Traducido por Selena
Editado por Ayanami
El que entregaba sus órdenes no era otro que el hombre que se había aprovechado de Han Yunxi hace unos días ¡Gu Qishao!
Iba, como siempre, vestido con una lujosa y pomposa túnica roja que se deslizaba por el suelo. A pesar de llevar platos de comida, se las arreglaba para tener un aspecto imponente y magnífico, con esos largos ojos que embrujaban lo suficiente como para provocar a una multitud. Había una sonrisa perpetua en su rostro, como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo.
Han Yunxi se sorprendió lo suficiente como para ponerse de pie y golpear la mesa. —¿Por qué eres tú?
Gu Qishao mostraba una sonrisa alegre. —Es raro que la estimada wang fei honre mi establecimiento con su presencia. Tu visita realmente aporta luz a mi humilde tienda. Como propietario, es natural que la atienda personalmente.
Se acercó y, con elegancia, dejó un plato tras otro, ignorando el asombro de Han Yunxi. Tienda de té “Fragancia Celestial”, casa de té “Fragancia Dulce”… este tipo rico e imponente probablemente tenía propiedades por todas partes. ¿Por qué no había pensado en eso?
¡Su espíritu realmente perduraba en todas partes!
Como Gu Beiyue estaba aquí, Han Yunxi no quería perder el tiempo discutiendo. Se recompuso y se sentó para esperar adecuadamente a que el dueño de la tienda la atendiera. La mirada de Gu Beiyue se volvió complicada por un segundo, pero se mantuvo callado con mucho tacto. Cuando Gu Qishao puso el último plato en la mesa, Han Yunxi agitó la mano de forma elegante, pero altiva. —No hay nada más que hacer, puedes irte.
Gu Qishao sonrió, rodeando a propósito a Gu Beiyue para caminar al lado de Han Yunxi, con sus modales estrictamente profesionales. —Estimada wang fei, ha pedido todos los platos característicos de nuestra tienda. Los ingredientes, la preparación y el uso de cada artículo se han hecho tras un cuidadoso estudio. Tómese su tiempo para comer mientras le explico uno por uno.
Mientras hablaba, cogió personalmente un pastel de osmanthus y lo colocó en el plato vacío de Han Yunxi. Ella lo miró antes de levantar tranquilamente el plato y dejarlo a un lado.
—¿Me crees cuando te digo que esta wang fei cerrará tu negocio para siempre si no te vas?
Gu Qishao no se enfadó, sino que se levantó elegantemente la túnica para sentarse. —Por supuesto que lo creo. Si a la estimada Wang fei le gustan mis cosas, es bienvenida a tenerlas.
—Tsk tsk, —¡era un veterano cuando se trataba de palabras floridas!
Han Yunxi esbozó una sonrisa falsa y esparció repentinamente polvo de veneno en la cara de Gu Qishao. Éste respiró profundamente a propósito, sin preocuparse en absoluto por su veneno. Bien, los trucos de veneno como éste eran más útiles contra los rufianes de la calle, pero inútiles contra un rufián experto como Gu Qishao. Han Yunxi volvió a pensar en las últimas palabras de Madame Li. Un experto en desintoxicación es el verdadero maestro de los venenos. ¡Estas palabras eran prácticamente acusaciones falsas contra ella misma!
Realmente no era una experta en envenenar a otros, ¡especialmente con venenos sin forma! La expresión de Han Yunxi se tornó peligrosa mientras entrecerraba los ojos. Al ver esto, a Gu Qishao le gustó mucho más. En realidad, sólo pasaba por allí cuando vio a Han Yunxi acercarse. No era como si no tuviera nada mejor que hacer que molestarla, ya que era un hombre ocupado.
—Está bien, está bien, muchacha venenosa. Invítame a comer como pago por haberte salvado la vida —Gu Qishao se puso cortés y serio. Pero, aun así, no parecía muy serio en absoluto.
