Juego otome yandere – Vol 4 – Extra 5: Parodia del cuento de hadas “Cenicienta” (2)

Traducido por Ichigo

Editado por Sakuya


Bam. 

El sonido de un puño golpeando la mesa resonó dentro de la elegante oficina.

La persona de la habitación, quien tenía una expresión irritada en su rostro, era el príncipe de reino vecino, Shade.

Aunque Shade era un príncipe bien conocido por su belleza y su carácter sociable, los signos de cansancio y frustración eran evidentes en su rostro ahora mismo. Lo que no era sorprendente en absoluto. Después de todo, ahora estaba lejos de su país para buscar a su hermana mayor quien había sido secuestrada y había estado desaparecida por dos años.

Su padre, Kaffir, la había estado buscando por todo el país con Shade durante esos dos años. Habían caminado tanto como sus pies podían soportar y visitado cada recoveco y esquina en búsqueda de la princesa perdida.

Sin embargo, no hubo ningún resultado.

Shade visitó el país vecino con un corazón pesado y desbordado de preocupación y esperanza de que él no encontraría prueba de la muerte de su hermana real. En lugar de su padre, que no podía abandonar el país, él decidió dirigirse tan lejos como el país vecino y difundió su operación de búsqueda.

Era porque Wolfgang, el príncipe coronado, era alguien que estaba profundamente conectado al destino de la princesa real. Su hermana real, Lycoris, era su prometida. Los dos países estaban unidos profundamente por acuerdos diplomáticos y era fácil viajar de uno hacia el otro. Shade apostó un pequeño brillo de esperanza de que tal vez podría encontrar a su hermana mayor, a quien no había encontrado en su propio país, en este.

Un baile con el pretexto de decidir a la esposa del príncipe coronado fue llevado a cabo un mes atrás. El Rey ofreció este, a nombre de Shade en orden de hallar a Lycoris. Bajo su comando real, chicas de la misma edad que Lycoris se reunieron desde todo el país. Sin embargo, su querida hermana no estaba entre ellas.

El único método que quedaba para Shade era acomodar toda la información que había juntado. Eso… no estaba yendo muy bien tampoco. Ahora mismo, los reportes que le llegaban decían que no había informes de una chica similar a Lycoris en el área.

Las palabras “entonces ella ya…” y “todavía hay esperanza” se peleaban dentro del corazón de Shade.

Era por ese tiempo…

Un golpe sonó en la oficina, y un alto hombre joven entró.

Cabello negro y ojos violetas. Era el príncipe del país, Wolfgang.

Wolfgang vino para traer una cierta información para el desanimado Shade.

—Shade. ¿Recibiste la lista de las personas que no atendieron al baile hace un mes?

—Sí, la tengo.

—Llegué a saber que hay alguien que no se encuentra en la lista.

Después de que Shade comprendió sus palabras, Wolfgang casi no podía soportar observar el rayo de esperanza que brillaba en los fieros orbes rojos de Shade, por lástima.

Si fuera su padre, su único miembro familiar, quién se habría perdido… Wolfgang probablemente hubiera hecho lo mismo, al igual que Shade continuaría buscando, incluso si lo hacía para siempre. Él se aferraba a cualquier esperanza que le daban, no importaba cuán pequeñas fueran las posibilidades para un extraño.

—Hay una chica llamada Lily que vive en una mansión en las afueras. No estaba en la lista porque su familia no reportó su ausencia. Pero de nuevo, escuché que tiene cabello color oro y ojos verdes…

—Las características externas pueden ser cambiadas. En cualquier caso, la conoceré y daré un vistazo.

Al contrario de la respuesta clara de Shade, respondió abajo, tal vez era porque Wolfgang terminó viéndolo en este estado que las palabras, “te acompañaré”, salieron de su boca.

Los dos dejaron el castillo sin sus guardias y finalmente llegaron a la mansión descrita poco después.

Era bastante grande pero deteriorada. Parecía que la cerca rodeando la mansión caería simplemente tocándola.

Fue en ese momento exacto que una figura emergió de la mansión.

