Traducido por Naremi
Editado por Sakuya
Corregido por YukiroSaori
Li Yuyue contuvo la respiración, ¿cómo podía ser tan extraña la respuesta de esta mujer?
—Hoy estoy de buen humor y no quiero molestarme contigo. —Baili Hongzhuang parecía indiferente—. Solo quiero ofrecerle un pequeño consejo a la señorita Li: no debe hablar tan temprano. Recuerda que hace un tiempo yo también era la futura princesa real.
Baili Hongzhuang no esperó y dejó la tienda Nichang sin decir más.
Al ver su esbelta figura caminar lentamente en la distancia, Li Yuyue inesperadamente no pudo decir ni una palabra. Ella había entendido con claridad lo que había querido decirle.
Originalmente, Baili Hongzhuang había sido la futura princesa heredera, pero ahora no había tal compromiso.
Eso le recordó que antes de convertirse en la princesa real, ¡cualquier cosa podría pasar!
Saliendo de Nichang, Baili Hongzhuang vio fácilmente a Dibei Chen esperando no muy lejos.
Al verla salir, la esquina de la boca de Dibei Chen se curvó en una sonrisa.
—¿Se ha arreglado el asunto?
Baili Hongzhuang asintió levemente con la cabeza. Era natural querer darle una lección después de escuchar las provocativas acciones de Li Yuyue.
La razón por la que le dijo esas últimas palabras de despedida, no fue porque quisiera advertirle, sino para obligarla a restringir sus propias acciones.
Baili Hongzhuang, ¡no era una persona con un gran corazón!
—¿Por qué eres tan generoso hoy? Este vestido es bastante caro.
Baili Hongzhuang levantó una ceja, mirando a Dibei Chen con dudas. Mientras ella elegía el vestido, claramente vio lo caro que era el precio.
Hace un tiempo le había preguntado a Dibei Chen por cien monedas de oro, y su respuesta fue que no podía permitirse eso.
Dibei Chen parpadeó, actuando tímidamente mientras miraba a Baili Hongzhuang.
—El dinero de un hombre debe mantenerse para su esposa. Por ello no le di las monedas de oro. Pero, esta vez es diferente, porque eres uno de los míos. Naturalmente, los gastos estarán cubiertos por su maridito con quien se casó.
Las esquinas de la boca de Baili Hongzhuang se enroscaron lentamente. Aunque sabía que él solo estaba inventando cosas, todavía era muy agradable escucharlas.
Al siguiente momento, Dibei Chen sacó una tarjeta de moneda negra y se la entregó a Baili Hongzhuang.
—A partir de ahora, solo usa el dinero en esta tarjeta.
La empresa comercial Tianxiang podría encontrarse en todas partes del continente Shengxuan. Muchas personas almacenaban su dinero en dicha compañía, encontrándolo muy conveniente.
Baili Hongzhuang que ganaba mucho dinero a través del hospital del Doctor Divino, solo poseía una tarjeta plateada de Tianxiang. ¡Mientras que Dibei Chen tenía una negra!
Las tarjetas de monedas de Tianxiang se dividían en cuatro grados: Verde, Plateadas, Doradas y Negras.
Incluso si recorrieras todo el país de Feng Bo, aún no podrías encontrar un único titular de tarjeta negra. Debido a que Tianxiang se utilizaba en todo el continente Shengxue, no era necesario mencionar la cantidad astrológica de riqueza necesaria para obtener una tarjeta negra. ¡Pero, Dibei Chen en realidad poseía esa tarjeta!
Entonces Dibei Chen nunca fue un pobre fantasma, ¡en realidad era muy rico!
—Mi propio dinero es suficiente, puede quedarse con la tarjeta —respondió Baili Hongzhuang.
El comportamiento anterior de Dibei Chen había causado malentendidos. Esa cantidad de dinero era algo que solo se podía compartir entre marido y mujer.
—Tómalo, en este momento es mejor que te centres en cultivar o refinar tu energía interna. —Dibei Chen le dijo—. En mi opinión, sería mejor para ti cerrar tu local del Doctor Divino para enfocarte de todo corazón en la cultivación.
—¿Por qué? —preguntó Baili Hongzhuang.
Dibei Chen sonrió.
—Esposita, no importa el resultado, ahora mismo eres la princesa Chen. ¿Seguir con tu trabajo no creará chisme entre la gente?
—¿Te preocupa eso?
Baili Hongzhuang estaba confundida. Conociendo la naturaleza de Dibei Chen, era improbable que él se preocupara por tales cosas.