Un villano puede salvar el mundo por amor – Capítulo 14: Memorias de una chica mundana

Escrito por Iszeth

Asesorado por Maru

Editado por Tanuki


Cuando me di cuenta, estaba en otro mundo.

Sentí que todas las novelas otome y de transmigración me habían afectado de tal modo, que estaba alucinando luego de la última vez que caí rendida en mi última vida, pero, en efecto, ahora estaba en otro cuerpo.

No pienso que sea realmente malo, tampoco; mi vida anterior era apasionante para mí como diseñadora de personajes de videojuegos, sin embargo, era bastante exigente.

En realidad, creo que morí de un derrame cerebral o algo así, porque lo último que recuerdo es que seguía afinando detalles a los personajes principales para un nuevo juego basado en una novela. Estaba muy cansada aquel día; se me había encargado el diseño completo de los príncipes, ¡eran tan lindos en su versión infantil! Ah… ni siquiera pude hacerlos en su versión adulta para el juego, creo que ese era mi mayor arrepentimiento.

Lo último que había pensado era que podía darme el lujo de cerrar un poco los ojos, y me recosté sobre la tablet de dibujo. Había guardado celosamente el último cambio, e incluso puse mi alarma para despertar media hora después en aquel cubículo que usaba en la oficina.

¡Ah! Qué muerte tan triste para una mujer en sus treinta.

Me pregunto, si al menos mi trabajo casi terminado podrá utilizarse.

Siento que mi muerte fue un total sinsentido.

Sí, casi como toda mi vida.

Yo nunca fui una chica bonita, es más, creo que era más fea que común.

Un poco rellena, con gafas y algunas pecas salpicando mis mejillas. En el mundo en el que había nacido, creo que en realidad se me consideraba un esperpento.

El único punto bueno que tenía era mi personalidad. Intentaba ser amable, intentaba cubrir con todo mi corazón las expectativas que todos ponían sobre mí, incluso las que yo misma me colocaba.

Nunca supe lo que era amar a un chico de verdad. La única relación que tuve con personas del sexo opuesto fueron charlas sobre el trabajo, reuniones casuales para felicitar a compañeros por sus logros, y salidas con algunos chicos gays para hablar sobre BL y otomes.

Sí, incluso con mi fealdad, yo tenía amigos. Me consideraba afortunada de tenerlos. Ellos eran mis vecinos y mis preciadas personas que se preocupaban por mí en ausencia de mis padres, ya que vivían muy lejos.

Me pregunto, si ellos se lamentarán por mí.

Al menos, me hubiese gustado despedirme y agradecerles por todo, a mis padres y amigos de mi anterior vida.

Lo último que les dije a todos ellos, es que me habían asignado algo realmente importante, algo que había estado esperando desde hacía mucho tiempo, y que probablemente desaparecería un tiempo de las reuniones y redes sociales para asegurarme de entregarlo todo perfectamente.

Incluso les dije que había comprado el primer volumen de la novela para adentrarme en los personajes que debía diseñar. Se supone que debí de haber leído todos, pero en realidad estaba muy atareada y simplemente quise empezar poco a poco. El primer volumen, sería suficiente para crear la versión infantil, y en cuanto terminara, empezaría con el siguiente.

Pero, mis planes tal como se los conté, fueron truncados por mi propia testarudez.

¡Estaba tan emocionada! Dios, era la primera vez que me habían encargado una responsabilidad tal como en ésta oportunidad, ¡y lo arruiné excediéndome!

Ni siquiera pude disfrutar la serie de novelas “Holy Skillsong”, en la que se basaría el juego.

Nyaaaa… pero, ya no puedo hacer nada al respecto, ¿o sí?

Simplemente, desperté en este cuerpo de una niña de seis años.

Lo primero que noté fue la belleza de esta niña en la que había despertado. Parada frente al espejo en cuanto pude bajar de esa cama parecida a las que había en el siglo XVII en europa, me observé asustada y maravillada de lo que se reflejaba ante mí. Ojos grandes, de color entre azul y verde; mis pestañas eran tan largas… ¡Dios! Era como mirar a una muñeca, como si mi deseo de ser quizá no bonita, pero al menos alguien pasable, hubiese sido escuchado y me otorgaran esta belleza angelical.

Mi nuevo cabello era tan sedoso, brillante y suave que me recordó a las muñecas que solía coleccionar; ondulado grácilmente, con un flequillo propio de la edad aparente que parecía tener ahora, era de un color casi imposible en mi mundo. Era como si el hilo de plata creciera en mi cuero cabelludo. Tan brillante, tan bonito. Pensé que quizá estaba en el cielo y me había convertido en un ángel.

