La Villana Revierte el Reloj de Arena – Extra III: Una mujer malvada, siempre será una mujer malvada (6)

Traducido por Maru

Editado por Sharon


Lo único que faltaba eran sus matrimonios, porque Aria ya estaba casado y adaptado a la vida del Castillo Imperial, y el futuro de Annie y Jessie estaba garantizado. Habían retrasado sus bodas por el bien de Aria, por lo que sería un día importante.

Jessie fue la primera en casarse entre ellas.

Se suponía que Annie celebraría la ceremonia primero, pero con el apoyo de Aria, incluido el vestido, preparó una nueva ceremonia, cancelando todo lo que había decidido y preparado. 

En contraste, Jessie solo recibió el apoyo necesario de Aria y usó lo que había preparado según lo programado. En primer lugar, estaba agobiada por demasiado y trató de rechazarlo, pero Aria la obligó a aceptarlo.

—¿Cómo puede ser esta la boda de un plebeyo? Solo los ricos nobles pueden permitírselo. —A pesar de la negativa de Jessie, Aria decoró el salón de bodas más bellamente y los visitantes quedaron asombrados.

—Su alteza la princesa heredera la apoya. No es una plebeya común.

—Eso es lo que pienso. Además, es solo cuestión de tiempo antes de que obtenga un título porque las habilidades de su esposo son sobresalientes y él está en la posición correcta.

—Aunque el precedente es raro, es posible.

—Su alteza el príncipe heredero está muy enamorado de la princesa, por lo que escuchará todo lo que ella quiera.

—Estoy seguro de que su alteza pronto será emperador.

—Ella sería la mujer más afortunada del imperio.

—¿No lo es ya?

Los que hablaban de Jessie y su marido eran nobles que no estaban muy unidos a ella. Parecían haber asistido al evento para obtener impresionar a Aria. Además, creían que Jessie, una de las doncellas favoritas de Aria, pronto alcanzaría buen estatus, por lo que saludaron de manera cordial incluso a sus familiares.

—Oh, Dios mío. ¡Su alteza la princesa heredera realmente ha venido!

Como esperaba la audiencia, Aria apareció con Asher antes de que la ceremonia comenzara. Aunque Jessie era la doncella más querida, se esperaba que Aria viniera sola porque era una plebeya, pero apareció con Asher. Esto convenció a todos de que Jessie y Hans conseguirían un título.

Aria no intercambió saludos con nadie, y visitó inmediatamente la sala de espera donde Jessie estaba.

—Oh, no tiene que venir…

—¿Cómo puedo perderme tu boda?

A pesar de ser una mujer malvada, te mantuviste a mi lado intentando hacerme hacer lo correcto.

Aunque había tenido un final miserable por no escucharla, ese paso había fundamentado su confianza en Jessie. Y como él también lo sabía, Asher estaba dispuesto a seguir a Aria y mostrar su rostro en la boda.

—Tendrá unas largas vacaciones, para que pueda pasar un rato agradable y relajado con su esposo. Cuando regreses, tendrás que sufrir de nuevo un trabajo pesado.

—Gracias… —dijo con sus ojos rojos. A pesar de describirlo así, sabía que el trabajo era una bendición de Aria. ¿Qué clase de sirvienta podía irse de vacaciones solo porque estaba casada? Otras criadas debían casarse durante los feriados para no abandonar el trabajo.

Había muchos que ni siquiera podían hacer eso, ya que no podrían cuidar de la familia. Se pensaba en el matrimonio como una manera de jubilarse porque no podían volver a su trabajo.

—Bueno, he visto tu cara, así que volveré ahora. No puedo quedarme mucho tiempo porque he dividido el tiempo que no tengo.

—No, gracias. Es más que suficiente que haya venido.

Ya era un honor que Aria mostrara su rostro a pesar de que no se quedó hasta el final. Como resultado, Aria miró lentamente la apariencia poco favorecedora de Jessie y giró sus pasos sin dudarlo.

—Me siento rara —le dijo Aria a Asher cuando caminaban hacia el carruaje, y el apretó la mano que sostenía.

—Has visto a la sirvienta durante mucho tiempo, así que te lo mereces.

