Poción secreta – Capítulo único

Traducido por Lily

Editado por Gia


Es difícil estar sola en un lugar lleno de personas. Siento que todos me están mirando fijamente y que además, hablan de mí.

Me sentía como si fuera la presa y ellos, el cazador. Así sucedía cada vez que estaba sola, sentada en un pequeño rincón de la cafetería, mientras ellos me observaban fijamente.

Socializar con otros no es fácil. No soy la típica chica que puede mezclarse con los demás. Soy del tipo que, cuando hablan conmigo, todo lo que se escucha de mi boca es sobre libros, libros y libros.

En una ocasión, una chica se me acercó con intenciones de ser mi amiga… En ese momento, estaba ocupada leyendo un libro, pero mi mirada se dirigió hacia ella mientras se acercaba.

—¿Hola, cómo te llamas? —preguntó.

Respiré hondo para poder responder a su pregunta.

—Mi nombre es Janeah Andrea Lindsay Isabel Concepción Corpuz Ancheta, pero puedes llamarme Jaly para abreviar. Jaly proviene de la primera letra de mis nombres, Janeah Andrea Lindsay Isabel. Nací en Calamba, Laguna, donde antes vivía el doctor José Alberto Rizal Mercado y Alonso Realonda. Eso debería explicar el por qué mi nombre es tan largo. —Después de hablar, le sonreí.

Ella también me sonrió.

Desafortunadamente, su rostro reflejaba lo que en realidad pensaba de mí, que para ella era alguien rara.

Me pregunto por qué. ¿Dije algo malo? ¿O mi aliento desprendía un olor desagradable?

Puse mi mano en mi boca y exhalé. No tengo mal aliento. Entonces, ¿no es por eso?

—Alguien me pidió que te diera esto. —Me tendió una botella que contenía un líquido rojo dentro.

Terminé aceptando lo que me entregó.

—¿Eh? ¿De quién? —pregunté. Sin embargo, ella ya se había ido.

Sin prestar mucha atención a ello, decidí beber del jugo, debido a  que tenía sed. ¡Hmm! Está delicioso.

—¡Ahhh!

De hecho, hay una hoja de papel dentro de la botella. Algo estaba escrito en esta, pero no pude leerlo, debido a que la tinta se extendió sobre el papel.

Debería volver a mi lectura. Los libros son mis únicos mejores amigos, ¡para siempre! Incluso si esa última frase no sea real.

Sí, sé que soy una nerd. ¿Cómo no saberlo si la gente que me rodea me llama así? Nerd, tonta, debilucha, rara, entre otros.

Simplemente no se dan cuenta de que todo aquello me duele. Es como indica Joel Osteen [1]:

«Ten cuidado con lo que dices. Puedes decir algo hiriente en diez segundos, pero diez años después, las heridas siguen ahí».

De todas formas, soy la típica nerd con anteojos, tirantes y cabello recogido en una cola de caballo. Estudiando día y noche, todo el tiempo. Y, durante toda mi vida, casi nunca tuve amigos.

Pero también soy una mujer normal. He tenido por lo menos un amigo desde la primaria. Su nombre es Marc Chester Bonefit.

El amor de mi vida. Mi caballero de brillante armadura. Mi media naranja. La cereza en mi pastel. La mantequilla de maní en mi pan.

A pesar de que todavía no me conoce bien, y que solo puedo echarle un vistazo cada vez que lo encuentro, soy feliz, y eso es suficiente para mí.

De todos modos, debería volver a la realidad. Basta de seguir soñando despierta.

Eché un vistazo a mi reloj de pulsera. La hora del almuerzo ya había terminado, por lo que recogí mis cosas y me levanté.

Mientras abrazaba mis libros, me dirigí a mi salón de clases.

Al caminar por el pasillo, lo vi. Ahí estaba Marc, junto a sus amigos.

¡Todos son tan guapos! ¡Sin embargo, la hermosura de Marc triunfa sobre la de los demás! Casi todas las chicas cercanas los miran caminar. Están tan conmovidas, que sus bragas se les caerán solas. Y, por supuesto, pertenezco a ese grupo de chicas también.

Hay tres miembros dentro de su grupo. Marc es el líder, Kiel, el payaso y Denver, el inteligente.

