Princesa Consorte Chu – Capítulo 41: El odio del segundo tío

Traducido por Moux

Editado por Ayanami


La señora se dio cuenta de que Yun Qian Meng era modesta y educada, volvió la mirada lentamente; sin embargo, al verla, quedó asombrada.

Ni siquiera esperaba que la nieta que nunca había visto antes llegara a parecerse tanto a su nuera fallecida.

No obstante, en ese momento, Qu Ruo Li había sido criada con amor por la señora Gu; su actitud era amable y distante con las cosas mundanas.

Por otra parte, aunque la apariencia de Yun Qian Meng era suave, sus brillantes ojos ocultaban una dureza inquebrantable. ¡Madre e hija se parecían mucho en aspecto, pero sus actitudes eran muy diferentes!

Debido a la figura de Yun Qian Meng, la señora no pudo evitar recordar los momentos en los que había interactuado con su nuera. Aunque ellas no estaban emparentadas por sangre, su confianza superaba a la de su propia familia.

Si no fuera por su decepcionante hijo, ¿cómo sería posible que Su Qing la echara? Meng’er no habría perdido a su madre a una edad temprana, sin tener a nadie en quien confiar… Si lo analizaba, era probable que la personalidad de esa niña se debiera a la difícil vida que sobrellevaba.

Su corazón se conmovió, la señora tomó las delgadas manos de Yun Qian Meng y las acarició con suavidad. Sin evitar lamentarse.

—Tu abuela materna y yo podríamos no ser las mejores amigas desde niñas; pero, nos hicimos amigas muy rápido y disfrutamos de la compañía de la otra. Era una razón más por la que tu abuela materna se aseguró de que dejara entrar a tu madre al estado Yun, es una lástima, una lástima…

Las palabras fueron ahogadas por los lamentos de la señora mayor a causa de su “lástima”. No obstante, Yun Qian Meng pudo adivinar que su expresión acongojada se debía a la maravillosa relación que tenía con Qu Ruo Li como madre y nuera, si no ¿por qué se pondría melancólica en cuanto la vió?

Yun Qian Meng alzó sus manos junto con las de la señora mayor y la reconfortó.

—Abuela, no necesita estar triste. Padre quiere recibirla de nuevo en la residencia, él desea cumplir con su deber filial. Además, la concubina Su está embarazada ahora y es probable que le de otro nieto regordete. Con tantas ocasiones alegres, la abuela debe estar un poco más contenta. Después de todo, hace tiempo que madre falleció y si ella supiera que sigue triste por ella, madre no podrá descansar en la otra vida.

Esas palabras quedaron guardadas en el fondo del corazón de la señora mayor.

Aunque en ese momento tenía una mezcla de sentimientos de gratitud y lástima hacia Qu Ruo Li y la señora Gu, todo eso ya formaba parte del pasado, puesto que habían pasado diez años. Asimismo, ella y Yun Qian Meng no se habían conocido nunca, además del parentesco sanguíneo, ellas ni siquiera tenían el más mínimo rastro de afecto por la otra. Sus acciones de hoy le dejaban saber a Yun Qian Meng que ella aún estaba en su corazón, y esperaba no decir nada innecesario frente a la señora Gu para evitar que la relación se volviera incómoda.

Después de todo, incluso si su relación con Qu Ruo Li era profunda, no podía compararse con los sentimientos de madre e hijo. Además, aun si estaba enojada con su hijo en aquel entonces, no podía arruinar la carrera de oficial de su hijo debido a su nuera.

Al ver que Yun Qian Meng era tan comprensible, la vieja señora mostró satisfacción en sus ojos y miró a Yun Qian Meng con cariño. Ella la guió para que se sentara a su lado, luego apuntó a los dos chicos y la niña para presentarlos.

—Esos tres niños son los hijos de tu tío. Ellos son Yi Heng y Yi Jie, tus primos mayores. Y esta es tu prima menor, Yi Yi.

Yun Qian Meng siguió con la mirada el gesto de la señora mayor y vio que sus primos eran jóvenes, pero en comparación con el grasiento rostro empolvado de Yun Yi Jie, Yun Yi Heng parecía ser más sensato y experimentado. Por otra parte, Yun Yi Yi tenía una apariencia aniñada, sus grandes y redondos ojos se veían simples y traviesos. Cuando vio a Yun Qian Meng apreciándola, su rostro se volvió rojo y, con discreción, sacó su pequeña lengua, ¡que adorable!

Cuando los seis se saludaron, la expresión de Yun Yi Heng no cambió, no era cálida ni fría, no permitía que otros vieran su estado; los ojos vividos de Yun Yi Jie circularon con rapidez entre las tres hermanas mientras su sonrisa se ensanchaba; Yun Yi Yi era amable y les sonrió con timidez, sin embargo, su conducta y modales parecían naturales y desenfrenados. Al parecer, Li Shi había gastado algo de dinero en su educación, además de su timidez, Yun Yi Yi no era menos hermosa que las jóvenes de la capital.

