El Secreto de la Belleza – Capítulo 12: Despedida Temporal

Traducido por Akatsuki

Editado por Sharon

Corregido por Tulskas


Julius está esperando a alguien en la parte posterior de una colina de una cierta finca en la noche de luna llena antes de su partida. Su hermoso cabello rubio brilla a la luz de la luna cuando la persona misteriosa aparece.

Si hubiera habido espectadores, se habrían encantado y suspirado sin importar quién hubiese aparecido.

—¡Joven Julius! —lo llama una voz desde la finca.

Julius mira hacia esa dirección, por donde una señorita se acerca corriendo. Es su prometida, Emilyn.

Lleva una gruesa túnica para protegerse del frío y su cabello de color melocotón está atado con una cinta bordada con hilos de oro.

Su apariencia simple le queda bien, piensa, y le sonríe amablemente

La colina en la que se encontraba Julius está en la parte trasera de la finca Verjus, de donde Emilyn acababa de salir.

—Buenas noches, señorita Emilyn. Lamento haberte llamado aquí a estas horas.

—Está bien. Pensé que algo había sucedido cuando recibí tu carta.

—Fufu, lo siento por eso. Realmente quería verte antes de irme al frente.

Emilyn recordó la carta que que llegó en secreto esta tarde donde decía que quería encontrarse con ella al anochecer. Por ello se escapó de la finca para venir.

Estaba nerviosa por la expectativa y la ansiedad porque Julius nunca la había llamado así antes. Pero, desde que le dijo que iría al campo de batalla, había pasado los últimos días preocupadas y sorprendida.

—Entonces los rumores son ciertos, después de todo. Participaras en esta guerra.

—Sí. Participaré en lugar de mi padre por la casa Rosenberg. Yo lo pedí.

Emilyn había corrido hasta aquí emocionada, pero lo que escuchó hizo que su cara se oscureciera y bajara la mirada.

Permanece callada, haciendo que el silencio reinase el lugar.

—¿Por qué?

—¿Huh?

Julius, que no escuchó las palabras de Emilyn, le quiso preguntar, pero de repente ella levantó su mirada y le gritó.

—¡¿Por qué?! ¿Por qué irás a la guerra? ¡Haz algo para que no tengas que ir a un lugar tan peligroso! Si algo te sucediera, joven Julius, yo…

Él se preocupó al ver lágrimas cayendo de sus ojos mientras le pide que no fuera al campo de batalla.

Emilyn se calmó cuando vio la expresión de Julius y dejó de gritar.

—¿Te has calmado?

—Sí. Lo siento. Estoy preocupada.

El muchacho extiende su mano y limpia suavemente las lágrimas que caen de los ojos de Emilyn.

—Gracias por preocuparte por mí. ¿Quieres saber porque lo haré?

—Sí, quiero saberlo. Antes mencionaste que se lo pediste a tu padre.

—Fue por ti, señorita Emilyn. Quiero registrar nuestro matrimonio con confianza —responde un poco avergonzado, pero obedeciendo la petición de su prometida.

—¡¿Qué?! —grita, abriendo mucho los ojos. Estaba desconcertada por la inesperada respuesta de Julius.

Julius insinuó el matrimonio el otro día en la fiesta del té, pero no se dio cuenta de que hablaba en serio. Tampoco podía entender cómo se relaciona con la guerra.

—Pensé que no tenía suficiente confianza para casarme contigo como estoy ahora. Ganaré logros de batalla y prestigio por primera vez y luego podré casarme contigo con confianza.

—Eso… ¡Eso no es verdad! ¡Yo soy quien no está preparado para estar a tu lado, joven Julius!

Emilyn negó abiertamente lo que Julius dijo.

Nunca creyó que Julius pensaría esas cosas. Siempre había pensado que él estaba fuera de su alcance, así que deseaba llegar a su lado, sin embargo es lo contrario.

—Para de bromear. Eres demasiado buena para mí. Es por eso que quiero ser reconocido…—, como hombre.

