Mi discípulo murió una vez más – Capítulo 10: Reuniéndose de nuevo con el Pequeño Nabo

Traducido por Rencov

Editado por Nemoné


La razón de por qué Zi Lin vino a la montaña esta vez fue para buscar a Zhu Yao, con el fin de que ella pasara por los procedimientos de ingreso, así como recibir su propia tablilla de identidad.

Cada nuevo discípulo tenía que escuchar las lecturas sobre la secta durante un mes, era algo de forma similar a un programa de inducción. Tras eso, las diferentes Montañas seleccionarían un par de personas con buenas aptitudes como discípulos internos. En cuanto aquellos que no fueran seleccionados, entrarían a la secta externa, y sólo después de que construyeran su Fundación, entrarían a la secta interna. Sin embargo, estas clase de individuos tendrían bajas posibilidades de ser tomados como discípulos por un Señor de la Montaña.

En un principio, Zhu Yao debía haber pasado también por el mismo proceso, pero debido a que su vena espiritual era excepcionalmente única, no tuvo que pasar por todo esto, y fue inmediatamente aceptada como discípula, una discípula personal sucesora.

Zi Lin observó la marca divina en la frente de Zhu Yao, que solo podía pertenecer a los sucesores, y no pudo evitar sentir envidia en su corazón. Por lo regular, los practicantes solo tendrían un único discípulo de este tipo, y a menos que éste muriera, no habría otro igual. De todas formas, ¿cómo podría culparla por poseer la vena espiritual de rayo?

Puesto que Zhu Yao no sabía cómo usar una espada voladora, Zi Lin no tuvo más remedio que sacar la hoja gigante que usó aquella vez, y la llevó a la Montaña Principal.

—Gran tía marcial, por favor, por este camino.

Zi Lin guió a Zhu Yao a la sala, su actitud era tan respetuosa que ella estaba comenzando a sentirse un poco avergonzada.

—Está bien si solo me llamas Zhu Yao.

De alguna manera se sentía extraña que alguien de la misma edad le llamara gran tía.

Zi Lin solo sonrió, no la rechazó, pero tampoco se atrevió a aceptar su solicitud directamente, y mejor se enfocó decir unas palabras a un hombre que parecía ser el encargado de este lugar. La expresión de ese anciano de repente se tensó. Luego se acercó tambaleante a ella y le dio una gran reverencia, y la llamó:

— ¡Gran tía ancestral marcial!

Zhu Yao se quedó sin palabras al escuchar al viejo que podría ser su abuelo llamarla su ancestro.

—Gran tía marcial, no es necesario que le preste mucha atención. En este mundo, la superioridad depende del nivel de cultivación de uno. Dado que usted es la discípula del Soberano Yu Yan, esta clase de situación será algo habitual en el futuro.

Zi Lin le dio unas palabras de consuelo y la llevó hacia una silla. Luego hizo que el anciano se fuera para hacer su trabajo correspondiente, y continuó su explicación:

—Gran tía marcial, la tablilla de identidad de la Montaña del Bosque de Jade requerirá algo de tiempo para terminar, por lo que le pido humildemente que espere aquí por un momento.

Zhu Yao asintió. Sentada en la silla, observó con curiosidad sus alrededores. Este lugar debería ser para una unidad especializada en tratar asuntos relacionados con la secta, y no había mucha gente aquí. De vez en cuando, habría una o dos personas que caminaban hacia Zi Lin para saludarlo, y luego, se dirigirían al lugar en el centro que parecía un mostrador. A veces, sacarían algo, se lo entregarían a la persona a cargo y se irían.

—Este es el lugar donde se manejan las misiones en nuestra secta —Al ver que estaba interesada, Zi Lin señaló las tablillas colgadas en la habitación y explicó—. Nuestra secta publica con frecuencia misiones y, siempre que uno tenga la capacidad, puede aceptarlas. Después de completar una misión, uno puede recibir puntos de contribución de la secta y usarlos para intercambiarlos por bienes.

Entonces es un mercado de intercambio. Después de entender qué lugar era, una vez más, vio gente entrar al lugar y caminar hacia a Zi Lin para saludarlo. Había personas que lo llamaban tío marcial sénior, y había otras que lo llamaban tío ancestral marcial sénior. Después de que terminaban de saludarlo, mirarían con curiosidad a Zhu Yao que estaba a su lado, pero no preguntaban por ella.

Era bueno que Zi Lin no explicara su identidad a esa gente, de lo contrario, ella tendría que mirar y oír a un grupo de personas, tanto jóvenes como mayores, llamarla su ancestro. Esto era algo que no podría aceptar.

Pero el estatus de Zi Lin parece ser bastante alto también. Me pregunto cuál Venerable es su maestro. Sería mejor si no es de la Montaña de la Medicina. 

¡Como alguien que está en su lista negra, no puedo andar jugando alegremente con ellos! (--)

— ¡Tío marcial sénior Li!

Mientras estaba en sus propios pensamientos, alguien llegó de golpe. Sus pasos eran un poco presurosos, y parecía haber estado corriendo durante todo su viaje. Miró a Zhu Yao, y luego, susurró unas palabras al oído de Zi Lin. Él, que todavía se mostraba sereno y tranquilo, se puso muy tenso.

—Gran tía marcial, una pequeña situación parece haber surgido en la Montaña de la Espada, si es posible…

—Ve, esperaré aquí —Zhu Yao agitó su mano.

