Sentido Común de una Casa Guerrera – Capítulo 61: Mi entrenamiento

Traducido por Lugiia

Editado por Sakuya


Al día siguiente, vuelvo a visitar la Casa Ducal Armelia.

Por cierto, mi Padre aún no ha regresado de ahí.

Anoche, después de regresar a casa, un mensajero vino de la Casa Ducal Armelia para decirnos que Padre se quedaría a dormir justo como esperaba.

Sí, me parece que quedarse a dormir era mucho más seguro que obligarle a volver en estado de embriaguez, así que aprobé esa decisión, pero… como a partir de ahora iré ahí para solicitar que me enseñen, me siento un poco avergonzada, y me resulta difícil ir…

Dejando salir un suspiro, levanto mi cabeza. Y luego, miro fijamente la Casa Ducal Armelia. Hay una sensación de tensión como si estuviera a punto de ir al campo de batalla.

El sonido de los latidos de mi corazón suena fuerte, golpeando mi pecho con cada latido.

Para calmarlo… respiro profundamente y exhalo.

Sin importar lo que haga, simplemente no puedo dejar de ser consciente de que esto será difícil de manejar.

Esto, se refiere a los modales y conocimientos necesarios para un noble, y todos los elementos fundamentales que se requieren para la alta sociedad en sí.

Hasta ahora, he desviado mi mirada y he continuado huyendo de eso. Siempre he postergado el problema, diciendo que, ahora mismo, todavía no lo necesito.

Ahora, tengo que pagar por ello.

Después de esto, le estaré exponiendo mi antiestético aspecto a Aurelia-sama, mostrándole que soy incapaz de hacer cosas que cualquiera puede hacer normalmente.

Sin embargo, tengo que aceptar eso.

Porque esa es mi habilidad actual.

Ser forzada a enfrentar que no puedo hacer algo seguramente será táctil…

Más aún si es algo que es natural para el hijo de un noble.

Sólo he estado practicando las artes militares, así que no se puede evitar. Si sólo fuera alguien poco insensible y siguiera adelante con ello, probablemente sería más fácil para mí, pero… desafortunadamente, no tengo un corazón fuerte necesario para seguir adelante tan fácilmente.

Estoy segura de que es porque no tengo ninguna confianza en mí…

Es inusual. Si se trata de las artes militares, puedo percibir algo que no puedo hacer como una oportunidad para crecer. Sin embargo, cuando se trata de modales y conocimientos aristocráticos, algo que no puedo hacer, parece ser como un enorme muro imposible de escalar y mi valiente corazón se debilita.

Impido que mis pies se muevan hacia adelante.

Y entonces, una vez más respiro profundamente y exhalo.

No titubees…

¡Mi orgullo no es una cosa pequeña por el bien de proteger mi propia vanidad!

De esta manera… animo fuertemente a mi débil yo que quiere seguir deteniendo mis piernas.

—De acuerdo…

Una vez más fijo mis ojos en la mansión con entusiasmo, y comienzo a entrar.

—Bienvenida. Por favor, permítame guiarla.

En la entrada, el mayordomo Alf ya está a la espera.

—Alf…

—Mellice-sama, por favor siga llamando a esta humilde persona sólo Alf.

—Entonces, Alf. ¿Mi padre está…?

—Si se trata de Gazelle-sama, hoy también descansará aquí.

—Ya veo… lamento las molestias por mi Padre.

—Por favor, no lo mencione. Después de todo, nuestro Maestro, Romeru-sama, se divierte bastante cuando Gazelle-sama está aquí.

—Ya veo…

Mientras hablamos de estos asuntos, sigo sus pasos y entro en una habitación delante de nosotros.

—Bienvenida, Mellice. Comencemos nuestro entrenamiento de modales de inmediato.

—Antes de eso… Aurelia-sama. Muchas gracias por cuidar de mi Padre una vez más hoy. Además, espero su guía y apoyo de hoy en adelante.

