Traducido por Lugiia
Editado por Editado
Trabajar en la industria del servicio era una profesión difícil, ya que había que ser lo suficientemente amable como para sonreírle incluso a los peores clientes.
Madame Reavoir se quedó momentáneamente boquiabierta ante lo absurdo de las palabras de Dorothea, pero pronto hizo uso de su experiencia y habló en un tono apaciguador: Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 50: No siempre ha sido así”
—Pero lady Dorothea… —protestó madame Reavoir. Su voz era firme, pero sus ojos temblaban y parecía bastante nerviosa—. Ya hice una promesa con lady Mariestella. No puedo cambiar mis palabras ahora. Eso me perjudicaría…
—Marie. —Dorothea interrumpió las palabras de Madame Reavoir y pronunció mi nombre. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 49: No crucemos la línea”
Ese día volví a casa después de las siete de la noche. Odeletta me rogó que cenara, pero me pareció descortés cenar en mi primera visita, así que la rechacé y me fui a casa. La condesa Bellefleur me elogió después de escuchar mi historia. No se equivocaba al decir que la mayoría de los padres odian que sus hijos se comporten con mucha libertad en casa de sus amigos, ya que mis padres en Corea también eran así.
Martina, por su parte, parecía contenta de que me acercara a Odeletta, el conde Bellefleur tuvo una reacción similar. Como sospechaba, al conde Bellefleur y a su esposa no les hacía mucha gracia que su hija fuera amiga de Dorothea. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 48: Démelo”
Traducido por Lugiia
Editado por Ayanami
Dos días después, al terminar de comer y ponerme al día con un poco de lectura, Florinda me ayudó a vestirme para mi visita a la mansión Trakos.
—Está lista, creo que esto debería ser suficiente. ¿Qué le parece, mi lady? —Me preguntó.
No necesitaba ir vestida tan formalmente como en mi visita al palacio Imperial, así que tardé menos en ponerme algo de ropa. Me miré en el espejo y esbocé una sonrisa de aprobación. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 47: Pañuelo”
Traducido por Lugiia
Editado por Ayanami
La primera persona que me dio la bienvenida a casa fue Florinda.
—¿Ha llegado, mi lady?
—Sí, Florinda —dije con una agradable sonrisa en los labios mientras entraba por la puerta principal. Florinda me miró y vio el paquete de hojas de té en mi mano. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 46: Incluso un amigo digno puede ser suficiente”
Traducido por Lugiia
Editado por Ayanami
Xavier podía adivinar a dónde iba esto, y se mordió el labio sin darse cuenta. Era un hábito ya olvidado.
—¿No crees que deberías dar la bienvenida a una esposa? —Continuó Henry.
—Todavía no he pensado en ello —respondió Xavier, con la mayor formalidad posible—. Lo intentaré si usted lo desea. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 45: No hagas amenazas infundadas”
Traducido por Lugiia
Editado por Ayanami
Aunque Xavier aceptó mi favor, no pude evitar sentir una pequeña pizca de arrepentimiento. Algún día tendré que devolvérselo.
—Pero ¿cómo sabe que fue Dorothea quien hizo esa petición? —Pregunté.
—Como dije antes, solo la hija de Cornohen le haría tal petición. Sé que usted no suele tener nada que ver con gente grosera, a excepción de ella. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 44: A menudo me siento así”
Traducido por Lugiia
Editado por Ayanami
Quería preguntarle a Xavier por qué él y Klaude tenían una relación tan tensa, pero pronto me di por vencida con la idea. Probablemente, era demasiado personal para que yo me entrometiera. Después de todo, tampoco me gustaba cuando alguien me preguntaba sobre mi relación con Dorothea.
—Ya veo —dije brevemente, y luego mantuve la boca cerrada. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 43: ¿Tiene algo que decirme?”
Traducido por Lugiia
Editado por Ayanami
Florinda no estaba mintiendo cuando dijo que haría todo lo posible.
Normalmente, le llevaría una hora poner el maquillaje, pero hoy le ha tomado tres veces más tiempo. Las ojeras bajo mis ojos deben haber sido muy malas.
Quise rendirme después de una hora de maquillaje, pero fue mi culpa por quedarme despierta toda la noche, cuando se supone que debo ir al palacio hoy. Así que mantuve la boca cerrada y me quedé quieta. No debería haberme quedado despierta la noche anterior, pero ya es demasiado tarde para hacer algo al respecto. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 42: No tiene que hacer esto”
Traducido por Lugiia
Editado por Ayanami
Eché un vistazo a la taza de té de Klaude.
—Oh Dios, se ha terminado el té. ¿Gusta un poco más?
—Lo apreciaría —respondió sonriendo agradecido, mientras le servía otra taza. Aunque el té verde ya se había enfriado, el aroma todavía flota a mi lado. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 41: Estoy segura de que al Príncipe Heredero le gustará”
Traducido por Lugiia
Editado por Ayanami
Klaude, obviamente, no podía saber eso, pero debe haber notado algo extraño.
—Los rumores no siempre son ciertos. Supongo que me equivoqué —dijo.
—Bueno, es una verdad a medias. Ya no soy amiga de lady Dorothea —expliqué. Me detuve un momento a pensar, antes de agregar: —Tal vez, soy una dama de honor. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 40: Yo lo haré”
Traducido por Den
Editado por Ayanami
Me quedé en la habitación con la condesa Bellefluer y, por intuición, sentí que quería hablar conmigo.
—¿Tienes algo que decirme, madre? —Pregunté.
La preocupación permaneció grabada en su rostro al escuchar mi pregunta, pero permaneció fuera de la puerta. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 39: Era mejor que preocuparlos”
Traducido por Den
Editado por Ayanami
—Entonces ¿cuándo es un buen momento?
—¿Cuándo estás libre?
—Como sabes, el conde no hace más que trabajar en el palacio imperial. Si me dices una fecha conveniente, le contaré a mi esposo sobre las vacaciones. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 38: No tiene sentido”
Traducido por Den
Editado por Ayanami
Esta era la primera vez que me enteraba de esta deuda. ¿La casa de Mariestella le debe algo a la casa de Dorothea?
Una expresión de idiota se plasmó en mi rostro, pero rápidamente recobré la compostura.
Las circunstancias dictaban que se suponía que debía entender lo que acababa de decir la condesa Cornohen. Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 37: Quiero que esto sea un secreto”
Traducido por Den
Editado por Ayanami
¿Por qué la condesa Cornohen solicitaría una reunión privada conmigo? Barajeé varias razones en mi cabeza, pero había demasiadas respuestas para elegir.
Mientras miraba a la condesa sentada frente a mí, finalmente dije:
—¿El té es de su agrado? Seguí leyendo “Querida “amiga” – Capítulo 36: Tu familia está endeudada”