—¿También te sentiste así cuando tu socio cercano se casó?

—¿Tengo alguien así? —le preguntó Asher en su lugar. Al final, solo pudo consolarla ya que nunca se había sentido de esta manera.

En ese momento en que intentaba quitarse esos extraños sentimientos, con él sin habla y preocupado por qué decir, les llegó barullo desde el salón abarrotado. Había tantas personas apiñadas que no se dieron cuenta que la pareja real estaba por retirarse. Los ojos de todos mostraban envidia, celos y disgusto.

¿Qué pasa? ¿Por qué se ven tan impuros en la boda de Jessie, que solo merece bendiciones? 

Para confirmar esto, Aria volvió los ojos e inesperadamente, encontró al barón Burboom y Annie, quien llevaba uno de los vestidos que había recibido de Aria, superando a la nobleza y solo superada por la novia. Como tal, parecía haber llamado la atención sobre sí misma a pesar de que no tomó ninguna acción notable, ofendiendo a los nobles.

—Pensé que ya no se sentían ofendidos por Annie y Jessie.

Aunque Annie era una plebeya, se encontraba en una situación tal que no podían maldecirla abiertamente. Ni siquiera estaban tan lejos de Annie, ¿no era obvio que los notaría?

No había necesidad de ganarse el amor y el respeto de todos, pero era desagradable mostrar tal negatividad sin contenerse. Además, le recordó a Aria a los nobles que solían reírse de ella en el pasado. Por eso, su expresión cambió después de ver la escena por un tiempo. Era similar a su rostro cuando acababa de obtener el reloj de arena y planeaba vengarse de Mielle. También parecía que todavía le quedaba un largo camino por recorrer.

—Quería volver al Castillo Imperial de inmediato… Pero creo que debería pasar por el pasillo un momento.

Después de observar el estado de ánimo del salón y los cambios en Aria, Asher asintió como si no tuviera otra opción. Como ya había dicho, no le importaba qué tipo de actitud mostraba, no tenía ninguna intención de detenerla.

Los pasos de Aria hacia el interior eran ligeros. Los nobles que miraban a Annie con reproche en secreto la saludaron cortésmente al ver su apariencia imponente, preguntándose cómo podían hacerse notar.

Sí, ahí es donde deberían estar, sentados a mis pies.

Debía domesticarlos par que no repitieran el pasado nuevamente.

—Annie —la llamó Aria. Como Annie no se había dado cuenta de su presencia, sonrió al máximo y se mostró cortesía. Ella era como su yo estúpido en el pasado—. No importa cuánto te guste el barón Burboom, ¿no deberías al menos saludar a los nobles que te están prestando atención? Tarde o temprano, te convertirás en miembro de la sociedad aristocrática.

Los rostros de los nobles palidecieron cuando sugirió que los había estado observando a todos.

Si ahora están todos asustados, entonces no deberían haberme ofendido en primer lugar.

Aria sonrió, comprobando los rostros de los nobles uno por uno y confirmando sus identidades. Viendo sus expresiones cada vez más asustadas, se giró hacia Annie y abrió la boca.

Era hora de que ella les hiciera saber dónde pertenecían.


Maru
¡Bueno, y una historia más que termina aquí! Espero que os hayáis divertido con la historia de Aria, donde cumplió lo que nos prometió y tuvimos una buena venganza. El que no fuera la típica protagonista buena me hizo quererla más, aunque eso, ya lo sabéis. ¡Nos vemos en otra historia!

Sharon
Y es el final. Fiuu. Una historia de venganza bastante directa, no puedo negar que esperaba un poco más de Mielle e Isis, que lograron que Aria perdiera la cabeza con tanta facilidad en la primera vida, pero tampoco es de extrañar que cayeran tan rápido. Después de todo, nunca hay que subestimar al oponente; preferible usar demasiada fuerza y destruirlo por completo, a usar poca y que se largue con vida. Me gustó este extra, que nos cierra un poco las historias de Annie y Jessie y no las olvida, aunque me hubiera gustado ver a los hijos de Aria, que en el manhua pueden verse. Oh, bueno. Los veo en otra novela~

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