Una generación de militares – Capítulo 32: Así es como es (1)

Traducido por Selena

Editado por Sharon


 —¿Por qué me estás evitando?

Su Yu bajó ligeramente la cabeza, Gu Yun no podía ver su cara con claridad, así que solo escuchó su balbuceo.

—No lo hice —dijo, y ella frunció el ceño con fuerza. Su Yu estaba muy ebrio, por lo que debió haber bebido bastante, pero mantenía su cabeza baja e ignorándola.

—¿Te he ofendido? —le preguntó con curiosidad y desconcierto. ¿Por qué era tratada como una molestia? A pesar de su pregunta casual, Su Yu era como un erizo con sus espinas erguidas.

—¡He dicho que no! ¿Puedes no aparecer ante mí en el futuro? —gritó. Sus rugidos tuvieron el efecto contrario, y la curiosidad de Qing Mo aumentó.

—¿Por qué?

—¡Por nada, solo no quiero verte! ¡Vete! —dijo, empujándola.

Su herida en el pecho casi estaba curada, pero era natural que doliera cuando la golpeaban. Aun así, su impaciencia suplantó el dolor.

—¡¿Qué licor fue el que te volvió tan loco?! —Gu Yun apartó la mano que aún estaba en su hombro, y decidió no escuchar las tonterías de un hombre borracho. Sin embargo, en el momento en que se dio la vuelta sintió un intenso dolor en la muñeca producto de una fuerza increíble.

Soltó un jadeo de dolor, y al darse la vuelta, encontró a Su Yu agarrándola sin intenciones de dejarla ir. Maldijo en silencio, ¡este estúpido mocoso quería triturar su mano!

Comenzó a considerar darle un golpe para ponerlo sobrio, cuando de repente, Su Yu levantó la cabeza. Ver su cara de repente hizo que Gu Yun diera un salto de miedo, y su mano, que ya estaba cerrada en un puño, quedó paralizada.

Bebíó tanto que lucía de un color negro rojizo. Siempre tenía una cara brillante y limpia, pero ahora tenía una barba incipiente, ojos enrojecidos que eran oscuros y apagados que, aunque la estaban mirando fijamente, no parecían enfocados. El espeso olor a alcohol impregnaba el aire a su alrededor, y la expresión de Gu Yun se oscureció al instante.

¿Qué demonios le pasa? Es un hombre bastante serio, y guapo. Pasé unos días sin verlo, ¿por qué está hecho un desastre?

Quería retirar su mano y llevarlo a descansar, pero aunque él parecía demasiado borracho y un desastre, todavía tenía la fuerza suficiente para agarrarla con fuerza. No importaba cuánto intentara soltarse, él no la soltaba. Al final, Su Yu tiró de su mano y la colocó en su pecho. Gu Yun no tuvo tiempo a reaccionar por la sorpresa, pero al instante, él la soltó como si quemara, retrocediendo como un loco.

—Eres del hermano mayor. ¡Eres suya! —gruñó frenético.

Ya estaba en un camino precario, y en unos pocos pasos, Su Yu se tambaleó y cayó al suelo. Tenía la espalda contra el suelo, tumbado, sin dejar de murmurar palabras que no podía entender.

Gu Yun nunca había tratado con borrachos antes. Antes, cuando su equipo salía a cenar y bailar, solían tener competencias de bebida, pero ella no solía emborracharse. Cuando la noche terminaba, se iba de inmediato, sin quedarse para limpiar el desastre. Viendo al hombre que colapsó en el suelo, se sintió impotente. Quiso llamar a los guardias para que se lo llevaran de regreso.

—Bing Lian… ¿Por qué…? Tú… —lo escuchó murmurar al pasar a su lado. Gu Yun se dio cuenta que él sabía el famoso secreto de la espada que el resto de la familia se rehusaba a contarle, y que esta era su mejor oportunidad para averiguarlo.

Por ello se acuchilló a su lado y le escuchó con cuidado.

—¿Por qué Bing Lian tuvo que elegirte? ¡¿Por qué tú?! Bing Lian… —se quejó de manera intermitente durante mucho tiempo. Todavía no entendía, así que tomó ventaja de su estado confundido.

