La consorte favorita del Príncipe Demonio – Capítulo 98.1: Primo hermano, eres una bestia (2)

Traducido por Selena

Traducido por Meli


Feng Cang cambió su comportamiento tímido. Dentro de sus ojos de fénix había felicidad. Tiró de la tela que cubría su cuerpo; se quitó el abrigo, revelando su piel blanca como la nieve. Cuando estaba a punto de quitarse la ropa interior, Murong Qi Qi se asustó y le agarró las manos.

—¡Príncipe, estaba bromeando! ¡De Verdad!

—¡No! Yo te vi primero, si no dejo que me mires, sentirás que es injusto. ¡Debería devolver la cortesía con cortesía!

—¡No hay necesidad de hacer eso! —Murong Qi Qi sacudió la cabeza y se mordió los labios. Esta vez, la broma fue demasiado lejos. Si Su Yue y los demás vieran que la ropa de Feng Cang estaba desordenada, pensarían que hicieron algo en el carruaje. Ella se sentiría muy avergonzada.

—¿En serio, no quieres? —Él le sonrió con una mueca; observó su rostro y cuello rojos como la sangre, y ese par de hermosos ojos llenos de tensión.

—¡No quiero!

En ese momento se abrió la cortina de un tirón, revelando el bello rostro de Wanyan Kang.

—¿Qué no quiere la prima? —Wanyan Kang quedó atónito. Sus ojos se abrieron de par en par, tembló y señaló a  Feng Cang con el dedo—. ¡Primo, eres una bestia!

La dulce escena original, se convirtió en Feng Cang, quitándose la ropa y forzando a Murong Qi Qi. Además, con el grito de ella, Wanyan Kang se la imaginó como un pequeño conejo blanco, sufriendo a manos del lobo feroz.

—¡Primo hermano! No importa lo impaciente que seas, debes esperar hasta la noche de bodas, ¡ah!

—Piérdete… —Al ver a Wanyan Kang distorsionar lo correcto de lo incorrecto, la palma de Feng Cang fue hacia él. Él se asustó y retrocedió de inmediato.

—Primo hermano, ¿quieres matarme, ¿ah? —El grito de Wanyan Kang vino desde afuera del carruaje.

—Si dices una palabra más, cuando regresemos, ¡dejaré que el tío encuentre diez mujeres para ti!  —Feng Cang se puso la ropa y miró a su primo, quien cerró la boca por  la fuerte amenaza.

—No vi nada. No sé nada. ¡Continúa! Ay, el clima es muy bueno hoy. El sol es muy fuerte, ¡Jaja! ¡Ser joven es tan bueno! —Wanyan Kang se adaptó rápido a las circunstancias, miró al cielo y se echó a reír.

—¡Humph! —Feng Cang bajó la cortina. 

Murong Qi Qi parecía desfallecer. Su cara roja estaba ardiendo. Enterró su cabeza se en el pecho de Feng Cang

—¡Ese chico está acostumbrado a ser así! ¡Cuando regrese, me encargaré de él! —se disculpó y sostuvo a Murong Qi Qi. 

El rostro de esta pequeña mujer es de piel delgada. El de él también. Su corazón latió muy fuerte. 

¡Maldición! ¡Cuando regresen, deberían casarse de inmediato! ¡Así podría mimar y abrazar a Murong Qi Qi!

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Hasta que llegaron al lugar, Murong Qi Qi no dejó los brazos de Feng Cang. Cuando bajaron del carruaje, Wanyan Kang les silbó. Ella se sonrojó una vez más, hasta que los ojos de Feng Cang se posaron sobre Wanyan Kang, éste se tocó la nariz y se escondió a un lado.

El lugar para la final era como un escenario. En el medio había una plataforma redonda construida en piedra. Estaba rodeado por un pequeño edificio semicircular de dos pisos para que la gente viera el juego.

