Al borde de lo impresionante – Capítulo 76

Traducido por Sharon

Editado por Sakuya


—Oh, profesor, ¿cómo puede esconderse en secreto en el cuarto de una adolescente? —le reprendió Claire sin expresión.

—¿Una chica le robaría en medio de la noche al Templo de la Luz? —El rostro de Camille era sombrío, pero su tono muy gentil.

Viéndolo, Claire comenzó a sentirse incómoda.

—Bueno, profesor, ¿podrías hacer que tu tono y tu rostro coincidan?

—Bien. —La cara de Camille reveló una sonrisa gentil como el viento de primavera, y un tono amable cuando se levantó y caminó hacia ella—. ¿Qué robaste? Déjame ver.

—¿Quieres hacerle el mal a personas débiles? —Claire observó al hombre con cuidado.

Al momento siguiente, una gran fuerza golpeó la cabeza de Claire. El tono de su profesor llevaba un tono de ira.

—¿Leíste demasiados libros estúpidos?

—Ay, ¿acabas de golpearme? —Ella cubrió su cabeza y le miró con resentimiento mientras Emperador Blanco se deslizó rápidamente hacia su hombro para cubrirse.

Esto era demasiado inmoral. La velocidad de Camille era tan grande, que no tuvo tiempo para evitarle. El pequeño animal también era muy bueno, esquivando en el momento preciso.

—¿Y qué si te golpee? ¡Rápido, sácalo y déjame ver! —dijo en una mezcla amable y peligrosa.

—¿Estás seguro de que no le haces mal a los débiles? —murmuró Claire de nuevo. Camille volvió a levantar su mano, mientras ella abrazaba su cabeza y luego haciéndose a un lado.

Sólo fue después de que los dos se observaran por un tiempo que la joven sacó el objeto.

—¿El regalo de la diosa? ¿Qué vas a hacer con eso? —Aunque Camille lo reconoció con un vistazo, no estaba muy sorprendido.

—Es útil en cualquier caso —rodó los ojos Claire.

Este bastardo molesta a los débiles, haciendo lo que quiere con su velocidad más rápida que la mía.

—Tch, en verdad pensé que se trataba de algo bueno. Ve a dormir —bufó el profesor, entonces se fue.

Claire miró con sospecha la puerta. ¿Qué significaba su reacción? En verdad extraño.

En cualquier caso, ahora podía hacer que el cuerpo de Walter renaciera, algo digno de ser felices. Cerró la puerta, se sentó en la cama y sacó la Piedra Espiritual, la cual comenzó a pinchar viciosamente.

¡No, no pinches! —es lo primero que dijo Walter al despertar. Por dentro estaba hirviendo de ira. Este diablo le había pinchado muy duro esta vez. Si no lo hiciera, quién sabe cuándo se despertaría.

Claire se detuvo, y señaló al cascarón del mejillón a un lado.

—¿Cómo usas esta cosa?

Walter abrió la boca, atónito.

—¡Habla! —Claire fingió querer pinchar de nuevo la Piedra Espiritual, sin contenerse, haciendo que Walter volviera a sus sentidos.

¡Claire! ¿En verdad lo conseguiste? ¡¿En verdad, verdad, lo conseguiste?! —Estaba muy emocionado, mirándola con incredulidad.

—¡Te estoy preguntando cómo usarlo! —repitió ella con frialdad.

Ah, oh, sólo abre la concha y muele lo que hay dentro hasta que se haga polvo y espárcelo sobre el cuerpo de mi alma pero debes hacer una barrera mágica no puedes dejar que se escape ni una pizca para que otros no descubran que estoy por tener un cuerpo no puedo creerlo estoy muy feliz —respondió de inmediato y obediente sin respirar ni pausar, incluyendo la última oración, la cual fluyó sin inflexión.

Claire no gastó más aliento. Creó la barrera rápidamente, y abrió la concha, sacando la pequeña bola redonda y brillante. Se puso de pie en la cama, pinchando el objeto hasta volverlo polvo, y estaba preparado para esparcirlo sobre el alma de Walter.