—¿Que Bing Lian me elija tiene un significado especial? —le preguntó en voz baja. Con los ojos cerrados, Su Yu masculló algo que ella no pudo entender aunque estaba escuchando con atención. Sintiéndose decepcionada, estaba por rendirse, cuando de repente, él se sentó y comenzó a actuar como un loco. Sus ojos enrojecidos la miraban fijamente, y ya no parecía estar en un trance. Parecía radiar rayos de luz complejos, lo que provocó algo de aprensión en Gu Yun.

—Bing Lian te eligió, eres la esposa del hermano mayor. Eres su mujer, no puedo… ¡no puedo…! —Antes de que pudiera decir “amarte”, Gu Yun lo interrumpió agarrando su ropa.

—¿Qué dijiste? ¿No importa a quién elija Bing Lian, ella será la esposa de Su Ling? —preguntó irritada y sin quitarle la mirada. Su Yan se rió, pero su tono era algo histérico. Gu Yun se rehusó a dejarlo ir, forzándolo a confesar—. Dilo sin rodeos. Si no lo dejas claro hoy, no te dejaré ir.

—Durante miles de años, la nuera mayor del clan Su fue elegida por Bing Lian. Nadie puede oponerse a la elección. No importa si la mujer es bella o fea, inteligente o estúpida, siempre y cuando haya sido seleccionada, los descendientes del clan Su deben estar de acuerdo. Fuiste elegida por Bing Lian. ¡Ni siquiera tuve la oportunidad de competir! ¡¿Ahora lo entiendes?! —se burló, sintiéndose ofendido y mirándola con sus ojos inyectados en sangre.

Parecía que, para desahogar sus emociones, cada frase saliendo de su boca lo hacía a los gritos. Era imposible para Gu Yun no escucharlo, pero no tuvo tiempo de procesar la última frase de la confesión de Su Yan, porque la primera parte estaba golpeando su cabeza, atravesando su corazón despiadadamente.

Sea bella o fea, inteligente o estúpida, siempre que esa persona haya sido elegida, los descendientes del clan Su deben estar de acuerdo. Su Ling también piensa lo mismo, ¿verdad? 

Sin darse cuenta, dejó ir la ropa de Su Yan.

—¿Quieres decir que no importa quién sea? —murmuró Gu Yun—. Si Bing Lian no me hubiera elegido, entonces Su Ling no me habría prestado atención.

En el momento en que Gu Yun dejó ir a Su Yu, se quebró y cayó al suelo otra vez.

—¡Muchas mujeres alrededor del hermano mayor son bellezas! ¡Nunca le faltó ninguna mujer! —dijo a carcajadas.

Sí, ella recordaba la primera vez que lo conoció. Su mirada increíblemente arrogante, y su actitud mezquina. Cuando peleó con él en la Corte Ling Yun, cuando la vio usar a Bing Lian, su mirada se había llenado de sorpresa y rabia.

Al final, esa fue su manera de protestar la decisión de Bing Lian. Cuando se retiró con prisa, ¿fue porque se sintió insultado? ¡Todo es culpa de Bing Lian!

Gu Yun siempre quiso saber el secreto detrás de la espada. Ahora lo sabía, ¿entonces por qué estaba tan incómoda? Su corazón estaba ahogado, y se sentía sin aliento.

Su Ren, que escuchó los gritos de Su Yu desde lejos, se acercó para encontrarlo a él junto con Qing Mo, que estaba arrodillada a su lado, mientras se empujaban y tiraban del otro. Su corazón dio un salto por el miedo, y corrió hacia ellos.

—¡Su Yu! —gritó en pánico. Dando dos zancadas a máxima velocidad, llegó con ambos y usó su fuerza para arrastrar al borracho de su hermano lejos. Luego observó la expresión insegura de Qing Mo y le explicó rápidamente—: ¡Está borracho, no lo escuches!

Maldición, ¿cuánto bebió realmente Yu? 

Gu Yun miró directamente a Su Ren, con un tono ansioso preguntó:

—Bing Lian selecciona a la nuera mayor del clan Su —le habló con tono ansioso, sin despegar la mirada de él—. Fuiste amable conmigo al principio, incluso los ancianos Su y Su Ling me miraron diferente después de un rato. Todo fue porque Bing Lian me eligió. ¿Sí o no?

El corazón de Su Ren se hundió. ¡Yu de verdad se lo había dicho!