Allí solo estaban los concursantes de Xi Qi, Bei Zhou y la gente de Dong Lu, éstos habían llegado hace mucho tiempo bajo el mando de Jia Lan. 

—¡Príncipe, princesa! —Jia Lan saludó desde su asiento a Feng Cang y Murong Qi Qi—. ¡Han llegado!

—¡Mm! —Feng Cang asintió en respuesta. Llevó a Murong Qi Qi a los asientos de los concursantes de Bei Zhou. No mucho después, los participantes de Xi Qi también llegaron.

Debido a que era un torneo que se realizaba una vez cada cinco años entre los cuatro países, muchos ciudadanos también acudieron al lugar. Querían ver este raro acontecimiento. Por fortuna, el lugar era bastante grande y todos los ciudadanos tenían un lugar para sentarse.

⧫⧫⧫

Wanyan Bao Zhu también vino a ver el torneo. Feng Cang, sabía que era una impostora, pero dejó que la gente la atendiera como a una verdadera princesa. Hicieron que olvidara la conmoción anterior y pensara que se había salido con la suya.

Wanyan Bao Zhu vio a Longze Jing Tian sentado al lado de Xi Qi. Su corazón latió muy rápido. Nunca pensó que podría volver a ver a Longze Jing Tian otra vez y menos en ese lugar.

Aunque él la lastimó, fue su primer amor y también su primer hombre. Las emociones en su corazón eran difíciles de contener. La llama apagada volvió a arder. Olvidó en dónde estaba y que Feng Cang y Murong Qi Qi estaban a su lado. Caminó hacia Longze Jing Tian.

—¿Hey, quién eres tú? ¿Qué deseas? —Murong Qing Lian la detuvo. 

Ella no conocía a la princesa de Bei Zhou, pero como se dirigió hacia donde estaba Murong Qi Qi y no tenía buenos sentimientos por su hermana mayor. La detuvo antes de que tuviera la oportunidad de acercarse al Príncipe.

En cuanto Wanyan Bao Zhu vio a Murong Qing Lian, frunció el ceño. 

¿Por qué es ella? ¿Por qué está aquí la cuarta hermana menor?, pensó y recordó que con la excelente condición física de Murong Qing Lian, ella debería haber venido para participar en el torneo. Sin embargo, en sus ojos no había amabilidad y la hizo algo infeliz.

—Me gustaría preguntar, ¿eres el príncipe Jing de Xi Qi? —Ignoró a Murong Qing Lian, la rodeó y se acercó a Longze Jing Tian. La forma en que lo miraba estaba llena de enamoramiento, así como de recuerdos del pasado.

—¿Usted es? —Longze Jing Tian bajó la cabeza y frunció el ceño ante su expresión enamorada. 

¿Por qué cada mujer a su alrededor estaba tan enamorada de él? ¿Por qué es que, aparte de Murong Qi Qi, no hay nadie que no esté enamorada? 

—Yo soy… —Wanyan Bao Zhu dejó de hablar. 

¿Cómo debería presentarme ante él? ¿Debería decir que soy Murong Xin Lian? ¡Eso es imposible! ¡Verdad! ¡Ahora soy la princesa de Bei Zhou! ¡Debo tener el estilo de una princesa!

—Esta es la princesa Bao Zhu de Bei Zhou.

—Oh… ¿qué trajo a la princesa aquí? —Longze Jing Tian entrecerró los ojos, impaciente, pero Wanyan Bao Zhu estaba inmersa en sus pensamientos y no se dio cuenta. 

Ella ya no era la segunda señorita Murong Xin Lian, sino la princesa de Bei Zhou, Bao Zhu, Wanyan Bao Zhu. Ahora, tenía una nueva identidad. ¿Esto significaba que podría comenzar una nueva vida? Por ejemplo, ¿casarse con Longze Jing Tian como la princesa imperial de Bei Zhou? Ahora su identidad es noble y es suficiente para ser comparada con Longze Jing Tian. Ya no tiene que tener miedo de pisar una cola y pedir perdón.