Los dos príncipes no tenían forma de saberlo, pero era la doncella que visitó a Lycoris para ayudar a Lily. Llevando una cesta en una mano, se acercó a la cerca mientras prestaba especial atención a sus alrededores.

Cuando Shade gritó: “¡Disculpe!” con la voz más brillante que pudo reunir, la doncella lució sorprendida y los observó sospechosamente. A juzgar por su reacción, la mansión probablemente no recibía muchas visitas.

—Hay algo que me gustaría preguntar, ¿me pregunto si está bien? ¿Por casualidad eres una sirvienta en esta mansión?

Shade mostró una amplia, amigable sonrisa. Sin importar qué estaba sucediendo en su mente, su apariencia externa no se veía nada más que alegre.

—S-Sí. Bueno, lo soy, pero…

Incluso si no se había desprendido completamente de su cautela, parecía que la criada estaba inclinada en hablar con Shade.

—En realidad, estoy buscando a alguien… Ella es una chica más o menos de mí misma edad con cabello dorado y ojos verdes…

—¿Puedo saber qué clase de asunto tienes con ella?

—La verdad, uhm…

Shade movió su cabeza a un lado avergonzado, y con una sonrisa tímida en su rostro, dijo:

—Me sentí atraído por ella a primera vista. Vi su figura en este vecindario y no pude sacarla de mi cabeza desde entonces. Escuché por un rumor que una mujer que encajaba con esa descripción vivía aquí, así que… Por supuesto, no quiero forzarla. Pero, si solamente pudiera verla. Si pudiera hablar con ella por lo menos un momento…

Wolfgang terminó más impresionado que atónito. Estaba sorprendido por cómo Shade podía seguir escupiendo mentira tras mentira, llenó de emoción.

La criada parecía creer firmemente el acto inexperto de Shade de un enamorado joven muchacho. Juzgando sus apariencias, era evidente que los dos muchachos eran personas que vivían buenas vidas.

—Bueno… La señora Lily es una linda chica, así que supongo que este tipo de cosas pasan también.

—Lily… ¿Así que ese es su nombre? ¿Podrías permitirme conocerla?

—Pero, tengo que preguntarle al respecto… Ella no está en la mansión ahora mismo.

—Estoy contento de esperar lo que sea que tarde.

—¿Eh? Aah, es de esa manera. Pero…

La criada, quien, por alguna razón, había sido absorbida por sus pensamientos con una expresión que sabía más de lo que dejaba conocer, finalmente le respondió a Shade.

—Hoy no es conveniente para ella. Por favor, vuelva a esta hora mañana. La joven señorita, ella misma, decidirá si quiere conocerle o no antes de eso.

Con una respuesta inmediata de:

—Está bien.

Shade le dio una amplia sonrisa, transmitiendo, con una personalidad naturalmente falsa, que lo entendía, porque él provenía también de esa clase de origen, y se retiró. Por supuesto, era solamente para el espectáculo.

Ahora, sin saber que estaba siendo seguida por los dos jóvenes, la criada continuó su camino a la casa de la bruja.

La madre de Lily no se había opuesto cuando decidió vivir con la “bruja buena”.

Habría una persona menos que alimentar y ya no habría una hija que heredara la casa. Después de pesar los dos factores, parecía que llegó a la conclusión de que era una buena oportunidad para deshacerse de una molestia.

La criada ahora encontró tiempo recreativo en el trabajo para entrar al bosque bajo la excusa de estar buscando bayas salvajes y nueces. Ocultando furtivamente los dulces en su cesta.

El camino que viajó el mes pasado, era algo a lo que la doncella se había acostumbrado. Por mucho tiempo cargó la bolsa aromática que consiguió de Lycoris, nunca sería atacada por animales dentro del bosque.

El paso de la criada se transformó en una zancada. Estaba ansiosa para informar a las señoras del par de hombres jóvenes que había conocido hace poco tiempo. También era una mujer que adoraba los cuentos de hermosos hombres y el amor.

A mitad del camino del bosque, la criada encontró dos sombras caminando en su dirección. Era un par, vistiendo largas capas que Lycoris llamaba el “uniforme de un mago”.