—¿Es tan fácil pagarte? ¿Una sola comida y nos dejará en paz? —Han Yunxi tenía ganas de ajustar cuentas con este tipo lo antes posible.
Gu Qishao parecía pensativo antes de responder: —Si quieres pagarme con el corazón, también está bien.
Al mismo tiempo que terminaba, Han Yunxi levantó la mano para darle una bofetada mientras Gu Beiyue golpeaba con dureza la mesa. —¡Imprudente!
Gu Qishao cogió la mano de Han Yunxi mientras sus ojos se entrecerraban, mirando con altanería a Gu Beiyue mientras su intención asesina se disparaba. Podía ser un tipo travieso a primera vista, ¡pero definitivamente no era alguien tan simple!
Inmediatamente, el ambiente se volvió tenso.
Sin embargo, Gu Beiyue no tuvo miedo y se levantó. —¡Señor, por favor, suelte la mano de la estimada Wang Fei inmediatamente!
Han Yunxi no sabía que el cálido y amable Gu Beiyue pudiera ser tan fiero. Se recuperó lo suficiente como para soltarse de la mano de Gu Qishao y se levantó también. —¡Médico Imperial Gu, nos vamos!
Han Yunxi tenía muchas ganas de llamar a las autoridades y acusar a ese tipo de acoso. Al mismo tiempo, ella podría cerrar su tienda… ya que tenía tantas, podía cerrarlas según lo viera. Pero, esta vez, Gu Beiyue estaba aquí con ella. Aunque no había nada malo en reunirse en privado, todavía no era una costumbre establecida. No temía que la gente la criticara, ¡pero no podía implicar a Gu Beiyue!
Si Gu Qishao armaba un gran escándalo, ¿qué haría entonces Gu Beiyue?
Han Yunxi caminó muy rápido, obligando a Gu Beiyue a perseguirla. Pero apenas había dado unos pasos fuera del salón privado del restaurante cuando vio entrar a Long Feiye y a Duanmu Yao.
Este… ¡Qué mundo tan pequeño!
Han Yunxi se detuvo bruscamente. Esta vez, Long Feiye también se detuvo, con cara de asombro al ver a Gu Beiyue. A su vez, Han Yunxi miró hacia Duanmu Yao. ¿Estaban aquí para comer juntos? ¡Qué duque de Qin, realmente era tan despreocupado! ¡Se había pasado todo el día paseando con Duanmu Yao!
Duanmu Yao miró a Han Yunxi y luego al Gu Beiyue de túnica blanca que estaba a su lado. No reconoció a ese hombre, pero pensó que era extraordinariamente guapo, con una dulzura como el jade que combinaba bien con Han Yunxi. Gu Beiyue reconoció a Duanmu Yao, pero sólo se sintió desconcertado. ¿Por qué iba a llevar el Duque de Qin a la Princesa Rongle a una casa de té?
Así, los cuatro se quedaron mudos con sus propios pensamientos.
Cuando Han Yunxi y Long Feiye cruzaron sus miradas, uno de ellos se quedó mirando fijamente en silencio, mientras que el otro se mostró aterradoramente furioso. En medio de esta escena, Gu Qishao salió del interior de la habitación privada, sonriendo taimadamente. —Aiya, ¿qué clase de brisa sopla hoy? Incluso el Duque de Qin…
Pero antes de que pudiera terminar, Han Yunxi se volvió de repente con una carcajada. —Gu Qishao, ¿no dijiste que debíamos comer juntos? Vuelve a entrar.
Después de hablar, arrastró a Gu Beiyue también. —Médico Imperial Gu, usted también. Le he causado muchos problemas, ¡pero aún no he tenido la oportunidad de agradecerle!
Esto… ¿Qué clase de humor era este?
Antes de que Gu Qishao pudiera entender, o Gu Beiyue recuperarse, ambos fueron arrastrados a la sala privada. Nada más entraron, Han Yunxi se dio la vuelta y cerró las puertas de golpe sin mirar siquiera a Long Feiye. Se apoyó en ellas durante un rato, respirando profundamente. Esta vez, había conseguido abandonar a Long Feiye antes de que él hiciera lo mismo con ella. Se sintió muy bien.