Julius no dijo esas palabras. Aunque lo hiciera, no tendría sentido. Está decidido a traer resultados reales.

Emilyn no había llegado a un acuerdo con Julius, pero por su expresión supo que no hay manera de cambiar su forma de pensar, así que lo único que pudo hacer es darle a conocer su deseo.

—Entonces, por favor… regresa a salvo.

Julius está perplejo, sin saber cómo responder a la súplica de Emilyn.

Por supuesto, no existe seguridad alguna en el campo de batalla. Todos pelean con su vida en juego, pueden morir o ser capturados por su oponente. Ambos son posibles escenarios.

Julius confía en sus habilidades con la espada, pero no puede estar absolutamente seguro de que no morirá.

Pero, mirando a su prometida ansiosa, no puede decirle eso ahora, ¿o sí?

Por lo tanto, él asiente vigorosamente y le miente. Es una mentira piadosa para darle tranquilidad a su amante.

—Por supuesto. Estaré bien, definitivamente iré a verte después de que haya acumulado logros en la batalla.

Ante su respuesta, Emilyn se sintió un poco aliviada.

—Joven Julius, ¿no hay nada que pueda hacer? Me gustaría hacer algo por ti, que te diriges al campo de batalla. Por favor dime si hay algo.

—Una mujer no debería decir si puede hacer algo. Mis deseos podrían salir; sin embargo, si es así… —Julius bromea frívolamente con la propuesta de Emilyn, y luego continúa después de pensar por un momento—. Bueno, si insistes. ¿Podría tomar prestado algo que llevas puesto? Me gustaría tenerlo como un amuleto. Quiero sentir que estás a mi lado, incluso si estamos lejos.

—¿Algo que llevo puesto? Bueno, si estás bien con algo como esto…

Julius le preguntó si podía tener algo suyo, y ella buscó en su cuerpo algo que pudiera darle. Le entregó la cinta azul que llevaba sujeto en su cabello.

Su prometido lo recibe agradecido, doblándolo con cuidado, y lo pone en el bolsillo de su pecho.

—Gracias. También quiero darte algo mío… Pero me detendré aquí por ahora. En cambio, te daré un anillo cuando venga a devolverte la cinta.

—Ah… ¡Sí! ¡Estaré esperándote!

Julius dio a entender que se casaría con ella una vez que regresara a salvo de la guerra, haciendo que se sonrojara mientras asentía vigorosamente.

—Ahora bien, te has retrasado considerablemente. No puedo mantener a una dama en este lugar por más tiempo, así que te dejaré partir ahora.

—Sí. Joven Julius, rezaré para que tengas buena suerte en la guerra.

Julius observa a Emilyn caminar de regreso hacia la finca, retrocediendo muchas veces con renuencia y luego también se retira.

♦ ♦ ♦

El ejército especial salió de la Capital Real dos días después de que Julius y Emilyn tuvieran su reunión secreta.

Había 3000 tropas, 1000 en el cuerpo principal y 2000 en la fuerza separada.

Los guardias fronterizos consisten en 2000 tropas, por lo que el total llega a 5000. No supera al ejército del reino Lakshurusu de 6000, pero esos son los números actuales. Los 2000 soldados reclutados en el norte del reino Aullène se encontrarían con el resto del ejército cuando los dos reinos se enfrenten, lo que elevaría las cifras a 7000 en total.

El campo de batalla está cerca de la frontera norte, por lo que las personas reclutadas en el territorio del norte no necesitan reunirse con ellos en la capital, sino que se unirán al ejército especial en el camino.

Sin embargo, si los guardias fronterizos son derrotados ellos perderán, así que la fuerza separada de 2000 se dirige al campo de batalla primero para unirse a ellos y mantener el frente.

Mientras tanto, el ejército de 3000, que se unirá con el ejército del norte, correrá hacia el campo de batalla.

El marqués Evryac, el padre del amigo de Julius, Maxián, estará al mando de la fuerza separada.

Y con ellos puede verse la apariencia conspicua de Julius.

—Joven Julius…

Emilyn lo vio ansiosamente desde muy lejos.

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