Mientras fantaseaba con Marc, se me ocurrió una idea. Corrí hacia este y fingí chocar de forma accidental. Luego, dejé caer al suelo los libros que traía conmigo.

¿No es eso lo que siempre ocurre en las telenovelas? La joven y su enamorado se encuentran, provocando que sus libros caigan. Luego, el chico los recogerá y se los entregará a ella. Después de eso, sus dedos se tocarán accidentalmente y sus miradas se cruzarán. ¡Y, finalmente, estarán juntos! ¡Así de rápido será!

Ya estoy en el suelo y mis libros están esparcidos. Lo próximo que escucharé, será: “Oh, señorita, ¿está bien?”. ¡Luego, recogerá mis libros, nuestros dedos se tocarán e intercambiaremos miradas!¡Y entonces, nuestros labios se acercaron el uno al otro y…! ¡¿Estoy soñando?!

—¡Señorita Ancheta! ¡¿Está durmiendo en mi clase otra vez ?! —me gritó la señora Grifaldia. Ella es nuestra maestra de Estudios Sociales.

Me despertaron de mi dulce sueño repentinamente. Así es, me quedé dormida. Bueno, anoche estuve despierta hasta tarde por mis estudios avanzados, por lo que ya sé lo que está enseñando la señora Grifaldia.

—Lo siento. Esto no volverá a suceder —dije para disculparme.

♦ ♦ ♦

Ya es la hora de la salida, por lo que me dirijo a la biblioteca, la cual es mi santuario. ¡Justo en ese momento, veo a Marc! ¡Y esta vez es real! Sin embargo, como de costumbre, solo me quedo mirándolo. ¡Creo que también va a la biblioteca!

¡Maldición!

Entró a la biblioteca. Lo seguí a escondidas. Me senté en la mesa y dejé a un lado todos los libros que traje para estudiar.

De repente, mientras estaba ocupada estudiando, Marc se sentó en la misma mesa.

¡Oh, Dios mío, me siento tan conmovida!

De todas formas, mejor volvamos a estudiar de nuevo. Espero que me note. Me pregunto, cuándo se dará cuenta de mi presencia. ¿Probablemente cuando sea la única mujer que quede en el mundo? Eh, desde la primaria hasta ahora, todavía sueño con que él esté a mi lado. ¿Aún así, podemos convertirnos en pareja?

Uf, no puedo concentrarme.

Me levanté y busqué otros libros para leer. La biblioteca de nuestra escuela es bastante grande, incluso tiene un segundo piso.

Normalmente, busco libros en el primer piso. No he estado en el segundo nunca. Bueno, subir las escaleras es bastante cansado. Hmm, pero como tengo mucha curiosidad en este momento sobre qué clase de libros hay en el segundo piso, decidí subir.

¡Vaya! Este lugar también es tan grande como el piso de abajo. Los libros colocados aquí son viejos, de aspecto antiguo y polvorientos.

Miré uno de los estantes. En una de las secciones, había una etiqueta que ponía: “Pociones”.

El estante tiene muchos tipos de libros, incluso los títulos están ordenados. Hay una poción de veneno, una de envejecimiento, otra de inteligencia y muchas más.

Pero el título que más llamó mi atención es: “Poción Ayàπη“. Sé lo que significa ayàπη porque estudié las palabras griegas antes. Leí lo que estaba escrito al final del libro.

Es la poción de amor más poderosa que existe. Provoca un enamoramiento u obsesión fuerte a quien la beba.

Lo hojeé un poco, y luego me lo llevé para leerlo con más cuidado.

Cuando bajé, Marc todavía seguía en mi mesa. Regresé y, una vez más, me senté antes de leer el libro que había tomado.

Contiene las instrucciones sobre cómo hacer la poción, e incluye los efectos en las personas. A quien sea aplicado, se obsesionará y se enamorará del creador.

Me sorprendió cuando Marc, repentinamente, se echó a reír. Me está mirando y no sé qué le provocó la risa.

Me limpié la nariz, pensando que quizás tenía suciedad. Sin embargo, no hay nada.

♦ ♦ ♦

En el momento en que llegué a casa, procedí inmediatamente a preparar la poción. Se necesitan muchos ingredientes para crearla.

