Traducido por Den
Editado por Shiro
—¡Despierta! ¡Despierta!
Chou-er sacudió a Mu Yu Die hasta que se despertó.
—¿Qué ha sucedido? ¿Por qué están todos muertos?
—¡Princesa, sálveme! ¡Princesa, sálveme!
Al verla vestida como Wanyan Bao Zhu, Mu Yu Die la sujetó fuertemente del brazo.
—Princesa, muchas personas han muerto. Vámonos rápido. Salgamos de aquí. ¡Princesa, vámonos rápido! Seguí leyendo “La consorte favorita del Príncipe Demonio – Capítulo 82: El príncipe de Nan Lin está fuera de control (2)”
Traducido por Den
Editado por Shiro
Wanyan Bao Zhu y Mu Yu Die galoparon en sus caballos. Ni siquiera mirando atrás, temiendo que el hombre con la cicatriz pudiera arrepentirse de sus acciones y las trajera de regreso.
Cuando ambas estuvieron lejos, el hombre con la cicatriz y los demás desmontaron de sus caballos. Se acercaron a Murong Qi Qi e hicieron una reverencia de cortesía.
—¡Señorita!
—¡Mm! —Murong Qi Qi se giró y dirigió sus ojos a los rostros serios, uno a uno. Entonces se echó a reír—. ¡Hermanos, cuánto tiempo sin vernos! ¡Parece que estáis de buen humor!
—Sí, señorita, estamos muy bien. ¡La extrañamos! —El enano se tocó la cabeza y se rió. Seguí leyendo “La consorte favorita del Príncipe Demonio – Capítulo 81: El príncipe de Nan Lin está fuera de control (1)”
Traducido por Den
Editado por Shiro
𑁋¿Un paseo?
Después de escuchar a Su Mei decir que la princesa la había invitado, Murong Qi Qi se sorprendió. No esperaba que ambas permanecieran tranquilas durante unos días, y ahora veía que volvían a comportarse mal. Hoy, Feng Cang había salido de la ciudad para inspeccionar el recinto de la competición entre los cuatro países. En el momento en que se fue, ambas se acercaron. Bastante inteligente.
𑁋Princesa, hace mucho frío. ¡No salga! ¡Son una comadreja llamando en Año Nuevo a una gallina![1] ¡Sin buenas intenciones!
Su Mei detestaba a Wanyan Bao Zhu y Mu Yu Die al máximo. Si no fuera por mantener una buena imagen, habría tomado medidas hacía mucho tiempo. Seguí leyendo “La consorte favorita del Príncipe Demonio – Capítulo 80: La buena estimación de la princesa Bao Zhou (2)”
Traducido por Selena
Editado por Yusuke
Corregido por YukiroSaori
Después de que mi cumpleaños pasó, el grupo de caballeros de la capital finalmente llegó.
Inesperadamente, ellos vinieron con otro grupo de caballeros que se encargarán de vigilar la aldea. Me dijeron que iban a evitar que mi familia y los aldeanos fueran utilizados como rehenes contra mí. Seguí leyendo “No quiero hacer trampa – Vol 1 – Capítulo 7”
Escrito por Grainne
Asesorado por Maru
Editado por Sharon
Durante la vuelta a la zona oeste, Larry intentaba convencer a David que Gina necesitaba de una charla seria entre padre e hija.
—Ella es consciente de lo que hace, no voy a interponerme en sus decisiones. Ya tuvo suficiente de mi presencia… —exclamó David con tristeza.
—Realmente eres un idiota, Martín. Ella te necesita a pesar de los momentos que debe afrontar —le dijo mientras intentaba localizar una estación de servicio. Seguí leyendo “La gota de esperanza – Capítulo 15”
Traducido por Den
Editado por Nemoné
Seth, diciendo que lo hizo ella misma, me regaló una horquilla con gemas rojas y perlas alrededor. Finalmente, Hanna me regaló una muñeca negra de aspecto suave que se parecía a Blackie. A Blackie también pareció gustarle ya que meneaba la cola y jadeaba a mi lado.
—Me gustan mucho, ¡muchísimas gracias! En serio, muchas gracias. Seguí leyendo “Un día me convertí en una princesa – Capítulo 52”
Traducido por Maru
Editado por Sharon
Lo importante era el movimiento de los fondos del ducado. Necesitaba confirmar el progreso de los negocios y la liquidez de las personas.
Pensar la razón detrás de su obsesión con el dinero con fondos decrecientes era una predicción precisa. Seguí leyendo “No confío en mi hermana gemela – Capítulo 6”
Traducido por Kiara
Editado por Tanuki
— ¿Está dormida? —pregunto James —. Debe estar muy cansada por lo ocurrido. No te preocupes la cuidare bien. Tu tienes que ir al castillo para informar. Ella estará a salvo conmigo.
Julia se había quedado dormida indefensa en mis brazos. Envolví la sábana alrededor de ella adecuadamente, la llevé a la habitación y la acosté en la cama. Su dorado cabello de trigo todavía estaba mojado y pegado a su rostro; Le acaricié suavemente la mejilla con el dedo. Ella dio un pequeño gemido y se dio la vuelta. En el momento en que se volvió, un muslo blanco y sedoso quedó expuesto. Estaba vestida con mi camisa, se veía bastante sensual. El recuerdo de aquella tarde lluviosa despertó… Seguí leyendo “El Duque que odia a las mujeres – Capítulo 35: Henry, Duque de Maganaria”