Traducido por Herijo
Editado por Dea
—Mi Señorita, ¡se ha vuelto más delgada de nuevo! ¡Qué cintura más estrecha!
—¿Es así? Me alegra haber agregado giros a mi rutina de ejercicios.
—Ya no debería tener problemas incluso sin el corsé. ¡Qué maravilloso! Seguí leyendo “Dejaré de ser la subordinada de una villana – Capítulo 47.5”
Traducido por Bee
Editado por Sakuya
¡Quién sabe qué tipo de cosas es el Wu hun!
¡Ye Zhizhou estaba en guardia contra la otra persona mientras miraba a su alrededor, y se desesperó cuando encontró un acantilado detrás de él! Frente a él hay un protagonista asesino, detrás un acantilado del que no conoce la altura, y en sus brazos hay una persona herida de muerte… ¿Cómo puede escapar?
Un pequeño bolso que colgaba del cinturón de su bata se sacudió de repente, y luego apareció una pantalla de luz.
[¿Quieres usar la recompensa de la misión, el Talismán Volador?] Seguí leyendo “Prevenir un Harem – Capítulo 63: El Rey Demonio Durmiente”
Traducido por Shroedinger
Editado por Sakuya
—Oh, Reina. Te gusta el dorado, ¿verdad?
—¿No leíste la carta?
—Sí, pero cuando me fui, la habitación aún no estaba terminada…
Podía escuchar a Heinley reír en voz baja. Seguí leyendo “La Emperatriz se volvió a casar – Capítulo 88: Contraste”
Traducido por Shroedinger
Editado por Sakuya
La caja parecía grande, pero no se sentía así una vez que estuve dentro. Abracé mis rodillas y pensé para mí misma “¿Qué diablos estoy haciendo ahora?” No importa cómo se mire esta situación, yo no era una reina, sino una fugitiva.
El carruaje se movía suavemente, pero la caja estaba ubicada cerca de las ruedas. Cada pequeño golpe sacudía mi cuerpo, haciendo que mi cabeza golpeara la parte superior de la caja, seguida por mi trasero y piernas en el suelo. Después de varios impactos dolorosos, logré encontrar una posición que me sometió a un poco menos de abuso. Seguí leyendo “La Emperatriz se volvió a casar – Capítulo 87: Posición incómoda (I)”
Traducido por Selena
Editado por Meli
El bello rostro de Li Qiu Shui estaba distorsionado.
Wanyan Lie miró con incredulidad a Murong Qi Qi. Hace mucho, esperó que Ming Yue diera a luz a una hija como ella. Amaría a esa niña y la dejaría convertirse en la persona más feliz del mundo. No obstante, cuando Li Qiu Shui trajo de vuelta a Ming Yue, su vientre abultado se había aplanado hacía tiempo.
Se deprimió pensando que la niña había muerto, sin embargo, con la noticia, sintió que su corazón muerto empezaba a latir de nuevo. Seguí leyendo “La consorte favorita del Príncipe Demonio – Capítulo 119.1: La verdad es tan cruel (5)”