La verdad, la criada estaba insatisfecha con sus atuendos que no exudaban ni una pizca de atractivo sexual. La doncella apreciaba a las jóvenes, y no estaba limitada a Lily pero también a Lycoris, eran jóvenes, hermosas mujeres. No las mataría usar atuendos ligeramente más glamurosos.

—¡Ustedes dos! —Cuando la criada las llamó, el par la notó y agitaron sus manos hacia ella—. Estaba a punto de visitarlas. ¿A dónde se dirigen?

La doncella empezó a hablar fuertemente al par que todavía estaba bastante lejos.

—Hay un pedido de trabajo. ¡Todavía me permite acompañarla como discípula!

Lily contestó, luciendo un poco feliz, y Lycoris también le dedicó una sonrisa amigable.

—Estoy pensando en tomar más pedidos de trabajos. Ya obtuve una discípula confiable.

Después de escuchar eso, el príncipe Shade no pudo quedarse quieto.

—¡Hermana mayor!

Shade salió de las sombras y comenzó a correr hasta Lycoris en línea recta. ¡Qué desbordante debe de haber sido la felicidad en su corazón!

Pero, la que demostró la reacción más remarcable de todas acerca de su comportamiento, tal vez debido a algo llamado la sabiduría de la edad, fue la criada anciana.

Ella hizo tropezar a Shade, quien intentó correr hacia Lycoris y Lily, y subió sobre él sin esperar a que se orientara y dijo:

—¡Increíble! ¡Realmente me engañaste! ¡Pensar que realmente me convenciste de que eras un buen jovencito!

Una vez que dijo esto, mirando indignada, ella se giró a las muchachas y les advirtió.

—¡Por favor, corran jovencitas! ¡Yo trataré con este vándalo de alguna manera!

Con el empujón apremiante de la sirvienta en su espalda, el par giró sobre sus tacones.

Sin embargo, el príncipe no podía dejar que ese par se alejara de aquí tampoco. Wolfgang comenzó a perseguir sus formas de retirada.

Incluso si no entendían la situación, Lycoris y Lily tomaron la ventaja. El par decidió escapar en diferentes direcciones para confundirlo.

Ahora, aquí vino el problema.

El que tenía un problema era el príncipe Wolf. Él no sabía la figura o la voz de la persona que debería convertirse en su esposa.

La princesa había sido secuestrada antes de que pudieran conocerse en persona. Incluso, debido a que el padre de Lycoris, el rey Kaffir, era mezquino con los portaretratos de su hija, él nunca había visto uno.

Aun así, él sabía que sus ojos y su cabello eran negros, por lo menos. Pero las dos jóvenes estaban usando capuchas sobre sus ojos. Dentro del bosque, donde los árboles tapaban la luz, era imposible distinguir el color de sus ojos.

Sin importarle, Wolfgan decidió no interrumpir la cacería solamente porque no sabía a cuál de las dos seguir cuando se separaron.

En otras palabras, él siguió sus instintos y persiguió a la que había captado su ojo.

Siendo la que estaba siendo perseguida, Lycoris estaba honestamente nerviosa. Un alto y desconocido joven en negro la perseguía sin reservas. Era una justificable aterradora experiencia. Su corazón latía como loco. Ella ni siquiera podía atreverse a gritar.

Desde que su paso y resistencia física eran polos opuestos, en poco tiempo, la diferencia entre dos se fue estrechando cada vez más, y finalmente, Wolfgang atrapó a Lycoris por el brazo.

Casi al mismo tiempo, un feroz rugido resonó dentro del bosque.

—¡No toques a Lycoris!

La dueña del rugido era Lily.

Un fuerte viento, que de repente sopló a parte de la brisa fresca, barrió el bosque. Su talento era exquisito. Sin embargo, dado que recién había comenzado a aprender hacía un mes, a la magia de Lily le faltaba control.

Golpeados por una fuerte ráfaga de viento, Wolfgang y Lycoris perdieron balance. Aunque para ser exactos, la única que perdió más balance fue Lycoris.

Se convirtió en un desastre porque había una pequeña pendiente en el camino junto a ellos dos. Con sus ojos cerrados, Lycoris cayó por la pendiente, sin saber que Wolfgang la atrapó en sus brazos para escudarla del dolor.

