Felicidades Emperatriz – Capítulo 67: Las paredes tienen oídos

Traducido por Shiro

Editado por Sakuya


Hua Wanyu regresó a su patio y comenzó a sudar frío. Como no cambió su ropa a tiempo, el viento primaveral hizo que se resfriara.

Miao Luoxiang estaba desconsolada debido a la cancelación del matrimonio. Por lo que Hua Wanyu hizo un tazón de avena y fue a su habitación.

—Madre… —no pudo evitar llorar una vez entró.

—Buena hija, casarse con una familia noble es como hundirse en el océano. La familia Real podría no ser necesariamente buena. —Le dijo mientras la abrazaba y acariciaba su espalda.

Miao Luxiang entonces notó que estaba temblando. La agarró sorprendida y le preguntó:

—Wanyu, ¿qué te pasa?

—Madre, estoy asustada… —le dijo mientras le agarraba las mangas, su semblante pálido.

— ¿Asustada de qué? Eres la xiaojie de Hua Fu. ¿Quién se atreve a darte problemas? ¡Iré a buscarlo!

—Es Hua Jing Lan. ¡Quiere asesinarme! —Exclamó negando con la cabeza.

Miao Luxiang se sobresaltó.

— ¿Ella? No se atrevería… —aseveró sonriendo tras vacilar un poco.

— ¡Es verdad! —dijo con ansiedad. —Hua Jing Lan estaba fingiendo. ¡Fingía no saber artes marciales! Hace unos días, hermano se enfrentó contra ella y sufrió heridas internas. ¡Siempre fingió no saber luchar, pero ese día mostró una Serpiente Escarlata con suma claridad! ¡Dijo que me asesinará en la Conferencia de Artes Marciales! ¡Es verdad!

Miao Luoxiang vio cuán asustada su hija se encontraba y esto hizo que dejara de sospechar.

—Iré a decirle a tu padre. ¡Déjalo controlar a esa chica!

— ¡No! —Hua Wanyu la agarró del brazo. —Le prometí a hermano que no le diría a padre. No debes decirle. ¡Es suficiente con que le digas a padre que estoy enferma y que no puedo participar en la Conferencia de Artes Marciales!

—Pero…

— ¡Madre! —Hua Wanyu levantó tanto su voz que comenzó a gritar. — ¡¿Ya no me amas?!

—Bien, bien. Como quieras. ¡Como quieras!

♦ ♦ ♦

El viento soplaba. La pesimista Hu BaiXiang que estaba de pie en la puerta se dio la vuelta.

—Xiaojie, es tarde. ¿Por qué no entras primero? —Jiaoyue colocó un manto alrededor de Hua Jing Lan. — ¡Tus heridas no han sanado aún!

Hua Jing Lan extendió la mano y tocó la marca que dejó el látigo en el rostro de Jiaoyue.

—Ten por seguro que no quedará cicatriz.

—A Jiaoyue nunca le importó su apariencia. Está bien mientras Xiaojie no la abandone. —Confesó mientras sonreía ligeramente.

Hua Jing Lan asintió pensativamente y en cambio la instó:

—Entra tú primero.

Jiaoyue fue a su habitación pero Boli salió por la puerta. Imitó a Hua Jing Lan y pió dos veces en los escalones. Ella acarició su cabeza y estaba a punto de hablar cuando un viento fuerte la golpeó.

Sin dudarlo, sacó la daga de hierro negro y describió un amplio arco al blandirla hacia la sombra detrás de ella. ¡Movió sus pies un poco pero ésta voló hacia ella!

Los movimientos del hombre vestido de negro eran agudos y cerrados. Hua Jing Lan no era capaz de recibir todos los impredecibles y cambiantes golpes. El oponente entonces juntó sus brazos para generar una fuerte fuerza interna. Ella no podía esquivarla y recordó que Di WuDao le había dicho que no luchara, por lo que saltó hacia atrás y gritó:

— ¡¿Quién eres?!

El hombre de negro no contestó y simplemente atacó. Hua Jing Lan vio que una pared de Qi se formaba gradualmente detrás de él. Medía alrededor de sesenta y seis metros, con leves ráfagas de viento ocasionales.

¡Era un Pájaro Bermellón! ¡Rango ZhuQue! ¡Hua Jing Lan estaba asombrada!

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