Bajo el roble – Capítulo 2: Segunda reunión

Traducido por Kiara Adsgar

Editado por Yusuke


Para limpiar la mancha, un hombre de su familia tendría que desafiar a Riftan Calypse a un duelo. Pero su padre no tenía hijos, y ninguno de sus parientes o caballeros en servicio podrían esperar igualarlo.

Después de todo, ¿quién puede luchar contra el espadachín que ha derrotado a un dragón? Eventualmente, solo podría dejar que el honor de la familia fuera arruinada y por ende su padre nunca la perdonaría. Tal vez ella enfrentaría repentinamente la muerte incluso antes de que el proceso del divorcio formal tuviera lugar. Ese sería el deseo de su padre…

Entonces de alguna manera debo convencerlo…  ¿Pero me escuchará?

Se mordió los labios, su estado de ánimo como si estuviera de pie en la punta de un acantilado. Su matrimonio se hizo únicamente para la conveniencia del duque Croix y sus caballeros.

Hace tres años, cuando se difundió la noticia en todo el continente de que el Dragón Rojo que hibernaba en Aranthal, había abierto los ojos, Elnuma Ruben III ordenó a sus vasallos que se armaran con una acción estricta.

Naturalmente, el duque de Croix también tenía que liderar a sus caballeros en la expedición, pero su padre pasó el deber al caballero Riftan Calypse en el momento en que se casó con su hija.

Se estremeció al pensar en los comentarios insultantes que los invitados habían murmurado el día de la boda. El caballero de bajo rango, Riftan, tuvo que ser sacado de la ceremonia ya que no podía desobedecer la orden del duque. La ira y la humillación que habría sentido era impensable. Su expresión de moderación era igual de temerosa.

—Si tan solo fuera la mitad de hermosa que Rosetta… Tal vez se sentirá mucho mejor y no pensaría en divorciarse de mí.

Las ideas flotaban en su cabeza como una burla. A pesar de su bajo estatus, Riftan Calypse era un hombre con rasgos impresionantes. Incluso Rosetta, que se estaba burlando de él por su origen, se sonrojó al ver al caballero.

Riftan podría haber disfrutado de muchas relaciones románticas con mujeres hermosas. Tal hombre podría haber escapado de una esposa tartamuda. Además, su estado ya no era un obstáculo.

—Si decide casarse con la hija del rey no habrá forma de hacerle cambiar de opinión, aunque le suplique de rodillas.

Pasaron solo una noche juntos y al día siguiente, Riftan se fue con el ejército sin decir una palabra de despedida. Incluso después de eso, no le envió un solo telegrama. Tenía dudas de que el siquiera la considerara su esposa.

Mientras la expresión de su rostro cambiaba tristeza a miedo, una voz sombría penetró en sus oídos.

—Vaya es un espectáculo digno de ver.

Max lo miró sorprendido. ¿Desde cuándo este hombre gigante había estado de pie junto a la puerta mirándola?

—Mi esposa tiembla, esperando que su esposo regrese de entre los muertos.

El hombre caminó lentamente, su sarcasmo estaba presente en cada una de las palabras. Ella lo miró, olvidando incluso respirar. Su esposo, Riftan Calypse, vestido con una túnica azul oscuro y una armadura plateada, que recordaba a un monje, parecía mucho más grande y dominante de lo que recordaba.

—No esperaba una cálida bienvenida, pero no hay razón para temblar como si hubieras visto la peste.

Las frías palabras finalmente devolvieron a Max a sus sentidos. Se puso pálida de repente, al pensar que lo había ofendido en menos de un minuto después de su reunión.

—Has venido, a salvo, de vuelta a salvo…

¿Qué debería decir? No sé cómo llamarlo ¿Riftan? Parece demasiado cariñoso. ¿Lord Calypse? —Pensó que se reiría de ella. Mientras murmuraba sus palabras, de repente sintió una mirada intensa mirándola y dio un paso atrás.

No podía entender por qué la estaba mirando así. Como si no pudiera empeorar, el rostro del hombre se volvió más tenso por alguna razón. Él la agarró del brazo y pronunció con dureza.

—Al menos finge estar feliz al darme la bienvenida.

Ella se congeló cuando sus cuerpos se encontraron uno frente al otro, el olor a cuero, a caballo y a sudor leve perforo la punta de su nariz. Su olor masculino cruzó por su mente, trayendo consigo un recuerdo que había estado enterrado durante tres años.

Un calor misterioso surgió de su mirada dura y penetrante. Él la miró como quien mira una carne cruda, como un sabueso al borde de morder su comida.

Ella bajó la vista a toda prisa, su rostro ardía como si estuviera bajo el implacable calor del sol.

Con su corazón latiendo más rápido con cada segundo, los recuerdos de su matrimonio lentamente inundaron sus pensamientos. Su esposo finalmente regresó a casa. ¿Cómo trataría ella con él ahora?


Kiara
Y el esposo hace acto de presencia, Max tiene una actitud muy débil está creando malentendidos donde no los hay

6 respuestas a “Bajo el roble – Capítulo 2: Segunda reunión”

    1. Mmmm no se si sea sumisa, tienes que ver el contexto de la época, de la situación en la que se encuentra maxi y el problema de tartamudez que tiene, son muchos factores, a parte que tiene una baja autoestima, empezamos mal 😔 es triste la situación

      1. Exacto. Comprendi lo mismo. Por como la trato su padre en el capitulo anterior se puede entrever un poco lo que ha soportado y lo que ha generado eso en ella. En realidad, es “natural” que se comporte así.
        Aunque bueno, tocaría ver más adelante cuando seguramente hablen de su pasado y todo, a ver que tal.

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