La recámara en la que desperté era tan lujosa, grande y decorada en tonos blanco y azul; muñecas tan bellas como el cuerpo que ocupaba ahora, con vestidos vaporosos y cabellos coloridos estaban alineadas en estantes. El estampado de la pequeña sala en la habitación era floral igual que las cortinas, con flores azul pastel.

Todo esto era como un sueño, como si lo que siempre quise se me hubiese concedido en este momento, en este lugar. Me sentía como si me hubiese convertido en una princesa.

El asombro, el deleite y el shock de encontrarme en ese lugar, con otra cara y otra edad, se rompieron cuando la puerta se abrió; de detrás de las puertas blancas con adornos plata, apareció una chica de cabello rojo recogido en un moño bastante elegante. Sus ojos eran audaces y parecían penetrar hasta el alma misma.

Sus pasos ligeros resonaban suavemente en la silenciosa habitación en la que me encontraba. De sus labios suaves y decorados con un labial rosa suave, salió un suspiro. Sus manos deliberadamente viajaron hasta sus caderas enfundadas en ese lindo traje de mucama color negro que parecía sacado de un evento de cosplay. Lo que más me llamó la atención, fueron sus orejas puntiagudas. ¿Era acaso un elfo? ¿Estoy en este mundo maravilloso donde hay seres tan sobrenaturalmente hermosos como ella?

Por favor, por favor, dios, si esto es un sueño, no me despiertes hasta que pueda tocar esas lindas orejas al menos una vez.

La linda elfo mucama se acercó a mí con la clara intención de regañarme. Estaba a punto de escuchar la linda voz de esta bella elfo que parecía una adolescente de unos quince años.

—¡Señorita! Acaba de tener un grave cuadro de fiebre de mana, ¡no puede levantarse así! ¿Qué le diré a los señores si le pasa algo?

Aún mientras me regañaba, su voz era tan linda como la imaginé.

—¡Arrg!

Un dolor punzante se abalanzó en mi cabeza. ¿Qué era todo esto? Imágenes, voces, recuerdos de alguien que no era yo….

La linda mucama reaccionó lo suficientemente rápido para que mi infantil cuerpo no cayera al piso, sin embargo, yo sentí morir.

No, la muerte de nuevo no. Era diferente. Era como si toda la información de la vida de la persona que era dueña de este cuerpo, ingresara a mi yo a la fuerza.

Una sensación de opresión en el pecho me inundó, y de pronto, volví a ese mundo oscuro y aterrador que es la inconsciencia.

♦ ♦ ♦

Cuando desperté nuevamente, me di cuenta de que esto no era un sueño. El cuerpo que había robado después de morir seguía ahí, conteniendo a mi yo que debería estar en algún lugar dedicado a los espíritus de los difuntos o algo así.

Me sentí sucia, estaba robando una vida que no me correspondía. ¿Qué pasó con el alma de esta niña? ¿Por qué de pronto, tengo sus recuerdos, sus sensaciones, todo lo que ella pensaba mientras vivió sin mi presencia? ¿Era yo un caso de reencarnación que había recordado su vida pasada, o había robado este cuerpo?

Apenas me estaba dando cuenta de todo. De que probablemente la chica que era yo antes de ser la yo adulta que vivió en otro mundo, había desaparecido permanentemente. ¿Esa era otro yo, o alguien más?

Al final, ¿quién era yo? ¿por qué estaba aquí? Esos padres amorosos que recordaba en la vida de esta niña, ¿pensarán que alguien como yo es su hija? No, no puedo hacerlo, no puedo mentirles, pero… esa parte que había sido la niña a la que le usurpé la vida, me pedía que no les hiciera sufrir. Tenía que ocultar la verdad por el amor de esta chica a sus padres.

Y pensé en los míos propios.

Mamá, papá…

Y por primera vez desde que desperté en este mundo que parecía sacado de mis sueños, lloré.

Lloré porque me di cuenta de lo que había perdido, de lo que tenía que conservar… y de que el destino de este cuerpo en este mundo era algo aterrador.

Yo había renacido como la villana: Canaria Von Lancet. Mi corazón dio un vuelco lo suficientemente doloroso como para estremecerme. ¡No tendré ese futuro fatuo, definitivamente!


Tanuki
¡Esta aqui, Canaria está de regreso!

7 respuestas a “Un villano puede salvar el mundo por amor – Capítulo 14: Memorias de una chica mundana”

  1. Al fin apareció Canaria, me encanta como es la historia simultáneamente con los tres, las dos reencarnadas y el “villano” magnífico que regresó en el tiempo, realmente me emociona el desarrollo de la historia.

    MUCHAS GRACIAS POR SU TRABAJO <3

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