Afortunadamente, ya tengo todo lo necesario, por lo que no tengo que salir a regatear con los vendedores.

¡Hurra! ¡Solo me falta el último ingrediente!… Espera, ¿qué?

¿Tengo que poner un papel con mi nombre escrito? Eh, ¿y si se traga el papel? Uf, no importa, que pase lo que tenga que pasar. Debería estar bien, debido a que es solo una hoja de papel.

♦ ♦ ♦

Llegué a la escuela más temprano de lo habitual y fui al pasillo. Puse la poción dentro del casillero de Marc, el cual abrí usando una de las horquillas de mi cabello. Luego, recé para que la poción fuera efectiva. ¡Te amo mucho, Marc!

♦ ♦ ♦

Ya es la hora del almuerzo y todavía no he visto a Marc. Como de costumbre, estoy sentada sola en la cafetería.

Mi mente está realmente inquieta por lo que pasó con la poción. De repente, me sorprendí cuando un chico se me acercó.

—Hola, Jaly —dijo, mostrando una sonrisa traviesa.

¡Es Marc! ¡La poción es efectiva! ¡Oh, Dios mío!

—¡Oh! ¡Cielos! ¡¿Esto es real?! ¡¿De verdad estás hablando conmigo?! ¡No puedo creer que realmente sea efectiva! —exclamé con incredulidad.

—¿Que sea efectiva? —preguntó él con confusión.

—Nada —respondí a su pregunta.

—¿Janeah Lindsay Isabel Concepcion Corpuz Ancheta? —habló, tomando mis manos.

—¿Sí?

¡Demonios! ¿Estoy soñando? ¡Él realmente es un bombón! Cejas gruesas, ojos rasgados, nariz esbelta, labios finos, tez clara y cabello negro desordenado, lo que lo hace aún más guapo. ¡Es perfecto!

—¿Te puedo acompañar? —Me mostró la rosa que estaba escondida en el bolsillo trasero de sus pantalones.

¡Eso no se pregunta! ¡Solo pon tu grandioso trasero en la silla!

—¡Sí, claro! —dije, mientras lo abrazaba fuerte.

♦ ♦ ♦

Cuatro semanas después…

Marc y yo siempre estábamos juntos. La poción que usé realmente ha surtido efecto. Mi sueño se había hecho realidad.

Ha llegado mi caballero de brillante armadura. Mi media naranja, la cereza en mi pastel, la mantequilla de maní en mi pan, ahora están completos.

Sin embargo, a veces no puedo quitarme el cargo de conciencia que tengo por lo que hice. La poción. Me he vuelto una persona egoísta. Sé que realmente no me ama. Soy la única quien está enamorada.

Mientras iba al baño de mujeres para ocuparme de los asuntos de mi naturaleza, un grupo de chicas me detuvo.

—¡Oye, nerd! ¡Eres tan fea! ¡Realmente no sé por qué Marc se enamoró de ti!

—¡Sí! Debes haberle puesto una maldición, ¿verdad? ¡Es obvio por tu apariencia! —Se rieron a carcajadas juntas.

—¿Qué le diste de comer para que se enamorara  de ti? ¿Lo encantaste?

Volvieron a reír como si no hubiera un mañana.

Tiraron de mi cabello, rompieron mis botones y destrozaron mi uniforme. Mis zapatos los botaron al inodoro. Todo eso lo hicieron mientras una de ellas me abofeteaba.

No pude defenderme de sus ataques porque soy débil. Al final, mis lágrimas cayeron una a una.

—¡Deténgase! —grité.

—¡Cariño! —Marc irrumpió en el baño. Probablemente escuchó mis gritos. Incluso ignoró el hecho de que este es el baño de mujeres—. ¡Ustedes! ¿Qué creen que están haciendo? ¡Ninguna de ustedes tiene derecho a hacerle daño! —Marc empujó a las chicas a un lado y corrió hacia mí—. ¿Qué les pasa, eh? —Marc actuó de forma aterradora, sus ojos rojos brillaban y su cara estaba del mismo color. Esta es la primera vez que lo veo así. Es temible cuando se enoja.

Las chicas huyeron inmediatamente por el miedo que sintieron. El ruido que hacían sus tacones se podía escuchar claramente, mientras corrían y competían por quién saldría primero por la puerta.

