesenta años, cubriéndose las dos orejas como si ya hubiera tenido suficiente. El viejo era el tío abuelo de Lily.

Sabía que Marie no quería hacer daño. Lo sabía muy bien.

Pero no podía ganar contra el miedo de ser privado de algo en lo que siempre había creído durante toda su vida.

—Pero…

—¡Lo tenemos! ¡No quieres ser nuestro Señor! Así que es suficiente, ¡¿verdad?! ¡Estabas inventando esa historia para que nos diéramos por vencidos contigo! ¡¿no?!

—¡N-No! Tío abuelo, ¡no es eso!

No fue Marie la que lo refutó. Fue Lily quien movió la cabeza y le rogó desesperadamente a su tío abuelo.

—¡Lady Marie intentaba decir que no era culpa nuestra que la línea de sangre del clan hubiera perdido sus poderes mágicos! No se podía evitar, ya que estaba destinado a suceder eventualmente. Ya no es nuestra responsabilidad, así que ya no tenemos que estar obligados por ello… era lo que intentaba decir.

—Lily… tú…

El abuelo de Lily la miró mientras estaba avergonzado. Esta fue quizás la primera vez que Lily se rebeló contra él, y también la primera vez que esta niña le habla desde su corazón. Incluso yo estoy sorprendido.

—Independientemente de si la diosa era humana o no, nuestro respeto por ella nunca cambiará. Ella es el orgullo y la alegría de nuestro clan, después de todo. ¿No es así, tío abuelo?

—Eso es…

No era solo su tío abuelo el que estaba inquieto. La gente de alrededor también tenía las mismas expresiones.

—Si he hecho que alguno de ustedes se sienta incómodo, entonces lo siento de verdad.

Marie se disculpó con la multitud mientras un silencio sofocante se apoderaba de la escena.

—Pero, ahora que lo recuerdo, tengo un favor que pedirles a todos.

—¿Qué quieres decir…? —respondió Lily con una pregunta, inclinándose con curiosidad.

—Vine a este país para ayudar a la gente de la gran enfermedad que se está extendiendo actualmente.

Las expresiones de Lily, de su tío abuelo y de todos los demás cambiaron repentinamente.

—Estoy pidiendo ayuda. No a la gente que ejerce el poder de los milagros, sino a todos los doctores que poseen vastos conocimientos y habilidades médicas.

Olvidé respirar y escuché intensamente las palabras de Marie.

—Sería demasiado presuntuoso por mi parte preguntarles eso, siendo una forastera que no sabe nada. Sin embargo, creo que todos aquí han heredado algo muy valioso de la propia Diosa.

¡Claro!

No es el poder de los milagros lo que tenemos que pasar a la siguiente generación ; es nuestra medicina, nuestro conocimiento y nuestras habilidades.

Y lo más importante de todo: la voluntad de salvar tantas vidas como podamos.

La Diosa, mis antepasados y mis habilidades como farmacéutico que me han sido transmitidas, son lo que me enorgullece.

Nadie se salvará si seguimos aferrándonos al poder perdido de una era pasada. Habíamos fracasado como farmacéuticos desde el principio cuando nos apoyamos en algo tan tonto como los superpoderes. ¿No es lo mismo hacer eso que escupir en la vida de la gente que hemos salvado hasta ahora?

—La enfermedad se está propagando actualmente en la frontera del Reino Wind. Quiero detenerla a toda costa, y necesito su ayuda para hacerlo.

Marie hizo una profunda reverencia.

—Se los ruego, por favor, préstenme su fuerza.

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