Los dos hombres a los que arrastró al interior intercambiaron miradas antes de mirarla con duda. ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué se sentía como si hubiera librado una batalla después de cerrar esas puertas, y por qué necesitaba recuperar el aliento?
—Estimada wang fei, esto no es apropiado, ¿verdad? Su Alteza está… —Gu Beiyue se sintió un poco incómodo.
—Su Alteza está muy ocupado, así que no le molestaremos. Vamos a comer… aquí, todo el mundo venga.
Actuando completamente fuera de lugar, Han Yunxi cogió despreocupadamente sus palillos. Gu Beiyue frunció las cejas, mientras Gu Qishao se frotaba la barbilla pensativamente antes de llegar a un entendimiento. Sonrió mientras se sentaba.
—Muchacha venenosa, justo ahora era la princesa Rongle del país Zhou Occidental, ¿verdad?
Los palillos de Han Yunxi se detuvieron en el aire mientras asentía. —Mm.
—He oído que el emperador de Zhou Occidental quiere que la Princesa Rongle consolide las relaciones con Tianning a través del matrimonio. Parece que esta vez está aquí para encontrar un yerno para el emperador —dijo Gu Qishao juguetonamente.
Esta vez, Han Yunxi incluso dejó de masticar, pero rápidamente volvió a hacerlo, hablando mientras comía. —No es lo mismo consolidar las relaciones que invitar a una posible novia a casa. No importa a quién busque, no es su elección con quién casarse.
—Esta princesa es la hija de la primera esposa y la hermana pequeña del príncipe heredero de Zhou Occidental. En cualquier caso, no hay muchos candidatos para que ella pueda escoger para casarse aquí en Tianning. —La ferviente mirada de Gu Qishao se clavó en los labios de Han Yunxi mientras masticaba. Esta mujer incluso comía de forma diferente a otras hembras, realmente, mientras más la veía más le gustaba.
¿Cuándo iba a divorciarse Long Feiye de ella? ¿Qué tal si ella se divorcia de él en su lugar?
Han Yunxi realmente no entendía mucho sobre las relaciones matrimoniales entre países. Fingió indiferencia mientras preguntaba: —Entonces, ¿quiénes son los candidatos?
Para entonces, Gu Beiyue se había sentado a un lado para estudiar cuidadosamente a Gu Qishao. No interrumpió su conversación, pero meditó sobre la conexión entre este hombre y la estimada wang fei. No parecía que fueran enemigos.
—El príncipe heredero, el joven general y… —Gu Qishao hizo una pausa intencionada antes de continuar— …el Duque de Qin.
Han Yunxi miró profundamente a Gu Qishao antes de reírse ligeramente. Inmediatamente cambió de tema. —Come.
Mientras hablaba, también miró hacia Gu Beiyue. —Médico Imperial Gu, no hay necesidad de ser cortés. Adelante, coma.
Duanmu Yao era una princesa de la primera esposa del emperador. No era ninguna Dama Xu, así que ¿cómo podría estar satisfecha en casarse con Long Feiye para ser una mera concubina? Parece que era más probable que eligiera al príncipe heredero, en cuyo caso tendría que llamar a Long Feiye tío imperial Qin y a ella, tía imperial Qin. Pensando hasta aquí, el mal humor de Han Yunxi se desvaneció de repente como el humo en el aire.
Cogió un brillante y translúcido trozo de pastel de castañas de agua y lo disfrutó enormemente. Sin embargo, Gu Qishao empezó a murmurar para sí mismo. —He oído que esta princesa tiene triple talento en las artes, la destreza marcial y la apariencia. Tiene gustos elevados y, probablemente, no se interesaría por nadie más que el duque de Qin. Tal vez, el Duque de Qin albergue a dos wang fei de oeste y este en su residencia.
