¡Vamos a romper este compromiso! – Capitulo 3


Después de mi visita a la residencia de Catherine, regresé a mi propia casa. Me acomodé, y llamé a nuestro mayordomo y a mi sirvienta personal: Sebastián y Sana.
—Lady Lilyna, ¿porqué nos ha llamado?
La voz de Sebastián tembló. Sana estaba detrás de él, anticipando mis palabras como el balanceo del hacha de un verdugo. Su vista reparó en mí y pude notar la preocupación en su ojos. No tenía sentido mantenerlos en suspenso, así que anuncie la verdad una vez más.
—Hoy, el Príncipe Leon rompió nuestro compromiso.
Sebastián no pronunció ni una sola palabra ni respiró bruscamente, pero aun así el shock se deslizó por su rostro. En agudo contraste, Sana casi se ahoga con su propia lengua.
—Debido a eso, informé de inmediato al Rey y a Padre lo sucedido.
Pensé que ya estaban sorprendidos la primera vez, pero estaba equivocada. El estoico Sebastián perdió su compostura y Sana chilló con desenfreno. No entendía sus reacciones.
Es simplemente natural informarle a todas las partes involucradas cuando un compromiso ha llegado a su final, ¿cierto?
—Y es por eso que voy a regresar a nuestro territorio por un tiempo, para relajarme. No es necesario mencionar que Padre me dio su permiso.
Llegué al final de mi breve recuento de los eventos y Sebastián tosió en su mano, preparándose para su turno de hablar.
— ¿A…accedió Su Majestad a la anulación?
Era un muy extraño panorama observar a Sebastián trabarse con sus palabras. La noticia debió tener un mayor impacto del que me di cuenta.
— ¿Su Majestad? Sí, lo hizo.
Hice una pausa.
—Ahora que lo mencionas…Padre manipuló la conversación para que Su Majestad no pudiera expresar su opinión. Aún así, se le permitió enviarme de vuelta. Hablando de Padre, aún hay algo que necesito decirle. Sana, por favor date prisa y prepara los materiales para una carta.
— ¡De inmediato!
Ella se apresuró a completar su tarea y Sebastián se tomó la libertad de hablar.
—Lady Lilyna, ¿Cuándo se marchará hacia el territorio?
Lancé un murmullo, pensativa.
—Sería irrazonable marcharme hoy, así que me iré mañana.
Sus ojos se abrieron totalmente, listos para salir de sus cuencas y rodar por el piso. Arrugué mi frente ¿Cuál es la razón de esa expresión? Es similar a las que recibí en la Capital Real.
Pero no reflexioné sobre eso durante mucho tiempo. Después de todo, ¡mi verdadero objetivo es vivir por el resto de mi nueva y recién descubierta libertad de la mejor forma que pueda!
—Lady Lilyna, sin importar cuales sean las circunstancias, mañana es demasiado pronto.
Era claro que estaba preocupado; ¿estaba preocupado por el tiempo que tomaría para hacer todos los arreglos necesarios en tan poco tiempo? No hay necesidad de ir tan lejos y preparar todos los detalles, como el coche de caballos y el escolta personal, especialmente desde que ya no soy más la prometida del Príncipe.
Sebastián tenía razón para preocuparse. Esas preparaciones requerían mucho tiempo el cual creo que podría ser mejor gastar en otra parte. Es demasiado problema para solo una persona el ir montando a caballo.  
Mientras estaba pensando en tal cosa, Sana regreso con papel y lápiz en mano.
—Gracias, Sana.
Me dio los materiales y empecé a escribir. Mi mano cayó en cascada por la hoja de papel y terminé de escribir la carta en menos de tres minutos.
La sellé y se la entregué a Sebastián.
—Sebastián, por favor envíale esto a Padre enseguida. Creo que esto debería llegarle a tiempo, pero…
Él se inclinó y se marchó a cumplir mi mandato.
Una vez que Sebastián se había ido, fue Sana quien llamó mi atención.
—Lady Lilyna, ¿es realmente cierto que el Príncipe rompió el compromiso?
No es común para las sirvientas cuestionar a aquellos a quienes sirven y es mal visto que hablen sin pedir permiso, pero Sana ha estado conmigo desde que éramos niñas, así que somos cercanas.
Debe estar ansiosa por toda esta situación.