Wanyan Bao Zhu permaneció en silencio. Ella solo miraba aturdida la cara de Longze Jing Tian.

—¡Princesa, nuestro príncipe te está hablando! —Murong Qing Lian dijo con tono descontento.

—¡Presuntuosa! —le contestó enojada Wanyan Bao Zhu —. Soy la princesa Bao Zhu. Estoy hablando con el príncipe Jing. ¿Qué derecho tienes para interrumpir?

Debido a que la identidad de Murong Xin Lian, era la de una princesa. Emitía un aura imponente. No se podía comparar con Murong Qi Qi, pero surtía efecto en Murong Qing Lian, hija de un plebeyo.

Longze Jing Tian se molestó porque Wanyan Bao Zhu le gritó a la gente de su país. Él debía proteger a los suyos.

—¿Por qué vino la princesa a buscar a este príncipe? —preguntó con un tono frío y distante.

—Nada. Es solo que el príncipe parece un viejo amigo mío. Entonces, vine a saludarte. 

—¡Claro! La forma en que la princesa le habla a un desconocido es muy peculiar, ¿Cómo puede  compararse ese viejo amigo suyo con nuestro príncipe? 

Debido a que Longze Jing Tian viajó sin Lu Yuan y Lu Ye al viaje, Murong Qing Lian. había estado curando sus pies que se lesionaron en la pagoda.

Ella lo hacía para aliviar la culpa que sentía porque él se lastimó al salvarla. Además, quería aprovechar la oportunidad para llamar su atención. En consecuencia, Longze Jing Tian le dio una mejor expresión. Esto aumentó la confianza de Murong Qing Lian para ser presumida. Por eso se atrevió a hablar de esta manera con Wanyan Bao Zhu.

Wanyan Bao Zhu se puso roja de inmediato. Quería enseñarle una lección a su hermana menor, pero había llegado el momento de que los concursantes compitieran.

Solo apretó los puños cuando vio a Murong Qing Lian seguir a Longze Jing Tian con diligencia y felicidad. No solo tenía que lidiar con Murong Qi Qi, sino también, con Murong Qing Lian quien se veía enamorada de Longze Jing Tian.

¡Puta! ¡Es una zorra! ¡Incluso quiere arrebatar a su propio cuñado!

Apretó los dientes y deseó que su mirada pudiera penetrar en la desvergonzada  Murong Qing Lian. Debido a que el príncipe es su hombre, sería el cuñado de su cuarta hermana.

Olvidó que Longze Jing Tian nunca la había mirado. También olvidó que lo consiguió después de usar medios extremos. Ella debería arrebatárselo a Murong Qi Qi. Ahora, el corazón de Wanyan Bao Zhu está lleno de odio hacia Murong Qing Lian…

¡Puta! ¡En definitiva,  voy a encontrar una oportunidad para tratar contigo!

Antes, en la residencia Murong, Murong Qing Lian era la preferida porque su madre concubina era favorecida, siempre fue cínica frente a Murong Xin Lian y de vez en cuando, la miraba de forma despectiva.

En ese momento, aunque era hermosa, Murong Tai puso más importancia en el cuarto nivel de su hermana Murong Qing Lian. Además, el hecho de que Liu Yan Zhi tenía el respaldo de un hijo, por lo que cada vez que las dos peleaban, su padre siempre se inclinaba hacia su hija menor. Ahora es diferente. Ahora no es Murong Xin Lian, sino la princesa Bao Zhu de la familia imperial de Bei Zhou. Tiene una identidad noble. ¡Matar gente por venganza era solo un asunto menor!

Selena
Con este tipo de hermanas… aparte de tontas matonas… Lo peor es que no se dan cuenta que el príncipe nunca las mirará.. ¿Qué opinas Meli?

Meli
Su linda relación fraternal me conmueve tanto... Tiene razón Sele, él jamás las mirará.

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