—Madre, Meng’er y el resto deben estar cansados después de viajar durante días. Deberíamos dejarlos descansar bien por hoy, ya en la cena, el señor podrá conocerlos —Li Shi avanzó para luego sonreír mientras expresaba el plan a continuación. La señora también asintió de inmediato y agitó sus manos para que algunas mamas vinieran y llevaran a todos a que descansaran.

Entonces, una mama entró apresurada. Se arrodilló en cuanto vio a la señora mayor antes de hablar con urgencia.

—¡Señora, afuera hay alguien que dice ser el joven maestro de la residencia Han Guo y quiere hospedarse en nuestra residencia!

La anciana escuchó y miró hacia las tres hermanas con una expresión extraña. Su mirada terminó en Yun Qian Meng, aunque se veía calmada e indiferente, notó la burla en sus ojos. Por lo que ordenó:

—Solo dile que no hay habitaciones libres y pídele al joven maestro que busque en otra parte.

Después de que la mama se fuera, las tres chicas se arrodillaron y se inclinaron ante la anciana, luego siguieron a Li Shi hasta las cálidas habitaciones.

Las tres hermanas fueron acomodadas en el patio del sureste, Die Ying. Yun Qian Meng tomó las manos de Li Shi y dejó que Mi mama sacara los regalos que había traído.

—La tía me trata como su hija, pero Meng’er está presentando unas flores prestadas a Buda[1]. Esos son regalos que padre había preparado para la tía, los hermanos mayores y la hermana menor. Espero que la tía los acepte —dijo con honestidad.

Li Shi se dio cuenta de que Yun Qian Meng no la olvidó, así que sonrió dejando que la sirvienta aceptara los regalos. Les dijo que descansaran apropiadamente antes de salir del patio Die Yin y caminó al este, donde estaba el estudio del maestro Yun.

En aquel momento, el señor Yun Xuan Mo escribía con un pincel. Aunque vio a su esposa entrar, él no detuvo el movimiento de su mano, con un ademán, le ordenó a un sirviente para que vigilara afuera, luego sin mirarla preguntó:

—¿Llegaron?

Li Shi comprendió lo que su esposo le preguntaba, por lo que respondió con calma.

—Sí.

Yun Xuan Mo percibió el tono aburrido de Li Shi, así que bajó el pincel y la observó con curiosidad.

—¿Cuál es el problema? —Preguntó confundido —¿Esas tres chicas son difíciles de manejar?

Al escuchar esto, Li Shi sonrió un poco, luego se apresuró a responder antes de que Yun Xuan Mo perdiera la paciencia.

—¡La señorita mayor tiene una gran capacidad! Pero hoy, la Señora ya ha dejado en claro su actitud; ¡es seguro que la señorita comprende que, en el futuro, la carrera de Heng’er será apoyada!

Mientras escuchaba las palabras de Li Shi, las expresiones de Yun Xuan Mo no se mostraban felices, en su lugar, caminó hasta la ventana de a lado con sus manos en la espalda. Un brillo de rencor apareció en sus profundos ojos, si su hermano mayor no hubiese enloquecido por Su Qing, y no los hubiera expulsado a él y a su madre devuelta a la ciudad Su, sus dos hijos ya serían jóvenes nobles que crecieron en la capital. ¿Él de verdad necesita pensar en formas de enviar a sus hijos al xiangfu?

Claro que Li Shi entendía el resentimiento de su esposo. Al pensar en el tiempo cuando fue echada del xiangfu, incluso si cerraba sus ojos, lo único que sentía en su cuerpo era un escalofrío. Sin embargo, ahora que estaban buscando la ayuda de su cuñado, era natural que moderaran su actitud.

—¡Mi Señor, qie[2] puede ver que las tres hermanas no son cercanas. La señorita mayor es capaz y astuta, la segunda señorita es callada y obediente, pero la tercera señorita es irrazonable y obstinada!

Cuando expresó sus palabras, Li Shi escuchó el bufido de Yun Xuan Mo, luego percibió el suave gruñido que soltaron sus dientes apretados.

—Con una madre así, ¿cómo puedes esperar algo bueno de la hija? Dile a Yi Heng y al resto que deben mantener una buena relación con Yun Qian Meng. A los ojos del emperador, Fu Guo Gong Fu es mucho más importante que mi hermano mayor.

Li Shi vio lo perversos que eran los ojos de Yun Xuan Mo, por lo que es lógico comprender que él estaba recordando las desgracias que pasó durante todos esos años. Preocupada por su salud, de inmediato asintió con gentileza y se giró para salir del estudio…


[1] Quiere decir que está ganando el favor con el trabajo o cosas de alguien más

[2] Es una forma de referirse a sí misma de forma inferior, un poco más alto que un sirviente

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