¡Espera! 

La expresión de Walter cambió de repente cuando gritó.

Pero ya era demasiado tarde, el polvo ya había sido esparcido.

Claire también quiso detenerse, pero el material ya había caído sobre el alma de Walter. Una luz brillante emitió desde su cuerpo, haciendo que ninguno pudiera abrir sus ojos. Claire intentó entrecerrar los suyos, pero no pudo ver qué sucedía con toda la luz.

—Ah… —La voz de Walter sonó desde la luz blanca.

—Oh, Walter, ¿estás bien? ¿Por qué querías que esperara? —Su voz parecía bastante normal, así que era posible que no hubiera nada malo con él, ¿verdad?

—Estoy bien —sonó su voz profunda, pero sólo respondió la primera pregunta.

Claire se sentó, acariciando su mentón y esperó a que la luz se dispersara, queriendo ver qué estaba sucediendo.

La luz desapareció lentamente, revelando el cuerpo de Walter. Primero era la cabeza, su rostro delicado y lindo, con ese hermoso cabello negro. A continuación, sus delgados hombros.

La dama abrió los ojos al observar.

Qué misterioso, el cuerpo de Walter en verdad está renaciendo.

Lentamente, la mitad inferior comenzó a aparecer. Claire permaneció sentada a un lado de la cama, observando.

Hombros, pecho, cintura, y luego iba… Claire se quedó petrificada. La parte baja de la cintura de los hombres era…

Walter cubrió su área vital al instante, mirándola, pálido.

—Acabo de decirte que esperes. Quería que me dieras algunas ropas, y decirte que después de esparcirlo, podías esperar en una esquina.

Su expresión decía que no tenía nada que ver con él y que no fue su culpa.

—¡Fuera! —Claire agarró una almohada y se la arrojó. Walter la agarró y cubrió sus partes importantes antes de retirarse.

—No es mi culpa. Esa cosa sólo me devolvió mi cuerpo, no añadió ropas. Yo tampoco quería aparecer así —le explicó viendo el rostro pálido de Claire.

—¿No entiendes que te digo que te vayas? —La joven estaba a punto de estallar.

—Tú, tú deberías darme por lo menos una manta para tapar mi cuerpo —le dijo Walter, mirándola impaciente.

—¡Sal de inmediato! —Sacó una manta y se la arrojó. Walter la envolvió a su alrededor rápidamente, mostrando una figura lamentable mientras huía.

Cuando atravesó la puerta, el sonido de esta golpeándose con fuerza resonó.

Walter permaneció de pie en el pasillo. Ahora era temprano en la mañana, el cielo estaba iluminándose. Su cuerpo desnudo sólo tenía una sábana rodeando su cintura, y permaneció de pie frente a la puerta de Claire en un trance. Un aire frío sopló y él tembló. Entonces volvió a sus sentidos.

—Claire, ¿simplemente vas a echarme así? —dijo golpeando la puerta.

No había sonidos desde adentro.

—¿Tienes el corazón para tirarme así? ¿Sin preparar nada? ¿No deberías explicarles mi identidad? No será bueno si aparezco de repente —continuó, golpeando la puerta con toda su fuerza.

Seguían sin haber ruidos dentro.

—En unos minutos, otras personas despertarán y verán a un hombre hermoso sin ropas golpeando tu puerta temprano en la mañana. ¿Qué crees que pensarán? Los demás creerán que tú… —Al siguiente instante, la mano de Walter que estaba golpeando perdió su objetivo, quedándose rígida en el medio del aire.

En frente de él estaba Claire, con una expresión tan oscura que comenzó a sudar. Sin embargo, seguía sin entender cuán descuidado estaba siendo.

—No soy responsable por lo que piensen otras personas —dijo burlona.

—¡Ah…! —El grito miserable de Walter atravesó el amanecer. Todos le dieron la bienvenida al nuevo día con su llanto.

