Traducido por Kiara
Editado por Ayanami
Noel y Riglette habían llevado a tres guardias con ellas y, en un carruaje tirado por caballos, avanzaban por la carretera hacia el norte. En el camino a las minas había un antiguo pueblo llamado Bolbo, el cual era conocido por la fiebre del oro. Riglette había señalado que es el lugar más adecuado para recopilar información y hacer preparativos. Noel dudaba en emplear guardias, ya que no sentía la necesidad de ellos pero, a pesar de todo, Riglette los había traído consigo. El castigo a los bandidos no es una broma, y también existe la posibilidad de que esten albergando miembros restantes del ejército rebelde. En estos tiempos, no había algo como demasiada cautela. Noel, continuo sin comprender en absoluto ese concepto, solo conversaba con los guardias. A Riglette no le importaba si Noel quería morir, pero ella tendría que acompañarla.
Sin embargo, no tengo idea si ella es la heroína que detuvo al ejército rebelde o no. No hay manera de saber qué pasaba en esa cabeza.
A diferencia de Riglette, que estaba incómoda, Noel estaba envuelta en su capa, charlando alegremente con los guardias. Es algo, sorprendentemente, molesto y, con el paso del tiempo, Riglette solo se estaba irritando más. Habían hablado con ella varias veces, pero insistió en ignorarlos. Ella los acompañaba solo por la misión, y no tenía intenciones de construir una relación duradera. Seguí leyendo “La chica que sostiene el anillo – Capítulo 15: Un Enjambre de Hormigas”