Problemática hija del Duque – Capítulo 11: La frialdad de mi prometido acelera los ataques de la Heroína

Traducido por Kiara

Editado por Sakuya

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Aunque faltaba en la memoria de Francesca, el nombre de la heroína era Angelina di Calimel. Originalmente fue criada como una plebeya, pero se descubrió que tenía el linaje del Conde Earl Calimel y ascendió a las filas de un aristócrata. Según el original, se suponía que debía haber sido transferida a la escuela a fines de noviembre, pero en este momento están a principios de octubre. Fue dos meses antes que en el juego, Francesca se sintió incómoda.

El destino ya debería haber sido decidido. El mundo no debería cambiar. Entonces, ¿por qué fue la hora de la transferencia de Angelina tan temprano?

Francesca creía que todo debería seguir el juego, por lo que, naturalmente, estaba confundida. Estaba enfrentando desarrollos completamente diferentes a los que originalmente se habían planeado.

Como los pasados durante una clase.

—Leonhart-sama, yo realmente disfruto hacer dulces como un pasatiempo. Si hago algunas galletas en casa por la mañana, ¿te gustaría comer un poco?

—Necesita ser antes revisado, por si incluyes veneno.

— ¿Eh? ¿Tratamiento frío? Pero en el juego era como un perro esperando un regalo.

— ¿Juego?

—Ah, no, no es nada, obviamente no pondré veneno. Pero, realmente me gustaría que las pruebes mientras aún están frescas.

—No hay razón para preparar dulces en la mañana. ¿Todavía estás soñando? En primer lugar, llegaste tarde esta mañana. ¿Por qué no ir a la escuela temprano si tienes tiempo para hacer galletas?

Por ejemplo, hubo un evento donde Angelina hizo galletas caseras para Leonhart. Leonhart, que estaba obsesionado con Angelina, comió las galletas deliciosamente, eso es lo que debería ser, pero la realidad era completamente diferente.

Leonhart rechazó a Angelina con una frialdad que alcanzó el cero absoluto. Pero eso no fue todo.

—Esa mujer está siendo extremadamente familiar a mi lado, es como si me conociera, debe ser un espía de otro país, no, tal vez un asesino.

Con la idea de que las galletas podrían contener veneno, Leonhart estaba desconfiando de Angelina.

—La historia de que ella sea descendiente del conde Calimel también es dudosa. Debemos tener cuidado con los espías. Fran, quédate cerca de mí.

—Leon ¿no estás pensando demasiado las cosas?

En la historia original, nunca se mencionó que ella fuera una espía o algo parecido. Como no podía usar eso como base, Francesca estaba preocupada sobre cómo explicarle los eventos predeterminados.

—Fran es muy amable.

Leonhart me dedico una sonrisa dulce y amable.

—Puedes quedarte cómo eres, no tienes que preocuparte por eso. Las cosas peligrosas, todas ellas, puedo deshacerme de ellas en su lugar.

Francesca se estremeció al sentir el cálido aliento de Leonhart en su oreja, todo su cuerpo tembló.

—Estás reaccionando. Me alegra, eso significa que me anhelas, visitare tu habitación otra vez, esta noche.

—No, Leon. Para de decir estas cosas en el aula…

—No te preocupes, estamos comprometidos. Nadie fue capaz de escucharlo. Incluso si lo hicieran, ¿no estamos comprometidos? No hay nada de qué sentirse culpable.

—Eso es cierto, pero…

Desde esa noche de contacto corporal excesivo, Leonhart se había vuelto más afectivo. Susurrando palabras de amor durante el día, tomándola de la mano, besándose mientras entrelazan sus lenguas.

Pero otro incidente ocurrió, esta vez durante el almuerzo en la cafetería de la escuela.

—Aquí, Fran, di ah.

— ¡¿Ehhh?! Leon, espera todo el mundo está mirando.

—Déjame alimentarte, quiero adorar a Fran, más tarde te estaré cuidando muy bien, así que ven aquí, debes alimentarte bien.

—Oh, está bien.

El sándwich de hoy era lechuga y rosbif. La especialidad del chef. El ingrediente secreto de los encurtidos le otorgaba una exquisita acidez que realzaba el sabor de la carne asada. Estaba delicioso. Sin duda, delicioso.

—Fran es como un lindo pajarito. Te encerraría en una jaula de pájaros, aquí está el próximo bocado, di ahhh.

Como estaban en la cafetería, había otros estudiantes y todos estaban mirando la escena en vivo de Leonhart y Francesca con miradas cálidas.

Pero, aun así, todavía había una joven que caminaba hacia la dirección de ambos. Angelina di Calimel. Se detuvo a la izquierda de Leonhart.

—Príncipe, —llamó canturronamente — ¿el asiento al lado tuyo está disponible?

Ella preguntó. Este es también uno de los eventos en el juego, Angelina comería junto a Leonhart, sin embargo, en la historia original, es Leonhart quien se acercó a Angelina que estaba comiendo sola.

— ¿Quieres sentarte aquí? Lo entiendo, adelante.

— ¡Wao! ¡Gracias!

Al mismo tiempo que escuchó la aprobación, inclinó la cabeza y miró a Leonhart con los ojos tiernos y llenos de alegría. Después de mostrar este encantador gesto a un hombre para inducir una reacción favorable, Angelina se sentó.

—Entonces, estaremos comiendo afuera en la terraza. Tómese su tiempo.

Y luego Leonhart se levantó para cambiar de ubicación.

— ¿Eh? espera.

—¿No querías comer aquí? Estaba disfrutando mi tiempo a solas con Fran. Estás siendo una molestia.

Angelina quedó estupefacta ante la decisiva franqueza de Leonhart.

—Bueno, entonces Fran, vamos afuera. Debería haber algunos asientos libres.

—S-sí.

Francesca al igual que Angelina, también se sorprendió por el inesperado desarrollo. Siendo incapaz de mantenerse al día con la situación que tenía ante sí, Leonhart la condujo hacia la terraza al aire libre.

Cuando Angelina se quedó sola, la gente del entorno la miró con pesar.