Después de enredarse y caer, el par se deslizó por la alfombra de césped en la cual la luz del sol estaba empezando a perderse entre los árboles.

Así, Wolfgang y Lycoris, cuya capucha se había bajado durante la caída, vieron sus rostros por primera vez.

Habiendo sentándose y pausado, Wolfgang estaba ahora sosteniendo la parte de atrás de la cabeza de Lycoris. Gracias a eso, estaban muy cerca. Sin duda, lo suficiente cerca como para sentir las respiraciones del otro. Aunque era claramente una distancia inapropiada para un hombre y una mujer de la misma edad que acababan de conocerse, no trataron de distanciarse del otro.

Eso fue porque, al mirar los ojos violetas de Wolfgang, Lycoris fue asaltada por un sentido de deja vu lo suficientemente fuerte como para privarla de cualquier pensamiento.

—Qué ojos violetas tan atrayentes.

Estoy segura de que dije esa frase una vez, pensó Lycoris.

No fue hace mucho tiempo cuando Lycoris pensó en Wolfgang como un “joven desconocido”, pero ella había visto, de hecho, su retrato muchas veces en el pasado.

El rey no era mezquino con los retratos de su hijo, por lo que normalmente le enviaba a Lycoris los que tenía pintados.

Mientras ella era testigo del crecimiento del joven hombre a través de las pinturas, Lycoris naturalmente empezó a cargar un pequeño enamoramiento en su corazón.

Fue en ese momento… que el previo “buen hechicero” conoció a Lycoris.

Su predecesor también vio a través de la joven chica frente a ella, Lycoris, era alguien que debería haberse convertido en su discípula por el destino. Y así, la maga trajo a Lycoris a casa en orden de pasar su sabiduría que se encontraba en sus marchitos viejos huesos.

Todo sin el permiso de la familia de Lycoris… En otras palabras, era un secuestro.

Era una ocupación de la que nadie podía hacer nada si eran llamados por brujas malvadas. Podrías decir que era un buen ejemplo de los grandes problemas que causaban las brujas de tiempo en tiempo.

La bruja hechizó a Lycoris para que olvidara su pasado. Por su puesto, la bruja todavía era humana. No era un hechizo que borraba sus memorias del pasado, pero uno que prevenía que ella lo recordaba hasta que algo lo desencadenaba.

Y así, alrededor de tres meses atrás, después de pasar su conocimiento a Lycoris, quien tenía habilidades de memoria simplemente aceptables, en un corto tiempo de dos años, su predecesora murió naturalmente.

Ahora, mientras Lycoris estaba perdida en sus pensamientos mientras observaba los ojos de Wolfgang, el muchacho, naturalmente continuó mirando los ojos de ella también.

Ya no había más dudas de que la chica con cabello negro y ojos del mismo color era la princesa de país vecino. No se le había ocurrido antes de este encuentro que esta chica era su prometida. Al verla frente a él, Wolfgang estaba perplejo.

No podía apartar sus ojos de ella.

Un sentimiento indescriptible nació dentro de él por la muchacha que estaba dócilmente acomodada en sus brazos. Era algo que Wolfgang nunca había sentido antes.

Si fuese empujado a describir el sentimiento, era algo que sentía como si no importase lo que pasara, él no quería soltar su mano.

Y Wolfgang era un hombre muy decidido.

—Oye, Wolfgang, ¡deja de tontear y aléjate de ella! ¡Padre colapsaría si ve un gran bulto como tu sobre Lycoris cuando ella vuelva a casa! ¡Incluso cuando solamente estabas actuando por obligación hasta ahora! ¡Eres un pervertido de armario! —dijo el príncipe vecino, que se enfureció cada vez más.

—¡Lo siento, Lycoris! ¡Por favor, perdóname! ¡No me odies! —dijo la discípula de la bruja quien estaba en pánico por meter a Lycoris en este desastre con su magia.

Parecía que faltaba un largo trecho antes de que la situación se acomodara, pero la historia, su final será traído aquí.

Todos ellos vivieron felices para siempre.

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