—De hecho… —vaciló, sin saber cómo debería responder.

—¡Quiero oír la verdad! —lo interrumpió ella al ver sus intenciones de mentirle.

Ser demasiado perspicaz tampoco es bueno, es demasiado inteligente, ¡ah! 

Con un suspiro, respondió de mala gana

—Eso fue cierto al principio. ¡Pero ahora todos te queremos de verdad! —respondió de mala gana.

Resultó ser cierto, pensó Gu Yun, palideciendo. No dijo nada más, simplemente se puso de pie y se alejó.

—¡Qing Mo! —Su Ren quería perseguirla, pero estaba usando su cuerpo para sostener a Su Yu, así que no podía moverse. Observar su figura delgada alejarse con un rastro de una fría indiferencia inusual en ella, sus ojos temblaron. Sin soltar a su muy borracho hermano, lo regañó—: ¡Mocoso, has traído una gran catástrofe!

¡Debía decirle a su hermano mayor que Qing Mo sabía el secreto!

♦ ♦ ♦

Gu Yun caminaba hacia Yi Tian Yuan, recordando de manera constante la ansiedad de Su Ling, su asco, ira, desprecio e indiferencia, inclusive el reconocimiento posterior, cariño y agrado. Recordaba su atención y aceptación, pero todo estaba relacionado con Bing Lian. Si no fuera por la espada, no habría aceptado su consejo durante la supresión de los ladrones de oro, podría no haber escuchado la opinión de una mujer extranjera. Si no fuera por Bing Lian, ni siquiera le hubiera permitido entrenar a los soldados élite de su ejercito. ¿Si no fuera por la espada, aún le habría dicho que estaba dispuesto?

Entró a su habitación con el corazón abatido, y observó a Bing Lian, que estaba colgada en la pared. La bajó con suavidad, sosteniéndola entre sus palmas. Solía sentirse muy cómoda con su aura fresca antes de esta noche, pero ahora era diferente. El frío parecía atacar su corazón, congelándolo.

—¿Todo fue por ti? —preguntó en una voz suave, acariciando la hoja blanca. Su voz solitaria sonaba perdida por primera vez en mucho tiempo. Al hablar, sintió un repentino dolor en su corazón, diferente a cuando fue apuñalada. Inesperadamente, se tambaleó en sus pies. Agarró a Bing Lian con fuerza, y le preguntó en voz fría—: ¿Por qué debiste elegirme a mí?

Gu Yun se burló por dentro. Había creído erróneamente que era especial. Pensó que esa persona estaba de verdad encariñada con su carácter, pero en realidad, todo se debía a que la espada la había elegido, nada más. Para Su Ling, no era importante quién era ella. No era sorprendente que pudiera aceptar un rostro destrozado, o fuera paciente con su arrogancia, ¡o que todos en la Mansión del General fueran amables con ella!

Así que es así… simplemente fue así… ¡¿Por qué la eligió?! 

No necesitaba depender de una espada para conseguir que otros la quieran. ¡Tampoco quería eso! Furiosa, Gu Yun arrojó la espada de nuevo en la caja, se dio vuelta y se fue.

Bing Lian, tumbada en silencio, sintió sentido que algo andaba mal. La espada salió de la caja y le bloqueó el camino a Gu Yun. Parecía querer hacer las paces, pidiéndole que la sostuviera. La hoja blanca brillaba bajo la luz de la luna, y su belleza normalmente la habría capturado; desafortunadamente, en este momento, Gu Yun no estaba de humor para apreciarla.

—No pertenezco a este lugar en absoluto, ¡no debiste elegirme! —dijo con voz fría e indiferente.

¡Quiero regresar! ¡Volver a mi era original!

Ignoró a Bing Lan, y continuó su camino, pero la espada la siguió.

—¡No me sigas! —le rugió, sin darse la vuelta. Su cerebro estaba hecho un lío, ¡sólo quería estar sola!

Bing Lian se detuvo y no salió de la habitación. En el momento en que Gu Yun salió al patio, la espada comenzó a temblar con violencia. ¡Su dueño ya no la quería! Una luz blanca y brillante iluminó la espaciosa habitación, el aire frío de la niebla blanca un destello barrió todo el Yi Tian Yuan.

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