Novelas en español
Traducido por Kiara
Editado por Ayanami
—Uf…
En algún lugar, dentro de la mansión, Riley suspiró, mientras apoyaba la espalda en un lugar sombreado.
—Accidentalmente, he dado algunos consejos. Seguí leyendo “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 18: Escondite (4)”
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¿Estaba demasiado distraído por qué recién despierta? ¿Escuchó mal?
Riley no podía creer lo que acaba de escuchar y le preguntó de nuevo.
—No, espera… ¿Qué dijiste? ¿Dejar? Seguí leyendo “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 17: Escondite (3)”
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—Fabri… ¿fabricarlo?
Riley sacudió rápidamente la cabeza y miró al conde Stein, que se encuentra de pie, a un lado, con la cara pálida. Seguí leyendo “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 16: Escondite (2)”
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— ¿Joven maestro?
— ¿Por qué me miras así?
Ian giró la cabeza y miró a Riley, que había aparecido detrás de él. Riley se encogió de hombros, ante las miradas que recibió de Ian y Sera, que parecían poseídos. Seguí leyendo “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 15: Escondite (1)”
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En el camino que conecta la mansión Iphelleta y el pueblo de Iffa, existe un bosque. Si, en este momento, alguien preguntara por el estado del bosque…
—Uh…uuuh…
Estaba lleno de hedor a sangre. Los charcos de sangre, hechos por los cuerpos sin cabeza de los asesinos, harían que cualquiera estuviera horrorizado. Seguí leyendo “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 14: Palomitas de Maíz (5)”
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— ¿Ésta, será la primera vez en esta vida? —Riley pensó para sí mismo, mientras inspeccionaba el área.
Lo había hecho innumerables veces antes, en su vida anterior, pero esta era la primera vez en esta vida. Usando una espada, eso es.
—Me pregunto cuánto puedo hacer. Seguí leyendo “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 13: Palomitas de Maíz (4)”
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Ella fue desterrada. Y de manera gloriosa, nada menos. Frente a sus dos hijos, Orelly fue desterrada de la Casa Iphelleta.
—No. Es una mentira…
Su padre, Tes, siguió a Orelly desde atrás y la observó caminar desesperada. Una ola de arrepentimiento se apoderó de su mente. Su actitud malcriada había vuelto para morderlos en la espalda. Seguí leyendo “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 12: Palomitas de Maíz (3)”
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—Ah, él está aquí.
¿Cuántos minutos habían pasado? Ian arrastró su cuerpo exhausto de regreso a la habitación de Iris. Riley, que había estado sentado, tranquilamente, hasta ahora, se levantó para saludarlo, como si hubiera estado esperando este momento.
— ¿Cómo estuvo? Seguí leyendo “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 11: Palomitas de Maíz (2)”
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Esto es lo que Riley había encontrado, trozos de papel rasgado que se habían juntado.
Ian miró atónito el periódico y dijo —Joven maestro.
— ¿Sí? —Riley respondió seriamente.
— ¿Por qué me presentas papel higiénico usado? Seguí leyendo “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 10: Palomitas de Maíz (1)”
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¿Cuántos minutos habían pasado? ¿Un minuto? ¿Tres minutos? Tal vez, incluso habían pasado 10 minutos.
Sin embargo, el duelo no parecía estar cerca de concluir.
— ¡Maldita sea, maldita sea, maldita sea! Seguí leyendo “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 9: Manipulación de evidencia (2)”
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Ninguno de los hombres encapuchados, que se infiltraron en la Casa Iphelleta, pudo mover un músculo por más tiempo, esto se debió al desconocido que acaba de hablar con ellos.
—Justo en ese momento…
Fue más que suficiente para sorprenderlos. Que alguien ajeno, pudiera detectar, escuchar e interceptar sus mensajes mentales. Seguí leyendo “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 8: Manipulación de evidencia”
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Es una situación grave. Acababan de llegar noticias, mencionando que, el mayordomo Ian, le había mostrado la daga al conde Stein.
Originalmente, se pensaba que el tema de la daga de asesino se había dado por finalizado ya que, en ningún lugar, se encontró el cuerpo. Pero, claramente, ese no era el caso.
—El trabajo debe completarse…a más tardar hoy, solo para estar seguros. Seguí leyendo “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 7: ¿Quién…? (2)”
Por la mañana, en la oficina del Conde Stein.
— Así que, ¿Riley lo intentó con la espada?
— Sí.
Ian le informó a Stein lo que había pasado ayer.
Ayer, Riley había ido a los campos de entrenamiento después de ver a su madre colapsar.
Ian agregó que el ambiente perezoso que normalmente rodeaba a Riley había desaparecido por un momento. Seguí leyendo “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 6: ¿Solo quién…?”
¿Por qué está Espada Vaga…?
El chico de pelo negro frente a él era la misma persona que él y la Sra Orelly habían considerado patético.
— ¿En serio? ¿No querías que me revelara?
Cuestionó Riley al encapuchado.
Seguí leyendo “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 5: Invitado Nocturno (2)”
En el campo de entrenamiento de la mansión Iphelleta.
Dentro del oscuro campo, un chico de cabello negro estaba de pie.
La forma en la que sostenía la espada de madera era un poco extraña.
— Hoo…
El chico suspiró mientras miraba al maniquí.
Era un maniquí lleno de paja, sin ningún tipo de mecanismo interno, era puramente para novatos. Seguí leyendo “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 4: Invitado Nocturno”