Cuando se apresuraron hacia la puerta del cuarto de Claire, todos vieron a un delicado y hermoso hombre con chichones en su cabeza, agachado con dolor, abrazándose mientras lloraba lastimeramente, sólo una manta tapando su cuerpo. Claire tenía una complexión pálida, habiendo detenido sus golpes.

Un viento salvaje sopló en la escena. ¿Qué clase de situación era esta?

Con su mirada aguda, Summer vio la sábana cubriendo la cintura de Walter.

—Esa manta parece la de la cama de Claire —dijo por lo bajo con el ceño fruncido.

El viento se transformó en un rayo cayendo de la nada.

Todos quedaron petrificados.

Claire le dio una mirada fría a Summer. El significado de la misma no podía ser más obvio: ¿Habrías muerto si no lo decías? ¿En verdad fue necesario?

Summer tragó saliva al verla, encogiéndose temerosa. Jean miró a la persona agachada en el suelo.

—¿Walter? —preguntó con cuidado. Él le miró, mostrándole una sonrisa que era más dolorosa que las lágrimas.

—Jean, primero deberías darme ropas.

—Oh, ¿le reconoces? —comprendió Summer de repente—. En otras palabras, este tipo intentó atacar por la noche y fue golpeado y arrojado fuera por Claire, ¿verdad? —dijo descuidadamente lo que imaginaba.

—¡Voy a descansar! ¡Nadie tiene permitido molestarme! —El rostro de Claire se oscureció aún más. Se giró, azotó la puerta e ignoró a todas las personas afuera.

♦ ♦ ♦

En la mesa del comedor, Summer acarició su mentón, mirando a Walter mientras comía. Cabello negro sedoso, un rostro delicado y refinado, ojos como el agua, luciendo encantador sin importar de qué ángulo le viera. Una persona tan gentil y refinada… Sin importar cuánto golpearas a Summer, ella no creería que este hombre tan delicado y hermoso podría atacar a Claire en el medio de la noche.

A menos que no quisiera vivir.

Antes había hablado sin pensar. Ahora estaba pensando con cuidado que, si esta persona era un amigo de Claire, entonces no había forma en que fuera descuidadamente a su cuarto a atacarla, a menos que no quisiera vivir. Con el temperamento de esa mujer, era claro que le cortaría en pedazos.

—¿Quién diablos eres? ¿Por qué apareciste en el cuarto de Claire? —le preguntó, acariciando su rostro y mirándolo con sospecha.

—Me llaman Walter. ¿Tú? —le respondió cuando terminó de comer, limpiando su boca con una servilleta.

—Summer. Todavía no me respondiste —continuó el interrogatorio, frunciendo el ceño.

—Vine anoche, pero un vendaval se llevó mis ropas. Por eso llegué así. —Walter escupió tonterías en un tono monótono y serio. La boca de Summer tembló.

—Si no quieres hablar, entonces olvídalo. Hmph.

Él sonrió sin responder. Mientras menos personas supieran sobre el asunto, mejor.

Camille llevó una sartén grande con carne al jardín trasero, maldiciendo sin parar en su corazón.

Esa maldita mocosa, habría estado bien si sólo tenía una fuerte bestia mágica para criar en el patio, pero ahora traía a otra persona. ¡¿Pensaba que soy parte de la caridad?! Aunque, nunca habría pensado que la mocosa robaría el regalo de la diosa para un humano.

En ese momento, Claire estaba sentada en la posición del loto en su cama, meditando.

Ahora que Walter tenía un cuerpo, la conexión espiritual entre ambos había desaparecido. El problema más importante era que Walter era un Mago Oscuro, por lo que debería ocultar su aura oscura. Por ahora, debían ocultarlo hasta que se les ocurriera un método. Después de todo, todavía lucía como el hombre buscado por el Templo de la Luz.

En ese momento, hubo un golpe ligero en la puerta.

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