Zi Lin dudó por un momento, llamó a un discípulo en la sala, y solo después de decirle que el encargado tenía que enviarla de vuelta después de que la tablilla fuera terminada, finalmente se fue con el joven que acababa de entrar.

Zhu Yao esperó durante media hora, y el encargado seguía sin aparecer. Por lo visto tomaría más tiempo para terminar su tablilla.

Justo cuando estaba a punto de dar un paseo, en el momento en que salió de la entrada, un grupo de pequeños nabos conocidos se acercaron. Especialmente ese pequeño mocoso de cara redonda que caminaba al frente con la cabeza baja, ¿no era el hijo del Doctor Wang?

— ¡Eres tú!

El pequeño Wang Xuzhi también vio a Zhu Yao, por un instante, sus ojos brillaron y cargó directamente como una bala de cañón. Zhu Yao extendió sus brazos y planeaba abrazarlo, pero, en el momento crítico, el pequeño nabo pisó los frenos. La miró, frunció los labios en descontento y comenzó a reprenderla furiosamente:

— ¿A dónde te fuiste? Yo… Yo te busqué por todos lados. Déjame decirte esto, si estás perdida, yo… yo no vendré a buscarte, ¿entiendes? ¡Hmph!

Uh… ¿Por qué las palabras de este niño son tan contradictorias? Primero, dijiste que me buscaste en todos lados, y luego dices que no me vas a buscar. Zhu Yao bajó torpemente sus brazos vacíos, y acarició la cabeza del Pequeño Wang. Parece que el pequeño mocoso está bastante preocupado por mí, ¿eh?

Al ver su pequeño rostro inflado que estaba a punto de estallar de ira, y que sus ojos parecían que podrían lagrimear en cualquier momento, el corazón de Zhu Yao se suavizó. Poniéndose en cuclillas, frotó sus tiernas mejillas.

— ¿Por qué estás llorando? Mira, ¿no volví? ¿Estabas muy preocupado por mí?

Wang Xuzhi se sobresaltó por un momento, y luego, en un segundo, como un petardo encendido, bufó:

— ¿Quién está preocupado por ti? ¡Si no fuera por el hecho de que te vas a casar conmigo en el futuro, poco me importarías! Mi padre una vez me dijo, que si de repente desapareces de esa manera, se dice que es una esposa que no cumple con su deber.

Las manos de Zhu Yao se detuvieron por un momento, y entonces comenzaron a pellizcarle las mejillas. ¡Tu hermana no está haciendo sus deberes de esposa! Como pensé, es un mocoso malcriado, un día sin una tunda y escalará el techo para quitar las tejas.

—Duele, duele, duele… —El pequeño mocoso intentó quitar las manos, pero desafortunadamente, no pudo.

Solo después de que Zhu Yao quedó satisfecha con sus pellizcos, soltó sus manos de las mejillas enrojecidas.

— ¿Qué están haciendo aquí? —preguntó, señalando a los pequeños nabos que hacían cola frente al mostrador detrás de él.

El pequeño Wang colocó sus dos manos sobre sus pequeñas mejillas, las frotó y dijo con una expresión irritada:

—El hermano marcial sénior Qin nos trajo aquí para recibir nuestras tablillas de identidad.

Señaló al joven que se encontraba dirigiendo al grupo de niños.

Así que también están aquí para recibir sus tablillas de identidad. Zhu Yao estaba a punto de preguntar sobre lo que hicieron durante los últimos dos días, pero de repente vio una conmoción entre los nabitos. Un pequeño nabo de aspecto familiar fue empujado contra el suelo.

Mientras que un niño que estaba un poco gordo estaba sentado en el cuerpo del pequeño nabo, agitando los puños, y a su lado una niña lloraba. Los otros pequeños miraban ansiosamente, pero ninguno dio un paso al frente para detenerlos. Incluso el joven que los había traído aquí, miró hacia otro lado, como si no fuera su problema.

— ¡¿Qué están haciendo, chicos?!

Antes de que Zhu Yao pudiera entender la situación, el Pequeño Wang reaccionó primero y detuvo al pequeño gordo que le estaba dando una paliza al niño en el piso.

El pequeño Wang se acercó enojado, señaló al pequeño gordo, y preguntó:

—Pequeño gordo [1] Zhao, ¿por qué lo golpeaste?

El pequeño gordo lucía un poco insatisfecho, pero aún así se levantó. Apuntó al pequeño en el suelo que se había manchado todo de tierra, y dijo:

—Este niño se atrevió a meterse en mi lugar en la fila. ¡Así que le estaba enseñando una lección!

—No… No es así… —La niña que lloraba sacudió la cabeza rápidamente—. Pequeño gordo dijo que quería ser el primero en recibir su tablilla de identidad, y me impidió recibir la mía. Entonces hermano mayor Xiao Yi vino para ayudarme.


[1] Gordo (胖子 pàngzi) – literalmente “persona gorda”. Ligado al nombre de una persona obesa como epíteto, generalmente por amigos. Al menos en la antigua China, esto no era necesariamente un insulto.  La gordura simboliza la riqueza, la prosperidad, la felicidad y la fuerza. (Dado que alguien que era gordo probablemente no era un campesino empobrecido y hambriento…)

Ejemplo: Alguien llamado Song Xiang 宋 翔 podría llamarse Gordo Song 宋 胖子.

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