—Es verdad. Todos los que han escuchado lo que pasó no pueden creerlo, pero no es un error. ¿Cómo puede haber lugar para la duda? Había una adorable mujer a lado del Príncipe Leon. Estábamos comprometidos, pero era meramente por razones políticas. Lo que él realmente deseaba era un matrimonio nacido del amor.
Con una mirada distante en sus ojos, Sana dio un soplido y maldijo en voz baja de una manera no apropiada para una dama. El momento pasó al instante. Ella volvió a sus sentidos y me miró con determinación.
—Lady Lilyna, si puedo decirlo…el Príncipe quiere casarse por amor. Al menos, esa es mi humilde opinión. Pero en cuanto a con quién quiere casarse…
Antes de que Sana pudiera terminar, la puerta se abrió con un golpe ensordecedor. Estoy sorprendida de que no se destrozara por esa cantidad de fuerza bruta.
— ¡¡Li…Lilyna…!!
Una voz gritó mi nombre. Era mi propio hermano mayor, Ricardo, que estaba en la puerta. Su uniforme de caballero estaba desaliñado, así que debió haber estado apurado. Este es el hombre que es el oficial al mando de la orden de caballeros. Su rango le fue concedido a una edad relativamente temprana.
—Cálmate, Hermano. Estás completamente agitado. Cuando visitas el cuarto de una dama, recuerda golpear a la puerta. Un arbusto en medio mantiene la amistad verde*, o eso dicen.
— ¿Cómo puedes hablar tan a la ligera en una situación como esta? El compromiso entre tú y Leon ya no…
¿Así que él ya sabía sobre esto? Ese es mi Hermano, siempre rápido para enterarse de las noticias más recientes. Aunque, es más probable que Padre le dijera lo que ocurrió entre el Príncipe León y yo.
— ¿Escuchaste eso de Padre? Debió haberte contactado tan pronto como le fue posible. Pero, es justo como has dicho. El compromiso está terminado y estaré volviendo al territorio mañana.
Hermano estaba intentando recuperar su aliento, pero yo no sabía si era por su creciente ira o su loca carrera a mi habitación.
—Escucha, Lilyna. Tú eres la prometida del Príncipe Leon. ¡¿Cómo puedes tan solo volver a casa sin detenerte a pensar en ello?!
—Hermano. No es un problema si regreso. El compromiso era temporal desde el principio y el poco significado que tenía ahora se ha ido. En caso de que no lo sepas, sucede que Padre aprueba el rumbo de mi acción.
Hermano gruñó para sí mismo.
—Alguien necesita reinar en ese imprudente comportamiento tuyo.
¡Qué grosero! No estoy siendo imprudente.
Pude ver el principio de un punto muerto interminable: ninguno de nosotros daría marcha atrás y decidí ponerle un fin a esta conversación.
—Si eso es todo lo que tienes que decir, entonces me gustaría descansar en mi habitación. Por favor regresa por tu camino, Hermano.
No esperé a que él se negara.
—Sana, tienes algo de trabajo sin terminar que necesita tu atención, ¿verdad? Voy a recostarme un rato, así que te llamaré después.
Y así, los dos me dejaron a solas.
Inspiré profundamente y exhalé de igual manera. Fui relevada de mis deberes, pero aplastada por mis nuevos problemas al mismo tiempo. Estaba desgastada como un camino. Pero, a pesar de todo, seguía pensando que era una mejor alternativa al entrenamiento de la reina.
Lo que necesito ahora es un buen sueño a la antigua. Me recosté en la cama y cerré mis ojos.
 
[*Nota de traducción: A hedge between keeps friendships green. Es un dicho que significa que la amistad será duradera mientras respeten mutuamente su privacidad.]

♥ ❤ ♥

                

9 respuestas a “¡Vamos a romper este compromiso! – Capitulo 3”

  1. *Este es un comentario para los que editan y arreglan la página*
    Hay un problema con el modo nocturno, dónde las letras del capítulo no se ven de color blanco y no sé distingue mucho
    Y gracias por su atención/ y el capítulo

  2. Ohhhhhhh Lilyna es rápida y obviamente a su padre no le gusta el príncipe y ya q el príncipe es el q rompió el compromiso ya nadie puede detener a Lilyna d irse😀
    Gracias por la droga 😆😆😆

      1. Pero que personas tan tóxica hay a su alrededor si lo protagonista no quiero un compriso, pues simple no, no obligen a alguien hacer algo que no quiere solo por tener lastima de otro persona

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