—¿Estás bien? ¿Quieres que te lleve a la clínica? No te preocupes, me aseguraré de hacer que esas perras paguen por lo que te hicieron. —La preocupación y la ira eran muy evidentes en su rostro.

—Marc, tengo algo que confesarte. Sé que esto te sorprenderá, pero creo que ya es hora de decirte la verdad. —Respiré hondo y luego continué—: Has sido mi amor platónico desde hace mucho tiempo. Y sé que no tengo ninguna posibilidad de estar contigo. No soy tan bonita como para coincidir contigo. Eres guapo y yo soy una mujer fea, pero a pesar de que sé que no tengo ninguna esperanza, no me di por vencida. Encontré un libro que me enseñó a cómo crear una poción de amor. Hice una y la usé en ti. La usé contigo porque sé que nunca te agradaré de una manera amorosa, debido a mi horrible apariencia. —No pude evitar llorar de nuevo cuando le dije esas palabras a Marc.

Lentamente, sonrió de forma seca y limpió las lágrimas de mi rostro con su pulgar.

—Jaly, hace mucho que conozco de esa poción. Y no es efectiva. La usé con la mujer que me gusta y quien nunca antes se había fijado en mí porque estaba ocupada estudiando. Cada vez que la veía, siempre miraba sus libros. Y por eso perdí algo de esperanza con ella. Luego, cuando encontré un libro sobre pociones de amor en el segundo piso de la biblioteca, no dudé en seguir lo que estaba escrito ahí. Incluso le pedí a uno de mis compañeros de clase que le diera esa poción a la mujer que amo. Y esa eres tú, estoy hablando de ti. Desafortunadamente, la poción no funcionó. En realidad, el libro solo enseña cómo hacer bebidas deliciosas.

»Cuando estábamos en la biblioteca, intentaba confesarte mis sentimientos, pero, como de costumbre, solo te concentrabas en los libros. Sin embargo, me sorprendió verte aferrada al libro de pociones de amor, estaba desconcertado por saber con quién planeabas usarlo. Y también me reía porque sabía que no funcionaría. Entonces, a la mañana siguiente, cuando vi una botella de jugo rojo dentro de mi casillero, me sorprendí. Tú eras la primera que se me vino a la mente, pensaba que fuiste la que hizo la poción de amor. Estaba sorprendido, pero también feliz. Me di cuenta de que tú también estabas enamorada de mí. Por eso, fingí que la poción había surtido efecto. De esa manera, podríamos ser pareja.

Mis ojos se agrandaron. No pude evitar cubrirme la boca con ambas manos.

—¡Oh, Dios mío! ¡¿Todo este tiempo sabías sobre esa poción?! ¡¿De verdad te gusto?! —dije sin poderlo creer.

—Sí, ¿por qué no? Eres hermosa, ¿sabes? ¿Quién dice que no lo eres? —Me quitó las gafas—. Así está bien. ¿Ves?, eres una belleza. Por eso te has convertido en mi amor platónico.  —Me pellizcó la nariz después de decirme aquello.

Le sonreí y él me devolvió la sonrisa.

—Ven aquí. —Abrió los brazos, indicando que quería abrazarme.

Seguí sus deseos. Me abrazó con fuerza mientras yo le devolvía el abrazo. También olió mi cabello y luego susurró:

—Te amo mucho.

Mi corazón se aceleró. La sonrisa en mi rostro llegaba a mis oídos.

—Yo también te amo.

♦ ♦ ♦

Una anciana con anteojos, más conocida como Evelynda, estaba sentada sola dentro de la biblioteca, en sus manos estaba el libro que Jaly y Marc usaron antes.

—Tienes otro par de víctimas de nuevo. Pensaron que no eras real porque usaron la poción de amor entre ellos. —La señorita Evelynda, la bibliotecaria de la escuela, se dirigió al libro con una sonrisa. De repente, este se iluminó y se escuchó una hermosa voz femenina.

—Sí, ¿a quién debería atrapar ahora? Deben ser personas que tengan buena química, igual que Jaly y Marc. —Después de hablar,  el libro dejó escapar una risa suave.

Fin.


[1] Joel Osteen: Es un telepredicador y escritor estadounidense, reconocido por ser el pastor general de la Iglesia Lakewood.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido