Traducido por BeeMiracle
Editado por Ayanami
Cuando subieron al auto, Li Jiuzheng dijo algo que hizo que Shi Jin tuviera una sensación de déjà vu: —Este es el auto de mi segundo hermano aprendiz mayor. Me lo dejó prestado.
—Ya veo.
¿Tu segundo hermano aprendiz mayor sabe que tiene muchos coches?
No hablaron más. Excepto por el murmullo del motor, todo el viaje transcurrió en silencio.
Quince minutos después, el automóvil se detuvo en el complejo de edificios residenciales afiliado a la universidad médica, al sur de la ciudad universitaria. —¿No me vas a llevar a comer? —Preguntó Shi Jin, confundido.
—Mhm, comeremos en mi casa. Voy a hacer fideos de longevidad para ti —dijo Li Jiuzheng, saliendo. Le dio la vuelta al coche y, como un mago que saca un conejo de un sombrero, del maletero sacó dos bolsas de la compra llenas de ingredientes alimenticios.
Shi Jin, quien también salió del auto y lo siguió, se atragantó por un momento. —¿Sabes como cocinar? —Preguntó, manteniendo su voz neutral.
—Un poco —respondió Li Jiuzheng con seriedad, con la voz un poco rígida.
Shi Jin se quedó en silencio, fingiendo no saber que, según los recuerdos originales de “Shi Jin”, Li Jiuzheng era un idiota en la cocina. Dio un paso adelante y tomó una bolsa de compras de la mano de su hermano.
—Puedo… —Li Jiuzheng extendió la mano para retirarlo.
Shi Jin dio un paso, evitándolo. —¿Cómo vas a abrir la puerta con las bolsas en ambas manos? Vamos, será mejor que nos apresuremos. Mi pausa para el almuerzo es larga, pero si planeaste una comida casera, es posible que tengamos el tiempo ajustado.
Li Jiuzheng retrajo su mano, asimilando el comportamiento y el habla suaves y no afectados de Shi Jin. De repente, sonrió y se movió para que estuvieran juntos, uno al lado del otro.
Shi Jin sintió que se le ponía la piel de gallina. Apenas reprimiendo el impulso de retroceder, preguntó: —¿Qué sucede?
—Xiao Jin, eres muy considerado —elogió Li Jiuzheng, chocando sus hombros. Sin darle a Shi Jin la oportunidad de alejarlo, inmediatamente comenzó a caminar hacia el edificio de apartamentos frente a ellos, diciendo: —Vamos, nuestro lugar está en el último piso. Tiene una vista muy bonita.
¿Cómo y cuándo se convirtió en “nuestro lugar”?
Shi Jin no podía seguir el ritmo de los pensamientos y cambios de humor de Li Jiuzheng. Movió el hombro golpeado y luego siguió a su hermano.
El complejo de edificios residenciales afiliado al hospital era pequeño y solo constaba de dos edificios. Parecía un poco desierto, ya que la mayoría de los residentes probablemente estaban fuera por el trabajo. Li Jiuzheng condujo a Shi Jin al ascensor de uno de los edificios. Presionó el botón del piso superior, luego miró fijamente a Shi Jin.
No lo ocultaba en absoluto, por lo que Shi Jin tendría que estar ciego para no darse cuenta. —¿Ocurre algo? —Preguntó.
Sonrió y respondió: —No, solo creo que Xiao Jin es muy guapo —respondió Li Jiuzheng, sonriendo.
Interiormente, Shi Jin admitió la derrota. —Creo que tu apariencia es mejor que la mía, Quinto Hermano —le devolvió cortésmente el cumplido.
—¿De verdad? —Li Jiuzheng se tocó la cara. Dijo con seriedad: —Pero no me gusta mucho mi apariencia.
Shi Jin recordó lo que Li Jiuzheng le dijo frente a la tumba de su madre. Al ver que la expresión en los ojos de su hermano se volvió visiblemente deprimida, frunció el ceño ligeramente y golpeó suavemente la cabeza de Li Jiuzheng. —A ti no te gusta es asunto tuyo, a mí me gusta es mi asunto. A la gente le gustará lo que quiera, no es como si pudieras controlar las preferencias personales de los demás.
Li Jiuzheng, que nunca había tenido a alguien golpeando su cabeza así, se quedó paralizado en estado de shock durante unos segundos. Levantó una mano y tocó el lugar que fue golpeado, mirando tontamente a Shi Jin.
—Quinto Hermano, hemos llegado —dijo Shi Jin, señalando hacia la puerta del ascensor que comenzó a abrirse lentamente.
Li Jiuzheng volvió a sus sentidos y salió torpemente del ascensor. Haciendo un gesto de invitación, dijo aturdido: —P-Por favor, después de ti. Nuestro número de apartamento es 3602, no lo recuerdes mal…
Shi Jin salió del ascensor, encontró la puerta con el número 3602, se detuvo frente a ella y miró a Li Jiuzheng.
Li Jiuzheng, que no se movió de donde estaba al lado del ascensor, lo miró como si no pudiera comprender lo que estaba viendo, su expresión aún estaba aturdida. Un momento después, la puerta del ascensor se cerró con un sonido suave que lo devolvió a la realidad. Un destello de vida apareció nuevamente en sus ojos vacíos, sonrió sin palabras y se acercó a Shi Jin rápidamente. Sacó la llave y dijo: —Xiao, Xiao Jin, estamos en casa. Prepararé los fideos de longevidad de inmediato.
Shi Jin miró sus manos temblorosas y sus orejas ligeramente rojas, y suspiró para sus adentros. Extendiendo la mano, tomó la llave que Li Jiuzheng no podía meter en el ojo de la cerradura y lo ayudó a abrir la puerta.
El aire cálido se derramó a lo largo de la rendija que se ensanchaba cuando la puerta se abrió, revelando la entrada y la sala de estar cálida y cómodamente decoradas.
Fue el turno de Shi Jin de quedarse atónito. En la memoria original de “Shi Jin”, Li Jiuzheng era una persona indiferente a su entorno de vida. Podía vivir prácticamente en cualquier lugar, su única preferencia estaba inclinada hacia una combinación de colores fríos, rechazando instintivamente la decoración cálida y acogedora. Su clínica en Rongcheng, decorada en gris, negro y blanco que provocan depresión, se sentìa tan fría como un ataúd, fue la última y más aterradora pesadilla del “Shi Jin” original.
Este apartamento, sin embargo, era cálido y acogedor. Desde la alfombra gris paloma de pelo corto hasta los muebles de madera y el amplio sofá de tela de aspecto cómodo, desde el felpudo de dibujos animados hasta la pintura abstracta de girasoles que colgaba de la pared y las cortinas de color crema, apenas había una mancha de algún color frío. Todo el apartamento era una definición de comodidad; incluso los bordes de los muebles estaban redondeados.
Definitivamente, no parecía un lugar en el que Li Jiuzheng viviría. Nadie en la familia Shi decoraría su casa con este estilo.
Sin embargo, Shi Jin no lo odiaba. Para ser precisos, instantáneamente le gustó el sofá, ya que parecía realmente cómodo para descansar.
Mientras Shi Jin miraba el apartamento, Li Jiuzheng lo estaba mirando.
El rostro de Shi Jin era fácil de leer, su sorpresa y un poco de cariño en sus ojos se notaban de un vistazo. Li Jiuzheng siguió la mirada del adolescente hasta su nuevo sofá y sus nervios tensos se relajaron lentamente. Sonriendo, pasó junto a Shi Jin y entró, luego sacó un par de pantuflas de felpa del zapatero y las puso frente a él. —Hace frío afuera, entra —dijo.
Esto despertó a Shi Jin, y tosió avergonzado, descubriendo que la forma en que había estado mirando el sofá era demasiado obvia. Cruzó la puerta, la cerró detrás de él y le entregó la llave a Li Jiuzheng.
—Es para ti. —Li Jiuzheng extendió la mano, pero en lugar de tomar la llave, tomó la bolsa de compras que llevaba Shi Jin. —Siéntate en la sala, te traeré algo de beber —dijo con una sonrisa, reemplazando sus zapatos por otro par de pantuflas de felpa como las que le dio a Shi Jin, y se dirigió a la cocina con las bolsas.
Shi Jin lo vio irse, luego miró la llave en su mano. Frunció el ceño, dudando, pero finalmente se guardó la llave en el bolsillo.
No pudo evitar sentir que si se negaba a tomarlo, escucharía el sonido de algo parecido a un vidrio rompiéndose…
Se puso las zapatillas y entró en la sala de estar. Miró a su alrededor con curiosidad y luego se sentó con aprensión en el borde del sofá. Satisfecho de encontrarlo debidamente suave y flexible, se quitó la bufanda y la chaqueta y volvió a sentarse. Había una revista en la mesa de café, como si alguien la hubiera dejado allí con la intención de terminar de leerla más tarde. Shi Jin la recogió y la hojeó casualmente.
Un texto denso en un idioma extranjero, intercalado con ilustraciones médicas, apareció frente a sus ojos. Shi Jin pasó las páginas con una mano rígida y, con la sensación de asombro de un pobre estudiante que se tropezó accidentalmente con el estudio del mundo de los tiranos, devolvió la revista silenciosamente.
Pasemos el tiempo jugando juegos en el teléfono, ¿de acuerdo?
Cogió el teléfono que tenía en el bolsillo.
—¿Qué quieres beber, Xiao Jin? ¿Jugo o leche? —Li Jiuzheng llamó, asomándose de la cocina. Sostenía un delantal, aparentemente a punto de ponérselo.
Li Jiuzheng, delantal… La imagen de Li Jiuzheng con una bata de médico y sosteniendo un bisturí en silencio en la oscuridad pasó por la mente de Shi Jin, lo que lo obligó a reprimir un estremecimiento. Con resignación, dejando el teléfono en el bolsillo, se puso de pie y respondió: —El jugo sería genial. Sin embargo, no te molestes, lo tomaré. —Así no tendré que preocuparme por la posibilidad de que el jugo esté drogado… Sabía que estaba siendo paranoico, pero no podía evitarlo; lo que sucedió en la vida anterior dejó un gran trauma en el corazón del “Shi Jin” original, volviéndolo inconscientemente temeroso de su quinto hermano.
Li Jiuzheng pareció darse cuenta de inmediato del significado detrás de las palabras de Shi Jin, y la sonrisa en su rostro se atenuó. —Ven entonces. El jugo está en el refrigerador —dijo en voz baja.
Shi Jin se quedó en silencio. Se hizo añicos, se hizo añicos, definitivamente se hizo añicos de nuevo.
Los dos hermanos estaban uno al lado del otro en la cocina. Uno sostenía una taza y se servía jugo, mientras el otro luchaba con un trozo de masa en la encimera.
Por el rabillo del ojo, Shi Jin vio el movimiento metódico de Li Jiuzheng de amasar la masa, y su mandíbula casi se cae por la conmoción. —¿De verdad sabes cocinar?
Li Jiuzheng lo miró de reojo, apretó los labios y continuó amasando.
Esta reacción…
—¿Estás enojado? —Preguntó Shi Jin.
—No, no me enojaré contigo —respondió Li Jiuzheng.
Mentiroso, obviamente estás enojado.
Este Li Jiuzheng no era exactamente el mismo que el Li Jiuzheng en la memoria del “Shi Jin” original. Su personaje no era frío ni retraído, tampoco solo le gustaban los libros y odiaba a la gente, negándose a permitir que nadie se le acercara, sin mencionar que ciertamente no parecía estar loco, lleno de dolor y ser un asesino. El actual era proactivo, sabía sonreír, era sensible y fácil de entender, completamente como una persona común. Y frente a este tipo de Li Jiuzheng, Shi Jin, inexplicablemente, lo trató de una manera que era casi fría, incluso diciendo algunas cosas hirientes.
Como Li Jiuzheng estaba cocinando para prepararle una comida, Shi Jin no presionó más y cambió de tema: —Esta masa se hizo con anticipación, ¿verdad? ¿Te levantaste muy temprano para preparar la cena?
Los movimientos de amasado de Li Jiuzheng se volvieron rígidos. De repente, se volvió hacia un lado, ocupándose de poner la pequeña olla sobre la encimera de la estufa para que se calentara. —No era tan temprano.
Parece que se levantó muy temprano.
—¿Qué hay en esta olla? —Shi Jin continuó preguntando, ignorando su desconcierto.
La mano de Li Jiuzheng en el mango de la olla se apretó. —Caldo de pollo, para cocinar los fideos… Lo hice yo mismo, no es comprado en la tienda.
Entonces, sabe cocinar fideos en caldo de pollo. Shi Jin elogió sinceramente: —Eres realmente increíble. —Li Jiuzheng preparando caldo de pollo solo, fue realmente un logro impresionante. El idiota de la cocina en la memoria del “Shi Jin” original ni siquiera podía cocinar fideos instantáneos.
Li Jiuzheng no respondió, pero Shi Jin notó que su espalda se enderezó levemente. El elogio pareció hacerlo muy feliz.
¿Esta persona realmente es el director de un hospital, un niño prodigio convertido en un médico destacado? Se siente más como un estudiante joven e inmaduro que yo.
Shi Jin tuvo una leve sensación de disociación. El hermano aterrador y helado en su memoria y el hermano torpe y fácil de entender frente a él parecían ser dos personas completamente diferentes. Fue increíble. ¿Podría una persona realmente cambiar tanto?
—Estamos comiendo una olla caliente —dijo de repente Li Jiuzheng mientras amasaba la masa. En una voz más baja, continuó: —Hubo muy poco tiempo y solo aprendí a hacer fideos de longevidad, así que la cena es una olla caliente… La próxima vez, la próxima vez realmente te cocinaré una gran comida.
Sobresaltado, Shi Jin se volvió para mirar más de cerca las bolsas de la compra colocadas sobre la mesa. Al ver que estaban llenos de ingredientes comunes de ollas calientes, la sensación de disociación en su mente se desvaneció; parecía que Li Jiuzheng seguía siendo el mismo Li Jiuzheng para quien cocinar era un predicamento.
Sin embargo, este idiota de la cocina había aprendido a hacer sopa de pollo y amasar masa. Lo importante de los fideos de longevidad era el significado simbólico: bastaría con cocinarlos en agua caliente, no había necesidad de ir tan lejos. ¿Y qué quiso decir con “Había muy poco tiempo”? ¿Li Jiuzheng había comenzado a aprender a hacer fideos de longevidad no hace mucho tiempo?
La razón le dijo a Shi Jin que no debería sentirse blando con Li Jiuzheng, el intento de asesino, pero… Miró a Li Jiuzheng con un delantal, bañado por el cálido resplandor de las luces de la cocina y ahogó un suspiro.
En lugar del Li Jiuzheng cansado, frío, loco y miserable del pasado, prefería mucho más a este tipo torpe que se acercaba tímidamente, tratando de tocar el calor.
Bebió el resto de su jugo. —¿En qué armario están los platos? —Preguntó, arremangándose.
Desconcertado, Li Jiuzheng señaló el armario sobre su cabeza. —En este. ¿Para qué necesitas platos, Xiao Jin?
—Para los ingredientes de la olla caliente, por supuesto. Te tomaría mucho tiempo terminar de prepararlos tú solo, mi hora de almuerzo no es tan larga —respondió Shi Jin. Sacó los platos del armario, se acercó a la mesa y empezó a desempacar las bolsas de la compra.
Li Jiuzheng se volvió para mirarlo, atónito, luego extendió la mano para detenerlo. —No, no tienes que hacerlo. Es tu cumpleaños, de lo único que eres responsable hoy es de comer.
Shi Jin bloqueó su mano y señaló la masa. —Quinto Hermano, tengo hambre. Como máximo media hora después, quiero ver tus fideos salir de la olla.
Li Jiuzheng lo miró, su rostro cayendo lentamente. Apretó los labios. De repente, extendió la mano y agarró la muñeca de Shi Jin, diciendo: —Xiao Jin, lo siento. Te llevaré a comer. Comamos en un restaurante.
—No seas tonto. —Shi Jin lo apartó y continuó preparando los ingredientes. —Estos se desperdiciarán si no los comemos. Empieza a cocinar los fideos que hiciste. Mientras tanto, puedes hacer más y ponerlos en la olla caliente más tarde.
Li Jiuzheng miró su mano que había sido apartada. La levantó para tocar a Shi Jin de nuevo, vaciló y la dejó caer, susurrando: —Está bien.
Después de estar ocupados durante más de media hora, los dos finalmente pusieron la comida en la mesa. La base de la sopa de la olla caliente no era casera; Li Jiuzheng la había comprado en una conocida cadena de restaurantes de ollas calientes. Había tres sabores; al ver que Li Jiuzheng tenía suficientes ollas, Shi Jin simplemente las hirvió todas.
La vista de una mesa llena de platos con ingredientes fue extrañamente satisfactoria.
—Puedes empezar a comer primero, yo traeré los fideos. —Li Jiuzheng se quitó el delantal y le indicó a Shi Jin que se sentara.
Shi Jin tarareó en afirmación y sacó una silla al azar. Mientras esperaba, tomó algunos ingredientes crudos y comenzó a ponerlos en la olla con una base de sopa hirviendo.
Click. De repente, se escuchó el sonido del obturador de una cámara. Shi Jin hizo una pausa y miró hacia la puerta de la cocina. Li Jiuzheng, atrapado en el acto, rápidamente se guardó el teléfono en el bolsillo y entró en la cocina como si nada hubiera pasado.
Sin palabras, Shi Jin volvió su atención a la olla caliente. ¿Qué demonios? ¿A todos sus hermanos les gustaba tomar fotos furtivas?
Pronto, se sirvieron los fideos de longevidad.
Frente a Shi Jin, había un tazón de sopa grande con un fideo largo y grueso como un palillo. No se tiró con mucha habilidad y el grosor no era uniforme. Shi Jin miró a Li Jiuzheng y recogió los palillos. Bajo la mirada nerviosa de su hermano, los metió en el cuenco, encontró el inicio de la hebra en la maraña y la atrapó.
—¡Ten cuidado! No lo rompas, es poco auspicioso —dijo Li Jiuzheng sin poder evitarlo. Se inclinó hacia adelante, luciendo como si quisiera ayudar a Shi Jin a sostener los fideos.
Shi Jin quería reír, pero descubrió que no podía.
Este fue claramente un momento cálido y feliz, entonces, ¿por qué sintió un poco de ganas de llorar?
Esta es definitivamente la emoción del “Shi Jin” original. Con la otra mano, se pellizcó con fuerza debajo de la mesa, usando el dolor para aclarar su mente. Inclinó la cabeza, se metió el fideo en la boca y sorbió exageradamente el fideo, que en realidad no era muy largo.
Click.
Miró hacia arriba y se enfrentó a la cámara del teléfono móvil de Li Jiuzheng. Siguiendo el juego, puso los ojos en blanco con fingido disgusto. —Tantos fideos es muy poco, no estoy lleno en absoluto.
Li Jiuzheng lo miró desde la pantalla del teléfono y una brillante sonrisa iluminó su rostro. —No se rompió, ¡Xiao Jin vivirá hasta los cien años! Hay más fideos, espera un momento —dijo, levantándose.
Un plato de fideos generosamente cubierto con huevos, carne desmenuzada y encurtidos fue sacado de la cocina.
—Aquí —dijo Li Jiuzheng, colocándolo frente a Shi Jin en lugar del cuenco de fideos de longevidad. —Sin embargo, no comas demasiado, todavía está el hotpot.
Sin detenerse en la ceremonia, Shi Jin levantó sus palillos y comenzó a devorar los fideos, sin olvidar recoger los ingredientes cocidos de la olla caliente de vez en cuando.
Li Jiuzheng lo vio comer con una expresión feliz en su rostro.
Qué persona más fácil de entender, pensó Shi Jin. Tragó un bocado de fideos y se frotó la nariz.
No, en realidad no es nada fácil de entender.
Esta persona tiene tantas caras. ¿Cuál de ellos es el real?
Después de la cena, Li Jiuzheng llevó a Shi Jin de regreso a la escuela. Cuando el coche se detuvo en la puerta de la escuela, Shi Jin le agradeció la comida y abrió la puerta para bajar. Antes de que pudiera hacerlo, Li Jiuzheng habló de repente.
—Lo siento.
Shi Jin hizo una pausa y lo miró.
—Y feliz cumpleaños. —Li Jiuzheng no evitó su mirada. Después de un vacío momentáneo, la sonrisa suave y cálida que a menudo mostraba hoy apareció una vez más en su rostro. —Xiao Jin, estuve muy feliz hoy. Gracias por comer conmigo.
El actual Li Jiuzheng sonrió mucho frente a Shi Jin. Su sonrisa era cálida, inofensiva, gentil y feliz, pero cada vez que Shi Jin la veía, no la sentía real.
Se preguntó de nuevo, ¿cuál Li Jiuzheng era el real? El joven prodigio, el médico destacado, el asesino con bisturí, el torpe hermano mayor haciendo fideos… ¿Cuál es tu verdadero yo?
—Todavía recuerdo la forma en que vestías cuando nos volvimos a ver el año pasado. Vestías un abrigo largo, negro, abotonado, un traje con camisa de vestir y no tenías bufanda. Parecías maduro y frío. También recuerdo tu apariencia con una bata blanca, guapo y un poco aterrador —dijo Shi Jin, su mirada descansando en el abrigo color café que su hermano estaba usando ahora. Se quedó en silencio por un momento, luego continuó. —Después de mis exámenes de fin de trimestre, ven para una cena de reunión. También se lo haré saber a los demás.
Los dedos de Li Jiuzheng temblaron. Estiró su mano y agarró la muñeca de Shi Jin como para evitar que se fuera.
—Recuerda llegar temprano. Vamos a cocinar solos, como hacen las familias normales. —Shi Jin se soltó de su agarre, volvió a darle las gracias por la comida con una sonrisa y salió del coche. Caminó hacia la puerta de la escuela sin mirar atrás. Algunas emociones reprimidas se arremolinaron en su corazón, haciéndolo caminar cada vez más rápido.
Mal, mal, qué hermano mayor torpe y amable, qué persona cálida y sensible, este era un asesino, un demonio que se paraba junto a tu cama de hospital todas las noches esperando quitarte la vida. Vuelve, échale la culpa, hazle daño, devuélvele el dolor que sufriste mil veces y arrástralo al infierno contigo…
Bocinazo
De repente, el claxon de un coche con un sonido familiar sonó no muy lejos. Shi Jin se detuvo en seco y miró hacia dónde venía. Para su sorpresa, realmente vio el auto negro que conocía bien, estacionado al costado de la calle. Lo miró sin comprender durante unos segundos, luego cambió de dirección hacia él y echó a correr. En el momento en que se acercó, abrió la puerta trasera y se arrojó sobre la persona sentada adentro.
Lian Jun abrió los brazos y lo abrazó. Extendió la mano para cerrar la puerta del auto y luego acarició suavemente el cabello de Shi Jin. —Hueles a hotpot —dijo. —Incluso se te ha metido en el cabello.
Rodeado por la presencia familiar, el mar revuelto de emociones en el pecho de Shi Jin se calmó de inmediato. Apretó su abrazo y respiró hondo. Sus nervios tensos se relajaron cuando el aroma familiar de Lian Jun llenó su nariz, preguntó: —¿Por qué estás aquí?
—Iba a llevarte a cenar. ¿No dijiste que querías comer arroz con bambú y tocino? Ayer mismo, reservé una habitación en un muy buen restaurante privado. —Respondió Lian Jun, pellizcando su mejilla. —Inesperadamente, resultó que ya tenías una cita.