Una casa con dos wang fei, ¿cómo pudo Han Yunxi pasar por alto esta posibilidad? Después de todo, incluso era posible tener dos emperatrices en el Palacio de Oriente y Occidente, así que ¿por qué no sería lo mismo para las wang fei? Ya fuera en el Este o en el Oeste, a la izquierda o a la derecha, aunque ambas fueran consideradas esposas adecuadas, seguían siendo diferentes en cuanto a su antigüedad.
A estas alturas, las manos y la boca de Han Yunxi se habían calmado por completo.
La mirada de Gu Qishao se volvió complicada, pero intentó tantearla con el mismo tono socarrón. —¡Vamos, estimada wang fei, hay que mojar el pastel de castañas de agua en vinagre para que tenga sabor[1]!
¿Cómo pudo Han Yunxi pasar por alto el significado de las palabras de Gu Qishao? Aun así, sólo sonrió suavemente y no dijo nada más.
Él se casó, ella se casó, ¿qué le importaba a ella?
Si se enfadaba, sólo sería porque él no había hecho lo que había prometido.
Han Yunxi dejó que Gu Qishao la sondeara todo lo que quisiera sin prestarle atención. No comió más que unos pocos bocados antes de perder el apetito y ponerse en pie. —Disfruten, yo me iré primero.
♦ ♦ ♦
Cuando abrió las puertas, vio que Long Feiye y Duanmu Yao no habían reservado un salón privado, sino que estaban sentados abiertamente en el restaurante. De hecho, habían elegido la mesa más cercana a su habitación. La mirada intrínsecamente helada de Long Feiye se volvió aún más fría ante su aparición. Pero Han Yunxi sólo le echó una mirada antes de mirar al frente y alejarse con largas zancadas. Su espalda en retirada parecía tan obstinada como solitaria.
La mirada de Long Feiye la siguió mientras bajaba las escaleras, con una expresión complicada e ilegible que se deslizaba entre el hielo.
Duanmu Yao notó el cambio con cierta insatisfacción. —Hermano mayor, deberías comer. Los platos se enfriarán.
Evidentemente, todavía había salones privados en el restaurante, pero el hermano mayor había insistido en sentarse aquí. Llevaban mucho tiempo sentados con la mesa llena de platos, pero él no había probado ni un bocado. Aunque había pasado el día con ella como anfitrión bajo las órdenes del emperador Tianhui, se había mantenido taciturno e indiferente todo el tiempo.
Hacía tiempo que estaba acostumbrada a su personalidad, pero se había vuelto aún más retraído después de toparse con Han Yunxi al mediodía.
¿Acaso esa mujer había perturbado su corazón?
Ya había hecho preguntas sobre su última visita al Valle de la Píldora. El Hermano Mayor no había intentado proteger a esa mujer, sino que estaba más preocupado por la Píldora de Sangre Vital. Sin embargo, ¿qué hay de esta vez?
No estaba claro si Long Feiye había oído hablar a Duanmu Yao, pero no había tocado sus palillos desde el principio. Sólo bebió unos sorbos de té caliente antes de dignarse a hablar. —El conductor está esperando en la puerta, puedes volver por tu cuenta más tarde.
—Hermano mayor, he oído que el carril Flor de Huai[2] de la capital de Tianning tiene un mercado nocturno… —Antes de que Duanmu Yao pudiera terminar, Long Feiye se levantó para irse. En un instante, su tierna y delicada expresión se volvió feroz y siniestra.
Han Yunxi, ¡todo es por culpa de Han Yunxi otra vez! ¡Recordaré este rencor para siempre!
[1]Sumergir el pastel de castañas de agua en vinagre. El vinagre representa comúnmente los celos cuando se usa en el habla china.
[2]Flor de Huai (槐花) – huai hua, o Styphnolobium, una especie de pequeños árboles y arbustos de la familia de los guisantes conocida por sus pequeñas flores agrupadas.