—Está bien. Mi esposo se está divirtiendo después de todo… más bien, me siento un poco apenada de que el ocupado Gazelle-sama le haga compañía. Ahora bien, ¿comenzamos el entrenamiento de hoy con las fiestas de té? Sólo seremos nosotras dos, pero creo que tú eres más bien una aprendiz práctica.

Entonces, comienza la fiesta del té.

Mientras recuerdo las cosas que aprendí a gran velocidad para la anterior fiesta del té de la Reina, bebo desesperadamente té mientras respondo a la conversación.

—Parece que posees los gestos básicos…

— ¿Eh?

Sus inesperadas palabras me confunden involuntariamente.

—Por cierto, Mellice. ¿Cuál es el propósito de una fiesta de té?

— ¿Socializar?

—Sí, eso es correcto. Es muy importante que los nobles profundicen sus relaciones. Para obtener información, así como para crear aliados cuando se necesita lograr algo… dejando eso de lado, si fueras tú, ¿con quién crees que sería más fácil hablar? ¿Con alguien cuya cara está inmóvil o alguien que te está sonriendo?

Son palabras muy fáciles de entender.

Aunque no es como si me lo dijera directamente, pero eso es lo que estaba mal con lo que estaba haciendo antes.

—La persona que está sonriendo…

—Ciertamente.

Con una sonrisa, Aurelia-sama me muestra un ejemplo.

—Los modales de un noble son complejos y no sólo se limitan a las fiestas de té, por lo que entiendo que no puedes evitar centrar tu atención en ellos. Más aún, cuando no estás acostumbrada a ello. Por eso, es mejor hacerlo de manera que aunque no les prestes atención, tu cuerpo desempeñará naturalmente los modales.

Mientras dice eso, levanta su taza y bebe.

Su secuencia de movimientos es refinada y elegante, fluyendo naturalmente como el agua.

—Por cierto, Mellice. ¿Por qué crees que los modales de los nobles son tan complicados?

— ¿Eh…?

Nunca he pensado en ello. Sólo lo veo como algo complicado y problemático.

—Los modales se decidieron para no causarle incomodidad a la otra parte. Cada acción, dependiendo de cómo la interprete el receptor, puede ser vista incluso como un engaño. Incluso si no tienes ninguna malicia, si provocas incomodidad en el receptor, pueden pensar que la tienes. Para que eso no suceda, a lo largo de nuestra larga historia, se ha decidido una cierta etiqueta. Hay momentos en que debemos reunirnos con las clases superiores de otros países, por lo que también es necesario para la diplomacia.

— ¿Es… así…?

—Aunque entre los nobles, hay quienes desean mostrar su autoridad y tristemente se obsesionan mucho con los modales, pero…

Entiendo eso, pienso mientras hago involuntariamente una sonrisa amarga.

Más bien, hasta ahora sólo he reconocido modales que se usan sólo para ese propósito.

Precisamente por eso pienso que es algo innecesariamente problemático.

—En cualquier caso, no hay ninguna desventaja en tener modales refinados. En ese sentido, corrijamos rápidamente algunas de tus acciones de antes.

Sonriendo dulcemente, ríe una vez más.

A pesar de que es una sonrisa muy suave, como de costumbre, emite una presión como diciendo que no se me permite decir no.

—S-Sí…

—Entonces hagamos lo mejor que podamos.

Paso un momento muy fructífero con Aurelia-sama antes de retirarme a mi habitación.

Una respuesta en “Sentido Común de una Casa Guerrera – Capítulo 61: Mi entrenamiento”

  1. Al fin, una novela ligera que transmite el ¿Por qué? de las fiestas de té. Y lo complicado del propósito de los buenos modales. Bastante instructivo. Uff, con razón en otras novelas con temática de nobles y realeza es común que se organicen las famosas fiestas de té, aún que parezcan sólo eventos para entretenerse y quitarse su rutina diaria, al no contar con otras formas de entretenimiento.
    ¡Gracias por la traducción!

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