Shi Jin hizo una pausa, sorprendido, luego su expresión decayó. —¿Por qué no me dijiste cuando te llamé antes? —Preguntó, frunciendo el ceño. En lugar de un hotpot, obviamente hubiera preferido comer arroz de bambú con Lian Jun.
—Pensé que querrías esta oportunidad para hablar con tu quinto hermano, pero tan pronto como te vi salir de su auto, supe que había tomado una decisión equivocada —explicó Lian Jun, dándole un beso tranquilizador en la frente. —Lo siento, no cometeré otro error como este. ¿Te intimidó?
—No. —Terminada la “recarga”, Shi Jin se sentó con la espalda recta y le dio a su amado un beso de satisfacción. —Vamos a comer ese arroz de bambú con tocino la próxima vez… No, no importa, cocinemos nosotros mismos en el club. El pronóstico del tiempo dice que se acerca otra ola de frío y que puede nevar, por lo que no debes salir.
—Sin embargo, definitivamente no sería tan auténtico como el hecho por un chef profesional. —Lian Jun ordenó la ropa de Shi Jin, luego se inclinó hacia un lado y tomó una caja de comida para llevar. —Por eso les pedí que lo empacaran para poder traerlo.
La caja para llevar es aproximadamente del tamaño de dos almuerzos en una caja normal. Estaba hecho de papel, con un lindo patrón de bola de arroz de dibujos animados y el nombre de la tienda impreso en él. En el momento en que lo vio, los ojos de Shi Jin se iluminaron. Tomó la caja y la abrió, revelando varios tubos de bambú[1] fuertemente atados con una cuerda. Un sabroso aroma de arroz y tocino flotaba, haciéndolo salivar.
—Ya está frío. Recuerda calentarlo antes de comer —advirtió Lian Jun. Sacó una caja negra no muy grande y estrecha y se la entregó a Shi Jin. —Aquí, un regalo de cumpleaños. Feliz cumpleaños, que siempre estés sano y feliz, y que todos tus deseos se hagan realidad.
—¿Un regalo de cumpleaños? —Shi Jin aceptó la caja, sorprendido pero muy feliz. —Pensé que tus regalos de cumpleaños para mí eran el juego CQC y la fiesta de cumpleaños del fin de semana pasado.
Lian Jun se inclinó hacia adelante y lo abrazó de nuevo, sin hablar.
Shi Jin dejó de desenvolver el regalo e inclinó la cabeza para darle una mirada confusa.
—Sé bueno, no lo pienses más. Estoy aquí —murmuró Lian Jun, pasando suavemente su mano por la espalda de Shi Jin.
Shi Jin miró el auto de Li Jiuzheng en la distancia, que aún no se había ido. —Mhm —susurró, levantando las manos y abrazando a su amante.
♦ ♦ ♦
Extra
El grupo de chat de los hermanos:
Después de mucho tiempo sin actividad.
Li Jiuzheng [apareciendo de repente]: Xiao Jin dijo que tendría una cena de reunión con nosotros después de sus exámenes de fin de trimestre.
Los otros hermanos: !!!
Li Jiuzheng [añadiendo la salvedad]: Pero dijo que tenemos que hacerlo como lo hacen las familias ordinarias y debemos cocinar solos. ¿Pueden cocinar?
Fei Yujing:… Tos.
Shi Weichong [frunciendo el ceño]: Solo puedo hacer los platos más simples.
Rong Zhouzhong se hace el muerto.
Xiang Aoting (vacilante): Puedo cocinar un poco, pero aparte del sabor, lo que hago no suele verse muy bien.
Li Jiuzheng: Solo puedo hacer fideos.
Silencio indescriptible.
Shi Weichong: Aprendamos. No podemos dejar que Shi Jin se decepcione.
Todos [acordando en silencio]: Mhm.
[1]Algo así:
Shi Jin es tan fuerte al darle una segunda oportunidad a su hermano🥺🤧💕💕